Federico 31a

Cafayate salta, bailes, más trabajo, romance...

31A

Federico

Antes de éste relato se deberían leer “Federico 21 al 30”… éste Federico 31 es la continuidad y algunos personajes o situaciones son enganchados, puede ser que no se comprendan en su totalidad…

Cafayate, Salta.

Estacioné a cien metros de la plaza central, al costado de una iglesia, estaba cansado, me tiré a dormir una siesta…

Esa noche,  en un restaurante frente a la plaza cené milanesa de llama.

(será pariente de mi enamorada, ja ja pensé)

Escuché música y vi bailar a un conjunto del altiplano, así se anunciaron, bastante flojitos…

Tomé del mostrador un montón de folletos turísticos (esta noche los estudio)…

Llamé a la familia…

Viernes 12 de marzo.

Lo había estudiado bastante, me preparé y bien equipado, ropa para  correr/caminar, mochila con agua, malla y otra muda de ropa, documentos, llaves, celular y plata, qué más…

A un trote constante llegué al lugar que se decía que comenzaba el recorrido por el cauce del Río Colorado, hablé y negocié con un guía, Pablo.

Íbamos a hacer una excursión de tres horas para descubrir las Cascadas de Cafayate, seríamos cinco, el guía, yo y tres chicas adolescentes…

Empezamos en un sendero de tierra, nada difícil, dentro de un cañón, entre dos montañas de piedras…

Pablo dice que ahora el sendero va a pasar varias veces por el río…

Con partes de cascadas y cruces por cuevas, subimos, bajamos, saltamos el río, nos mojamos, en cuatro patas cruzamos una cueva, llegamos a la primera olla, un lugar hermoso para refrescarse con agua limpia…

Al seguir el camino se complica un poco, hay que subir y bajar paredes de la montaña rocosa, hay que agarrarse bien firme o te vas al suelo, varias veces ayudé a las chicas…

Llegamos a la primera cascada, es chica…

Pablo dijo que se van a ir haciendo más grandes…

Seguimos pero despacio…

La segunda cascada es más grande que la primera…

La tercera es más alta y fina en su chorro de agua, la cuarta ya es grande…

Las chicas se quedan en ésta, la tercera…

Después volvemos les dijo Pablo…

Ellas Patricia, Susana y Estela, dijeron que se iban a bañar…

Que cuando volviéramos almorzaríamos, que habían traído muchos sanguches…

Tuvimos que escalar por varios lugares, Pablo me buscaba los lugares menos peligrosos, en algunos momentos yo le tendía la mano para subirlo…

Tengo un excelente estado físico, muchas horas de ejercicio…

Nos refrescamos en la última cascada y volvimos…

Las chicas gozaban en la olla de agua, apenas nos vieron, salieron y extendieron un mantel y repartieron sanguches, al rato estábamos marchando de vuelta…

Fue un camino más corto y más sencillo, tomó por otro lado…

Al preguntarme cómo me volvía, las chicas se ofrecieron llevarme cuando les dije caminando, me dejaron en la plaza…

Unas hamburguesas en el micro honda y a dormir la siesta, hace calor, tuve que prender el aire…

A la tarde fui a visitar el Museo del Vino, es una muestra muy activa sobre la historia y las características del vino, emplean estímulos sonoros y visuales, podés ver y sentir,  hasta parece que oles el vino…

Te informan los tipos de vinos, la producción, elaboración, climas, uvas, de todo lo que busques encontrás, leí con interés sobre las plantas de uva, me acordaba de cuando trabajé, ja ja…

Volví a cenar en el mismo restaurante que ayer, locro con picante, me tomé tres cocas…

Me encontré con las chicas de las cascadas, nos sentamos a la misma mesa…

Me contaron que son egresadas de un colegio de Salta, que no las dejaron ir de viaje por que se llevaron materias, ahora que rindieron todo, se hicieron su propio viaje…

Yo les conté que estaba de paseo, que pienso ir a Salta…

Ja ja, me dijo Estela, entonces podrás venir a visitarnos…

Siii, pero denme sus direcciones, me las anotaron en una propaganda del restaurante…

Y vos dónde vivís…

Ahí a la vuelta de la iglesia les dije…

Me miraron extrañadas…

Ellas estaban parando en un hotel enfrente, en diagonal…

Vino un conjunto folclórico de baile, muy bien…

Esa chica, la que parecía ser la directora de espectáculos, de dónde la conozco…

No me puedo acordar o será muy parecida a alguien, sí pero a quién y por más que lo intentaba no lo sacaba, no me venía a la mente quién podría ser…

Después nos pusimos a bailar yo les organizaba los movimientos a mis tres compañeras…

Esta chica que digo que no me acuerdo me miraba, cuando terminó la música  hizo su aparición, iba a hacer un solo, yo me había quedado atrás, me di vuelta y con paso de baile la encaré, enseguida entendió que algo sabía, es más al minuto se dio cuenta que más que ella…

Hicimos unas mudanzas de gato, chacarera, zamba, bien surtido el menú ja ja…

Aplausos de todo el restaurante, cuando se retiraba me agradeció…

Al irnos, Susana me dice, a ver llevanos a tu casa si vivís ahí a la vuelta…

Vamos les dije…

Cuando llegaron a mi motorhome miraron incrédulas, de afuera parece un trasto viejo…

Vengan las invito un café…

Cuando subieron y vieron el lujo…

Hijo de… de afuera tiene pinta de ser una cagada y mirá que lujo…

Se sentaron a la mesa, les hice café, estuvimos conversando como dos horas, cada una contó lo que piensa seguir estudiando…

Yo les conté de mis aventuras por España, que había estudiado en Barcelona…

Me dijeron que anotara sus direcciones y teléfono en mi celular, lo tuve que hacer delante de ellas…

Se iban mañana temprano, nos despedimos con besos y abrazos…

El sábado salí a correr temprano, cuando volví desayuné y me bañé, después fui al banco y a la feria artesanal cruzando la plaza…

Recorrí del primero al último puesto, compré cinco cacharritos y toda clase de boludeces…

Pienso que para regalar y fundamentalmente para ayudar un poco a los artesanos…

Con una bolsa en cada mano me volví a meter en el restaurante de siempre, comí empanadas con cerveza…

Como no estoy acostumbrado a beber alcohol, me sentí con un cansancio y sueño, a dormir la siesta, me desperté tarde, llamé a la familia y otra vez a cenar al restaurante de siempre…

Hoy se llenó, yo en la mesa de siempre, cuando terminé de cenar, empezó el baile, la directora me encaró directamente, otra vez dimos una exhibición…

Aplausos cerrados, volvió a agradecerme, no me puedo acordar de dónde la recuerdo, si ni sé cómo se llama…

El domingo después de correr, desayunar fui a un club especial, con un impresionante gimnasio, lugares para spa, masajes, sauna, de todo tiene…

Lo que más me importaba, la pileta, con agua que viene para un solo lado, tenés que nadar contra la corriente, es muy entretenido y cansador…

Me pasé todo el día en el dichoso club, me salió una fortuna el día…

A la noche al mismo restaurante, me parece que estoy tratando desesperadamente acordarme quién es esa chica o a quién se parece, cuando bailamos le pregunté su nombre…

Claudia me dijo…

Ella no me preguntó el mío, creo que me cortó todo tipo de acercamiento, ja ja…

El lunes llevé a lavar y revisar todo el motorhome, para la noche tenía contratada una excursión a una bodega…

Recorrer de noche la bodega en pleno valle calchaquí es una experiencia hermosa…

Comienza alrededor de las siete y media de la tarde, nos dieron una copa de vino a cada uno de recibimiento, ésta bodega dijeron está enclavada a más de 1700 metros sobre el nivel del mar.

Cuando nos preparábamos para recorrer la bodega y degustábamos sus vinos, casi sobre la vid y bajo la luz de las estrellas, aparece la guía y quién es la guia…

Claudia la directora que baila en el restaurante, saludo a todos globalmente, a mí se acercó y me dio un beso en la mejilla…

Es mi compañero de baile le dijo a todos…

”Noches Mágicas”, dijo, es el nombre de lo que haremos ésta noche, una recorrida por las instalaciones, los distintos momentos de la bodega, su construcción colonial, el aroma que nos acompaña, los contrastes de lo antiguo con lo nuevo, como vasijas de concreto y los tanques de acero inoxidable, pasando por las poéticas barricas de roble…

Hicimos otra degustación  y una caminata por los viñedos, el olor de la tierra y del verde…

Para finalizar un fogón con un asado espectacular y el infaltable baile folclórico en donde Claudia y yo demostramos nuestra capacidad…

Mientras comíamos me preguntó si después no quería volverme con ella y tomar un café en el restaurante…

Siii Claudia…

Tiene un autito de esos chiquitos, yo me tuve que doblar un poco para entrar…

En el camino le dije…

Claudia te propongo llevarte a otro lugar a tomar el café, así podemos hablar más tranquilos…

No te estarás queriendo hacerte el vivo.

No no Claudia, es para poder conversar, en el restaurante no creo que podamos…

Le hice estacionar su auto atrás de mi motorhome…

Cuando bajamos, como iba adelante, le saqué la alarma y destellaron las luces…

Vení, abrí la puerta, se quedó dudando.

Ja ja, vení subí que estamos al lado de la iglesia y de la plaza…

Subió con desconfianza…

Al ver el interior parece que se tranquilizó un poco…

No digo yo que la gente cree que por que tenés plata sos buena persona…

Se sentó a la mesa yo traje unos alfajores que había comprado en Santa María, puse a calentar el agua y empecé a batir el café…

Claudia, sabés que me parece que te conozco de algún lado o te parecés mucho a alguien y no me puedo acordar a quién…

Y mirá me dijo, yo trabajo en la bodega, soy enóloga, también me ocupo del entretenimiento del hotel y algunos fines de semana bailo acá a la vuelta…

Y vos qué hacés…

Yo estoy paseando, estuve en Santa María, en Jáchal, en San Juan, en Mendoza y en algunos lugares más, soy de Buenos Aires…

Le conté de mi estudio en Barcelona, de mi trabajo allá, mitad de mi familia está en Valencia, España, la otra mitad en el gran Buenos Aires…

Yo tengo mi mamá en Mendoza, tiene una academia de baile…

Yolanda!!! Grité, es Yolanda tu mamá, de ahí te conozco, vi tu foto…

Cómo te  llamás vos, me preguntó…

Federico le dije…

Pero siii, vos sos Federico el de la casa rodante, el que trabajó con mi mamá, el que no le quiso cobrar, el que le cambió la manera de pensar.

No sabés lo mucho que te aprecia, tiene otro carácter, hasta está ahorrando unos pesos, cuando antes no llegaba a cubrir el alquiler, a veces tenía que ayudarla.

Vení Fede dame un abrazo, no sabés la alegría que me das poderte conocer, estaba un poco desconfiada de estar con vos a solas acá en éste motorhome…

Estuvimos conversando de todo, me dijo que lo del café era para preguntarme si no quería bailar con ella a las noches en el salón del hotel que está detrás del viñedo, ella es la directora artística, de lunes a viernes…

Le dije que me gustaría, pero durante todo el día qué hago, ya recorrí casi todo por acá…

Y si querés también te hago entrar como empleado en el hotel, eso sí, para hacer de todo un poco…

Dale probemos…

Hizo un llamado…

Listo mañana a las diez, tenés que estar, bueno se hizo tarde, me tengo que ir, decime porque no me seguís y estacionás frente al hotel, así no tenés que levantarte más temprano…

Y la seguí, me indicó dónde estacionar, me saludó con la mano y se fue…

Ella vive en el hotel…

El hotel, uno de los tradicionales de Cafayate está sobre la ruta 40 a pocos metros del centro, es una construcción colonial, es el mismo estilo que la bodega, son los mismos dueños, tiene 32 habitaciones muy grandes, para huéspedes y dependencias, pileta de natación, amplios salones, etc., todo un hotel de campo y de viñedos, sus muebles son antiguos, jardín, una preciosura…

Hay una cava, el que quiere puede ir a elegir su vino para acompañar su comida, hay una huerta en la que se cultivan todo tipo de hortalizas para el comedor…

Más trabajo…

La señora Elisa es grande de físico, con kilos de más, me hizo acordar a Teresa, la profesora de Santa María pero en blanco, es la supervisora general…

Me dijo que como iba recomendado por Claudia iba a ser un poco condescendiente conmigo, me interrogó que parecía de los servicios de inteligencia, me recontra recalcó mis obligaciones, mis horarios, que me debía comportar como un santo, y que, y que, y que (cómo será si no es condescendiente, pensé), empezaba mañana…

Me permitió poner mi motorhome en el estacionamiento.

Si igual lo vas a poner en la calle, así que mejor que te tenga acá adentro así te controlo mejor…

Lo puse un lugar casi todo bajo techo, un poco a la mañana le daba el sol…

Miércoles 17 de marzo.

Y acá estoy, de mucamo, ayudante de cocinero, lavacopas, mozo, entraba a las 10 y salía a las 18, al mediodía tenía una hora para almorzar, que no era fija, cuando no haya trabajo, podía llegar a almorzar a las 17…

A Claudia no la vi ayer ni hoy, hay dos chicas más casi en mis mismas condiciones, Josefina y Chabela, dejan a las 13 y vuelven a las 18, solo que a ellas no las hacen arreglar problemas de electricidad, plomería, gas, pintura, soldadura, etc, soy el que arregla todo…

Tendría que pedir aumento ja ja…

Vuelvo a pensarlo una cosa es trabajar por deporte y otra por obligación…

A las 10 de la noche estaba acostado casi en bolas en mi cama y tocan la puerta.

Siiii, quién es…

La señora Elisa, bajá que tengo que hablar con vos…

Me puse un pantalón corto y una remera, chinelas y le abría la puerta.

Suba Elisa le dije…

Dudó un poco, después subió, miró con asombro el lujo interior y la limpieza, se sentó a la mesa…

Quiere un café Elisa le dije…

Me miró y…

Si, haceme uno con dos cucharitas de azúcar, Claudia me dijo que vos ibas a participar con ella en la animación del espectáculo del salón comedor…

Es cierto, si señora es cierto le dije…

Bueno ella llamó, no puede venir, había ido a ver a la madre y no le arrancó el auto, así que vos te vas a tener que ocupar de hacer el espectáculo…

Perooo, yo no sé qué hace ella…

Y baila, vos no sabés bailar…

Si bailar sé…

Listo a las doce tenés la  entrada, tratá de hacer algo lindo…

Chabela me puso la música del malambo, yo con unas botas prestadas, bombacha prestada, camisa mía y poncho mío, di unas buenas muestras de cómo se baila el malambo, todos los comensales dejaron de comer para atender a mi baile… Clamoroso aplauso…

Como casi habían terminado de cenar, junté cinco mujeres y cuatro varones de los huéspedes y yo, los hice bailar varias chacareras, algunos algo sabían…

Como una hora estuve entreteniendo…

Juntaron en un florero  las propinas y me lo entregaron… Muchas gracias…

Lo puse en el fondo común, en dónde recaudan para todos iguales…

La señora Elisa me miró “toda la actuación” y sonreía…

A llamar a la familia y dormir…

Bien temprano, apenas aclaró, salí a correr, fui por los viñedos hasta el cerro y volví, cuando regresé, con el brazo  saludé a los muchachos de la plantación…

Me acordaba cuando anduve de changarín…

Claudia vino a verme a la noche…

Hola Fede, disculpame lo de ayer, fui a ver mi vieja y no me arrancó el auto, me lo entregaron recién esta tarde, me contó Elisa que estuviste fantástico, me contó todo, me gusta esa idea de sacar a bailar a los comensales, esta noche también podemos hacerlo…

Y así fue, a las doce de la noche, cinco bailes de los dos y a bailar con el público…

Así pasó una semana, con mis compañeras Chabela y Josefina cada día teníamos más confianza, yo necesitaba tener sexo…

Las jodía, ellas de unos años más que yo, tendrían cerca de 30, las dos solteras, Chabela con una hija de 3 años, me hacían acordar a las chicas de las termas, el problema era que no podíamos tener momentos juntos fuera del trabajo, no coincidían los horarios y en el trabajo teníamos a Elisa mirándonos todo el tiempo…

Un día la señora Elisa me pide que le arregle un enchufe en su oficina, mientras lo estaba arreglando ella me preguntó…

Cómo la vas llevando Federico, creo que hicimos una buena adquisición con vos, estás contento, te tratan bien tus compañeras, qué te está faltando, necesitás algo…

Y yo muy suelto de cuerpo le dije…

Señora Elisa todo fenomenal, el único problema es la falta de sexo, yo puedo traer a dormir a alguien a mi motorhome…

Y a quién querés traer, me dijo…

Bueno todavía a nadie, con mis compañeras no puedo que no coincidimos nunca, Claudia no me da bola, a no ser que la invite a cenar a usted, qué le parece…

(me estaba cagando de risa por dentro)

Vos querés invitarme a cenar.

Y si señora Elisa.

(sabía que era divorciada, también vivía como Claudia en el hotel).

Además de invitarme a cenar querés tener sexo…

Y sí señora Elisa…

Terminaste con ese enchufe…

Si ya está listo…

Bueno esperame esta noche después que actúen, ahora andate a trabajar, basta de charla…

(será así de mandona en la cama, pensé).

Como había dejado todo preparado, apenas terminamos de bailar salí disparando para mi mh, carne mechada con papas, volví a prender el horno.

A la media hora siento que golpean la puerta, abrí y como lo esperaba, la señora Elisa, con una pollera tubo negra, camisa blanca, un pañuelito al cuello, se la notaba recién bañada…

La hice sentar a la mesa, le serví una copa de vino, se la tomó de un viaje…

Serví otra…

Traje la bandeja con la cena, serví los platos, comenzamos una conversación de lo más entretenida, la notaba un poco nerviosa, tomaba una copa de vino tras otra…

Me contó que está separada hace algunos años, que lo único que hace es trabajar, que no sale del hotel hace como seis meses y salió porque tuvo que ir al banco…

Y eso que estamos a diez minutos caminando…

Que no tuvo hijos, no puede tener por una infección cuando estuvo embarazada, que su familia está en Uruguay, que a veces se siente triste.

(al ritmo que toma se va a agarrar un pedo pensé)

Yo le conté sobre mi vida, que estoy paseando, que tengo media familia en España, bueno lo que cuento siempre…

Cuando quise preparar café, se había dormido borracha…

No se despertaba, la tomé en brazos y la llevé a la cama, le saqué la pollera y la camisa, la tapé bien y me acosté a su lado…

A la mañana siguiente cuando salí a correr le había dejado preparado el desayuno y puesto la alarma para que se despertara…

Es una alarma especial, suena como la puta, la traje de España, es suiza…

Cuando volví ya no estaba, durante todo el santo día me parece que me estuvo esquivando, cuando se fueron las chicas me llamó…

Federico, me tengo que disculpar por mi comportamiento de anoche, estaba muy nerviosa, hace como cinco años que no tengo una cita, esta noche te lo puedo compensar…

Siiii señora Elisa, la espero igual que anoche, voy a cocinar otra cosa…

No no cocines, podemos, bueno no cenar…

Listo, la espero…

Otra cosa Federico, no mi llames señora Elisa, ni de usted, me hacés sentir más vieja todavía…

Elisa yo te lo digo por respeto, no porque crea que sos vieja, es más creo que estás muy bien, ja ja, me pasé no…

No, no te pasaste, siempre que sea para decirme piropos, dale nomás, ja ja…

Apenas subió la abracé y besé, en principio no hacía nada, pero cuando lo empezó a hacer, parecía una enloquecida, me apretaba con fuerza la cabeza contra sus labios, me abrazaba con pasión, gemía por cualquier cosa que le hiciera.

La fui llevando hacia el fondo, nos fuimos sacando la ropa, al estar abrazados todo el tiempo no podía ver bien su cuerpo, es grandota, en lugar de entrar a la pieza entramos en el hidromasaje, el agua estaba preparada, se relajó, la acomodé sobre mis piernas y le puse mi pija en la puerta de su vagina, ella se la fue metiendo sola, empujaba y sacaba, se iba dilatando, yo firme, únicamente besos y mordidas de pezones muchas…

Cuando la tuvo toda adentro empezó a cabalgar frenéticamente.

Siiii, sí , hijo de puta, qué polvo me echás, si siii.

Y gemía y llorisqueaba, desatada estaba…

Creo que acabó varias veces, es multiorgásmica me parece, lo sentía cuando las paredes de su vagina me apretaban…

En la cama también fue desesperación, (debe ser el tiempo en que no tiene relaciones pensé, por lo menos no es mandona), esa primera noche tuvimos sexo a lo misionero nada más, creo que nos dormimos como a las cuatro de la mañana, le dejé el despertador y el desayuno preparado y salí a correr…

El viernes vino de nuevo, había terminado de hablar con la familia, estuvimos primero en el hidro, después en la cama, mientras hacíamos un 69 le fui metiendo dedos en el culo, al principio parecía como que no quería.

Que me hacés, nunca lo hice por ahí, despacio que me duele, despacio, así, si despacio…

Mientras seguía chupando se fue adaptando, cuando casi le entraron tres dedos sin tanto dolor se la metí muy despacio…

Al rato bramaba y gemía sin ningún pudor…

Guacho me estás rompiendo el orto, hijo de puta cómo me hacés gozar.

Y la cantidad de expresiones de puta barata que decía…

(mirá a la señora Elisa, parece un carrero, pensé)

Dormimos en cucharita…

Cuando sonó la alarma, como habíamos  quedado de ir a pasear a la Poma, el fin de semana y el lunes que teníamos franco, bajó y trajo dos canastas repletas, no sé de qué…

Cuando lo descubrí, empanadas, pastelitos, tuco y ravioles…

(voy a tener que correr más kilómetros pensé).

Continuará…