Felino, el viejo espia 2

F E L I N O II.-

Todo esto recordaba felino mientras esperaba en la banda transportadora del aeropuerto internacional a que pasara su equipaje, después de despedirse de Iñigo el viejo espía mexicano paso un reporte a uno de sus excompañeros de la brigada en la ciudad de México -claro que no le contó de la mamada que le acababa de dar- la homosexualidad de felino era un secreto muy bien guardado y disimulado; Reporto que conoció a un posible etarra y que bien valía la pena que " lo zorrearan" un poco, proporciono el teléfono que Iñigo le había dado para seguirse comunicando, la descripción física y que frecuentaba el famoso vapor.

El contacto de felino para esta operación que podría redituar mucho dinero era un hombre ya viejo, quien desde muy joven ingreso a los Servicios de Inteligencia Mexicanos, primero como "topo" en la facultad de derecho de la universidad en sus tiempos de estudiante, desde ahí Avia escalado gran parte del organigrama de la institución federal, directores pasaban por esta oficina y el seguía en lo suyo, era un hombre talentoso que se sabia mover en la sombra, discreto y trabajador El Gordo Benítez lo llamaban sus amigos; El Gordo Benítez, felino y casi toda su generación fueron despedidos cuando el partido político que había gobernado México por muchos años perdió la presidencia de la republica, desempleado Benítez se dedico al espionaje industrial, fue reclutado por extranjeros para "trabajos" especiales, ahora junto con felino, pensaban robar al tesorero de la ETA en México.

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Mientras tanto Iñigo en la ciudad de México se entrevistaba con su jefe inmediato dentro de la organización, contándole con detalle como se desarrollo la misión que le avían encomendado.

• La Organización Separatista tenia conocimiento que a finales de año estaría en México, un español, accionista mayoritario de uno de los bancos españoles mas grandes del mundo y pensaban secuestrarlo, la organización no tenia los medios necesarios para un trabajo de esta envergadura y avían decidido invitar a guerrilleros mexicanos para que se encargaran del operativo, la logística correría por cuenta de ETA, incluso el rescate o "impuesto revolucionario" podría ser pagado en España. La célula a la que pertenecía Iñigo no tenia contacto con guerrilleros mexicanos, pero contaba con una base de datos relacionados con guerrilla, policía política, ejercito y cuanto debían saber para sobrevivir en México; de esta forma supieron de "el Gordo Benítez", y después de investigarlo supieron de felino.

Era este, felino y no el gordo, el experto en guerrilla, quien conservaba un archivo personal con nombres y datos de guerrilleros y ex guerrilleros amnistiados, principalmente guerrilleros urbanos, maestros muchos de ellos, era a través de felino como podían contactar a la guerrilla mexicana, habían descartado a la delincuencia común, necesitaban guerrilleros que lucharan por ideales, igual que ellos y no delincuentes que trabajan por dinero.-

• Iñigo, comprendes la importancia de tu misión? La patria vasca te necesita, si es necesario déjate penetrar por felino, sentencio con voz solemne el jefe inmediato de Iñigo-

• Como vas con el asunto de los pasaportes? Realmente están tan bien hechos como dicen? Y la señorita esa que recién conseguiste nos facilitara su cuenta bancaria para una transferencia?

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-El teléfono sonó en casa de felino , este contesta con voz fuerte, con claro acento norteño, - Felino soy Iñigo, que me he estado acordando mucho de vos, he encontrado el libro de Estulin y quiero enviártelo-

Era el primer acercamiento entre ambos después del encuentro en el vapor.

Mi querido Iñigo, ¡ Que gusto saber de ti !, - así quedan de volverse a llamar y que felino estaría en la ciudad de México en dos semanas.

• Iñigo llevaba dos meses en la capital mexicana, a las órdenes de su jefe inmediato, el señor Arronategi, jefe del Comando Vizcaya, Abia sido transferido de Francia, donde era buscado por delitos financieros; el señor Arronategi se encargaba de conseguir "cuentas puente" en bancos mexicanos y extranjeros, para apoyar al comité de coordinación que esta subordinado al comando central Español, ellos enviaban dinero a sus miembros que huían a establecerse en México, para ello, buscaban a terceras personas que pudieran realizar operaciones, constituyendo un modo de financiación encubierto que permitían cargar a cuentas asociadas los pagos por gastos de hoteles, viajes, alquiler, compras, sin que fuera detectada su verdadera identidad.
• Iñigo, quien por ser joven, guapo y culto, servia a la perfección para las relaciones con damas de la sociedad mexicana, tan afectas a los extranjeros.-

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El Gordo Benítez desde "el nido" que tenia montado en una colonia de clase media alta de la ciudad, rastreaba llamadas, cruzaba información con sus contactos en las policías mexicanas y logro detectar a varios de los amigos de Iñigo a quienes investigaba, le Abia llamado la atención saber de un tal señor Elejalde, a quien le puso especial interés, su apellido según pensaba Benítez era de origen vasco, tal vez solo se tratara de una comunidad vasca, pero su olfato de policía político le indicaba algo mas.

El Gordo Benítez estaba formando un dossier del señor Elejalde, sabían que tenía aproximadamente diez años de vivir en el sur de la ciudad de México, que tenía una modesta tienda de ultramarinos llamada "La Ibérica" donde vendía productos europeos, principalmente lateria fina, embutidos, aceite de oliva, tabaco y algunos vinos, que vivía modestamente, que era viudo y que su única familia en México era una nieta que vivía con el desde antes de enviudar, en una palabra el señor Elejalde mantenía un perfil bajo, era estimado por sus vecinos y no había porque sospechar de el, sin embargo Benítez tenia un fino olfato y algo le decía que aquel hombre era mas importante y peligroso de lo que parecía, a sus setenta años Elejalde usaba boina vasca y fumaba puros, delgado y de estatura regular, parecía el típico español avecindado en México.

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• Era ya tarde, un viernes lluvioso en la ciudad de México, Iñigo estaba distraído en su departamento, recordando a su familia, padres y hermanos que tenia en la región vasca, a una mujer francesa con quien vivió en el tiempo que opero en aquel país, cuando sonó el móvil, sacándolo bruscamente de sus recuerdos. - Iñigo? Pregunto la voz, soy felino , estoy en México y me gustaría verte.-

• Cuarenta minutos más tarde Iñigo estaba tocando la puerta del hotel de felino, apenas resaludaron y aseguraron la puerta, felino le quita la camisa a Iñigo, comiéndole los anchos hombros, sus brazos fuertes, lo beso con fuerza y fue correspondido, metiendo la lengua mientras se desnudaban, acariciando la espalda y nalgas; el gran felino maestro de estas artes, lo tomo por la nuca, besándole el cuello, forzándolo a bajar a su entrepierna, Iñigo encuentra los guevos grandes y colgados, como de toro, su verga no muy grande y bien parada, -efectos del viagra- le debía medir trece centímetros, gruesa y carnosa, con una punta color rosita y redonda; Iñigo le masageo los guevos, con cuidado pero intensamente, buscando el punto entre los guevos y el culo, lamiendo entre las piernas y los guevos, olisqueando, rodeando con sus brazos la cintura y levanto las piernas y guevos de felino contra su cara, dando una leve mamada a la verga y una ensalivada a los guevos, buscando el ano, ensalivándose mas un dedo índice, presionándolo contra su culito rosado, duro y cerrado – recordemos que felino era activo- lentamente introducía su dedo al tiempo que chupaba guevos y verga, animado por los gemidos de placer de felino, Iñigo aumento la presión en el culo y las lamidas, llevándolo al borde del orgasmo, para enseguida detenerse y tumbarlo sobre la cama, boca abajo, subiéndole encima de el y separando con sus rodillas las piernas del viejo;

• la verga joven, dura, larga y hermosa de Iñigo fácilmente encontró la entrada al cuerpo del espía mexicano, tumbándose sobre el con todo su peso, rajándole el culo en dos, sacándole a felino un alarido de dolor, el mexicano tenis media verga adentro, como pudo después de estarse quieto unos segundos como pudo pidió el lubricante a Iñigo,
• embarrando el culo y la verga para volver a acomodarse, Iñigo lo penetra esta vez un poco mas suave y lento, una vez que entro la cabeza el resto se deslizo como agua, sin dolor, cundo el joven vasco percibe que puede continuar arremete con toda su virilidad pero a un ritmo suave, felino no sentía dolor solo sentía esa sensación de estar empalado por un macho de verdad, sentía chocar los guevos de su macho contra sus nalgas, Iñigo buscaba tener un orgasmo, su orgasmo intenso, que consiguió en una cuantas embestidas mas, soltando chorros de leche caliente, inundando el culo de felino ; el viejo mexicano se masturbo y adolorido pero feliz eyaculo escasamente sobre la cama.
• Por segunda vez el joven vasco lo había vencido, y lo peor era que le había gustado.-
• Felino era demasiado macho para dejarse penetrar.-