Federico 38a

Camping en chuy, la cardiocirujana, pegar la vuelta.

38A

Federico

Antes de éste relato, se deberían leer “Federico 21 al 37”… éste Federico 38 es la continuidad y algunos personajes o situaciones son enganchados, puede ser que no se comprendan en su totalidad…

Camping en Chuy…

Sonia había hablado con un señor de un camping en Chuy, Uruguay, no me di cuenta del pasé de Brasil a Uruguay, menos mal que nadie me paró, éste señor me había indicado las coordenadas del gps…

Llegué muy bien, acomodé el mh y me dormí…

A media mañana golpearon a mi puerta, era el dueño del camping, para que corriera el motorhome, lo había parado en medio de la calle, la gente que quería salir tenía que dar una vuelta grande…

Me indicó mi lugar, lo estacioné y otra vez a dormir…

Pasado el mediodía me preparé unos sanguches, bajé mi reposera y leyendo un libro almorcé, tenía una mesa de material pegada al mh, banco de un lado solo, me vino bien para arrimar la reposera a la mesa…

Hablé con la familia, tomé café con galletitas, como me aburrí fui a dormir de nuevo…

Por la ventana de mi habitación escuchaba…

Salí de ahí, vení, no molestes.

Al mirar vi a una señora, parece que le decía algo a una niña.

Tardecito cuando bajé me encontré dormida una nena en mi reposera, estaba un poco fresco, subí a buscar una manta, la tapé y me senté a leer en el banco de cemento…

Ahí estábamos cuando apareció la madre, una mujer de muy buen cuerpo, con las medidas justas, morocha de piel blanca…

Heee, peeero, qué molesta es Daniela, disculpe señor…

Hizo el amago de querer levantarla…

No déjela descansar, se la nota agotada…

Y nos pusimos a hablar, uno sentado al lado del otro, mirando a la nena, me contó que está con los padres, que es separada, que no tiene pareja, que hace mucho que no sale con nadie.

(Y para qué me cuenta todo esto pensé)

Que viven en las afueras de Punta del Este…

Yo le conté que estaba paseando, que iba de regreso, si no se despertaba la nena seguíamos conversando…

Me invitó a cenar, me presentó a los padres, dos docentes jubilados, tranquilos, el padre hizo pechugas de pollo a la crema, trajo el disco cerca de la mesa, sino teníamos que ir a la casa dónde ellos estaban, la noche espectacular, yo traje un vino una gaseosa y galletitas de mi cosecha…

Los padres se interesaron sobre la enseñanza en Barcelona, Ester, la señora llevó a Daniela la hija a dormir a la cabaña y volvió, mientras Carmen y Manuel me siguieron preguntando de todo, como buenos docentes son curiosos…

En cierto momento mencionaron la desdicha que tuvo nuestra hija con el marido que le tocó…

Y se largaron, vago, jugador, menos mal que pudo separarse…

Ahora no quiere saber nada con hombre alguno…

(mmm pensé, no sé, si es tan así).

Me pidieron permiso si podían usar la mesa y el banco de cemento, que si no tienen que estar siempre adentro…

En la mañana a correr, llegué a la playa desierta, amplia extensa, arenas finas y blancas, me metí en el mar, bastante fría el agua si no te movías, estuve nadando un rato, noté que las olas tratan de llevarte para adentro, hay que tener cuidado de meterse muy adentro, si te pasa algo así hay que relajarse alejarse para algún lado hasta encontrar poca resistencia…

Sí pero quién no quiere arremeter para llegar rápido a la orilla…

Al volver la familia estaba en la mesa de cemento desayunando…

Me fui a bañar, de mi mh se escucha toda la conversación, es más trataban de ponerse de acuerdo en lo que iban a almorzar…

Cuando bajé los invité a que les hiciera ravioles con estofado…

Van a chuparse los dedos les dije ja ja…

Listo ellos traían vino, pan y helado…

Los abuelos se fueron con Daniela, quedamos Ester y yo…

Va a ir a la playa me preguntó…

La verdad es que de ahí vengo, vos querés que vayamos (le tiré de ir juntos).

Dudo un instante y dijo…

Sí, me gustaría que vayamos…

Subí a ponerme otra malla, con mi bolsito de playa nos fuimos, ella ya tenía su bolsa…

Hay que caminar como cinco cuadras para llegar a la playa…

No había nadie, claro comienzo de semana de mañana…

Pusimos las toallas una al lado de la otra, le dije si no me ponía bronceador (pensé en apurar el acoso o me patea o se da romance ja ja), le di mi frasco, me acosté boca abajo y esperé, me desparramó crema por todos lados, hasta subió un poco las manos por dentro de mi malla…

Ahora date vuelta me dijo (pensé que por adelante me dejaría ponérmelo a mí), se me había parado un poco, se notaba la pequeña carpa, no dijo nada, también me embadurnó por todos lados, hasta para terminar un poco en la boca de broma, me hizo casi escupir…

Me imagino que ahora me toca ponerte yo a vos no…

No, a mí no me gusta ponerme bronceador, me gusta quemarme, ja ja

(me cagó pensé)

Ja ja, vieras la cara que pusiste, no tomá poneme bronceador y me dio un pomo…

(a hija de mil, me está gozando, pensé)…

Además de desparramarle la crema la masajeaba con bastante fuerza, le apretaba las piernas, los músculos con intensidad, ella en principio lo sintió luego se fue relajando, tardé bastante en llegar a su culo, le metí la malla en los cachetes y con fuerza le estrujé los glúteos, gemía y gemía, no le preocupaba disimular…

En la espalda no apreté tanto, caricias relajantes le di…

En su cuello estuve con los dedos recorriendo los nervios, quedó relajadísima…

Creo que se durmió…

Fui al agua, igual de fría, nadé unos metros y volví, en la cuarta o quinta vuelta la veo venir…

La esperé con el agua por la cintura…

Me quedé dormida!!! ay la puta qué fría esta!!!gritó

El dos piezas que tenía era común, se podía apreciar que tenía pechos estándar, lindo culo…

Le comenté que no se metiera muy adentro si no sabía nadar bien, que el mar está traicionero, se quedó con el agua hasta la cintura, saltaba cuando venían las olas…

Cuando faltaba poco para el mediodía volvimos, me puse a cocinar, los padres todavía no habían vuelto…

Cuando caminábamos de regreso salió el tema del amor, dijo que ya no tendría relación con ningún hombre, que para ella se había cerrado el amor, que se iba a dedicar exclusivamente a su hija…

Yo escuchaba, no emití ninguna opinión (ya vamos a ver pensé)…

Después de hacer el tuco fui a bañarme, cuando estaba todo listo bajé primero con la olla de los ravioles luego con la del estofado…

Aplausos de reconocimiento…

Habían puesto un mantel, traído vajilla de lujo, una mesa lo que se dice bien puesta…

El almuerzo se desarrolló con varias conversaciones, Manuel me dijo que debería hacer reparar la pintura, que el óxido me va a comer la chapa…

Asentí con la cabeza, Carmen fue a buscar el helado, Daniela fue con la abuela y se quedó en la casa para mirar televisión, cuando terminamos de tomar el café el matrimonio dijo que se iban a caminar para bajar la comida…

Ester se puso a levantar todo lo de la mesa, yo fui a buscar un taper para guardar la comida sobrante, después a lavar las ollas en las piletas del camping, cuando volvía con las dos ollas limpitas Ester ya estaba sentada a la mesa, subí a guardar las ollas y bajé con una galletitas…

La conversación anduvo por la hija, que el año que viene empieza la escuela, que no va a jardín, que en el barrio tiene muchos amigos, que los abuelos hacen de maestros, que ya sabe leer, escribir, sumar y restar…

Parece que habría que ponerla en tercero le dije ja ja…

En serio tenés que hacer arreglar el óxido de ahí y tendrías que darle una pintada…

Me levanté, estiré  el brazo pidiendo su mano, me miró, miró mi mano y me la dio, con un pequeño tironcito la hice levantar…

La llevé a ver el interior de mi motorhome, al subir cerré la puerta, pensé en jugármela, cuando empezó a ver el interior abrió grande los ojos, miró el tablero, la mesa, la mesada, el freezer, la cocina, la heladera, todo miraba, las alacenas, seguía tironeándola de la mano, le mostré el baño, el dormitorio, no salía del asombro, al sentarnos a la mesa le conté que está pintada a propósito para que parezca oxidada, es nueva, todo para no llamar la atención…

Se escuchó la conversación de los padres, habían vuelto y estaban sentados a la mesa, como la ventana de la cocina justo estaba sobre la mesa se escucha claro y como está mucho más alto no se ve nada, igual los vidrios son de esos que de adentro se ve pero al revés no…

Ella se levantó y se puso a mirarlos y escucharlos, el padre decía que no puede ser que Ester esté haciendo la vida que hace, que tiene que cambiar de idea, que  la vida no es solamente la hija.

La cardiocirujana.

Me acerqué despacio la abracé con suavidad, se sobresaltó un poco, le empecé a besar el cuello, morder las orejas, fui subiendo mis manos hasta sus pechos, le mordía el hombro, gemía en susurros, la fui empujando para que sacara el culo, le levanté el vestido le corrí la tanga y muy despacio se la fui metiendo, seguía gimiendo casi en silencio, cada vez le daba un poco más rápido y con más fuerzas, me acordaba de Etelvina en la cocina y más me calentaba, Ester se fue retirando cada vez más de la mesada, llegó un momento que estaba con los brazos estirados aferrada a la mesada, en un ángulo de noventa grados…

Acabamos juntos, no le pregunté si podía acabarle adentro, esperó unos segundos y se dio vuelta, se sacó la tanga y se sentó en la mesada, me agarró de la remera y me metió entre sus piernas, me agarró la pija y comenzó a pajearme, al rato ya estaba dura, ahora ponémela me dijo y otra vez a bombear, nos besábamos, mordíamos, parece que hacía años que no cogía…

Después me enteré que era así…

Cuando volvimos a acabar juntos escucho a la madre que dice…

Una cardiocirujana como ella debería estar más alegre...

Me quedé mirándola, bajo los ojos y frunció la boca aceptando lo dicho por la madre…

Ni se lavó, se puso la tanga con toda mi leche dentro, bajó, los padres se sorprendieron un poco…

Tienen razón papis, desde éste instante voy a cambiar, pueden ocuparse de Daniela por unos días, que me voy con Federico…no me esperen vuelvo a casa por mi cuenta…

Yo los miraba, ellos me miraban…

El padre se levantó y me dijo si podía hablar conmigo, si Manuel, subí a ver el interior de mi casa…

Le hice el recorrido, le conté que soy hijo de millonario (así como tengo plata soy buena persona ja ja), me pidió que la cuidara, que no la hiciera sufrir, que no la engañara y que y que…

Le aclaré que ella sabe que en unos días me voy, quizás para no volver nunca más…

Si las cosas ya están habladas de acuerdo…

No quiso avisarle a la hija, está acostumbrada a que la deje, cuando me llaman del hospital y si la veo capás que no me atrevo…

Recorrimos por tres días las playas de la costa, parábamos el mh en la costa de la playa, desde la arena lo veíamos, tomábamos sol un rato, nos poníamos bronceador, le compré una biquini que no le tapaba un carajo, hizo que la afeitara al ras, ningún miedo a que le pase la hoja de afeitar por la concha, estoy todo el día con el bisturí en la mano, no le temo a los cortes, cuando le tocó afeitarme ella a mí me cagué todo…

Nadábamos un rato, mucho no aguantábamos por el agua bastante fría, íbamos al mh a almorzar, una siesta con sexo, a la tarde lo mismo, a la noche íbamos a cenar a algún restaurante…

Algunas veces cociné, cuando volvía de correr tenía listo el desayuno, varias veces en lugar de tomar el café me le tiré encima y hasta que no acabamos dos veces no paramos…

Todos los días teníamos sexo como tres veces, fueron tres días en que disfrutamos el uno del otro, nunca había tenido sexo anal, en un 69 le empecé a meter un dedo en el culo, coleaba tratando de sacárselo, no le di bola, al rato le metí el segundo, ella seguía chupando.

Me duele me duele!!! gritó un par de veces.

Seguí con mi tarea, sabía en qué iba a terminar el asunto, se puso en cuatro contra el costado de la cama.

Despacio, si me duele mucho lo sacás heee me dijo…

Si amor, quedate tranquila, te va a doler un poco al entrar después te vas a acostumbrar y gozarás…

Qué dolor ni dolor, ella se lo metió hasta la mitad de entrada.

Hummmm dijo.

Al instante se relajó.

Metelo todo dijo.

Yo empujé muy poco y ya chocábamos los cuerpos…

Dame fuerte, dame fuerte, rompeme bien el culo, que lo sienta me dijo…

Empujé con mucha fuerza, traté de darle velocidad, cuando acabé me pareció que hubiera querido más…

Se hizo costumbre el sexo anal, repetimos playa, comidas y sexo hasta llegar a Piriápolis, estacionamos al costado de un hotel hermoso de la bella época…

Cuando hablaba con mi familia surgió el tema de que con mi papá compartíamos las mujeres…

Se quedó confundida cuando le dije que había tenido sexo con mi  mamá y con mi abuela…

Así que si algún día nos juntamos tendrás que tener un trío con mi pa y conmigo ja ja…

Y qué tal está tu papá…

Mejor que yo Ester, mejor que yo…

Si es así no hay problema ja ja…

Se nota el poder del dinero, todo de primera, los negocios, las avenidas, las playas, los edificios, el puerto, esos yates impresionantes, me acuerdo cuando estuve de chico con La Amistad, el velero de la familia.

Ester se lo tomó bien en serio lo de divertirse, quería sexo cada rato, le gustó el anal, yo agradecido, ya quedaba bien conforme, también le daba como media hora, le dejaba el culo rojo, lleno de marcas, de los cachetazos…

Visitábamos por la mañana una playa diferente, de las más famosas, al mediodía almorzábamos en un restaurante, tarde siesta y sexo, excursiones, a la noche a cenar, a bailar, al cine, no dejamos lugar sin visitar…

A Casa Pueblo, a un parque acuático…

La noche en que habíamos decidido ir a bailar estábamos cenando en un restaurante muy de moda, cuando se acercan tres mujeres.

Ester, Ester, hola, qué hacés, con quién estás, quién es éste muchacho…

Mi amante les dijo, lo tengo contratado por una semana, ustedes qué hacen…

Se quedaron mirándome…

Yo me paré y di una vuelta para que me miraran bien…

Nos vemos nos dijeron…

Son compañeras mías, me hay hecho la vida imposible diciendo que soy una mojigata, que parezco una vieja, que tengo una manera de pensar de hace cien años, no sabés cómo me amargaron la vida y ahora las hija de mil, me ven en compañía y en vez de disimular, se vienen en malón y únicamente para chismear, perdoná lo que dije, me salió de la bronca, ja ja, la cara que pusieron cuando te levantaste y diste la vuelta, ja ja, perdoná…

Naaa, Ester estuviste genial, van a tener para contar bastante y parece que quieren seguir investigando, las veo por el espejo detrás de ti, se arrimó y me dio un beso prolongado…

Las guachas nos siguieron hasta el boliche, las ubicaba bien porque una tenía un vestido con unas lentejuelas, que al darle las luces reflejaban…

La confitería oscura, con humo, luces negras, esas que se te ve la dentadura, también la caspa del pelo…

Nos sentamos en un reservado, pedí un cóctel para ella y un licuado para mí, no va que también entraron las compañeras…

Y si las llamás le pregunté…

Te parece…

Y para darle más letra…

Mmm no sé, creo que voy a hacer macana…

Y agitando el brazo las llamó, vinieron dudando…

Les presento a Federico, mi novio…

Hola chicas, dejen acá su ropa, las abracé y besé con un pico chiquito a cada una…

Todas cirujanas, pero Ester es la jefa de todas…

Al rato bailábamos los cinco a lo loco, se tomaron como cinco cocteles cada una, Claudia una morocha estaba realmente en pedo, se abrazaba a mí, me agarraba el bulto y me decía vamos a coger Federico…

Después se durmió en los sillones…

Cuando nos fuimos estuve como una hora repartiendo a las chicas, a Claudia la tuve que llevar a upa, la acomodé directamente en la cama y ya que estaba le saqué el vestido…

La guacha no traía corpiño…

Otra tuve que explicarle al marido que era el novio de Ester, que estaba en el auto con las otras…

Bajó a verlas el desconfiado…

Se tranquilizó cuando subió al mh y Silvia le dijo dame un beso Claudio…

Después de estacionar y mientras me estaba haciendo una mamada se quedó dormida Ester

Salí a correr, había decidido que pasaríamos dos días en Montevideo…

Cuando volví tenía preparado el desayuno en la cama, Ester desnuda me esperaba al costado de la bandeja con el café…

Dejé el café para después…

Nos fuimos a Montevideo…

Al mediodía estábamos almorzando frente al Río de la Plata…

En dos días recorrimos todo lo que pudimos, el domingo nos pasamos el día en la cama, nos levantamos únicamente para ir al baño y comer algo, día de sexo, nos invadía la nostalgia, tristeza, porque sabíamos que tenía que…

Pegar la vuelta…

A la tarde del domingo 27 de septiembre subía mi motorhome al barco para regresar a Buenos Aires, la saludaba agitando la mano a Ester, teníamos los teléfonos, me dijo que una vez por mes iba a venir a visitarme.

si venís acordate del trío con mi viejo.

Heee, igual te voy a ir a visitar…

(mmm puede ser unos meses después difícil pensé).

En mi casa se había organizado un asado con todos, no faltaba nadie, muchos abrazos, besos, mirá que había llegado como a las diez de la noche, mientras cenábamos fui repartiendo los regalos, indicación de mi madre, la contadora, todo organizado tenía, cada regalo con su nombre…

Cuando se fueron todos y quedamos en familia…

Bienvenido Federico me dijeron…

Había pasado más de un año y la verdad es que los extrañe muchísimo…

Continuará…