Felino, el viejo espia

Felino es un exagente de inteligencia mexicana, conoce a un joven vasco en la ciudad de mexico, Iñigo pertenece al comite de financiacion de la ETA

F E L I N O

  • El viejo avión de mexicana tomaba pista en el aeropuerto de aquella ciudad fronteriza, serian las 6:30 pm, el sol recién se ponía en el horizonte.
  • Por fin el avión se detiene y vemos bajar a felino , el viejo exagente de los servicios de inteligencia y seguridad interior mexicanos, con su característica cojera de la pierna izquierda, -apenas perceptible- vestía de saco y como siempre, pantalón negro, con los periódicos bajo el brazo, parecía un viajero mas, sin embargo aquel hombre de rechoncha figura e incipiente calvicie, dotado de una extraordinaria inteligencia, cultísimo y refinado, amante de la buena mesa, de la música y literatura era uno de los últimos sobrevivientes de aquel grupo especial del ministerio del interior mexicano, conocido como la brigada.

- Felino estaba retirado del ministerio del interior pero no del espionaje político, mantenía contacto permanente con sus ex compañeros de la brigada con quienes seguía realizando trabajos de inteligencia, mas por diversión, pues felino era poseedor de una fortuna que no se gastaría en lo que le restaba de vida, inteligente como lo era, manejaba bien la bolsa de valores –poseía información privilegiada- permanecía soltero a sus cincuenta y cinco años de edad, mantenía un perfil bajo y era extremadamente tacaño, lo que le aseguraba un retiro dorado.

  • Las condiciones políticas del país eran complicadas, muy complicadas en esos tiempos, la guerra fría había terminado y los servicios de inteligencia internacional estaban sueltos, México por su vecindad con Estados Unidos era caldo de cultivo propicio para el espionaje político, militar e industrial, felino lo sabía y se mantenía activo, recién llegaba de la ciudad de México donde por casualidad –o tal vez fue instinto- había detectado a una célula de la ETA que operaba en este país, cobrando impuestos a los ciudadanos españoles que residían en la capital mexicana y ya se estaban extendiendo a las principales ciudades de México.

  • Aquella mañana felino se levanto temprano, hospedado - como siempre que viajaba a la capital- en aquel modesto hotel, propiedad de españoles, felino desayuno algo ligero en el restaurante del hotel, leyó -como era su costumbre- los principales periódicos de la capital, tomando café, haciendo tiempo.

  • Cerca del medio día felino se dirigió a los baños de vapor que acostumbraba frecuentar cuando estaba en la ciudad de México.

Fue entonces que lo vio, cuando felino examinaba con la mirada el lugar, -como hacia siempre al llegar a alguna parte- en busca de algún posible peligro, no detectando nada raro se ubico junto a una pared a modo de que nadie se le acercara por la espalda y sin que el se diera cuenta, esto era una vieja columbre, herencia de sus tiempos en la brigada , era joven, hermoso ejemplar masculino, cuerpo atlético, banco, alto, lo que llamo mas la atención de felino fue que el joven tomaba las mismas precauciones que el.

  • Su intuición le decía que ese joven era de cuidado, ambos se vieron de reojo, como estudiándose, felino se desnudo enrollándose una toalla en la cintura, se dirigió al mostrador para pedir un jugo de naranja, el joven se aproxima, pide un jugo de zanahoria, felino lo aborda " deberíasprobar el de piña con naranja; ¡es delicioso!"

Hola, me llamo Iñigo, dijo el joven con un marcado acento español.

- tu nombre y apellidos son vascos- afirmo felino . – en efecto soy delpaís vasco, y me alegra conocer un hombre inteligente como vos que sabe reconocer a un vasco -

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Felino y el joven Iñigo se sentaron en la barra de la fuente de jugos de aquel viejo edificio que albergaba a los famosos baños de vapor -el paraíso gay de esa colonia- a conversar trivialidades hasta terminarse medio vaso de sus respectivos jugos - vamos a rentar un privado - sugiere el viejo felino , consiente de lo que esto significa si el joven acepta acompañarlo a un privado de vapor, Iñigo acepta.

Ya dentro del privado felino se despoja de su toalla y pide a Iñigo se despoje de su ajustado boxer, quedando así los dos desnudos.

El viejo espía trata de besar la boca del apuesto joven quien hace un ademán de rechazo al sentir el caliente y excitado aliento de felino, mezcla de cigarrillo y café, a felino le gusta tomar el rol activo en sus relaciones pero esta vez se notaba que Iñigo también era activo – la verdad es que a Iñigo no le agradaba el viejo- felino acaricia las nalgas del joven, lame con desesperación sus tetillas y continua bajando por el bien marcado abdomen del joven Iñigo, toma su verga con la mano, lo masturba, juega con sus bolas y se mete a la boca la larga y gruesa verga de Iñigo, ambos saben que están jugando con fuego.

El viejo Felino esta encantado con la juventud y belleza del joven, se felicita interiormente por la suerte que ha tenido ese día, felino juega con la verga del joven en su boca, con sus guevos y finalmente le pide se voltee para mamarle el culo, Iñigo acepta y recibe el beso negro el cual le arranca gemidos de placer, felino como un veterano en esas lides mama y masturba a Iñigo – en su interior sabe que debe de hacer un excelente trabajo- que por lo de mas no le estaba costando ningún esfuerzo, es mas lo estaba disfrutando como hacia mucho tiempo no disfrutaba de un hombre.

Por fin Iñigo le regala a felino un abundante chorro de semen, caliente y espeso, felino lo recibe en la boca y lo escupe, el viejo logra una semi erección y logra una débil eyaculacion, así ambos han terminado.

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Al estarse vistiendo después de bañarse, suena el móvil de Iñigo quien parece disculparse con alguien por no contestar antes, el viejo felino finge no darse cuenta de la conversación pero memoriza palabra por palabra.

La primera impresión que tubo de Iñigo al verlo en el vapor fue de que era un hombre guapo y que tendría oportunidad de cogerselo, pues estaban en unos baños famosos por sus ligues homosexuales –muy discretos- , cuando felino descubre que el joven es vasco inmediatamente en su mente piensa ETA, y ahora le parece escuchar al joven hablar de depósitos bancarios, y el viejo espía piensa en "impuestos revolucionarios" o sea extorsiones a españoles avecindados en México y en posibles secuestros para financiar al grupo separatista.