Favor con favor se paga (2)

Iniciando a una conocida en los juegos de dominación.

Al día siguiente a nuestro primer encuentro me manda un mail diciéndome que había quedado muy caliente. Y que esperaba que llegara pronto su momento, pero que por problemas laborales recién lo podríamos vernos dentro de 3 días, en la casa de ella.

No tenía mucha idea de por donde iba a salir Ana, la verdad es que si bien me excitaba la idea de quedar bajo su dominio tampoco me convencía. Así que contesté el mail diciéndole que ningún problema pero que en lugar de encontrarnos en su casa primero iríamos a tomar algo.

Llegó el día y nos encontramos en el bar, llegué unos minutos antes de la hora convenida, y me puse a leer un libro. Unos 20 minutos más tarde llegó Ana, disculpándose por la demora mientras me contaba que el jefe la retuvo para que vea algo de un informe a presentar a primera hora del día siguiente. Mientras hablaba la observaba, estaba hermosa, más de lo normal sus mejillas tenían un color particular y sus ojos un brillo distinto. Me asusté al pensar si su cambio sería por el anhelo del momento, sobre todo lo que había imaginado y lo que me esperaba.

Pedí un té para ella y seguimos conversando de temas triviales.

Hoy sos mío – dijo clavándome la mirada

La verdad es que no tengo ganas – le comento como si no me importara

Su expresión cambió radicalmente y comenzó a decirme que no tenía palabra que habíamos quedado en eso, etc, etc, etc........ Mientras le pedía que se calme, que no sea chiquilina y se comporte que estábamos en un lugar público.

Dado que mantenía su actitud decidí retirarme, dejé un billete sobre la mesa, tomé mi abrigo y salí caminando. Ella se levantó y continuaba reclamándome cosas, al ver que no le prestaba atención comienzó a empujarme con la mano. La tomo fuertemente por la muñeca y vuelvo a pedir que se comporte, la suelto y sigo caminando. Doy unos pasos más y me sigue me doy vuelta e inmediatamente la comienzo a besar, al principio se sorprende pero acepta el beso que luego devuelve.

La vuelvo a soltar, me doy vuelta y me voy. Otra vez comienza con sus protestas, la miro a los ojos y con voz firme le digo que se calle, luego la tomo de la muñeca, paro un taxi la hago subir y le indico una dirección al chofer que no estaba a más de 5 cuadras de donde nos encontrábamos.

Entramos a la habitación del hotel, cierro la puerta y empujo a Ana contra la puerta y comienzo a besarla.

Sos un hijo de puta, sabés que hoy me toca a mí debés hacer lo que te digo – dice Ana, ya sin mucha convicción

Ubicate – le digo mientras la abofeteo

Pero ¿es que vos no tenés palabra? – pregunta

Le toco los pechos o mejor dicho se los presiono provocándole un poco de dolor, para demostrar quien manda y porque le gusta. Bajé mi mano pasándola por sobre su falta, haciendo presión sobre su vagina y comenzó a mover las caderas.

La tomo del cabello y la obligo a arrodillarse

Sacalo – dije sin aclarar nada más

Hijo de puta – dijo con odio, mientras hacía lo que le pedí

Le pegue una nueva bofetada, por sus palabras. Se metió el pene en la boca y comenzó a chupar con devoción, mientras noto que una des sus manos se sitúa en su entrepierna. La tomo nuevamente de los pelos indicándole que se levante, me mira a los ojos con rabia, nuevamente la abofeteo, porque si., y luego la beso.

¿Quién manda?

Soy tuya, sí soy tu putita y sólo tú mandas.

Te quiero totalmente desnuda, sacate la ropa que quiero verte bien –

Me terminé de desnudar y me senté en un sillón. Con el fin de denigrarla le realice una inspección del cuerpo los pechos calientes, su concha empapada donde meti un par de dedos, su clítoris inflamado por donde pasé la lengua, su cola pulposa y luego se la hice abrir para mirarle y tocarle el ano. En todo momento acompañaba mis movimientos con palabras que demostraba quien tenía el control, fue como si inspeccionase mercadería para comprarla.

Al final de la inspección acerqué mi dedo al ano e hice un poco de presión, instintivamente Ana cerró el esfínter. Comienzo a pegarle en la cola con una zapatilla

Perdón, no me pegues más – dice ella casi llorando

Siempre recuerda, que es tu responsabilidad lo que te pasa. A mi no me gusta pegarte

Lo siento amo, seré buena.

Bruscamente la doy vuelta la hago arrodillarse, yo sigo sentado en el sillón; ella supone que nuevamente le voy a pedir que me la chupe. En lugar de eso le comienzo a mamonsear los pechos, tomo uno de los pezones con dos dedos en forma de pinza y comienzo a pellizcárselos. Le permito llevarse una mano a la entrepierna, con la condición de que me hable

¿Te gusta? – le pregunto

Si, me gusta Amo. Voy a ser una buena puta, tu buena puta.

Sos una esclava – la corrijo – eso es menos que puta porque no tenés ningún derecho. Existes para servirme

No, no – gime ella, mientras yo continúo presionándole los pechos

Sus gemidos aumentan, reemplazo la mano de ella por la mía, mientras comienzo a mordisquear los pechos y meto un dedo en su concha. Le saco el dedo y comienzo a pasárselo por el culo que es muy sensitivo

Sigue – dice ella

¿Te gusta putita?

Si mucho

¿Aunque duela? – le pregunto

Si, soy tuya Amo.

La cacheteo para volverla a la realidad y tomar nuevamente la iniciativa y la empujo contra el sofá que está del otro lado de la habitación. Tropieza y cae sobre el sofá, me paro y camino hacia ella y le pego unos chirlos aclarándole que es por su torpeza.

Por favor amo fóllame. Soy tuya, soy tu puta

Y ¿cómo querés que te folle- puta? Quiero escucharte porque me calentas

Quiero que me humilles, te ofrezco mi culo, que me azotes mientras me posees. Necesito tu polla en mi coño.

Vuelvo a pegarle, de acuerdo con lo que ella misma solicita, mientras le meto solo la punta del pene, Ana intenta tirar el cuerpo hacia atrás y mover sus caderas. La tomo del pelo y le digo que no se mueva. Yo comienzo a entrar y salir lentamente muy lentamente una y otra vez, hasta que luego se la saco; se la vuelvo a meter completamente de un solo empujón tomándola de las caderas y obligándola a moverse rápidamente.

La doy vuelta, me siento en el sofá y la siento sobre mí, observo su cara de vicio que me vuelvo loco, mientras la beso se la meto nuevamente, ahora es ella quien se mueve la dejo llevar el ritmo.

No puedo mucho más, tu cara te vuelve loco – digo mientras continuo besándola

Si Amo, nalgueame.

Lleva el ritmo de mis nalgueadas – le ordeno

De esta manera cuando le pegaba lentamente se movía lentamente y cuando acelera el ritmo de mis nalgadas ella lo hacía en el subir y bajar sobre mí. A estas altura ni ella ni yo hablábamos claramente lo hacíamos entrecortadamente, por los gemidos.

Me quedan unos segundos, voy a acabar

Te saco de encima mío y te acabo sobre tu cuerpo, te obligo a limpiarme la pija chupándomela y luego te obligo a sacar con los dedos la leche de tu cuerpo y a chupartelos.

De ahora en más serás mi puta, no quiero más discusiones al respecto

Si amo – es toda su respuesta

Te usaré cuando quiera, por donde quiera y como quiera

Si amo

¿Pudiste acabar? – le pregunto

No amo.

Eres incompetente, no sabes complacerme

No, no amo por favor no digas eso

Le meto bruscamente un par de dedos en la concha y comienzo a chuparle la concha. Pese a mi atención y dedicación aún no llega, ella comienza apretarse los pezones mientras jura entre suspiros que será una buena puta, cada tanto saco mi boca para decirle que la voy a fornicar cuando y como quiera. Sigo con mis dedos con movimientos suaves y lentos, sus gemidos aumentan hasta acabar.

Ya más tranquila la miro y seriamente le digo

Ahora, ya sabes que eres mía. Vamos a hacer muchas más cosas de éstas

Si amo