Feliz cumpleaños... A mi (II)

Sabía que lo que mal empieza, mal acaba, el problema es que no quería que acabara tan rápido. Quería estar realmente con Alex y dejar a mi primo por la paz.

Aquí pueden leer la primera parte de esta historia: http://www.todorelatos.com/relato/94218/

Empecé a abrir los ojos y la luz de la mañana me lastimaba la vista, creí que lo que había pasado con mi primo, era un sueño, incluso llegué a pensar que mi cumpleaños había sido un sueño, volteé a ver y vi que Isai seguía durmiendo alado mio desnudo. Supe entonces que había sido real. Recordé todo un poco y me levanté abruptamente de la cama, nervioso y gritando:

¡ALEJANDRO!

Del tremendo grito que solté, desperté a mi primo, quien rápidamente me pregunto que había pasado, le contesté que no se preocupara, que solo había sido un sueño mio… Soltó una risa burlona y se volvió a acostar. Me levanté de la cama tan rápido que no recuerdo en que momento ya estaba con la ropa puesta buscando mis zapatos, me desesperé y bajé corriendo descalzo, apestando a alcohol, sexo, cigarro y con una cara que ni yo me reconocía. Estaba demasiado asustado y no paraba de preguntarme si Alex había visto algo o no, -¿qué voy a hacer si me vio acostado desnudo alado de mi primo? ¿Por qué no he sabido nada de él desde anoche? ¿Se habrá ido?- Mi cabeza iba a estallar.

Bajé por las escaleras y solo encontraba vasos, basura, los muebles desarreglados, en fin, era un caos, pero no veía actividad humana. Corrí hacia el patio trasero y me tranquilicé un poco al ver a Irvin levantando un par de botellas quebradas.

-¿Qué pasó, y los demás? ¿Dónde están todos?-

-¿Cuáles todos primo?- Se rio muy tranquilamente. –Después de que desapareciste, se empezaron a ir, hasta que quedamos Gerardo, Daniela, Monse, otros tres chavos más que no conozco, y Sofí y su primo. Gerardo se fue con Daniela como a eso de las 5, uno de tus tres amigos se fue a revolcar con Monse y supongo que se fueron. Los otros dos se acaban de ir, me quede tomando con ellos.-

-¿Y ALEX… y Sofí?- No me quise ver obvio preguntando solo por él.

-Haaa… Se fueron como a las cuatro, me dijo su primo que te dijera que se tenía que ir rapidísimo porque su prima estaba a un shot de ir al hospital, que te disculpara.

-¿NO ME BUSCÓ?- Pregunte aliviado pero a la vez triste por que creía que no le importaba… Que tonta situación.

-Él no- Se río de tal forma que me asustó mucho.

-¿Él no?, ¿Quién me busco entonces? No entiendo- Mi corazón se iba a salir de mi pecho.

-Yo te busqué… A ti y a Isai, de repente se desaparecieron así que subí al cuarto y pues… Digo, no nos ágamos tontos, era obvio que habían hecho después de verlos tan juntos y sin ropa-

Ya no pude seguir hablando, me estaba paralizado totalmente, tanto que había olvidado el inmenso frío de la mañana y que yo estaba parado sin zapatos en el pasto mojado.

Para terminar esto mas rápido, Irvin hablo conmigo, me convención de que no me preocupara, que él no era quien para juzgar las preferencias de los demás, que todo estaba bien y que el mismo se había encargado que nadie entrara a esa cuarto. Claro, también recibí una enorme “regañada” acerca de lo mal que estaba acostarme con mi primo. Me sentí mal completamente pero estaba feliz que Alex no hubiera visto nada, aunque mi conciencia era un desastre. Para cuando la platica terminó, eran aproximadamente las 9 am. Moría de hambre y sed, por lo que después de arreglar aquel infierno, fuimos a desayunar los tres a un restaurante donde siempre iba con mi familia.

Llegamos al lugar y ordenamos, cuando estábamos terminando de desayunar recibí una llamada de un número desconocido. Contesté y casi vomito de la emoción al escuchar esa voz grave y ronca pero que para mi era la mejor voz de todo mi día.

-Haaaa… Gio, ¿eres tú? Soy Alex- Hablaba muy despreocupado haciéndome sentir tan bien.

-Hola Alex, ¿cómo estas? ¿Dónde andas? Ayer ya no supe de ti- No quería parecer desesperado y traté de contenerme.

-Si, lo se, discúlpame en serio, Sofía no estaba muy bien y tuve que llevármela. Pero… Te estuve marcando después, desde el celular de mi prima. Nunca me contestaste, y me preocupé que te hubiera pasado algo.

Me quería desmayar, se preocupaba por mí. -¿Así? No había visto mi celular hasta ahorita, voy a checarlo. Y no te preocupes, estoy bien- Físicamente estaba bien, moralmente estaba llorando porque sentía que lo estaba traicionando, y eso que no éramos nada.

-Claro… Oye, es que… Me siento mal por irme ayer así de golpe, así que regresé. Estoy en San Cris, ¿Puedo pasar a verte a tu casa?- Sonaba muy nervioso, pero mas nervioso estaba yo.

-S-s-sss-ss-Si… ¡¡SI!! Por supuesto. Sólo que no estoy en mi casa, vine a desayunar con mis primos. Pero dime donde estas y ahorita voy “corriendo”- Me arrepentí de haberle dicho CORRIENDO. Estaba sonando muy desesperado.

-Jeje, no te preocupes, paso por ti en 5 minutos, ¿Esté bien?-

La plática continúo, y cuando por fin colgamos, dejé las llaves de la camioneta a mi primo, le dije que Alex iba a pasar por mí, y que yo les marcaba cuando estuviera libre para ir a donde ellos estuvieran. Isai me quedo viendo con una cara un tanto extraña, pero no me importaba, era mi primo, y aunque tuvimos nuestro encuentro cercano, no dejaba de querer estar más con Alex.

Alex pasó por mí como bien dijo, 5 minutos después. Iba en un coche negro, Altima. Me subí muy nervioso y no lo quise saludar de la mano ya que cuando estoy nervioso me sudan mucho y en aquel momento, mis manos eran un asco. Sólo comenté un “Hola” y él me contestó igual, pero con una gran sonrisa. No pude ver sus ojos ya que iba con lentes oscuros Ray ban Aviator, pero para mi, con cualquier cosa que se pusiera se veía hermoso.

Íbamos sin rumbo aparente mientras el me platicaba como le había ido después de que salió de la casa, como sus papas lo habían regañado por el mal estado de Sofía y todo lo que tuvo que hacer para que lo dejaran salir por la mañana nuevamente. Yo sólo escuchaba tan atento, que cuando me preguntó: “¿Y tú que hiciste, por qué te perdiste?” Me congelé, mi corazón se aceleró y estaba sudando demasiado.

-¿Qué paso? Te quedaste muy pensativo, ¿Pasó algo malo ayer después de que me fui?-

-NOOO, como crees, es que… Lo que pasa es… Subí a vomitar porque me sentía realmente mal, pero… Me quedé dormido en el baño. Si no es por Irvin creo que aún seguiría ahí- Quería llorar de lo mal que me sentía, ESTABA MINTIENDOLE HORRIBLE pero al mismo tiempo no estaba dispuesto a perderlo.

-JAJAJA que vergüenza he-

-Si ya se- conteste un poco triste-

Estuvimos dando vueltas a la ciudad como locos, hasta que le pregunté si ya había desayunado, a lo cual me contesto que no. Su intención era llevarme a mí a desayunar pero como yo ya lo había hecho pues no tenia sentido. Lo convencí de llevarlo a comer algo. Era masoquista no querer comer porque yo ya lo había hecho.

Llegamos a un pequeño local donde servían unas tortas estupendas, Alex ordenó y nos sentamos en una mesa del fondo. Para mí, verlo comer era un orgasmo visual. No entendía como es que ese tipo alto, atractivo para muchos y de un carácter envidiable, estaba enamorado de mi, cuando en realidad yo, como les había dicho, no me sentía lindo, no era tan alto como él (aunque eso tal vez se debía a la diferencia de dos años que nos teníamos), habían mejores afuera de ese lugar, y el sólo me veía a mi. Por supuesto yo estaba también intrigado dado que para mi, los chicos de tez blanca, ojos verdes (Alex decía que sus ojos eran verde vomito y que no le gustaba) y de rasgos extranjeros, no eran de mi agrado, pero Alex era toda una excepción. Él por su parte estaba muy nervioso y a cada rato me decía que no lo viera comiendo, que le daba mucha pena. Fue una situación algo incomoda tratar de no verlo.

Platicábamos acerca de todo y pude rescatar algunas cosas interesantes como que hacia tres semanas que había cumplido años, que era bisexual pero que su ultima novia había sido en la secundaria, que se había ido al DF a estudiar Arquitectura pero que no se sentía bien estando lejos de su familia, y siempre que viajaba a Tuxtla, preguntaba con los que podía, para saber de mi. Me pregunté porque Sofía nunca me había comentado nada, pero no quise indagar más en el tema.

Hablamos de nosotros, de como nos empezamos a dar cuenta que nos gustábamos, así como de nuestras ultimas relaciones formales, y me rompió el corazón cuando me contó que su exnovio lo había engañado con su mejor amigo, que le había hecho mucho daño al punto de dejar de ir a la escuela porque se sentía menos persona. Con cada palabra que decía, sentía que iba a llorar y eso me preocupaba mucho por dos razones. Una por él, por que no se merecía eso y dos, por que yo había empezado mal aquel encuentro, ya había cometido el primer error y GRANDE.

Mi teléfono sonó en el instante más emotivo de la conversación y conteste enojado por la interrupción. Era mi mamá, diciéndome que era necesario que me regresara lo antes posible, me puso muchos pretextos, los cuales no entendí. A lo que dije que regresaría de inmediato. Colgué y le comente lo sucedido a Alex, quien pidió la cuenta de inmediato y salimos rumbo a donde estaban Isai e Irvirn.

Estábamos en camino a mi ciudad, Irvin venia manejando la camioneta de mi papá e Isai alado. En cambio, yo iba en el carro de Alex, por que estaba necio con conocer mi casa para pasar a visitarme mas seguido. Sin querer, minutos después de salir de San Cristóbal me quede profundamente dormido, hasta fui levantado por Alex alegando que habíamos llegado, que le indicara a donde ir.

Llegamos a mi casa pasadas las 2 pm., todos casi al mismo tiempo, abrí la puerta de mi casa e invité a pasar a Alex así como a mis primos, mi mamá gritó –Estoy fuera- y nos dirigimos hacia el patio. Recibí un gran sonido de “FELICIDADES” y era toda mi familia que estaba ahí por invitación de mi madre que me había organizado una fiesta sorpresa. Saludé a todos y me puse a platicar un poco, olvidé unos minutos a Alex que seguía aun en la entrada hacía la casa esperando a despedirse de mí, me acerque a él y me dijo:

-Tengo que irme, aquí esta toda tu familia y yo soy el único extraño, te hablo después para salir ¿Va? Aún tengo un par de días más antes de regresarme- Lo dijo con una ternura que hiso que no perdiera la oportunidad de invitarlo a mi fiesta sorpresa.

Por suerte, mi familia siempre ha sido muy acogedora, por lo que invitaron a pasar a la casa, y formar parte de la reunión. Podía ver que estaba sumamente sonrojado por la situación en la que estaba, así que decidí llamarlo e ir a la sala donde estaban todos mis primos, la mayoría pequeños. Platicábamos tanto que nunca nos aburríamos de contarnos hasta las anécdotas más absurdas. Mi mamá nos interrumpió diciéndome que necesitaba un baño, traía una cara de muerto y un olor poco agradable. Me dio mucha vergüenza que mi madre lo dijera enfrente de Alex, sólo le contesté: -No tardo, no te vayas por favor- El respondió que si, al tiempo que se sentaba en el piso para jugar con uno de mis primos. Esa escena tan cariñosa hiso que delirara de la felicidad.

Subí a las escaleras corriendo, llegue a mi cuarto, prendí la radio como suelo hacerlo cuando me baño, me despojé de toda mi ropa dejándola tirada y me metí al baño. Realmente me hacia falta bañarme porque termino por despertarme y calmar mi inmensa resaca. Salí del baño emocionado de tener a Alex en la sala de mi casa, cuando vi a mi primo Isai en mi recamara, sentado en la cama esperando a que yo saliera.

-¿Qué pasó primo?- Estaba un poco nervioso porque me encontraba únicamente con toalla y no quería que se volviera a repetir lo pasado, suelo ser muy débil ante las tentaciones.

-Nada, solo quería platicar contigo, ¿Cómo te la pasaste en tu cumpleaños?-

-Muy bien- Reí bastante nervioso –Aunque me hubiera gustado disfrutar más de la fiesta y no quedarme dormido-

-Puedes disfrutar aún- contestó muy cínicamente.

Eso me noqueo, sabía a donde iba y no me gustaba pero al mismo tiempo me excitaba.

-Tú y ese tal Alex se gustan ¿verdad?- continuó.

-¡SI! Mucho la verdad-

-Que bueno… Felicidades- Mientras decía eso, empezaba a desabrocharse el pantalón y a bajárselo con todo y bóxer, hasta las rodillas.

Empezaba a molestarme la forma de actuar de mi primo, estaba comportándose como un Idiota que arruinaría mi felicidad y no me gustaba porque lo consideraba como mi hermano. –¿Qué, haces? ¿Estás loco? Alguien puede venir y se va a dar cuenta, y no quiero tener problemas con nadie, mucho menos con Alex-

-Nadie se va a dar cuenta, Te estabas bañando ¿no?, además solo quiero que te la metas a la boquita. Ayer me quede con las ganas de venirme en tu boca. Anda, no seas mariquita-

-¡NO!- Conteste enojado, pero él estaba masturbándose en mi cama y yo parado frente a él con una erección. –Vete por favor-

-No hasta que me hagas gozar como ayer-

No sabia que hacer, quería lanzarme a comerme ese enorme palo, pero al mismo tiempo quería hacer lo correcto. Estaba tan nervioso, que pensé: -Solo es un oral, no pasa nada, todo estará bien-

Lo tire a la cama quedando acostado, me quite la toalla quedando completamente desnudo y empecé sin mas preámbulos a succionar su enorme pene para que terminara lo antes posible, parecía desesperado, ahogándome con ese juguete, empezaba a excitarme al punto de estar disfrutándolo también. Subía y bajaba tan rápido que mi saliva empezaba a salirse y a caer en todo su pubis depilado y por sus bolas. Isai gemía muy fuerte con los ojos cerrados, y se aferraba a la cama como si fuese a caerse de ella. Por mi parte estaba masturbándome, de rodillas sobre el piso, empezaba a disfrutar de aquello.

Noté como mi primo empezaba a estremecerse y revolcarse en la cama, por lo que aumente mi faena a pesar de estar cansado y adolorido de la boca. Sacó su pene de mi boca antes de terminar, se reincorporo en la cama y me dijo: -Aún no, quiero disfrutar más, y no digas que tu no lo estas disfrutando porque ya lo note primito-. Hice lo que me indicó, para terminar de una vez por todas. Empecé a lamer sus bolas suavemente pero jugándolas con mi lengua, había recordado que ese era su punto débil y quería utilizar eso a mi favor. Empecé a succionar con más agilidad al tiempo que masturbaba su verga. Mi boca realmente estaba anestesiada pero creo que seguía haciéndolo porque me estaba gustando a mi y no a él.

Pasaba mi lengua por todos sus genitales y aun así, no terminaba, ya habíamos tardado más de lo que había creído, por lo que sin preguntarle pasé mi lengua por su ano. Isai notó mis intenciones y para mi sorpresa no dijo nada, por el contrario abrió sus piernas y las alzó quedando a la merced de mi lengua. No lo dude dos veces y empecé chupando su rico hoyo, saboreaba su olor a hombre, esto era muy bizarro pero por alguna extraña razón me excitaba aún más. Metía mi lengua lo más profundo que podía e Isai solo daba pequeños gritos, al parecer estaba saboreándolo también porque mojaba sus labios con su lengua, y se masturbaba con las dos manos. Yo hacia lo mismo al tiempo que mi lengua mojaba y penetraba su ano.

-Ahora si papito, aquí esta lo que buscabas- Me lo dijo con una voz imponente que de inmediato saque mi lengua de su agujero y baje sus rodillas, y volví a succionar su ahora rica verga para mi. Vi su cara de placer total y sentí como su de por sí, hinchado pene se hacia mas grande y empezaba a soltarme los latigazos de semen en la boca. No quería tragármelos, solo que se viniera dentro de mi boca, mi primo me tomaba por la cabeza y me apretaba hacia el pero yo hacia resistencia. Su respiración era la de un toro enfurecido y eso me estaba poniendo más cachondo aun.

Creí que ya había pasado lo peor, cuando sucedió lo inimaginable. Yo seguía aun con mi boca llena de semen cuando tocaron la puerta de mi cuarto, escuché una voz que decía: -Gio, ¿estas ahí? ¿No te quedaste dormido?- Se reía muy ingenuamente.

Se me detuvo el corazón, me levante corriendo y no me quedo mas que tragarme el semen de mi boca. Contrario a lo que imaginaba, el semen de mi primo era un tanto dulce, rico y no muy espeso, sin embargo no tenia tiempo para saborear su néctar. Me aventé a buscar la toalla y entre susurros le grité a Isai que se escondiera. Alex seguía tocando la puerta y yo no contestaba, grite muy bajo a mi primo que se escondiera debajo de la cama, por lo que esté solo se aventó hacia abajo sin subirse los pantalones aún.

Abrí la puerta y Alex me sonreía muy coquetamente, en cambio yo sudaba y respiraba muy agitado.

-Tu primito David me dijo que este era tu cuarto, no te importa que haya subido ¿verdad?-

-Por supuesto que no, no te preocupes- Me reía muy nerviosamente y no dejaba a Alex ver hacia adentro de la habitación.

-¿Qué hacías? Estas muy agitado y nervioso- me preguntó muy intrigado.

-Nada, nada. Creí que eras mi mamá-

-¿Te estabas masturbando cochino?-

Me atreví a contestar que si rápidamente e intente crearme mi historia. Alex no se movía de ahí, y eso me ponía aun más nervioso. Me dijo que había subido hasta mi recamara porque su mamá le había marcado que tenia que regresar a su casa, y que yo no me apuraba.

-Me quiero despedir de ti, ¿puedo pasar? Solo quiero robarte un besito, prometo no tardar he, no quiero que tu mamá suba y vaya a pensar mal-

No podía decirle que no, de lo contrario hubiera imaginado que escondía algo, sin embargo, recordar lo que había hecho dos minutos antes me ponía muy triste y enojado por haber caído de nuevo en la tentación. Empezaba a sentirme mal de nuevo. Maldita sea, era la segunda vez que cometía un grave error con Alex. Lo dejé pasar y el cerro la puerta sin seguro, y se acercó a mi, me tomo por las mejillas y estaba a punto de besarme cuando recordé los restos de semen que aun tenia en la boca. Me asusté y me separe de prisa, corrí al baño, no sin antes decirle que me disculpara, tome el enjuague bucal y me limpie tan rápido que ni siquiera sentí el olor del liquido.

-¡Ya!- contesté aliviado, -Discúlpame, es que tenia mal olor y no quería ser mal educado- ¡Vaya! Que gran mentira estaba armando, aunque en ese momento quería tirarme a llorar de lo horrible que me sentía como persona. Alex rio un poco y dijo que no m preocupara, que a él no le importaba eso, solo quería besarme. Me tomó nuevamente de las mejillas y se acercó a mí. Me beso con una dulzura enorme, sentía sus labios rozar con los míos, su lengua estaba muy tranquila a comparación de la última vez que me había besado, tal vez porque ahora me besaba por cariño y no por excitación. Estaba nervioso pero mi felicidad era aun más grande, lo besaba muy dulce y suavemente. Cuando creía que teníamos que pasar al siguiente nivel, Alex se separó de mi, me quedo viendo fijamente y me dijo:

-Tengo que irme guapo-

-NOO, no te vayas, quédate- Había olvidado a mi primo debajo de mi cama aun con su pene de fuera e inmediatamente me arrepentí y esperaba que no me hiciera caso.

-No puedo sabes, mi mamá esta algo molesta, luego paso por ti y te voy a llevar a donde tu quieras chaparro, te lo prometo-

Ahí, había terminado por enamorarme, ¿Me había dicho chaparro? En otras situaciones me hubiera molestado que alguien me llamara así, pero no en su caso, por le contrario, amaba que me dijera chaparro.

Le dije que estaba bien, que esperaba su llamada, se despidió con un beso sencillo en los labios y salió corriendo del cuarto. Una vez que escuché sus pasos en las escaleras, cerré la puerta con llave y di un suspiro de alivio y de amor.

Isai salía como perro debajo de la cama. Se acomodaba el pantalón y se reía. –Que cursi es he, ¿De verdad te gusta?- Lo quedé viendo con una cara de enojo y me dijo –Hubieras dejado que te besara con mi sabor a lechita he- Soltó una carcajada burlona

-¡cállate ya imbécil!, mejor vete antes de que me hagas enojar mas. No sabes el coraje que me das, ESTO NO VA A VOLVER A PASAR, ¿Entendiste?- Realmente estaba enojado puesto que gritaba sin temor a ser escuchado. Por supuesto Isai entendió mi comentario.

-Ok ok, no te enojes, solo decía, pero no te preocupes, para la otra tendremos mas cuidado-

-¡¡¡Ninguna otra!!!- grité.

Salió de mi cuarto como perro regañado, sin decirme más palabras. Cerré mi puerta nuevamente y me avente a la cama a llorar como niño de 6 años. Sabía que lo que mal empieza, mal acaba, el problema es que no quería que acabara tan rápido. Quería estar realmente con Alex y dejar a mi primo por la paz.

Al poco tiempo bajé de nuevo a la fiesta, hice como si no hubiera pasado nada, Isai e Irvin ya no estaban, se habían ido alegando que estaban cansados. Creí que era lo mejor, así que solo me dediqué a disfrutar de la tarde.

Disfruten de este nuevo relato y no se olviden de comentar sus impresiones. Pronto les seguiré contando que paso en esta historia. Mi vida cambió por completo a partir de este cumpleaños. Suerte.

Giio :)