Federico 33a

Nuevo trabajo, noche de baile extraña, en la pileta.

33A

Federico

Antes de éste relato, se deberían leer Federico 21 al 32, éste Federico 33 es la continuidad y algunos personajes o situaciones son enganchados, puede ser que no se comprendan en su totalidad…

Nuevo trabajo…

Tal cual lo acordado llegué 7,30hs al instituto, me estaba esperando la señora Natacha, dimos la vuelta por la vereda, para la entrada de la pileta, puertas y ventanas vidriadas, varias mesas, es un restaurante, de las mesas, a través de vidrios se ve toda la pileta, podés estar almorzando o cenando o un cafecito y ves a la gente nadando…

Por un pasillo largo al costado llegamos a los baños, hay otra pileta bastante chica atrás, me dijo, es para la natación terapéutica, me mostró las instalaciones, yo tenía que llegar unos minutos antes de las ocho, prender las luces, fijarme la temperatura del agua y prender o no las calderas, poner música, a las ochos empiezan a llegar los nadadores, tengo que darle, flotadores, patas de rana, manoplas, lo que me pidan dentro de lo que tenemos y fundamentalmente que no se ahoguen, ja ja…

Es obligación nadar con gorro, entre semana vienen chicos del jardín, pero después te vas a ir enterando de todo el funcionamiento…

Y ahí estaba, sentado, al costado de la pileta, había controlado el agua, con las calderas, puesto la música, los que llegaban se ubicaban solos,  la pileta tiene varios carriles, mayormente cada nadador toma uno…

En la pileta del fondo el profesor Carlos, se vino a presentar, le da clase a personas con deficiencias físicas, aparecieron algunos con bastones, uno con esa mesita para caminar, de los más variados los pacientes…

Como tengo varias horas observo a los que nadan, algunos con buen estilo, otros no, en estado físico, otros un desastre, jóvenes, medianos, viejos, de todo…

Las mujeres, debo tener un problema, no hay una que no me guste, mirá que algunas son bastante gorditas heee…

Mi primer día de trabajo se fue rápido…

A la tarde, el profesor Carlos hace de guardavida…

Estaba invitado a almorzar en la casa de Natalia y Héctor, pasé por el mh y saqué una botella de buen vino, había venido Pedro con su esposa Soledad y su  hijita Azul, Flor me hizo sentar a su lado, noté en la cara de Natalia un gesto de desagrado, (qué le pasa pensé), Cintia se sentó frente a mí, en algún momento me parece que estiraba la pierna y tocaba la mía, yo disimulaba…

Un almuerzo de lo más conversado, quedamos que a las diez de la noche vendrían a mi casa, para irnos a bailar…

Noche de baile extraña.

Tenía preparado el motorhome en la calle, perfumado y con la calefacción prendida.

Primero llegaron las hermanas Dora y Sara, cuerpo fibroso, no sabés cuántos años tienen, deben tener la edad de Cintia pensé, son descendientes de coya, por lo tanto tienen esa piel oscura tan linda, unas preciosuras…

Llegó Sandra, venía con un tapado que no se le veía nada de su vestimenta, cuando se lo sacó, una pollerita que si estornuda se le ve el culo, una tolerita que si estornuda se le ven los pezones, mejor que no se resfríe ja ja…

Y último llegaron Flor y Cintia, Flor vestida casi igual que Sandra, Cintia bastante tranqui, pollera no demasiado corta y camisa trasparente, se le veía el corpiño…

Y partimos, me indicaron dónde estacionar el mh, un terreno vacío, ponelo detrás de ese árbol me dijeron…

Con cinco preciosuras iba, (hoy tengo para elegir pensé), qué error, a la media hora de estar dentro del boliche lleno de gente, se bailaba en varias pistas, barras largas, había pedido una gaseosa.

Qué decía, haaa, que a la media hora de estar me quedé solo y lo peor es que se notaba, ya que estaba en unos sillones para cuatro y no me podía ir ya que cuidaba la ropa…

Mis chicas, las que tenía para elegir me dejaron más solo que la una, a algunas las veía abrazadas a los besos.

Cintia parecía que iba a coger en el medio de la pista (que hija de puta pensé).

Las mocosas no se quedaban atrás, las que bailaban tranquilas eran las hermanas, pasó como una hora y media, me tomé tres gaseosas…

Solito profe…

Me doy vuelta y veo a mis chicas de la cascada (espero que no me dejen solo también pensé).

Estoy cuidando la ropa de mis amigas, mientras ellas bailan y ustedes…

Estamos con un grupo, allá, mirá.

Me saludaban con la mano, un grupo grande…

Cuando venían las hermanas para los sillones me levanté y fui con las chicas de las cascadas, nos cruzamos con Dora y Sara, (que cuiden ellas la ropa pensé, ninguna mía).

Las chicas me presentaron como el guardavida de la pileta, un grupo de más chicas que varones.

Somos del profesorado de educación física, así nos vas  a tener seguido por la pileta, conversaciones por todos lados, cada tanto miraba para dónde tendrían que estar mis compañeras, digo tendrían porque la única que estaba era Dora o Sara, se turnaban para cuidar la ropa, las otras ni bola…

Parece que a mi nuevo grupo no les gustaba mucho bailar, lo que sí les gustaba era tomar, tanto chicas como varones le daban a los preparados con muchas ganas…

Resultó que una de las chicas (Ingrid) que no era del instituto, casi era profesora de baile, ninguno de los varones quería bailar con ella, los dejaba en evidencia, parece que era bastante forra, todo me lo contaban “las de la cascada”.

En un momento me encara…

Y vos Federico, sabés bailar…

Ingrid es una chica de unos años más que Patricia, Estela y Susana, con muy buenas curvas, pelo negro azulado, piel blanca, ojos oscuros, muy linda, lo sabe y se pavonea…

Si Ingrid, sé bailar.

“Las de la cascada” me pellizcaban, tironeaban, creo que me querían avisar de que me iba a meter en un quilombo…

Te atrevés a bailar conmigo me dijo…

No creo Ingrid, soy un profesional y no bailo con cualquiera…

Parece que le hubiese puesto un supositorio.

Pero qué decís, yo te puedo dejar a la altura de un trapo de piso bailando, si quiero hago despejar la pista para mí entendés, así que mirá lo buena que soy…

Ja ja me reí, si sos mejor que yo te hago de esclavo, pero si soy yo mejor, vos qué harías…

El grupo hizo un silencio, todos expectantes por la respuesta, ”las cascadas” me seguían tironeando…

Si sos mejor que yo hago de tu esclava todo el día de hoy, todo el domingo, hasta las 24horas…

Acepto el desafío dije…

”Las cascadas” bufaron desahuciadas, se estableció que se iba a pedir la pista central y que se le iba a pedir a la concurrencia su votación.

Se les explicó que era un duelo, incluso, una chica del grupo presente en el desafío era la que le tiraba letra al locutor le contó de la apuesta y él se lo contó a todos, empezaron a gritar.

Esclavo esclavo, esclava esclava…

Cuando se despejó la pista vi a mis compañeras amontonadas en los sillones, las pendejas y Cintia se habían llevado “sus levantes”…

Cuando me vieron aparecer detrás de Ingrid, miraban asombradas…

Es cierto que Ingrid es buena bailando, pero yo hace como veinte años que practico, hicimos demostración individual y en pareja, nos llevábamos espectacularmente, de todo tipo de movimientos.

En un principio quiso llevar el mando, me impuse en base a fuerza y habilidad, cuando hice esa de que cae muerta en mi empeine, ella creyó que la tiraba al suelo, cuando abrió los ojos y le sonreí se dio cuenta que había perdido…

También contribuyó que había más varones que mujeres, y se había notado de mi mejor preparación, fui declarado ganador…

Mis compañeras quisieron venir a saludarme, no les di bola y me fui con mi nuevo grupo, al rato vino a buscarme Dora. Tenemos que irnos Fede, las mocosas están borrachas…

La miré a Ingrid…

Pasá a buscarme en un rato por … tomá mi número del celu, dejame ir a cambiarme.

Voy en moto le dije…

Saludé agitando la mano a todos, besé a “las cascadas” y me fui…

En el motorhome nadie hablaba, las pendejas fueron llevadas a vomitar dos veces.

Primero dejé a las hermanas en los edificios, después ayudé a Cintia a llevar a Sandra a su casa, Cristina me miró con una cara de culo…

Después la que me miró con cara de culo fue Natalia…

Cuando Cintia quiso venir conmigo le dije…

Estoy comprometido ahora.

Y la dejé con la boca abierta…

Bajé la moto y metí el motorhome, Carmen me llamó, le conté todo, con lujo de detalles como dice mi otra madrina…

Las madres van a querer hablar con vos…

Y les voy a contar lo mismo que a vos madrina…

Me sirvió una sopa riquísima.

Voy a cobrar mi premio madrina, hoy no creo volver, te quiero…

Me abrazó.

Cómo me hacés acordar a tu padre, andá que voy a llorar me dijo…

Me había armado un pequeño bolsito, zapatillas, short, calzoncillo, campera y algunas boludeces más…

Con el GPS llegué perfecto, un caserón impresionante, cuando paré la moto frente a su casa salió, también venía preparada, traía su bolsito, zapatillas, pantalón, buzo y campera, bien abrigada, hacía frío…

(hubiera venido con el mh pensé),

Vamos a la plaza me dijo, tengo hambre.

Nos pusimos a desayunar en la confitería en la mesa mía ja ja…

De entrada le aclaré que el grupo piensa que sos agrandada, que te crees superior a todos y me parece que no sos así…

Mirá Federico, en el grupo se compite a ver quién es el padre de más plata, la mejor ropa, los novios, las novias, yo tengo tres años más que la mayoría, me estoy por recibir de abogada, no pienso ni un poquito como ellos, qué querés que haga, otros amigos de mi edad y pensamiento no hay,  las únicas más o menos potables son las tres conocidas tuyas, de dónde las conocés…

De visitar las cascadas en Cafayate…

Piensa poner su estudio acá en el centro de Salta, el padre es el dueño de una distribuidora grandísima de materiales, después saqué la conclusión que unas amigas de mi padre trabajan ahí y me parece que algo tiene que ver con Maricielo…

Como estábamos en moto y estaba un poco fresco decidimos primero misa…

Es imponente la Catedral Basílica de Salta, una nave principal muy grande, escuchamos la misa de las ocho, pedí por mis seres queridos…

El camino al Cerro de la Virgen es muy lindo, se ven paisajes hermosos, visitamos el santuario de la Madre de Jesús, los sábados está una señora que dice tener apariciones de la virgen, mucha gente la visita, hay muchos creyentes…

Para visitar el Cerro San Bernardo dejamos la moto abrazada a una columna y nos subimos al teleférico, se ve toda la ciudad, visitamos la Cruz de Cristo y del Cerro…

Al volver estuvimos dando unas vueltas por el parque,  vimos los patos en el lago y a la plaza central, la cruzamos y visitamos el Museo Arqueológico de Alta Montaña, tiene las momias de dos niños, un hallazgo arqueológico de 500 años…

Cuando almorzábamos me toma de la mano.

Fede, te tengo que pedir disculpas por lo que pensé de vos…

Y qué pensaste Ingrid.

Que de entrada íbamos a ir a un hotel, que nos echaríamos unos polvos y chau, pero me dejaste descolocada, fuiste a misa conmigo, mi familia es muy católica, veo que vos también lo sos.

(mis abuelas pensé).

Recorrer lugares religiosos, me dejás que te de un beso…

Me arrimé y la besé con pasión, le metí la lengua, fue una largo, se notó que estábamos calientes…

Apenas pasar la puerta de la habitación del hotel nos desnudamos.

Me dijo que tomaba pastillas y que estaba sanita, me imagino que vos también con semejante físico ja ja…

Como bailando, nos llevamos perfecto teniendo sexo, logramos acabar juntos dos veces, tuvo varios orgasmos más, vaginal, oral, cubana, 69, en la mañana terminamos con sexo anal, le dolió un poco, pero se acostumbró enseguida.

Hace mucho mucho que no lo practico ja ja…

Cenamos y desayunamos en la habitación…

La dejé en su casa y me fui a trabajar…

En la pileta…

Tengo que hacer algo sino voy a dormirme pensé, estaba sentado al costado de la pileta, mirando a los nadadores, hasta sus ir y venir me adormilaban…

Aparecieron “las cascadas”, Patricia, Susana y Estela…

Hola profesor, tenemos un recreo de veinte minutos y vinimos a que nos cuentes todo lo que hiciste con Ingrid, te la cogiste…

Pero que es esa boquita Patricia, jamás voy a contar una cosa como esa…

Se la cogió dijo Estela…

La boca niña la boca, fuimos a misa, a los cerros, al museo, a almorzar y nada más, eso sí, quedamos que vamos a repetir la salida, pero sin obligación…

No te creemos dijo Susana, es tan creída cómo parece…

No no es cómo parece, me contó que entre ustedes compiten hasta por la bombacha que usan, aunque de ustedes dijo que eran diferentes para mejor…

Viste te dije que no era tan mala, dijo Susana…

Se estuvieron riendo de cómo te tratábamos de avisar que no te metieran en semejante lío.

Yo te pellizcaba y vos no dabas bola, la cara que puso cuando le dijiste que no estaba a tu altura ja ja ja.

Y estuvieron los veinte minutos riéndose de todo (ellas vienen a natación a la tarde)…

Continuará…