¡Feliz Navidad!
Os deseo unas felices navidades a tod@s, cargadas de amor, buenos sentimientos y placer, ¡besos!
Ha costado despertarte llamándote a voces desde el salón, parece que anoche bebiste demasiado, pero ahí estas mirándome desde la puerta, completamente despeinado, tu cara entre dormido y sorprendido mientras me miras, y ahí estoy yo, sentada en el sillón con los pies subidos embutidos en unos calcetines rojos, supongo que debo verme ridícula con ese gorrito navideño, pero tampoco parece que te importe, mis tetas apenas quedan tapadas por el wonderbra rojo, que levanta un poco mis pechos medianos, mientras mi coñito algo húmedo por las caricias que yo misma me he propinado antes de que llegaras está expuesto, ya que el lacito de regalo que llevo en la cintura no logra taparme, sujeto mis muslos con mis manos para separarme un poco más las piernas.
-¿Y Bien cariño?, ¿no vas a abrir tu regalo?- La verdad es que pese a haber puesto la calefacción temprano hace frio, y al quedarme parada un escalofrió recorre mi cuerpo, dejándome la piel de gallina, por lo que cuando veo que aun no te animas y sigues mirándome me impaciento y no puedo evitar meterte prisa -¡Vamos!-
Ahora si pareces más animado y dejo caer mi cabeza hacia atrás, apoyándome en el respaldo, cierro los ojos y me concentro en sentir la lengua que recorre mi clítoris, las manos que intentan sin demasiado éxito desabrochar mi sujetador, por lo que termino yo misma por quitarme el bra esbozando una sonrisa, empujando con mi cadera hacia ti.
Aprietas con demasiada fuerza mi pecho izquierdo, me duele, así que tiro un poco de tu cabello a modo de protesta, entiendes la señal y sueltas mi pecho, para volver a masajearlo esta vez con más tranquilidad, siento que estoy cerca del orgasmo cuando te detienes, voy a protestar, pero te adelantas explicándome, que es tu regalo, no el mío, y aunque me dé algo de rabia, sonrió mientras sitúas tu pene ya erecto delante de mis labios.
Mi mano derecha comienza a subir y bajar por el tronco, mientras lo contemplo unos segundos, saco mi lengua, la paso por mis labios mientras te miro a los ojos, estiro mi lengua hacia tu pene, rozándolo con la punta, se que te gusta verme así, mientras no dejo de acariciar tu miembro despacio pero sin pausa, y con mi mano izquierda acaricio tus huevos suavemente, juego con tu vello púbico, ahora sí, comienzo a meterla dentro de mi boca, pienso que con un condón de fresa estaría mejor, pero sé que no te gusta, y hoy soy tu regalo ¿no?. Comienzo a lamer la cabeza, tratando de enroscar la lengua por debajo de esta, sintiendo la fina piel bajo el capullo, jugueteo con mi lengua sobre la cabeza, la saco para lamer el tronco como si fuera una piruleta, antes de volver a meterla en mi boca, esta vez, apretando mis labios sobre tu polla, muevo mi cabeza adelante y atrás, y al sacarla de mi boca no puedo evitar fijarme en el rastro que el carmín de mis labios ha dejado sobre tu miembro, así que me esfuerzo por tragar un poco más, tratando de ocultar la marca del carmín y superarme un poco más.
Comienzo a marcarme un ritmo, adelante y atrás, me pides que pare, que te deje sentarte, yo te dejo apenas un par de segundos, y mientras estas sentándote trato de volver a lamer tu polla, mantengo el ritmo, no sé cuánto tiempo llevo chupándotela, pero sé que no vas a aguantar mucho mas, oigo tu respiración, siento tus manos acariciando ahora mis hombros, las apoyas en tus muslos, pareces inquieto nervioso, no sabes dónde ponerlas, me gusta verte así, se que en algún momento he vuelto a bajar el ritmo sin darme cuenta, así que ahora me esfuerzo por incrementarlo, presintiendo que estas cerca de acabar..
Me llamas por mi nombre, y me haces una petición, a la que no puedo negarme, contesto afirmativamente, pero con la boca llena apenas se me escucha, me retiro, dejo tu polla libre de mis labios pero no de mi mano, que se mueve veloz por tu mástil, de arriba abajo, de arriba abajo, llevando un ritmo frenético, mientras espero a que el primer chorro caiga directamente sobre mi cuello, no he tenido tiempo de sentir como escurre cuando siento la segunda descarga caer sobre mi pecho, sigo pajeandote, exprimiéndote mientras miro te miro a los ojos, una idea tonta en este momento me ronda la cabeza, y tengo que hacer un esfuerzo para no traicionarme y comprobar si has manchado el sillón, te dedico una mirada picara, sintiendo el semen en mi cuerpo, y apretando tu polla con fuerza pero sin mover ya mi mano
-¡Feliz Navidad!-