¡Feliz Cumpleaños A.L.A.S.!

Quiero hacer participe a esta pagina de algo que por la misma inicio. Pero recuerda bella flor que el mejor regalo será en persona.

El calor de este día de Agosto es intolerable…

Mi cuerpo me pide una ducha, quiero mitigar esta temperatura con agua recorriendo mi cuerpo lentamente, a parte… está próximo tu cumpleaños y supongo me sentará bien ese baño para inspirarme.

Tu recuerdo se encuentra en mi mente. Camino lentamente hacia aquel cuarto intimo y empiezo a desnudarme, abro lentamente las llaves y el agua templada cae sobre mi cabeza de golpe, transitando por mi cuello y bajando despacio por mi pecho hasta encontrarse con mis senos y rozar los pezones, tu imagen se aferra más a mí, disfruto de ésta ducha así cómo del modelo que tengo en mi memoria, cierro los ojos e invoco tu mirada, tus caricias, tu boca, mientras me observo frente a ti, mordiéndome los labios y sin contener las ganas de besarte.

El agua sube su temperatura al contacto con mi piel, mis ojos se entreabren para hacer mas fuerte tu imagen que en segundos se convierte en una réplica exacta de ti, has llegado aquí, tu ser percibió mi sentir y ahora te encuentras frente a mí, desnuda, sonriendo y con ese par de hoyuelos que me matan en instantes.

¡Te he extrañado demasiado!

Continuo embelesada de ti, te acercas y me abrazas aproximándote a mi cuello y lo besas suavemente, también me extrañaste, lo puedo percibir en tus caricias, disfrutamos de estos momentos y simplemente nos dejamos llevar. Mis manos reconocen de nuevo tu anatomía y te toman por la cintura, tus manos hacen lo mismo con mis senos mientras nuestras bocas intentan localizarse sedientas de besos, de nuestra pasión, pasión jamás igualada.

Nuestras caricias van aumentando haciendo que el agua se vuelva tibia pero ¡No importa! No logramos sentirla, sólo nuestros dedos palpando cada centímetro de nuestro cuerpo, tocando cada espacio, cada lunar, cada cicatriz.

Recuerdas aquel lunar bajo mi seno y lo delineas con tus dedos, eres tan tierna y suave con los mismos y tus labios que hacen que nuestra excitación vaya en aumento.

Abrimos los ojos y nuestras miradas se funden, nuestras bocas se vuelven a encontrar, mis manos se entrelazan en tu cuello y las tuyas buscan mi cadera. Sé lo que pasa por tu mente, lo puedo leer en tus pupilas y no tardas mucho en pronunciarlo: “Me fascinaría perderme en tu cadera, en tus senos…”

Basta una mirada para saber lo que deseamos, me atraes más hacia tí, descubrimos lo que un solo beso puede hacer, nos hace estremecer, descubrimos que nuestras lenguas juguetean haciendo que la tuya se detenga un poco y dibuje mis labios ansiosos por poseerte. Mis manos siguen el ritmo del vaivén que ahora tu cadera lleva, tu pierna abraza a las mías, estoy húmeda, te encuentras excitada, el placer y deseo es mutuo. Mis mano se posan lentamente en tu trasero ¡Sé que te encanta! Y yo lo disfruto, te dejas llevar por el baile de tu cuerpo mientras una de tus piernas toca mi sexo.

¡Estamos completamente enganchadas! Nos aferramos complejamente la una de la otra, mis manos recorren la ruta por la que sé tú libido se elevará más, toman tu espalda mientras mis uñas la acarician, bajo por tu trasero, tomo tu cadera y de frente llegan a ese objetivo, tu monte de Venus. Acaricio con cariño tu sexo, llego a tu clítoris y comienzo a estimularlo lentamente. Me detengo, no quiero que llegues rápidamente al final. Tomo con precaución tu mano y mojo tus dedos con mi saliva para poco después llevarlos a mis pezones. Hago lo mismo con tu otra mano, sólo que ahora la humedezco con aquel lubricante natural haciendo que tú misma indagues en mis adentros para después llevarlos a mi boca ¡Ese detalle me encantó!

Nos encontramos más que excitadas, nuestros cuerpos hablan con ese lenguaje tan común e indispensable en estos momentos, ansiábamos tanto un instante así, sintiéndolo a fondo, viviéndolo intensamente, cubrir nuestros cuerpos con agua y recrearlos recordando aquellos encuentros.

Susurro en tu oído con el timbre de voz que llega a mi cuando me encuentro excitada: “¿Recuerdas la ves que te dije que tu ritmo y el mío eran tán diferentes y que en cualquier momento te enseñaría cómo empiezo? ”, Tú me contestas asertivamente, sin decir ninguna palabra, sólo mirándome fijamente a los ojos. “Pues ese momento ha llegado, ¿Te dejarás llevar?” Contesto sin pena o pudor. Tus labios se entreabren al mismo instante que cierras los ojos y me dices: “No me importa perderme en el camino tomada de tu mano, lo de menos es el rumbo”

Mi bella flor del paraíso terrenal, te has convertido en mi inspiración, has devuelto la luz a esta vía oscura, reavivaste la chispa de mi ser, y hoy, que nos encontramos aquí unidas por mi mente, no encuentro satisfacción más grande que ver esa indescriptible sonrisa y tus manos acariciando mi rostro.

De tu boca sale de nuevo una afirmación tan inesperada y a la vez tan deseada: “¡Hazme tuya! Lo deseo tanto como tú”

Dejo de nuevo mi huella en tu piel y tú en la mía, volvemos a crear un momento íntimo, un momento sólo de nosotras, mi mirada se cruza con la tuya.

Te recargo contra la pared fría teniendo precaución de que el cambio de temperatura no haga que se pierda la gran magia que ya se creó. Levanto tu pierna y despacio entro en ti, me abrazas fuertemente, nos besamos, nuestros cuerpos siguen esa cadencia natural del momento. ¡No quiero que este momento termine!, nos aferramos al cuerpo de la otra, tu mano llega a mi sexo y nuestro vaivén aumenta, muerdo tus labios, te acerco mas a mí como si quisiera que nuestros cuerpos se fundieran, mis uñas se encajan en tu espalda mientras tu bajas poco a poco a mis senos y los besas de esa forma única e inefable, mimándolos como sólo tú sabes hacerlo para por último tomar uno de mis pezones y morderlo delicadamente.

Y al fin llegamos al gran momento, intentando aferrarnos a la pared que ahora es cómplice y testigo de nuestro amor. nos quedamos abrazadas, reconociendo y dejándonos embriagar por la sensación de placer junto con esas pequeñas gotas de agua que nos recorren a las dos. Busqué tu rostro y mi boca beso tiernamente tu frente, un suspiro sale de mí mientras agradezco en silencio a ese Creador del Universo este nuevo regalo, uno más atesorado en mi memoria por siempre para terminar rindiéndonos sin más a éste encuentro inolvidable.

*|Quizás fué mi imaginación, tal vez alguna fantasía que acaba de surgir contigo en mi mente o aquel sueño reprimido de ambas, pero en estas líneas fuiste mía y yo… soy tuya.|*

¡FELIZ CUMPLEAÑOS BELLE!

P.D.: No es amenaza, pero el mejor regalo será en persona.