Fantasmas (4: El substituto)

"el entallado uniforme dejaba de manifiesto la redondez de sus nalgas y el notorio bulto que acusaba su bragueta "...

FANTASMAS IV (el substituto)

A Víctor.....

I EL GUARDIA

Rafael fue por un corto tiempo uno de los guardias que estuvo en el edificio poblado de oficinas donde yo trabajo.

De aspecto físico agradable, su piel blanca, el pelo negro y muy rizado, de complexión robusta sin llegar a ser gordo, es decir; tórax ancho, brazos firmes y piernas musculosas que el pantalón entallado del uniforme dejaba de manifiesto a la par con la redondez de sus nalgas y el notorio bulto que acusaba su bragueta, que por otra parte, hacía irrefrenable el impulso de apartar la mirada, quizá en espera de algún movimiento o temblor que delatara su viveza o turbación....

Sus ojos tenían un color particular entre el olivo y el ámbar y tal vez reflejaban mucho la luz o yendo más lejos quizá la naturaleza pasional de éste; con esa mirada expresiva que sabe decirle a alguien que te gusta; esa mirada que particularmente se detuvo en la mía y que en algún momento descubrí recorriendo mi entrepierna.

Su cara redonda y la sonrisa franca que descubría sus dientes parejos en dos hileras fuertes y blancas pintaban su rostro de crío, no así el efecto de su mirada que aunque espontánea mostraba un fondo oscuro, turbio, algo no definido que lleva implícito una invitación sexual....

Muy pronto establecimos confianza ya que por razones de trabajo y porque el era nuevo en el puesto, se dirigía a mí, siempre con la mejor disposición; algunas veces que yo me quedaba mas tiempo del habitual, invariablemente se aparecía en la oficina preguntando si se me ofrecía algo o con cualquier otro pretexto para que platicáramos; nos estudiábamos mutuamente con cierto disimulo en espera de la ocasión, en espera de lo que sabíamos que ocurriría, en tanto crecía la llama del deseo....

Procuraba ir con cautela, desconfiaba un poco debido a su edad, que oscilaba entre los 21 y 23 años; no obstante me seducía su desfachatez, su sola presencia me ponía inquieto e intranquilo, cuando lo tenía delante de mí, cuando lo veía caminar no le quitaba la mirada de encima, sobre todo a la parte inferior de su cuerpo que se señalaba por el ceñido pantalón, sus nalgas turgentes que marcaban un corto slip que las medio cubría y sobre todo aunque con el mayor disimulo, la inquietante verga aue se escondía bajo la bragueta....

A partir de las 6 de la tarde que se iba el personal; mi guardia favorito, aflojaba su corbata y se dirigía al baño común a lavarse la cara y remojar su pelo, quizá se aplicara un poco de loción y si notaba que yo estaba solo, se hacía presente inundando la oficina de frescura que me encendía la sangre...., dejaba su camisa desabotonada para mostrar su cuello ancho al que resaltaba una gruesa vena lateral, así como el inicio de su tórax níveo y el incipiente vello semejante a la pelusa de los duraznos....., se sentaba frente a mí haciendo mucho movimiento con las manos que lo ayudaba a expresarse mejor, dejándome sin fuerza, desarmado ante sus maneras seductoras, su mirada perversa y su sonrisa invitante....

Cierta ocasión que me encontraba absorto en mi trabajo, abrumado de cansancio y sueño, no me percate del transcurrir de las horas hasta que el ultimo compañero se despidió de mí preguntando si me quedaría algún tiempo mas, ya eran las 9 de la noche así que por su parte el se retiraba, me dijo adiós y salió; me quede pensando que hacer esa noche, era viernes y no había nada en puerta, mi cuerpo cansado y mi alma maltrecha necesitaba desahogo y cariño; se empezaba a hacer necesario una buena compañía querendona que calmara los pequeños impulsos de mi verga que por un doloroso tiempo había estado olvidada al placer.....

Hice una llamada a Malena, que en momentos como este solía proporcionarme una excelente compañía, tal vez cenar y bailar para terminar juntos haciéndonos el amor; para mi suerte, no la encontré, ya había salido, por lo que regresé a mi asiento a pensar que mas podría hacer, resignándome a irme solitario a mi departamento a pasar una noche mas en frialdad y aburrimiento; que cansado era aquello....

II EL BAR

Al salir de las oficinas vi que ya se había hecho el cambio de guardias y sentí cierto resentimiento contra Rafael pues ese día apenas lo había visto cuando llegué y ahora que lo pensaba, porque no se me había ocurrido antes?, quien mejor que él para sacudirme el abandono....

Con más pesar salí y abordé mi auto, encendí un cigarrillo y deje que la música me inundara el cerebro para no pensar más; avancé hasta la esquina y al disponerme a dar vuelta, lo vi ahí; parado bajo el farol, mi guardia vestido de civil, como esperando a alguien, me vio e hizo señas, me detuve y le pregunté que hacía, me dijo que acababa de salir y que esperaba el transporte, le abrí la portezuela para que subiera, yo lo llevaría; por supuesto que lo haría....

Su imagen ahí, en medio de la luz del farol me había emocionado, su ajustado pantalón de mezclilla y camisa de cuello redondo que se le pegaba al cuerpo lo hacía ver totalmente atractivo y apetecible; su radiante sonrisa le daba un aire muy sensual, su joven cuerpo era un fuerte estímulo a mis deseos....

Al subir al auto, dejó flotando su olor a perfume y a cuerpo recién bañado, que mi cuerpo recibió con un estremecimiento como si hubiera recibido una ráfaga de frío y suavemente, sin percibirlo un calorcillo me fue invadiendo....

Se sentó con las piernas totalmente abiertas y acomodándose el sexo mientras me miraba disimuladamente para sonreír con un "gracias por el aventón" .

Sin timidez me dijo después, que en realidad estaba esperándome para invitarme unos tragos y que en la oficina no pudo decírmelo porque no había encontrado momento de acercarse; conocía un buen lugar con música tranquila y ambiente agradable; mi contestación fue un sí inmediato y nos dirigimos a un bar pequeño, acogedor y realmente agradable.

Mi garganta sintió el bienestar que transmitía el ardiente tequila, la sensación caliente desde los labios hasta el estomago, el sabor que queda en la boca y el paladar, aunado al que sentía por estar con el, hablando en voz baja, en un universo de dos, los cuerpos cercanos, las manos que tocan de pronto un hombro, un brazo; las piernas que se rozan como al descuido, la percepción del calor que emiten dos cuerpos, su cara a unos centímetros, los alientos casi haciendo uno, los labios húmedos, los ojos brillantes y el placer creciente; todo aquello hacía arder mi cuerpo......

III OBSESIONES

"Cuan agradable es el preámbulo del encuentro de los cuerpos; donde el tiempo no tiene prisa; donde dos hombres se hablan con dulce rudeza, donde las manos expresan afectos o transmiten deseos; ya con apretones, palmadas o golpecillos; sobre todo cuando existe la certeza de que se va a un destino tan deseable como inevitable; las emociones sin prejuicios desbordadas, las palabras sin diques, atropelladas, espontáneas; las miradas cómplices....

Dos amigos botella en mano saliendo de un bar, nada especial; excepto que van embriagados de alcohol y deseo, trepan al carro y al amparo de la oscuridad, la noche los traga, mas si algún ojo indiscreto los hubiera seguido, habría detectado que tan solo a unas calles adelante, el auto aparca en un rincón oscuro protegido por las ramas de un árbol, con el pretexto de orinar se observan ya sin disimulo los falos semierectos, el glande descubierto y mojado, los hirsutos pelos, el chorro grueso y amarillo de la orina, ayudándose con las manos para dejar al descubierto el sexo que sostienen para que sea captado en todo su esplendor por los ojos del otro, si cerrar la bragueta tal vez entran de nuevo al carro para satisfacer ahora la otra necesidad, la de unir sus bocas púrpura, cálidas y ansiosas en un beso que contiene respiraciones entrecortadas y que permite a las lenguas la primera exploración y bienvenida, la exploración primera del objeto del deseo; el falo erecto...

Las manos viajando a lo largo de los cuerpos, sujetando, apretando, reconociendo y tocando con caricias desbordadas que aceleran la excitación de sus cuerpos.

El viaje continua en un trayecto poblado de música y respiraciones ahogadas, los costados juntos, el abrazo sutil, la caricia en la nuca, las manos de pronto entrelazadas esperando el cambio de luz de un solitario semáforo rojo, las erecciones totales, las sonrisas misteriosas y la ausencia de palabras " .....

IV SEXO

Caímos ahí en la alfombra, en medio del apuro de saborearnos, las lenguas sin dejar tramos por explorar, los besos delirantes, bocas sin otra guía que el instinto y el placer de los sabores de la piel salada, los brazos en alto, las manos entrelazadas, casi selladas en la urgencia de la carne, los cuerpos entregados al sexo que no entiende razón, al encuentro de placer puro haciendo uso de miles de recursos para ello, besar y tocar, apretar y acariciar, morder y chupar y entregar y poseer; las defensas eliminadas, entregados al oponente, con los falos duros y húmedos en busca de alojamiento; las piernas en fuertes movimientos, tensas como en un combate de luchadores, cuerpos entregados al desahogo del placer...

En que momento fue no puedo precisar; solo ahora recordando, su cuerpo abajo del mío, encontrados uno con otro, frente a frente, sus piernas en mis hombros, mi pinga buscando hundirse en su ano contraído y el viaje que de manera casi violenta realizo mi herramienta dura, que a cada embestida cobraba fuerza y se endurecía más produciendo pequeños ruidos en su vaivén; ruidos que fueron opacados por gemidos ahogados de dos hombres que en su delirio, emitían palabras, aullidos, frases amorosas; mis chorros de esperma saltando e inundando el esfínter de mi amante y los suyos alcanzando mi abdomen y pecho; la culminación de la demencial cogida que lentamente iba calmando su furor con el abandono de los cuerpos unidos aún, calientes todavía y con las bocas pegadas, siempre húmedas e insaciables....

V DESPERTAR

La tranquilidad que mi cuerpo sentía por la eyaculación y el descenso de la excitación, fue dejando paso al frío de la noche que me fue despertando sin violencia; un confuso recuerdo del encuentro sexual y la venida que acusaba mi calzón pegajoso, me ubicó en la realidad; el silencio total y la luminosidad de mi oficina; ya me daba cuenta, debido al cansancio me había quedado dormido, las imágenes que poblaban mi cabeza se fueron esfumando; con pesar y aburrimiento me levanté y salí de la oficina, constaté el cambio de guardias y sin volver la vista atrás salí al encuentro con mi soledad, mis pasos me llevaron a la frialdad de mi habitación, mi departamento vacío; mi lecho enorme que Paco había abandonado y que desde hoy deshabitaba para siempre; lo había sustituido ya un fantasma llamado Rafael.....

Cerré los ojos para revivir el sueño con él, sonreí con placer; mi verga mojada aún comenzó a sentir. empezó a endurecerse otra vez, mis manos que necesitaban un cuerpo que acariciar la aprisionaron, la descapullaron, la llenaron de calidez para rendir tributo a Onán en una febril masturbada, manchando las sábanas de blanco, esa noche en honor a Rafael....

Jeram