Femenino singular
Un mensaje a las dos de la mañana. Laura estaba excitada..
Es solo para ti..
Bip bip..
Tenia el teléfono en modo silencio y vibraba sobre la mesilla. Abrí un ojo y conseguí atinar a cogerlo era un mensaje, claro y concreto, Conéctate ahora.
Me desperté de golpe. Salte de la cama. Eran las dos de la mañana y debía ir a trabajar al día siguiente pero no importaba en ese momento.
Mientras encendía el ordenador me recorría un escalofrío por todo el cuerpo. Mi corazón latía desenfrenado para acelerar la carga de adrenalina.
Desde que la conozco siempre ha sabido que hacer para acelerarme el pulso. Laura tiene el pelo ondulado negro, la mirada penetrante y una sonrisa que embaucaría al tahúr mas experimentado.
Conecte el messenger y ahí estaba ella.
Cliqué sobre el icono de su web cam. Y apareció ella, en su estudio sentada en una silla de despacho de piel negra y con una bata puesta.
Estaba soñando contigo.
Mmm.. que bien suena eso
Estoy mojada, muy mojada.. Dejo caer la bata y me mostró su cuerpo desnudo.
La había visto desnuda varias veces, pero cada vez parecía la primera. Sus pechos grandes desafiantes, su coño apenas con un hilo de vello totalmente rasurado. Mi erección fue inmediata y justificada.
Dios, estas espectacular. -Se paso dos dedos por el coño y me los mostró brillantes. -Laura, me vuelves loco.
Tengo ganas de sentirte dentro de mí, no puedo aguantar más.
- Quiero que imagines que son mis manos las que te acarician. Las dejo caer suavemente sobre tus pechos.
Sus manos pasaron sobre su pecho acariciando las tetas suavemente, sus ojos cerrados y su boca entreabierta justificaba plenamente que estaba ardiendo.
- Ahora quiero que me imagines a tu espalda, desnudo, quiero que sientas mi polla pegada a tu espalda, dura, y que mis manos bajan por tus caderas hasta tu coño. Con mis dedos abro lo abro, me empapo de tu flujo y te acaricio suavemente el clítoris, mientras tu te contoneas sintiéndome empalmado detrás de ti.
Comenzó a moverse sensualmente mientras con una mano se acariciaba el coño y con la otra uno de sus pechos.
- Ahora quiero lamértelo. Siéntate en la silla. Se sentó y me dejo expuesto su coño rosado y brillante antes de volver a colocar su mano encima. Mi polla estaba ya en todo su esplendor. Siente como mi lengua recorre cada pliegue de tu coño, se mueve sobre tu clítoris hinchado, lentamente, como lo presiono con ella, como lo aprieto entre mis labios, como lo succiono hasta notarlo duro.
Estaba acelerando el ritmo de su mano, la intuía gimiendo suavemente, respirando agitada. Yo no podía mas, verla así de entregada me podía. Saque mi polla dura del pantalón de mi pijama y comencé a acariciarla desde la base hasta el glande.
- Déjame que te la meta.. Suavemente hasta el fondo, siente como mi polla se abre camino entre tu coño hasta sentirla toda dentro de ti.
Dos de sus dedos se apresuraron al interior de su sexo húmedo, mientras con la palma de la mano se presionaba. Yo aceleraba el ritmo con mi mano cogiendo la base de mi polla y apretándola hacia arriba. Me masturbaba sin concesiones.
- Llámame ahora..
Cogí el teléfono lo busqué rápido en la agenda y pulse la tecla de llamada.
Me descolgó al instante.
Sentía su respiración agitada detrás del auricular. Me susurraba.
- Fóllame, quiero sentir tu polla dentro de mí de nuevo.- Yo solo atinaba a escucharla y verla embobado.
- Quiero sentir de nuevo como tu coño aprisiona mi polla.-
Se apretaba los pezones con furia, una furia que no había visto hasta entonces.
Sus dedos se aceleraban entrando y saliendo del coño empapado, encharcado de flujo.
Mientras mi mano no dejaba de agitar mi polla que parecía estallar de un momento a otro.
De repente oí un suspiro largo seguido de una serie de suspiros cortos que perdían intensidad, se tensó como un arco y veía como palpitaba su coño, casi podía oírlo. Un orgasmo la había invadido por completo, sin piedad. En ese momento mi polla soltó un chorro de semen espeso y caliente sobre mi mano. Mi vientre se encogía hasta dejar caer la última gota de esperma sobre mi piel.
- Eres maravilloso Susurró aliviada.
- Me encanta verte así, me encanta.- Aún recuperándome de mi corrida.
Seguía acariciándose el cuerpo mientras hablábamos.
- Tengo que confesarte que estaba tan caliente que no podía esperar.
- Ojalá me despertases así cada noche en una cama no aquí.
- Habrán noches, tarde o temprano las habrán
- Eso espero cielo.
Colgó, cerro su cámara y me dejo allí, con los pantalones bajados y mi mano llena de semen, el mismo semen que ella había probado y que tal vez vuelva a probar.