Federico 41

Día de pesca, haciendo la masa, lío de pantalones, cómo explicarlo, reunión familiar.

41

Federico

Antes de éste relato, se deberían leer “Federico 21 al 40”… éste Federico 41 es la continuidad y algunos personajes o situaciones son enganchados, puede ser que no se comprendan en su totalidad…

Día de pesca.

Si resultaba cierto todo lo que me contaban iba a ser un día de buena pesca…

Como dicen, vale más un día de mala pesca que un buen día de trabajo ja ja…

Con las mellizas habíamos hablado tanto que me ilusioné con que sacaba unos dorados impresionantes, que me sacaba la foto con uno de 20 kilos, mucho no…

Ellas se ocuparon de todo, lo único que tenía que hacer es manejar la lancha…

Salimos bien temprano, paramos a cargar nafta en un surtidos de una isla, tres bidones teníamos y seguimos…

Tres heladeras portátiles trajeron y tres bolsos bastante grandes…

Luego de recorrer infinidad de canales, de dar vueltas por todos lados llegamos a la orilla del río más grande, creo que es el Río de la Plata ya que el Paraná no llega hasta acá, creo, no pregunté.

Si tuviera que volver por dónde vinimos me perdería, traje el gps del velero, es más poderoso …

Amarramos la lancha con dos sogas una de adelante y otra de atrás, quedó bien arrimada a la costa y las sogas atadas a diferentes árboles.

Ja ja, no se la va a llevar la correntada…

Mientras Claudia preparaba las cañas, Daniela armaba una carpa como para seis, le ayudé a clavar las estacas y a meter las heladeras…

Me hizo ir a buscar ramas secas, hojarasca, como cinco viajes hice, un montón de ramas acumulé…

Después con una palita de punta articulada me hizo cavar un pozo de 50 cm de diámetro por 50 de hondo…

Después prendió fuego dentro del pozo, cuando estaban las brasas ardiendo puso una parrilla también articulada (están bien equipadas pensé) sobre la tierra y echó unos chorizos…

Eran las nueve de la mañana…

Daniela había preparado tres cañas, de esas que le vas poniendo pedazos y se hace como de cuatro metros…

Clavó tres estacas de fierro en la tierra, esas para poner la caña y no tener que estar teniéndola…

Y ahí estábamos, esperando al bicho de 20 kilos ja  ja…

De un bolso sacó unas sillitas articuladas, todo articulado, ja ja…

Solo faltaba la moza que nos sirviera el cóctel ja ja…

A media mañana los tres comiendo un choripán, ellas con vino y cómo sabían que no tomaba alcohol, con gaseosa…

A la primera que le tiró la caña fue a Daniela, se levantó con mucha calma, sacó la caña del caño, y se dedicó a recoger y tirar, tirar y recoger, yo miraba extasiado, el pescado o pez pegó unos saltos que me dejaron asombrado, Daniela ni mierda, siguió con su trabajo, lo atrajo a la orilla, lo sacó a la tierra, un bicho como de cuarenta centímetros y no va que lo desengancha y lo mete de nuevo en el agua y lo deja ir… Pero qué hacés, le dije…

Lo devuelvo me dijo…

Haaa, yo lo hubiera puesto en la parrilla…

Al llegar al mediodía Daniela había devuelto tres, Claudia dos, yo una mierda…

Pero no van a creer, cuando vi cómo tiraba la caña, supe que era grande…

Daniela me dijo…

Fede tranqui, ese es nuestro almuerzo…

Y cuando sentí el tirón en la caña me di cuenta que no iba a ser fácil…

Pegaba cada salto que era para fotos y recogía un poco, enrollaba menos, tiraba y tiraba, tenía que darle tanza sino me la iba a cortar, el hijo de mil me tuvo como dos horas, me traspiraba hasta las pestañas…

Cuando al fin pude arrimarlo Claudia se metió en el río y lo agarró, le costó un poco pero lo sacó, un bicho de tres metros de largo…

Ja ja exageré un poco no…

La verdad…

Tuvimos que partirlo a la mitad para ponerlo en la parrilla…

Si con el chori se habían tomado una botella, con el pescado otra…

Parecía no hacerle efecto el vino…

En ningún momento hubo algo sexual entre alguno, (me parece que mi hice muchas ilusiones pensé), habíamos comido el pescado a lo carancho, con un tenedor cada uno y a raspar, a desgarrar, dejar las escamas…

Cuando terminamos de comer, Claudia me dio una bolsa de nailon, la palita y me dijo…

Andá por acá costeando el río, hasta un campo, llená la bolsa de bosta de vacas, la más seca y traela…

Y obediente fui, recogí bosta y la traje…

La  prendió fuego, una humareda importante…

Daniela dijo…

A dormir la siesta…

Me hicieron acostar en el medio de la carpa, cada una de un lado, con esos shorcitos de vaqueros, con las camisas anudadas en la cintura, esas piernas fibrosas, se fueron desnudando, que cuerpos, son pura fibra, los pechos parados, no necesitan corpiño si las tetas están firmes y duras, a dúo me besaban, me desnudaron y mientras una me daba besos de la cintura para arriba la otra para abajo…

Cuando Claudia me la empezó a chupar creí alcanzar el cielo, que fuerza de succión, con mi pija parada al máximo Claudia se sentó en mis piernas y se la metió, Daniela se sentó sobre mi cara, se acomodó de tal manera que para respirar tenía que chupar, lengüetear, morder…

Así estuvimos como media hora, no me dejaba respirar Daniela, apretaba mi cara con sus piernas, estaba acabando y bramaba, gemía, bufaba, no podía respirar, con fuerza le abrí las piernas, pude respirar…

Se volcó a un costado…

Claudia empezó a aullar, parecía un lobo, auuuuu (me hizo acordar a otra chica de Salta) me hizo acabar sin pensarlo, creo que nunca saqué tanta leche de mis bolas ja ja…

Los tres desnudos mirando el techo de la carpa…

Fue Daniela la que habló…

Fede esto es un encuentro ocasional, no queremos que pienses que podés tener algo con nosotras…

En el trabajo seguiremos siendo jefe y empleadas, no nos gustaría que lo malinterpretes…

Lo entendés no…

(sí que lo  interpreto, pero yo creía que era el potro conquistador y resultó que me pateaban )

Lo tengo muy claro chicas dije…

Seguimos pescando, va ellas pescaron yo una cagadita que me obligaron a devolver…

Una noche de sexo infernal, son unas máquinas, para hacerles el culo tuve la ayuda de la otra, cuando me la apretaban creí que me la cortaban.

Qué nalgas, qué fuerza.

Me hicieron acabar dos veces, una con cada una…

A la mañana me hicieron una mamada a dúo…

Cuando llegamos a trabajar ni bola me dieron…

Haciendo la masa…

Fue en medio de un curso de cocina, mientras amasábamos la pasta para fideos se me arrimó…

Entendiste no, cuando te dije que estaba para vos para lo que necesitaras.

Y me apoyo su pubis en mi culo mientras me hablaba al oído…

Sigris me la hizo parar al toque…

Tras unos segundos le respondí…

Sigris tengo miedo, dónde me vas a llevar.

Muy despacito para que no oyeran las demás “alumnas”…

A una cabaña en una isla, sin tv, sin aire, sin nada, solo una cama…

Hija de mil casi me hace acabar…

Con la lancha enseguida llegamos, un amarradero destruido, la casa, una casilla sobre unos altos postes, la escalera parecía que no iba a soportar nuestro paso…

La puerta sin picaporte ni cerradura, cuando entramos vi que la limpieza era impecable, ni una gotita de tierra por ningún lado, la cama impresionante de grande y la ropa toda de estreno (ésta estuvo limpiando y arreglando para cuando viniéramos pensé).

No sé por qué pero intuí que tenía que ser un macho bien dominante…

La besé con pasión, le agarraba con las dos manos los cachetes del culo, con mucha fuerza, la levantaba, se colgó a mi cintura…

Llegué con ella a cuestas hasta la cama, la senté al borde, le abrí la camisa con brutalidad, le saltaron los botones a la mierda, le levanté el corpiño y le empecé a chupar, lamber y morder los pezones…

Gemía, lloraba.

Siiii, siiii, fuerte, fuerte.

Le saqué el pantaloncito y la bombacha con tirones, estaba desatado, parecía el ginecólogo, con sus piernas en mis hombros, le chupaba la concha y el clítoris, ella acabó dos veces, le agarré los tobillos y le levanté las piernas, se la metí con firmeza, con ganas.

Haaa, hijo de puta cómo me cogés, siii metémela, hace tanto que no me cogen, siiii guacho metémela, metémela…

Le mordía las tetas, los hombros, las orejas, la besaba con pasión…

Me había agarrado una locura extraña, no podía acabar…

Estuve dándole como media hora…e

Ella acababa y  acababa, yo no podía…

En un momento me dijo…

Pará Fede no doy más.

Salí de encima de ella y me acosté a su lado…

Se inclinó y me la empezó a mamar…

Me hizo acabar casi al instante…

Los dos desnudos retozando, un calor de cagarse…

Nunca me han cogido como vos Fede, sos mi macho, cuando le cuente a Josefa va a querer cogerte, sos mi macho Fede.

(acerté pensé)…

Después se la metí por el culo, le dolió un poco pero como estaba en el rol de macho, le di sin asco, se quejó unos instantes nada más, después me decía.

Siiii hijo de puta rompeme el culo, dame fuerte puto, dame fuerte maricón…

Y yo ponía todas mis fuerzas y cachetadas en las nalgas de vez en cuando…

Acabamos juntos…

En el regreso se quejaba y se reía que no podía sentarse y que le ardía la concha…

Lío de pantalones…

Los que se habían tomado la costumbre de venir bastante seguido eran Juan y Pablo, yo casi siempre los acompañaba con un café en su mesa, charlábamos de todo.

Y no sé por qué fue que Isabel cambió turno con Emanuel, cuando Ema nos vio se vino de raje…

Hola chicos, me puedo sentar con ustedes…

Juan, Pablo les presento a Emanuel, mi mejor amigo…

Se dieron besos, Ema se sentó en el lugar vacío, conversaron como tres horas, yo me fui a seguir con mis cosas, ellos cada vez que los miraba estaban felices…

Y la puta madre, para qué tuve que presentárselos…

El quilombo vino como al mes, apareció Juan, me dijo que tenía un problema gravísimo y quería conversarlo conmigo, parece que Pablo está enamorado de Emanuel y siento que me va a dejar me dijo…

Voy a ocuparme del asunto le dije…

Y qué quieren que le diga…

Hablé con Emanuel, el hijo de puta, perdón Claudia, dijo que lo hacía por demostrar que son una fachada…

Al rato de estar conversando con ellos me enrostraron que son muy felices y que nada nos va a cambiar, que son para toda la vida y me lo decían a cada rato…

Me propuse darles una lección…

Bueno Ema, se te fue la mano, Juan cree que Pablo va a dejarlo por vos…

Y así es Fede, si yo se lo pido lo patea a la mierda…

Nooo, no podés hacer eso…

A no me dijo Emanuel, vos qué estás dispuesto a pagar por tus amigos…

Qué hijo me está chantajeando…

Y no sé, vos qué pretendés…

Que me cojas una semana, todas las noches y me borro no le doy más bola a ninguno de los dos…

Y por un amigo hay que sacrificarse…

Me está gustando la carne de cerdo…

Pablo se dio cuenta de mi intervención, cuando se ofreció a retribuirme la gauchada le hice que los dos revisaran a todo el personal de la boca y los ojos…ja ja…

Cómo explicarlo…

Era como de mantenimiento, Edoncella, hacía de todo menos de mucama, arreglaba enchufes, camas rotas, cortaba el pasto, pintaba, con la madera era una genia…

Hasta le hice hacer una mesita para acomodarla entre los asientos delanteros de mi motorhome…

Cuando iba con la máquina de cortar pasto le miré el culo…

(qué firmeza pensé).

Cuando nos pusimos a conversar me lo dijo…

Disculpame che Fede, te le puedo decir algo sin que te pongas chiflado…

Si Edo…decime…

Quiero que me cojas Fede, que me hagas bramar, que me la metas, que me des vuelta, que…

Entendí entendí Edo, pero vos no tenés a tu marido para que te haga todo eso…

Nooo, el guacho es celoso como el mejor y ni siquiera se le para, quiero que me cojas vos Fede…

Si me decís que querés yo le agarro la vuelta…

Le acomodo la situación, le organizo, le…

Entendí Edo, entendí…

Y me calenté, me gustó el reto, sobre todo por el pelotudo del marido que se cree el súper macho, quedamos que iba a ir a comer a su casa…

Una casa en una isla…

Me hizo acordar a la casilla de Sigris…

Comimos un asado, el marido se tomó tres litros de vino, yo gaseosa, Edoncella también estaba medio borracha…

Terminamos cogiendo al costado de su cama con el marido durmiendo la borrachera, se puso en cuatro, se bajó el pantalón, la bombacha y que se la metiera, me la hizo meter por adelante y por atrás…

Una acabada en cada una…

Lo más lindo vino al final…

Me dijo que no me confundiera, que esto era únicamente sexo y nada más, que en el trabajo seguíamos siendo jefe y empleada…

Ja ja otra que me pateaba…

Reunión familiar…

Basta que sea un desafío para entusiasmarlo, mi viejo se había puesto como meta tener sexo con  Quena, la madre de las cuatro hermanas que trabajaban de mozas, como al padre Fermín le gustaba mucho la guitarra y mi viejo es profesional del tema, cada vez que se podía íbamos a comer a su casa…

Nosotros llevábamos todo, les había cambiado la vida, que las cuatro hijas cobraran sueldo influía mucho, ya no había privaciones, se habían comprado un plasma muy grande, tenían teléfono celular…

Y ahí estábamos nosotros, mi viejo con la guitarra y yo con el bombo, las chicas y la madre bailaban con alegría, el padre firme en su silla, en algún momento mi viejo se levantaba y bailaba con todas, noté que a la madre la apretaba con alevosía…

Como se arme quilombo no lo conozco ja ja…

Al principio no tomaba mucho el jefe de la casa, pero con la alegría y  parece por la influencia de la esposa y las hijas le entró a dar…

Quedó destruido, lo tuvimos que llevar con mi viejo a la cama…

Me dijo que me fuera con las chicas…

Las invité a pasear por el río…

Aceptaron con alegría…

Estando en el medio del río les dije…

Chicas ustedes son para mí, como una película de sexo, me calientan, quiero tener sexo con ustedes, medio pelotudo pero eso fue lo que dije…

Me acomodaron en medio de la lancha, pusieron unos bidones entre asientos para que no me rompiera la columna al estar acostado en el medio, me sacaron el short, el calzoncillo, y se turnaron para empalarse, estaban un rato muy corto cada una, temían que acabara y dejara a alguna sin la metida…

Cuando pasaron la segunda vuelta y estaban un rato más largo…

Pude  acabar dos veces, ellas una vez cada una, creo que Susana  y Dora dos veces…

En el regreso me contó mi viejo que se le fue la mano con Quena, que cuando se la metió por el culo la hizo sangrar…

Aunque a ella le gustó muchísimo…

Quiere que vengamos más seguido…

Continuará...