Federico 38

Sigo viaje, vuelta a la ruta, a bailar, madre e hija.

38

Federico

Antes de éste relato, se deberían leer “Federico 21 al 37”… éste Federico 38 es la continuidad y algunos personajes o situaciones son enganchados, puede ser que no se comprendan en su totalidad…

Sigo viaje…

Y qué iba a hacer, Estela la abogada que estuvo compartiendo conmigo el último mes se fue, quedé solo…

Me fui al carajo, agarré la ruta para Florianópolis…

Mientras hacía kilómetros pensaba en si era buena idea ir dónde estaba Judit, tal vez piense que la estoy siguiendo, y si está en otra, si le molesta mi presencia, yo la llamo y le pregunto…

Como tenía el manos libres estuve hablando con ella como media hora…

Me quedó claro que se alegró muchísimo cuando le dije que iba a visitarla, me consiguió poder estacionar mi motorhome sin cargo, lo de usar las instalaciones ya veríamos, me dijo que si las usaba con ella ningún problema, deslizó que como cargo tendría que recibir varias noches a una invitada…

Que me iba a esperar hasta la hora que llegara, llegué casi a las tres de la mañana, estaba mirando la televisión en el hall del hotel, me indicó el lugar que me había reservado…

Apenas cerré a puerta la abracé, la besé, creo que me afectó más de lo que creí que se fuera Estela, cenamos, nos tomamos una cerveza en el hidromasaje, tuvimos sexo tranquilo, cuando se fue me dejó preparado el desayuno…

Me lo serví en una bandeja y me lo llevé a la cama, dormí hasta media tarde, es más no me levanté hasta que volvió Judit…

Me dijo si quería bailar con ella para entretener a los huéspedes, que era un logro que iba a anotarse como subgerente novata…

Casi tres veces por semana bailábamos, íbamos a la playa, a pasear, por las noches unas maratones de sexo que nos dejaban agotados…

Era todo diversión hasta que se cagó…

De la gerencia no veían con buenos ojos que ella pasara las noches en el estacionamiento del hotel, ni que saliera conmigo…

Me dijo que tendríamos que vernos fuera del hotel…

La abracé, besé y le dije.

Chau Judit, espero te vaya todo lo bien que te merecés, te quiero, cuidate…

Y me fui a la mierda…

Vuelta a la ruta…

Había decidido que el camino iba a ser el que bordeaba el mar, tal vez no sea el mejor, pero no quise meterme para Porto Alegre, todo camino de costa, hermosa ruta, amplia perfecta…

Pasado el mediodía estacioné frente a un supermercado en un pueblo llamado Albatroz, estaba a unas cuadras de la playa, estaba un poco cansado y la verdad es que medio bajoneado, he sacado la conclusión que no me gusta mucho estar solo, necesito compañía y si son mujeres mejor y si tenemos sexo mucho mejor ja ja…

Compré agua y elementos de limpieza, pienso gastar toda la mercadería que tengo, más adelante veo una hamburguesería, dos sanguches y llevé el motorhome por una calle que pude estacionar dentro de la playa, se escucha el golpeteo de las olas, siesta, desperté renovado…

Bajé en malla, con una toalla, el sol ya no pegaba tan fuerte, a nadar, estuve como una hora nadando en círculos siempre viendo la costa, quedé agotado…

A la noche otra vez hamburguesas, en el mismo lugar que al mediodía, me puse a pensar, espero que no me agarre dolor de cabeza ja ja…

Y saqué algunas conclusiones, cuando llegue a Montevideo voy a volver en el ferry, no quiero dar toda la vuelta, no voy a meter más el mh, en esa calle dentro de la playa, con el viento se llena de arena, mañana me voy a dedicar a lavarlo, me voy a quedar unos días, dentro de algunos días se cumple un año desde que partí…

A bailar.

La moza no deja de mirarme, le voy a decir algo, es una joven de 20 años cuando mucho, con algunos kilitos de más, lo que le hacen unos pechos y un culo resaltantes, pelo cobrizo enrulado, piel chocolate claro, ojos oscuros…

Sonia, (así se lee en su chapita), me podés traer un helado…

Si señior …

Y cuando me lo trajo le pregunté.

Decime Sonia hay por aquí algún lugar dónde se pueda ir a bailar esta noche?

En portuñol no fuimos entendiendo…

A trescientos metros un boliche, una confitería nocturna, hoy sábado a partir de las diez de la noche…

Pero a esa hora no llega nadie ja ja dijo…

Vos vas a bailar…

Siii, vamos todos.

Hizo un gesto abarcativo para los empleados…

Y yo puedo ir con ustedes…

Mejor nos encontramos dentro me dijo y me cortó…

Me parece que me pateó ja ja…

Corrí el mh a media cuadra del boliche y me recosté, cuando desperté eran como las dos de la mañana, casi sigo durmiendo pero no, me lavé, cambié y bajé…

Mucho movimiento en la vereda, pagué la entrada y adentro…

Tuve que acostumbrar los ojos para por lo menos ver por dónde ir…

Me acomodé contra una columna, cerca de la barra, el boliche tiene unos desniveles, parece un anfiteatro, la pista es el círculo central, a su derredor y sobre nivel asientos, mesitas, bancos redondeados, pasillos, un laberinto, la música aturdía y eso que estaba lejos de los bafles.

Con esfuerzo compré una gaseosa y seguí en la columna, apoyado con el vaso en la mano, si me ven de lejos dicen, miralo al borracho ja ja, se me está pasando el bajón…

Me había olvidado de Sonia, la chica de la hamburguesería…

Fue ella la que me ubicó…

Hola Federico, creíamos que ya no venías, sabes bailar…

Si sé  bailar Sonia…

Me tomó de la mano y bajamos a la pista, en el viaje dejé mi vaso en una mesita…

Y todos apretados estuvimos haciendo que bailábamos moviendo el cuerpo si cambiar mucho de lugar…

Me dijo que me tenía que presentar a todos...

Después en los días me enteré que era por los celos del forastero…

Y saludé a como diez entre chicos y chicas, pagué tres rondas para todos, ahí fui más simpático…

Luego bailábamos entre todos, va nos movíamos en el medio de la pista…

Si bien nos mirábamos bastante, en ningún momento hubo ni siquiera un acercamiento con Sonia…

Y visto que no avanzaba nada mencioné que me retiraba, ni bola me dieron, saludé a todos uno por uno, cuando me tocó Sonia noto que me da un papelito…

Recién cuando subí a mi mh lo leí…

”esperame un tu camper, voy en un rato”…

Como una hora tuve que esperar, sentí unos golpecitos…

Subí le dije…

Miró todo con asombro, había cerrado todas las ventanas, de afuera ni luz se ve…

Cuando se dio vuelta me abrazó y me besó, estuvimos un buen rato pasándonos nuestras salivas…

Al despegarnos me dice…

No podemos irnos de acá…

Siii, para dónde querés ir…

Y manejé por la ruta hasta un parador, había otros mh…

(viva pensé, no llamaría la atención)…

Nos metimos en el hidro, que cuerpo tan rellenito, podés tocar por dónde quieras y encontrás, me hizo poner el profiláctico de entrada, se sentó sobre mis piernas y se empaló, el agua nos acariciaba, nos besábamos, le mordía los pechos, al rato empezó a gemir y gemir…

Siiii, siiii.

Con un estremecimiento noté que acabó, se abrazó con fuerza a mí, las paredes de su vagina me apretaban la pija, yo no pude acabar, me mantenía duro como rulo de estatua…

Ella se dio cuenta, sin sacarme el forro se puso a hacerme una mamada…

La levanté nos secamos y la puse en cuatro en la cama, se la metí despacio por adelante, para lubricarla, le metí un dedo en el culo, después otro, un tercero y le arrimé la pija, empecé a empujar y entró, con un movimiento se la metió hasta la mitad y luego toda (por acá anduvo más gente pensé), le agarraba las tetas, le tiraba el pelo, le acariciaba el clítoris, le daba cachetazos en las nalgas, acabamos juntos…

Nos dormimos en cucharita…

Me desperté con Sonia durmiendo sobre mi pecho, tenía una pierna sobre las mías, como queriendo que no me escapara…

Salí a correr, un poco nomás, no quería dejarla sola, no por miedo a que me robe, sino porque se asuste, cuando volví seguía durmiendo…

Preparé el desayuno, por más que el olor a café invadía todo el mh ni bola, seguía durmiendo, me puse a hacer galletitas…

Cuando había terminado de limpiar todo se despertó.

“bom día amor”

Le llevé el desayuno a la cama…

Estuvimos conversando…

Me contó que vive con su mamá, que terminó la secundaria, que hace falta trabajar para vivir, su madre limpia casas, que le había avisado que iba a pasar la noche conmigo, apenas dijiste de venir a bailar…

Cuándo le pregunté…

Cuando te invitaste en el negocio…

Y porqué ni bola me diste en la confitería…

Es por los celos de los muchachos, como no le doy bolilla a ninguno, que vos un forastero logre algo, te van a tener mucha inquina, dijo…

O sea que ya tenías decidido pasar la noche conmigo…

Siii, Fede, desde cuando te miraba como comías la hamburguesa ja ja…

Me investigó a fondo…

No le mentí en nada…

Se enteró que tengo plata, que soy soltero, que en unos días me voy para siempre…

Dijo si no la quería invitar a almorzar a un lugar caro, si podía “manteha alguns días”…

Que la bancara por unos días…

Siii, Sonia pero no abuses…

Madre e hija.

Y fuimos a almorzar a un restaurante en la ruta, uno de varios cubiertos, es uno de esos en que el mozo te va trayendo la comida de a pedacitos, comés hasta hartarte, me mencionó que le gustaría presentarme a su madre, pero que el carro tuyo es muy atrayente, voy publicar que estoy contigo…

Le ofrecí que dejemos el mh  estacionado    e ir en moto…

Le pareció una genial idea, pasamos por un supermercado compramos para la cena…

Tal vez piense Sonia que encontró un paga todo, creo que lo hago con gusto, me encantó como me lo planteó y todo el gasto es en comida, pensé…

La casa estaba en las afueras del pueblo, bastante alejada, una casita bajita, con un hermoso jardín, entrada de auto que te llevaba a un gran fondo, con un galpón de chapa, tenían una pileta de lona inmensa, una parrilla de esas de tambor, todo el pasto cortado, impecable…

La casa de dos dormitorios cocina comedor y baño, la madre, Etelvina, Sonia con veinte años más, igual a su hija, o su hija igual a ella, tal vez un poco más de kilos que la hija…

Pero más culo y tetas ja ja…

Cuando me presentó…

Ma éste es Federico, del que te dije, él nos va “mantenha alguns días”…

(metió a la madre en la mantención ja ja pensé)…

La mujer me abrazó y besó, me clavó las tetas que se me empezó a parar…

Sonia me dijo si no les hacía las galletitas, que te estuve mirando mientras las hacías y yo pasaba por dormida ja ja…

La abracé y besé en la boca…

Ella abrió el brazo e invitó a la madre al abrazo, los tres sin problemas, la madre también encaró a mi boca, se me terminó de parar del todo, Etelvina bajó la mano y me acarició la pija por sobre el pantalón, se fue arrodillando me abrió el cierre, me la sacó y me hizo una mamada bastante rápida por mi calentura, con Sonia no dejábamos de besarnos…

Primero hicimos galletitas, después los tres desnudos en la pileta, en una mesita tenía servido unas caipiriñas y una gaseosa para mí…

Se me antojó hacer asado pero no habíamos comprado para eso…

Fuimos para el otro lado, no para el pueblo, a otro pueblito, ahí en un mercadito compramos todo lo necesario…

Le mencioné a Sonia si no se podía por la noche traer mi carro y meterlo en el galpón…

Tienes que hacer lugar me dijo…

Traspiré como una fuente para acomodar el lugar, tuve que dejar algunas cosas grandes afuera, bien entrada la noche fuimos a la parrilla a buscar el motorhome, bastante gente cenando, tuve que bajar la moto para meterlo, en el galpón no entraba por lo alto, igual la iba a bajar…

A la medianoche me puse a hacer asado, ellas en bola en la pileta, la noche espectacular, yo desnudo con ojotas en la parrilla…

No se movieron de dentro del agua, el esclavo las servía ja ja, se ve que ya lo practicaban, tenían una madera ajustable en los lados de la pileta que les hacía de mesa…

En la cama de la madre, una gran cama, pasamos la noche, si bien en la pileta las serví, ellas en la cama se prodigaron para hacerme gozar, no dejaron parte de mi piel de acariciar, besar, lamber…

Etelvina se sentó sobre mi pija, se la metió completa, Sonia en mi cara, le apretaba las tetas, noté que mucha participación entre ellas no había…

Algunas lambidas en conjunto al miembro pero nada más…

No había besos lésbicos…

Después cambiaron ahí comprobé que las tetas de la madre son más grandes que las de las hija…

Estuve hasta el domingo a la noche, una semana me pasé, tal vez el que lee cree que solo disfruté, no señor, ellas si bien me hicieron gozar también han gozado intensamente, Etelvina cuando acababa quedaba destruida, parecía que se le acababan las fuerzas, era de tal magnitud la acabada que tardaba bastante en reponerse, con Sonia lo mismo, lo único que es más joven y se reponía pronto…

Los días espectaculares para tomar sol, desnudos en la pileta, Sonia había pedido la semana como vacaciones anticipadas, festejamos con baile y torta el cumpleaños uno de mi salida a pasear, me parece que fueron años desde que me equivoqué y en lugar de tomar por la Panamericana, agarré por la ruta 7…

A Etelvina la fui a llevar dos días para trabajar a una casa, después la fui a buscar…

Dos tardes la pasamos dentro de mi casa con el aire acondicionado…

Entre las dos mientras estaba en la pileta me lo limpiaron a fondo, me lavaron la ropa, las cortinas, Sonia con una escalera me enjabonó hasta el techo…

Quedó impecable por fuera y por dentro…

Usé bastante comida de mis provisiones, no salimos para comprar nada…

Estaba en un paraíso, varias veces que entraba a la casa y Etelvina estaba en la cocina, me le arrimaba por atrás, la abrazaba, le apretaba los pechos, le mordía el cuello, las orejas, le levantaba el vestido, le corría la bombacha y se la metía, ella se inclinaba bastante sacando el culo con las manos apoyadas en la mesada, acabábamos juntos…

Con Sonia en la pileta la tenía continuamente sentada en mis piernas con mi pija metida.

Les propuse ir a visitar Río Grande do Sul, y pasarnos unos días, que después ellas se volverían en colectivo…

Aceptaron inmediatamente…

La ruta de noche si bien es tranquila, bien iluminada, amplia, como no la conozco, iba despacio, Sonia había hablado con un señor de un camping, nos estaba esperando, nos dio nuestra ubicación y se fue corriendo a dormir…

Como no teníamos sueño ellas se pusieron a tomar unas caipiriñas y yo a hacer galletitas…

Buscamos por internet los lugares que iríamos a visitar…

Una semana anduvimos, visitamos el cerro con el teleférico, la cascada El Caracol, navegamos en un barco por el mar, mirando la ciudad, recorrimos todas las atracciones que nos marcó la computadora, estuvimos en museos, viñedos, iglesias, no parábamos en ningún momento, desde la mañana a la noche, para todos lados, unos días de locos, en lugar de cenar en el mh, lo hacíamos en los restaurantes de la ciudad, hasta fuimos a la playa…

Cada noche era especial con respecto al sexo, tanto ellas como yo nos prodigábamos para hacer gozar al otro, despertábamos con sonrisas de felicidad…

Fue un descanso mental muy importante para mí,   el mantenerlas fue las dos compras de mercadería y lo que usé de mi mh, los gastos de las entradas…

El domingo a la noche cuando se fueron les di el sobre que me habían regalado las gallegas con 2000 dólares…

Ojalá que sean muy felices…

Me sentí triste, otra vez…

Ruta de noche, tranquilo, no la conozco, iba despacio, me puse a hablar con la familia, intuyeron que necesitaba conversar, mi abuela se puso a discutir conmigo sobre mis galletitas, a mí me va a decir, si hice miles…

Silvina me contó que la había vuelto a llamar Estela, que también le dijo que no sabía nada de mí, me dijo que le cobró la consulta…

Ja ja, bien hecho amor, que no abuse, si me dejó sin ningún remordimiento…

También me contó que la carretera por dónde andaba la había hecho nuestra empresa, así me dijo…

Continuará…