Feminizado por mi compañera de trabajo. [0]

Mi compañera de trabajo me chantajea con mostrar a los demás un video en el que me masturbo dentro de la oficina, obligándome a satisfacer sus fantasías y ser su puta vestido de mujer.

Prefacio

Contar ésta historia me es difícil, decir todo lo me sucedió en aquella etapa de mi vida me da vergüenza y aún me hace sentir muchas cosas. En cierta forma, creo que es el miedo a ver cuan diferente es mi vida ahora y cómo a partir de entonces todo cambió.

Lo que les contaré pasó a mis 24 años, cuando conseguí mi primer empleo formal como programador. Mi primer día de trabajo fue también el día en que conocí a Nadia, antes de que todo pasara, pensaba que ella era buena onda, cuando en broma un día la escuché decir que a veces le gustaba vestirse como hombre me pareció simpático.

Antes de seguir quisiera describirles un poco mi físico pues creo que fue una de las razones por las que Nadia tubo el deseo de feminizarme, mi complexión delgada y mi poca actividad física me daban una apariencia un tanto delicada, pero además mi rostro siempre fue un poco infantil y desde la secundaría me dejé el cabello largo por lo que no se le debió dificultar el imaginarme vestido de mujer.

En el cazo de Nadia ella si tenía un físico ligeramente marcado, no era musculosa pero se podía ver que era una mujer fuerte. Poco después de entrar a trabajar me enteré de que practicaba artes marciales mixtas y que realmente le gustaba. Su piel era clara, ligeramente bronceada, tenía el cabello oscuro y unos labios muy definidos y firmes, aunque no era muy alta, tenía una postura erguida y mostraba mucha presencia. Su rostro era muy estético pero no del todo femenino, su forma de mirar y hablar era la que hacía parecer que dentro de ese cuerpo hubiera un hombre...

Nunca olvidaré la vez en que me dijo al oído:

Después de lo que te voy a hacer, vas a gemirme que por favor te coja como putita por el ano.

Capítulo 0

Mi historia con Nadia comienza 2 meses después de haber entrado a trabajar. Antes de eso éramos sólo un par de compañeros de trabajo que apenas y se hablaban.

Aquel viernes ya todos se habían ido de la oficina excepto yo. Desde hacia varios días prefería llegar en la tarde y salir de trabajar en la noche, ya me había acostumbrado a ser el único en el edificio y aprovechando la soledad me había masturbado en varias ocaciones. Lo sé, lo que hice fue asqueroso y una falta de respeto y me arrepiento de haberlo hecho.

Esa noche, mientras me masturbaba con los audífonos puestos, Nadia regresó a la oficina por su USB, ni siquiera noté su presencia.

Recuerdo bien venirme sobre una servilleta, tirarla al basurero de al lado, apagar la computadora y sentirme satisfecho con mi día de trabajo, pues a pesar de todo, sí era un buen programador... Toda esa sensación de satisfacción se perdió cuando escuché el ruido del portón de la oficina cerrarse, era obvio que alguien había salido pues no se escucharon mas pasos.

Guardé mis cosas con mucha prisa, con la sensación de tener que dejar el lugar lo antes posible, aún tenía la ilusión de que no hubiera pasado nada... Tal vez solo había sido un ruido de alguien golpeando la puerta.

Salí rápidamente de la oficina y me dirigí a tomar el transporte público para regresar a mi casa. Allí fue donde la pesadilla comenzó.

Recibí un mensaje por WhatsApp de un número desconocido, lo vi justo después de sentarme en uno de los asientos del autobús y quedé horrorizado. Duraba tan solo 30 segundos pero tenía suficiente material como para arruinar mi vida.

Cuando lo vi me sentí completamente inseguro, vigilado, el video se había tomado desde una distancia demasiado corta.

Fue muy duro verme y reconocer a un tipo vulgar. No sólo me estaba masturbando en la oficina sino que lo estaba haciendo con un vídeo en pantalla completa en el que una chica besaba a su novio después de hacer que dos hombres eyacularan en su boca.

Aquel beso no era un simple beso con la punta de los labios, la chica le daba a su novio un beso de lengua, llenándole toda la boca de semen, ella lo sujetaba de la nuca para mantenerlo pegado a ella y si el dejaba escapar una gota de semen, con su mano le abría los labios y con su lengua lo devolvía a su boca, así hasta obligarlo a tragarlo todo. Y eso ocurría mientras los 2 hombres a los que la chica había hecho sexo oral, metían el dinero que habían prometido a la pareja dentro del brasier de la novia, aprovechando el momento para tocar sus pechos.

Al verme en el video eyacular justo cuando ella más lo obligaba a comer el semen de esos hombres me sentí como una mierda, entré en pánico al verme de esa forma tan patética y saber que alguien mas tenía todo eso grabado.

Al terminar de ver el video toqué la miniatura de la persona que me envió el mensaje y pude ver el rostro de Nadia. En ese momento sentí un alivio al pensar que no era un hombre quien me había visto así, sentí que una mujer no podría ser tan cruel conmigo como para mostrarle el video a los demás, pero la sensación de calma duró poco. Al cerrar la miniatura vi el primer mensaje de texto:

Eres un cochino, un maldito cerdo.

Yo comencé a escribir, quería decirle que lo sentía, que comprendía que había sido un idiota y un maldito enfermo, pero que me perdonara, que por favor no le mostrara el video a nadie.

Tardé varios minutos en poder contestarle:

Lo lamento mucho Nadia, me siento como una mierda, enserio lamento que me vieras así.

Ella sólo lo vio y volvió a dejar de aparecer en linea.

En serio lo siento Nadie, no sé que decirte, por favor no le enseñes el video a nadie.

Aquel viaje en autobús fue eterno. Yo no dejaba de revisar el teléfono esperando su respuesta y no la obtuve hasta unos pasos después de haberme bajado del autobús.

Mira Carlos, seré clara contigo, yo tampoco soy una buena persona, de hecho creo que soy más perversa que tú.

Habiendo dicho lo anterior tienes dos formas de salir de ésta situación: 1 Le muestro el video a todo el mundo y ven la clase de persona que eres ó 2: Literalmente te vuelves mi puta.

Tienes 10 minutos para mandarme tu decisión, sólo tienes una condición, si eliges la segunda opción tienes que darme una buena respuesta, una que me haga creer que vas enserio, si siento que no es así le enviaré el video al jefe en ése mismo momento. Sólo tienes una oportunidad.

Estaba por escribir lo primero que se me venía a la mente pero envió otro mensaje repitiendo:

Una sola oportunidad.

Unos cinco minutos después estaba entrando por la puerta de mi casa, mis padres aún se encontraban despiertos, recuerdo a mi mamá saludarme y decirme que la cena ya estaba casi lista y yo aprovechar que ella se encontraba en la cocina para subir a su cuarto y tomar su lápiz labial. Recuerdo ver mi celular y entrar en pánico al ver que sólo me quedaban un par de minutos, correr a mi cuarto, quitarme la playera y con el lápiz labial escribir: "LA PUTA DE NADIA" en mi pecho. Abrí la conversación, y envié una selfie lo más rápido que pude, fue tan rápido que ni siquiera posé. Mi rostro mostraba cuan derrotado me sentía.

Ella no tardó mucho en responderme

Si que eres una puta... ahora eyacúlate encima y toma una buena foto de eso.

Recuerdo cómo, en un instante, el miedo y la excitación se mezclaron dentro de mi. Mi corazón comenzó a latir muy fuerte. Bajé mis pantalones, me tiré en la cama y comencé a masturbarme.

Desde ese momento fue como si Nadia hubiera lanzado un hechizo sobre mí, el saber que tenía aquel video de mi y la fuerza con que me ordenaba hacer las cosas me hacía sentir indefenso.

Me masturbé tan rápido como pude, el miedo me hizo sentir todo diez veces más fuerte, además el que una mujer me pidiera degradarme de esa forma me hizo enloquecer. En ese momento fantasee con Nadia encima de mí, obligándome a lamerle el sexo sin haberse bañado y me corrí sobre mi vientre con muchísima fuerza.

Tres minutos después de haberme pedido la foto yo ya se la estaba enviando y estaba dando un paso de no retorno en mi vida.

Muy bien patita - dijo con una mezcla de dulzura y malicia - mañana comienza tu nueva vida, descansa bien porque tendrás mucho trabajo.

No dijo nada mas y yo no sentí necesario contestarle, me sentía vacío después de haber eyaculado y el tener que bajar a cenar con mis papás después de haber hecho lo que hice me daba mucha vergüenza.

En ese momento la idea de haberme dejado llevar demasiado rápido por la excitación y por el miedo apareció, fue una dura punzada en el estómago pero traté de ignorarla e imaginarme un futuro excitante como la puta de Nadia, un futuro sensual dentro de un área secreta de mi vida privada.

Esa noche no pude dormir bien con todas esas ideas dando vueltas en mi cabeza.