Feliz año nuevo 2016 con mi tia rosa

Un sobrino separado celebra junto a su jamona tía de 62 años

FELIZ AÑO NUEVO 2016 CON MI TIA ROSA

Hace 6 meses atrás me separe de mi mujer y este sería mi primer año nuevo como soltero. La verdad habían sido meses muy complicados. Para que hablar de navidad, la navidad más triste de mi vida al no poder pasarla con mis hijos, por eso decidí que el año nuevo sería un nuevo comienzo para mí.   Era complicado, ya que estaba acostumbrado a pasarlo con la familia de mi mujer y a pesar de todos los problemas que tenía con ella, con su familia tenía muy buena relación y ya comenzaba a extrañar no pasarlos con ellos.

Con 42 años,  ya todos mis amigos estaban casados, pasándolos con sus familias. Yo también opte por pasarlo con mis padres, a si que llamé a mi madre y ella me dijo que ese año no lo pasarían en casa, que irían a la casa de una de mis primas donde se reuniría con sus otras hermanas y que por supuesto estaba invitado.

Fue así como llegue a la casa de mi prima, una casa grande y bonita, donde se encontraban mis  primos y tíos que hace mucho tiempo no veía. La noche transcurrió en un ambiente muy ameno, todos riendo,   cenamos y a las doce de la noche, los respectivos abrazos entre todos.  Ese día andaba algo caliente, hacía rato que no había follado y la verdad mis primas con esos vestidos cortos, escotes pronunciados me habían puesto más caliente aun. Pero no solo ellas, de hecho la que más caliente me tenía, era mi tía Rosa que esa noche lucía un vestido ajustado de una tela muy brillante de color azul, con un generoso escote que mostraba gran parte de sus enormes tetas.

Mi tía Rosa era menor que mi madre, una tremenda hembra de 62 años. Siempre fue muy atractiva, culona y tetona. Cuando yo tenía 15 años,  ella era un espectáculo de mujer, un sueño, y más de una paja me corrí en su nombre.  Ahora ya vieja, mucho más gorda, sus tetas y su culo también habían aumentado considerablemente, pero a la vez la hacía verse más deseable, con esas enormes tetas y su enorme culo, que son las cosas que más me gustan en una mujer. Su manera de ser, siempre muy extrovertida, buena para bailar ,  para las bromas en doble sentido y mi gusto por las mujeres mayores, entraditas en carne , me llamó toda la noche la atención. No desaproveche el momento de darle el abrazo de año nuevo, muy apretado, sintiendo sus enormes tetas contra mi pecho, obviamente.

La velada transcurrió muy amena, entre risas y baile, bailando todos con todos. Mis padres se fueron como a las 3 de la mañana, cuando la fiesta estaba a todo ritmo. Cada vez que podía, sacaba a bailar a mi tía, la que alegremente, a los compas de la música, movía sus generosas tetas las que disimuladamente admiraba y deseaba con todas mis ganas. Fue justo luego de uno de estos bailes, en que paramos y nos fuimos a servir un trago, sentándonos en una banca del jardín donde conversamos un poco mas de nuestras vidas. Ella me conto que se había enterado que me había  separado, que le daba mucha pena, pero que tenía que salir adelante etc etc.  Comentándome también su experiencia de separada de años atrás.

A veces mi tía ponía su mano en mi pierna, pero a nadie le llamaba la atención, era una conversación entre tía y sobrino, sin embargo a medida que transcurría la velada, mas las varias copas que llevábamos en cuerpo, me trataba con mucho cariño, me decía lo bonito que estaba, todo un hombre, atractivo, que de seguro no tendría problemas en encontrar otra mujer en mi vida , etc, en resumidas cuentas, comenzó a alagarme como hombre.

Hablando del matrimonio de mi prima, la menor de sus hijas,  que luego se venía,  le pregunte si quería otro trago, me dijo que sí. Me levante a buscarlo, pero cuando volví, uno de mis tíos la había sacado a bailar.  Sentado en una banca, junto a una prima  (justamente  la hija de mi tía Rosa ),  miraba de reojo a mi tía Rosa, como sensualmente bailaba y movía el culo al compás de la música. Que pedazo de mujer, que ganas de estar con una hembra así, madura, ya con la vida resuelta, solo para follar, perderme en esas tetas, perderme en esas tremendas nalgas, que daría por estar con alguien así.

Termino de bailar, llegando hacia donde estábamos con su hija, diciéndonos lo mucho que se había cansado bailando.  Mi prima le dijo que de ahí se iban a ir con su novio a otra fiesta y que no la esperara, que se quedaría en el departamento de él, preguntándole si quería que la fueran a dejar, ofreciéndome de inmediato yo , de hacerme cargo de mi tía , recibiendo el agradecimiento de mi prima.  Ahí me quede con ella, mi prima y su novio, hablando de la fiesta cuando se colocaron hablar de las cábalas de años nuevo. Mi prima dijo que esperaba las 12 con una maleta, para viajar harto ese año, su novio con dinero en la mano para que no le faltara durante el años y cuando me preguntaron a mí, les dije que a mí me gustaba empezar el año follando, para que no me faltara sexo durante todo el años. Todos se rieron y mi tía dijo que como tonta hacia todos los años la de la sal o de las lentejas, sin saber que existía esa otra, riéndonos todos.

Mi prima se fue, nos tomamos otro trago mas con mi tía, la que me comenzó a dar la idea de que estaba siendo más coqueta conmigo. Se notaba algo ebria, riéndose de todo,  bailamos otro poco y se abrazaba a mí, haciéndome sentir sus tetas en el pecho. Yo trataba de disimular lo más posible con mi familia lo que estaba pasando con la tía, pero ella bromeaba al respecto diciendo que yo la llevaría a su casa y que no me verían hasta dos meses más, todo como broma , pero algo me decía que de alguna manera eran unas pequeñas indirectas.

Entre risas, bailes y tragos, ya estaba por comenzar amanecer, varios se comenzaron a ir y aprovechamos con mi tía de marcharnos. Nos despedimos de los familiares y luego de algunas bromas de otra tía que me decía que tuviese cuidado con la Rosa, que era de armas tomar, nos fuimos los dos en mi auto hasta su casa.

Llegamos a su casa, como un caballero me baje a abrirle la puerta y ella muy aferrada de mi brazo, se reía y me decía que no la fuera a soltar que estaba muy mareada y que la tenía que dejar adentro de su casa. Cerrando la puerta tras nosotros, se sentó o mejo dicho se dejo caer  en el sofá, con sus vestido azul brillante algo levantado, mostrando sus gruesas piernas. Me senté a su lado, conversando de lo bien que la habíamos pasado, cuando me pregunta por mi cábala, si la iba hacer o no.

-       Ufff tía , parece que este año no voy a poder hacerla

-       ¿ y por qué no?

-       Por la hora ,.. …  claro que si Ud no hubiese sido mi tía ..

-       Ja ja … seguro, con lo gorda y vieja que estoy

-       Estas regia tía , de verdad si no fuésemos parientes

-       Cariño, todo tiene solución en esta vida … a mí , me encantaría ayudarte.

Sonriendo, se me queda mirándome  con sus ojos verdes almendrados directo a los ojos, su mano en mi pierna, esperando mi contestación. En seguida reaccione y me fui sobre ella, besándola apasionadamente sabiendo muy bien lo que se me venía. Mi tía Rosa  de desinhibió completamente, me metía la lengua hasta adentro y me tiraba con fuerza los cabellos, mientras yo, como un pulpo estiraba las manos y le agarraba las tetas y el culo sin dejar de besarla.  Ya no era mi tía ni yo su sobrino, éramos hombre y mujer deseosos de sexo , un sexo oculto y prohibido.

Lo único que quería era tener sus tetas en la boca, a si que desesperado busque el cierre de atrás de su vestido y se lo baje.  Ella misma se bajo la parte de arriba y movió su enorme sostén, liberando dos tetas de unas dimensiones  increíbles, gordas, blancas con unos pezones inmensos. Me las devoré hasta decir basta, se las chupé con todas mis fuerzas, sacando grandes quejidos de mi tía Rosa que me pedía más y más. Cada una de sus tetas era como una pelota de football, enormes, ya con eso me encontraba pagado, pero a pesar de que ya estaba amaneciendo, aun había mucho por hacer. No me detuve y le termine de sacar todo el vestido. Mi tía, con una ropa interior amarilla ( cábala de año nuevo ) se veía divina. Si somos sinceros, estaba algo gordita, pero no tanto, algo de vientre tenía, pero no me importaba,  cada uno de sus pliegues era un manjar, en especial los que se le formaban en la orilla de su calzón y para qué decir del bulto que se formaba justo en su concha. Unos labios vaginales abultados que dejaban ver todo su esplendor a través de la delgada tela. Era justo lo que necesitaba para empezar bien el año.

De cabeza me fui a chuparle la concha, aun a través de sus calzones que ya estaban mojados, mi tía me tiraba fuerte de los pelos, pidiéndome verga como loca,  le corrí esta prenda amarilla y su concha roja, grande como todo en ella, llena de pelos y muy jugosa, en segundo quedo en la boca de su sobrino el que le metió la lengua hasta lo más adentro que pudo, saboreando los jugos de la zorra de su tía.

Ella gemía como una loca, quizás cuantos años nadie le había comido el coño con tanta devoción. Casi a tirones tuvo que sacarme de ahí, porque no me quería salir. Desesperada me comenzó a desabrochar el pantalón y a bajármelos y apenas vio mi verga al aire, la agarró con su mano y se la metió entera a la boca. Como poseída me la chupaba, mientras yo terminaba de desnudarme.

Con mi tía solo en calzones amarillos, sentada en el sofá con la cabeza a la altura de mi cintura, yo de pie sacándome la camisa, mientras me daban una chupada de campeonato. No podía creer que esa mujer, tan tetona y culona, que tanto había deseado en mi infancia, ahora estaba ahí, con sus enormes tetas al aire, embelesada chupándome la verga como si en eso se le fuera la vida.  La recosté en el sofá y tomándole su última prenda amarilla, se la saque por las piernas, dejándola completamente desnuda cuando el sol ya entraba por el ventanal.  Era un espectáculo de hembra, su peluda concha, sus enormes tetas colgando hacia los lados, su vientre y sus gruesas piernas abiertas esperando a su sobrino. Me metí entre ellas y en un segundo, mi verga entraba en el cuerpo de mi voluminosa tía , que agarrándome del culo, me apretó contra ella enterrándose aun mas mi verga.

Me la follé como un loco. No parábamos de besarnos y tocarnos, mientras en esa posición mi verga entraba y salía mil veces de su gran concha, entregándonos placer mutuamente. Cambiamos de posición, quedé sentado en el sofá y mi tía pasando una pierna por cada lado, quedó de frente a mí , sentada sobre mi verga, haciéndome sentir su gran peso y su enorme culo completamente a mi alcance , el que no dejaba de tocar , mientras ella subía y bajaba , restregándome sus enormes tetas en la cara. Luego sin decirle nada, ella misma cambió de posición, levantándose, dándose vuelta, vi como su enorme culo se sentaba sobre mí, enterrándose mi verga ahora dándome la espalda  y la perfecta visión de su enorme culo sobre mis piernas.  Solo sentada sobre mi sin moverse, con sus piernas abiertas,   echo su cuerpo hacia atrás y se quedó disfrutando de los besos que su sobrino le daba en el cuello, mientras le manoseaban descaradamente las tetas , sujetándoselas por debajo , sintiendo el gran peso de estas , para luego bajas mis manos a su entrepierna , y masturbarla con mis dos manos.

En la misma posición, solo que ahora sus piernas juntas, dentro de las misas , mi tía se incorporo un poco y comenzó a mover su enorme culo de lado a lado, para luego comenzar a subir y bajar, enterrándose la enorme verga de su sobrino hasta el fondo.

Un nuevo cambio de posición y mi tía quedo de rodillas sobre el sofá, mirando a la pared, yo de pie detrás de ella, con su enorme culo a mi disposición. Me la follé por detrás , agarrándole las tetas mientras ella echaba su cuello hacia atrás para que yo se lo besara, pero al estar  así , a cada rato se me salía la verga, por lo que la hice colocar los pies en el suelo y doblarse en 90º. La tome de sus anchas caderas y apuntándole la verga a su sexo, ahí le di con todo. Fuertemente mi cuerpo chocaba con sus enormes nalgas que se movían con cada una de mis embestidas, sacándole gritos de placer, mientras sus enormes tetas se golpeaban entre ella en el agitado movimiento.

A pesar de estar tan caliente, igual me daba algo de temor que mi prima llegase de improviso y que me viera partiendo en dos a mi tía en esa posición.

Una y otra vez, con gran fuerza mi verga entró en el viejo sexo de mi tía la que gemía y gemía, disfrutando la de tremenda cogida que le estaban dando, hasta que avisándome que no aguantaba más comenzó a gemir más y más fuerte hasta que lanzando un gran alarido y luego pequeños gritos, se corrió escandalosamente, lanzando unos pequeños chorros de orina mientras lo hacía, algo que también me calentó de sobre manera y sin poder aguantarme mas , me descargue abundantemente dentro de mi tía , dándole mas fuerte aun , mesclando mis gemidos con los de ella, en un delicioso y largo orgasmo.

A pesar de haber acabado, continué un rato mas follándomela ya mas calmadamente, disfrutando de ver como mi verga salía y entraba de la concha de mi tía toda mojada, bañada en semen y sus líquidos, hasta que la dejé ir. Mi tía Rosa se sentó en el sofá , con todas sus piernas abiertas, sus enormes tetas colgando hacia los lados recuperando la respiración , riéndose satisfecha , alabando mi gran desempeño y diciéndome que le había encantado mi cábala de año nuevo y esperaba que se hiciera realidad eso de tener buen sexo todo ese año.