Feminizado (4)
Culmina la historia de gabi.
8)
Silvina había decidido festejarle el cumpleaños a Martín en nuestro apartamento.
Como obsequio, ella quería que le ofreciéramos una noche de sexo desenfrenado.
Él le había confesado que tenía la fantasía de hacer el amor con dos hermanas gemelas y como yo me estaba pareciendo cada día mas a Silvina, con unos breves retoques quedaríamos idénticas.
Para ese entonces yo tenía 18 años y había empezado a hormonizarme con la ayuda de un amante de Raquel que era médico. Mi piel se había suavizado, mi voz aflautado y mi cuerpo se había curvilineado. Un tímido busto me estaba asomando y ya casí hacía innecesario recurrir a rellenos para formar mi figura.
Mi deseo era ser igual a Silvina, estaba obsesionado con ella, tal vez porque era un símbolo sexual, tenía la magia para excitar a un hombre con solo pasar a su lado.
Para esa noche decidimos vestirnos iguales, con unos conjuntitos de ropa interior blanca tipo conejita de Play Boy, con portaligas y corset bien de prostitutas.
Con las orejitas de conejo y los rabitos blancos estabamos simpatiquísimas.
La idea era pasar por dos rameras que dejaríamos exhausto a nuestro cliente.
Nos hicimos el mismo peinado, con los cabellos rubios revueltos como si recién acabaramos de tener sexo, los labios muy rojos y recargado maquillaje, mucha bijouterie y tacones bien altos.
Guardaríamos el secreto de quien era Gabi y quien Silvina hasta último momento.
Martín se quedó desconcertado al vernos e inclusive me dijo a mi: Hola Silvi, yo le seguí el juego.
Nos sentamos a la mesa a cenar y cuando Silvi dio la orden, las dos juntas nos arrodillamos delante de Martín que seguía comiendo, le desabrochamos la bragueta y le comenzamos a mamar la polla alternadamente.
Silvi le masajeaba con una mano el aparato mientas yo se lo succionaba y luego cambiábamos y era ella quien lo felaba.
Por momentos las dos le lamiamos al mismo tiempo su poderoso aparato que estaba duro como una piedra..
Alli estabamos, vaya parejita, los dos novios satisfaciendo como damitas obedientes a un mismo hombre.
Martín se corrió en nuestros rostros y luego le limpiamos cada gota de semen con la lengua, le acomodamos la ropa y seguimos cenando como si nada hubiera sucedido.
Después fuimos los tres juntos a la cama y nos enredamos en un festejo único.
Como le gustaba a Martín, iniciamos con un show lésbico, Silvina me hizo poner en cuatro patas y comenzó a dilatarme el ano, primero con su lenguita que hacia entrar y salir con tanta calidad, que me hacía derretir de placer.
A continuación se lubricó un dedo con saliva y comenzó a penetrarme con él, lo que a esta altura ya no le resultaba difícil porque mi ano se había acostumbrado a ser visitado.
Cuando yo estaba bien excitada, hizo colocar a Martín detrás de mi y le fue dirigiendo la polla esta que comenzó a introducirse dentro mio.
Silvi comenzó con la habilidad que la caracterizaba, a hacer que la cabecita de la polla de Martín apenas entrara y saliera de mi ano, mientra tanto ella me separaba bien las nalgas, hasta que me excite tanto que empecé a rogarle que por favor me penetrara bien hasta el fondo.
Martín entonces, me aferró fuertemente de la cintura y me ensartó hasta el fondo, sentí toda su enorme polla dentro de mi y le juré amor eterno.
Silvi mientras tanto tomó mi pene y me lo masajeó hasta que eyaculé al mismo tiempo que Martincito tenía su orgasmo.
Luego nos ocupamos de satisfacer a Silvina, fue mi turno de hacer entrar el pene de Martín en la vulva de ella.
Martín la hizo poner también en cuatro patas para que yo no me pusiera celosa.
Con mi mano le fui haciendo entrar la polla de su amigo, en su muy jugosa vagina, eso era el cenit, no solo estaba mirando a mi novia cogida por otro, sino que estaba ayudando a que la follaran.
Participe estimulando a los dos, le lamía la parte de la polla de Martín que salía de la vulva de Silvi, la besaba a ella, los abrazaba y les decía cuanto los quería a los dos.
Finalmente me bebí todo el semen que Martín le había arrojado sobre el vientre a Silvi hasta dejarla bien sequita, eso fue realmente maravilloso.
Pero la verdad es que yo me estaba enamorando de Martín y estaba un poco celosa de tenerlo que compartir con Silvi.
9)
Con el tiempo mi relación con Martín se fue profundizando, venía a visitarme cuando Silvi no estaba, me traía flores, salíamos a pasear tomados de la mano, nos gustábamos y queríamos mucho.
Finalmente decidimos contarle a Silvi la verdad y ella se puso muy mal, discutimos y tuve que hacer mis maletas para irme a vivir con mi nuevo novio.
Han pasado varios años desde entonces, ahora vivimos los dos en un apartamento que él arrendó, yo soy su única mujercita.
Para poder satisfacerlo mejor, pronto me haré quitar la polla para ser una mujer íntegra y que pueda follarme también por delante.
Recibimos hace pocos días una invitación al casamiento de Silvina, quien ha decido sentar cabeza muy jovencita.
La modista me está confeccionando un vestido para esa ocasión que dejará a todos boquiabiertos.
Vivo como mujer, siento como mujer, follo como mujer, soy una mujer.-
GABRIELA THIERS
Buenos Aires, 13 de Noviembre de 2003