Federico 30a

Termas de fiambalá, pelea y trabajo,las gallegas.

30A

Federico

Antes de éste relato se deberían leer “Federico 21 al 29”… éste Federico 30 es la continuidad y algunos personajes o situaciones son enganchados…puede ser que no se comprendan en su totalidad…

Voy a las termas…

A las semanas me fui, dejé a la familia gitana con costumbres tan diferentes a la mía…

Pasé por Famatina, Campanas y Tinogasta, en todas di una vuelta por la plaza principal, conociendo de afuera las iglesias, como estaba cansado no me quise bajar…

En Tinogasta comienza la “ruta del adobe”, llega hasta Fiambalá, es porque edificios y viviendas están construidos con adobe, se extienden por Córdoba y Anillaco.

Pasé la noche en una estación de servicio en Fiambalá. Hablé con toda la familia…

Fiambalá…

En la mañana me dirigí a las Termas de Fiambalá, un complejo de aguas termales enclavado en las sierras.

Llegué por un camino de ripio al final, en la entrada, donde cobran la estadía no había nadie, debe ser muy temprano pensé…

Son 14 piletones que están uno debajo del otro, el agua termal que brota de la tierra llega al primero, éste rebalsa y pasa al segundo y así hasta debajo de todo…

El último es más grande, en la primera pileta el agua casi hierve, no te podés meter, son piletas de poca profundidad, tenés que estar sentado en el piso, las paredes son de piedras, el piso también.

Hay un restaurante, una hostería con habitaciones, cabañas y lugares para acampar, ahí me quedé yo…

Pensé en pasarme unos buenos días sin hacer nada, meterme en las piletas de agua caliente, para relajarme y sacarme el estrés, ja ja…

Si bien tenía todo para cocinarme en mi mh., hasta una parrilla al costado, me tomé en serio eso de relajarme, tanto al mediodía como a la noche iba a comer a la hostería. De ir todos los días, ya tenía buen trato con Teresa, una señora cincuentona, flaca, muy simpática, dueña del negocio, con Cristina, la hija, veintipico de años, con unos kilos de más, con un hijo de cuatro, Carlitos, era separada y por último con Liliana, otra veinteañera, de buen físico.

Pelea y trabajo…

Para mí que estaban drogados, tres muchachos ya grandecitos, de edad y de físico, se pusieron a discutir primero con Liliana, después con Cristina y con Teresa…

Además de no querer pagar, levantaban la voz y parecía que querían meterle mano a Cristina, ésta le metió un cachetazo a uno, la agarraron del pelo…

De un golpe de yudo le inmovilicé el brazo al que la tenía del pelo, otro me tiró una trompada que esquivé y le pegué en el hígado, quedó desmayado, el tercero parece que recapacitó…

Pagó lo que debían y se fueron los tres abrazados…

Las chicas me agradecieron, me abrazaron, al rato, pasado el susto nos reíamos del episodio…

Ven la necesidad de tener un varón, aunque sea de muestra chicas, dijo Teresa, Fede no querés trabajar con nosotras, unas horas nada más…

Y así quedó, de nueve a catorce, preparaba café, hacía medialunas, recogía las mesas del desayuno, armaba las mesas para el almuerzo, cocinaba, limpiaba por todos lados, preparaba las habitaciones, arreglaba todo lo que se rompiera, las cinco horas me las pasaba trabajando…

Como digo siempre, era un divertimento para mí, es fácil si tenés plata y te das un baño de pueblo, la joda es cuando si no trabajás no comés…

Cuando terminábamos de limpiar lo del almuerzo nos sentábamos a almorzar…

Conté que estaba paseando, que había estado en Mendoza, San Juan, algo de La Rioja y ahora acá…

Teresa es viuda, el marido era policía y lo mataron en un robo a un banco en Tucumán, cuando Cristina tenía diez años.

Así que ando necesitada hace un montón, ja ja.

Cristina estaba separada hace tres años.

El guacho me quiso pegar, encima era un vago, lo denuncié, tenemos un hijo, Carlitos cuatro años.

Liliana se vino a trabajar después de terminar la secundaria, no quiso estudiar nada, es la hija de la hermana de Teresa, me contaron que ganaron la licitación para la explotación de la hostería hace tres años, es por diez con opción a diez más…

Vamos a estar acá hasta jubilarnos, ja ja…

Terminado el almuerzo me iba a dormir una siesta, después a la pileta termal, cuando me agarraba hambre me bañaba e iba a cenar…

Si veía que había mucha gente les ayudaba a las chicas, o sea que a veces trabajaba más de cinco horas por día…

Por la mañana bien temprano salía a correr hasta Fiambalá y volvía, camino de ripio, de ida como iba en bajada todo bien, la vuelta era pesada, pero me mantenía en estado…

Al único que había llevado a mi casa era a Carlitos, el pibe tenía conmigo un cariño muy grande, si no le hacía caso a la madre, basta que yo se lo pidiera y santo remedio…

Con las chicas cada vez teníamos más confianza, se iba generando un cariño especial, tanto era la confianza que cuando estaban de espalda o se agachaban y yo pasaba, les tocaba el culo o las apoyaba…

Ja ja, no jodás me decía Teresa que un día no vas a escapar…

Un día al ir a limpiar una habitación, al pasar por la puerta veo que Cristina está agachada acomodando algo, me acerco por detrás y la tomo de la cintura y le apoyo la pija en el culo…

Pegó un gritito, cuando descubrió que era yo, me dijo…

Cerrá bien la puerta.

A los besos nos desnudamos completamente a la cama recién hecha, cogimos una hora, más no podíamos, pude acabar dos veces, ella algunas más…

Y se largó la maratón sexual…

Al otro día me encaró Liliana…

Hoy vas a limpiar las habitaciones conmigo…

Se ve que las chicas le contaron, así que Teresa me dijo que a ella no le iba a alcanzar un polvo como te echás con las chicas, yo quiero más, así que buscale la vuelta…

La llevé a dormir la siesta a mi motorhome…

Después basta de, en la limpieza de habitación a la apurada, a dormir la siesta cada dos o tres días con todas…

De noche también rotaban…

Así iban pasando los días, correr, trabajar, siesta o sexo, pileta, cena, dormir o sexo…

A veces nadaba en el último piletón, es más grande y hondo, claro tenía que esperar a que no hubiera nadie, cosa difícil ya que hacían unos días de calor intenso…

En el complejo trabajaba una doctora, Daniela, cuarentona, de pelo rojo, ojos verdes, si bien tenía bastantes kilos de más, los tenía bien distribuidos, un físico importante, encima alta, imponía su presencia, estaba de nueve a quince, ella revisaba a la gente, para que no tuvieran problemas con la presión, el agua salada y el vapor del calor la elevaban y a todo el que requiriera sus servicios en otras cuestiones…

Algunas veces coincidíamos en la pileta…

Cuando nos hicimos más conocidos venía a almorzar con nosotros, una día me preguntó directamente.

Decime Fede no habrá un lugar para mí  también para lo que tenés con las chicas…

Yo la miré y para qué iba a desmentir…

Dany mañana avisa que te quedás y pasamos la noche juntos querés…

Dejame inventar algo para mi marido, me respondió…

Al otro día directamente de terminar de almorzar nos vinimos para casa, apenas subimos cerré con seguro la puerta, la comencé a besar muy delicadamente, ella en principio no respondía, cuando fue relajándose me apretaba de la nuca para que no despegara mi boca de la de ella, nos desnudamos y nos metimos en el hidromasaje, se sentó sobre mi pija, se la metió toda de una sola vez, nos besábamos, le mordía los pezones, ante la pregunta me dijo que tomaba la píldora, que no me preocupara, cuando pude acabar, ella también lo hizo conmigo, su segunda vez…

Nos secamos y a la cama, tiene un cuerpo morrudo, le levanté sus piernas a mis hombros y se la fui metiendo, estuvimos como diez minutos, cambiamos a estilo perrito, mientras hacíamos un 69 le fui dilatando el culo…

Hijo de puta, por ahí no lo hice nunca…

Siempre hay una primera vez Dany, te va a doler un poco al principio, pero después vas a ver cómo vas a gozar…

Así fue nomás, le dolió, no mucho cuando se la metí, al rato me gritaba…

Más fuerte, más fuerte, metémela toda, haaa, gemía.

Le daba cachetadas en las nalgas, le tiraba del pelo, acabamos juntos…

Nos levantamos de la cama únicamente  para cenar unos sanguches e ir al baño,  después de desayunar nos fuimos a trabajar juntos…

Mama mía qué noche, qué mujer…

Una vez por semana repetíamos…

Las gallegas…

Una tarde mientras estaba en la pileta escucho hablar a dos españolas.

“coño, cuidaros que nos vamos a dar un golpe”, “coged por allí”…

Venían haciendo equilibrio por la vereda de piedras que bordea a las piletas, además de escaleras, tienen desniveles…

Me paré y les extendí las manos para ayudarlas, agarró una mano cada una y las hice llegar a la escalera que entraba en la pileta.

“sentaos chavalas”, le dije…

Me quedaron mirando.

Coño nos hemos encontrado un paisano…

Ja ja, no, yo soy argentino, es que estuve los últimos cinco años en Barcelona…

Y sentados en el agua nos pusimos a charlar, son de Galicia, andan paseando hace tres meses por Argentina, están parando en un hotel en  la ciudad de Catamarca…

Les conté que estudié en la universidad de Barcelona, que trabajé en un restaurante, que anduve en velero, que fui a Valencia…

Va le conté toda mi vida en España…

Ellas me dijeron que tienen farmacias en Galicia, así me dijeron…

Cuántas pregunté.

Dieciséis…

Pensé, las chicas son de dinero…

Tenían una conversación de lo más interesante, se pasó el tiempo, ellas tenían una habitación en la hostería, la misma habitación en tuvimos el encuentro con Cristina ja ja…

Queréis que las invite a una cazuela...

Me acordé que tenía en el freezer todo para hacer una al disco…

Se me quedaron mirando…

Oye chaval, no te esteráis burlando de nosotras, no…

Queréis dije…

Se miraron dudando…

Venid, acompañadme, recogéis vuestra ropa…

Fuimos los tres al motorhome…

Cuando subieron y vieron el lujo interior parece que se tranquilizaron…

No te digo yo, algunos creen que porque tenés plata sos buena persona, mmm, no será al revés…

Les dije que se bañaran, que yo iba a cocinarles.

Maruja y Remedios, dos sesentonas, se las notaba adineradas, la manera de moverse denotaba seguridad, tenían el cuerpo justo, no sobraba ni faltaba nada, creo que tenían las tetas operadas, pero chicas, no resaltaban por grandes, pero sí por su dureza, bien paradas…

Mientras Maruja se bañaba, le dije a Remedios que preparara unas bocatas…

Unos sanguches…

Metí las bolsas con los preparados en el disco, primero una bolsa de verduras, después la de mariscos, salió una cazuela como para seis, trajeron un vino y una gaseosa, de mi bodega…

La cena se extendió como tres horas, casi a media noche decidimos ir a dormir…

Si quieren pueden dormir acá, tengo lugar para todos…

No intentarás nada extraño.

No, ustedes pueden dormir en la cama grande y yo en la cucheta…

Al ratito nomás de cerrar la puerta de la pieza…

Y chaval, qué esperas para venir!!!

Me sorprendió, no pensé en nada sexual con ellas, me levanté y al abrir la puerta, las dos desnudas sobre la cama, Maruja toda depilada, Remedios tiene una línea de pelos, muy cuidada…

Me arrollidé y metí mi cabeza entre las piernas de Maruja y la mano entre las de Remedios, mientras lambía, chupaba, mordía la vagina de Maruja, le metía los dedos en la concha a Remedios, al rato cambié…

Haaa, sigue, más, más, así, así.

Gemían, bufaban, acabaron dos veces cada una, me desnudé y a lo misionero se la metí a Remedios, le estuve dando un rato, después a Maruja, cuando estaba por acabar me salí me empecé a pajear y les acabé en sus pechos, panzas y cara, me lo habían pedido…

Dormimos los tres abrazados…

Cuando me fui a trabajar seguían durmiendo…

Las vi de lejos en el almuerzo…

Cuando después estábamos almorzando Teresa que viene a sentarse me dice…

Dijeron las españolas que te diera saludos que te han dejado un regalito en tu casa…

Se habían ido después de comer…

Podían haber venido a saludar, a despedirse…

Bue, así no me enamoro, ja ja…

Me habían dejado un sobre con mil dólares, sus números de teléfonos y una nota…

Fede eres un chaval muy pero muy lindo y reservado, te esperamos en nuestra Galicia próximamente, besos.

Con el mismo ritmo, correr trabajo pileta sexo,  estuve hasta fin de febrero, el lunes primero de marzo partí con camino a donde me lleve la ruta, cuando sienta que estoy cansado paro y duermo…

No voy a prefijar más destino, voy a ir recorriendo los pueblos, ciudades y listo…

Marzo.

Al rato llegué a Tinogasta, tiene antiguos edificios, hermosos paisajes, elevadas montañas, se puede practicar todo tipo de actividades, recorrí el centro, compré vinos, gaseosas, carnes, dulces y helado…

Encaré para conocer la Cuesta de Zapata, cuando vi el cartel de ruta intransitable, tuve que dejar el motorhome y bajar la moto, estaba emperrado en conocer…

Que camino de mierda, ripio del grande, las vistas espectaculares, un precipicio que te daba cagazo arrimarse, (pensé, si venís rápido y derrapás vas a parar al carajo) bueno conocí la Cuesta…

Pasé por el pueblo de Londres, su plaza, su iglesia, sus casas bajas, algunas de adobe, un cartel indicaba Ruinas de Shinkai, lo dejo, estoy queriendo descansar…

A la tardecita llegué a Belén, estoy cansado, voy a parar en algún lado, estacioné al costado de un hotel, muy lindo y grande…

Mientras me preparaba algo para comer me puse a hablar con la familia…

Cuando le tocó el turno a mi viejo…

Pa, ya van seis meses que salí y todavía no hice mil quilómetros, como siga así voy a tener que volverme o pasarme más tiempo que un año sabático…

Fede, vos tomate el tiempo que quieras, sos muy joven, tenemos plata, acá todo marcha muy bien, estamos construyendo un edificio donde era la casa de tu madrina, te acordás…

Si pa, cómo no me voy a acordar, si ahí debuté, ja ja…

Es cierto Fede, me acuerdo la risa del jefe, bueno volvé cuando quieras, eso sí, llamá muy, pero muy seguido, tu madre y tu abuela se vuelven locas si no te escuchan, un abrazo hijo…

Y listo, podía seguir hasta que me pudra del viaje…

Continuará…