Feliz Nochevieja Sobrino
Una mujer casada se lía con su sobrino en plena Nochevieja rodeada de familiares
Esta nochevieja, que ponía fin al 2010 la pasamos en casa de mis suegros. De hecho íbamos a dormir allí, mi marido y yo, en una de las habitaciones con cama de matrimonio. La familia de mi marido Carlos es muy extensa y en esa noche nos juntamos un grupo numeroso, de modo que el reparto de cama se vendía caro... no en vano alguno tendría que descansar en el sofá. Para colmo, el trabajo de Carlos es a turnos y tendría que madrugar el día uno porque le tocaba el de mañana.
De todos los que estábamos me sorprendió mi sobrino Iker, el hijo de la hermana mayor de Carlos. Hacía unos meses que no lo veía, porque había empezado a estudiar medicina en otra ciudad... y la verdad es que se le notaba cambiado... no se, como mucho más hecho. Siempre hemos tenido muy buena relación con él y hemos pasado mucho tiempo juntos cuando era niño. El caso es que está guapísimo. Tenía todos los boletos para dormir en el sofá, puesto que iba a salir con amigos de cotillón y probablemente vendría muy de madrugada. En cualquier caso se había decidido que en cuanto se librara una cama se la cediera para que descansara en condiciones.
La noche se alargó hasta muy tarde... no para Carlos que agobiado por el hecho de tener que madrugar al día siguiente se acostó temprano. Yo entre baile por aquí y charla por allá, me pasé bebiendo y la cabeza me daba vueltas cuando por fin me decidí a irme a la cama. Eran nada menos que las 6... Solo una hora después sonó el despertador de Carlos, que inevitablemente me despertó. Todavía estaba mareada por el alcohol.. no había tenido tiempo de metabolizarlo. Me levanté al baño para beber agua y escuché una conversación desde la cocina. Era Carlos hablando con Iker, que acababa de llegar de fiesta. Por lo visto el chaval también venía perjudicado. Carlos le propuso que se olvidara del sofá y que ocupara su puesto en la cama de matrimonio, a mi lado. Yo no le di importancia, me pareció natural, para nosotros es como un hijo. Me lavé la cara para despejarme un poco y me fui de nuevo dando tumbos a la cama. Necesitaba dormir y recuperarme o me esperaba al día siguiente una resaca de campeonato.
Me acosté y apagué la luz. En apenas dos minutos se encendió la luz del pasillo y enseguida la figura de Iker quedó recortada en el dintel de la puerta de entrada a la habitación. Decidí no decirle nada para no incomodarle y me hice la dormida. Comenzó a desvestirse. Mis ojos se empezaban a acostumbrar a la poca luz que se filtraba del pasillo y la escena se hizo clara a mis ojos. Estaba contemplando perfectamente a mi sobrino como se desnudaba. Me da vergüenza confesar que me produjo morbo. El se notaba afectado por el alcohol, por la manera en que se movía. Además dejaba caer la ropa al suelo sin ningún cuidado en como dejarla. Se quedó desnudo de cintura para arriba. No pude dejar de pensar que la naturaleza es proverbial a esa edad. Tenía un torso y un abdomen precioso. Continuó con el vaquero. Aquello se ponía peligrosamente caliente. La sangre se agolpaba, de la excitación, como un tambor en mis oídos. Deslizó el pantalón y cuando pensé que aquello acababa ¡No! tiró del elástico de los boxer hacía abajo quedando ante mi desnudo. Seguro que no era la primera vez que le veía desnudo, porque de niño le habré cambiado hasta pañales, pero aquello era diferente, le veía como un hombre y ver su desnudez y su pene al abrigo de mi coartada me ponía muy cachonda. Además ¿como se atrevía a meterse desnudo en la cama con su tía? igual acostumbraba a dormir de esa manera, pero las formas hay que guardarlas.
En un segundo se metió en la cama, debajo de las sábanas, quedando a escasos centímetros de mi. Se colocó boca arriba y respiraba como mareado. Yo estaba como loca ¿como me había permitido excitarme y estar así al lado de mi sobrino con ese calentón?
No pasó un tenso minuto cuando era evidente que estaba dormido. Los efectos del alcohol eran innegables. Yo estaba fatal. Necesitaba calmarme y casi por compasión conmigo misma comencé a tocarme. Hacía tanto tiempo que no me masturbaba. Me sentía rara, pero tremendamente estimulada por el cuerpo del hombre que yacía a mi lado... ¿podía obviar que era mi sobrino?.
Mis dedos en mi sexo volaban. Además la lubricación iba en aumento y mi clítoris vibraba con cada contacto, mientras permanecía de costado mirando hacía el, ajeno a lo que ocurría. De repente me quité el camisón y la braga que llevaba... digo de repente porque fue casi instintivo, sin meditarlo... era obvio que yo también iba borracha.
Ahora resultaba más fácil acariciarme e incluso masajeaba mis pechos, estimulando mis pezones erectos, mientras mi mano derecha no abandonaba mi sexo.
Entonces armada de valor tiré de las sábanas y descubrí su torso. Pareció no enterarse.... eso me hizo audaz... suavemente tiré más del edredón hasta que por fin su polla quedó de nuevo a mi vista. Aquel cuerpo me tenía hipnotizada. De nuevos mis manos consolaban el mío y ahora con ese paisaje me encontraba mareada de la excitación.
Hice algo increíble..... adelanté la mano derecha y agarré su polla en reposo, quedándome quieta... expectante. El se retorció un poco pero continuó respirado pesadamente. Su tacto me enervaba. Ahora era mi mano izquierda la que se ocupaba de mi vagina, sus labios, mi clítoris... era un charco. Incluso jadeaba sin quererlo... con el riesgo de ser descubierta, porque no en vano estábamos rodeados de habitaciones con familiares.
Sin embargo no había miedo... me daba igual... además algo comenzó a revivir en el. Seguía en su comatoso sueño etílico, pero su polla estaba desligada de su estado catatónico, y se estaba inflando en mi mano, como un globo, hasta quedar dura y tiesa, caliente y pulsatil... bajo mi firme agarre. Comencé a masturbarle. Lo hacía despacio por miedo a alterar su sueño. Mi mano libre me estaba matando de placer.... no duraría mucho. Seguía haciéndole una paja, despacio pero con firmeza.... me volvía loca ver como asomaba el glande henchido cuando descendía mi mano sobre su tallo y el líquido preseminal que brotaba de su extremo y que también manchaba mi mano.
Me iba a correr... era irremediable... inminente.... y ocurrió... mis muslos apretaban mi mano para impedir que se escapara del contacto de mis sexo, mis pulmones clamaban por aire, mi cuello se estiraba, mi boca se inundaba de saliva y mi sexo era agua.....
Abrí los ojos.. mi mano derecha seguía dándole a la polla de mi sobrino.... seguía como un tronco, pero ahora incluso su pelvis se acoplaba a los vaivenes de mi mano. Ya se que soy una inconsciente, pero decidí que quería que acabara y seguí estimulándole, procurando no ser brusca..... y después de un par de minutos ocurrió.... comenzó a tensar su cuerpo, su abdomen, sus gluteos.... su polla se hinchó y en seguida comenzó a vibrar sobre mi mano, soltando un torrente de semen que se esparció sobre su abdmomen..... respiraba de manera entrecortada.... pero seguía soñando.
Esperé uno minutos a que se calmara de nuevo. Después limpié su semen con mis bragas, porque era lo único que tenía a mano y finalmente colocándome el camisón me hice a un lado para dormir.......
Al día siguiente me levante antes que el, me duché y me metí en la rutina de la casa. El se levantó prácticamente para la hora de comer. Nada en su forma de actuar me hace sospechar que se enterara de algo.
Nunca debí cruzar esa línea... me arrepiento de lo que hice.