Fantasías reales (2)

Continuo con lo ocurrido al día siguiente, luego de compartirnos con otra pareja...

Desperté casi al final de la mañana con ricas sensaciones. Desnuda y frotando mis piernas entre sí, sentí el cuerpo distendido, relajado y con un rico picor en toda mi piel, que junto al intenso aroma a sexo que permanecía en el aire de la habitación y las sábanas aun húmedas de fluidos, me hizo abrir los ojos y estremecerme al recordar lo que pocas horas antes había vivido desenfrenadamente junto a mi esposo Nico, al compartinos mutuamente con sus amigos Carla y Jorge.

Noté que la casa estaba en silencio, por lo que pensé que todos habían salido. Mientras tanto, las candentes imágenes de lo ocurrido, volvían a mi mente una a una. Me daba gusto aquello. Boca abajo, alargué mi mano hasta acariciarme suavemente toda mi rajita. Mi mente divagaba analizando las fantasías de pareja que habíamos hecho realidad. Había visto a mi esposo coger con otra frente a mi y que él me viera mientras yo era penetrada por otro, además, había probado comerme a Carla, probar sus labios, mordisquear sus pezones, y hacer que nuestra cucas se besaran juntas, mientras nos penetrábamos con un consolador doble; había tragado leche de un huevo en mi boca, mientras otro casi al mismo tiempo acababa llenándome el culo. ¡Que sensaciones, que placer!

La siguiente imagen me paralizó por un momento, pues recordé mi rica actitud de puta y seguido, la de puta dominante. Recordé como había dominado a Nico, como lo había hecho mamarme la cuca mientras el huevo de Jorge me cogía y luego, como hice para metérselo en la boca y verlo mamar el huevo de su amigo. ¡Fue increíble!

Es cierto que Nico y yo, nos habíamos confesado todas nuestras fantasías desde bastante tiempo atrás, pero saber que cumplíamos con varias de ellas y en una misma noche, supero por mil mis expectativas y por diez mil mi excitación. Además, ahora que estábamos más dispuestos, iba a ser más sencillo llevarlas todas a la realidad, pues con poco más de diez años de casados, hemos acumulado muchas, que aparte de las que nos resultan mutuas como compartirnos con otra pareja, iban desde la doble penetración que he practicado con Nico y un consolador, hasta las mías de ser puta y de putearlo a él.

Mi mano y mis pensamientos se interrumpieron al escuchar los pasos de alguien aproximarse a la habitación. Estaba errada en lo referente a estar sola. Sentí entonces una suave caricia en mis nalgas, seguida de una dulce voz que me dijo: "Buenos días mi amor. Espero que hayas descansado...". Era Carla que sostenía en sus manos un ligero desayuno para mi. Sentí un poco de pena, pues ella, que se alojaba en mi casa, era quien me atendía. "Gracias. No debiste molestarte. Debería de atenderte yo..." le respondí, mientras me volteaba. "No te preocupes..." me respondió y agregó "Estoy despierta desde hace rato. Jorge y Nico salieron temprano y con la bulla, me despertaron... estaba esperando que despertaras para conversar contigo..."

Dudosa de cual sería el tema de conversación, asentí con la cabeza y dejé que comenzara a hablar ella... y de inmediato me preguntó: "¿Nico también practica la bisexualidad...?" a lo que le respondí: ¿Bisexual?, ¿Cómo así?, ¿por qué lo preguntas?"... "Por lo de anoche..." me dijo, y mientras ella empezaba a acariciarme la entrepierna, continuó: "De ti no me cabe ninguna duda, pues de mis experiencia con mujeres, aunque no han sido muchas, tu has sido la mejor... por la forma en que me abordaste, por como creaste y dominaste la situación, por lo bien que me lo hiciste, la forma en que disfrutaste tanto de mi y de Jorge como de Nico... pero al ver que hiciste que tu esposo le mamara el huevo a Jorge, me puso en duda si él también es como nosotros tres..."

Atónita por las palabras con las que esta bella mujer me halagaba con sus piropos, lo primero que se me ocurrió fue preguntarle: "¿nosotros tres?" Y me respondió: "Si... tú, Jorge y yo. No te hagas la loquita..." y con picardía subió su mano hasta mi rajita para presionármela un poco mientras sonreía entre dientes.

Me di cuenta entonces, cual revelación, que eran ciertas sus apreciaciones, pues revueltas entre las fantasías que por largo tiempo habíamos disfrutado Nico y yo, habían varias, por no decir muchas, en las que el aspecto de curiosidad bisexual de ambos salía a flote... y así se lo expliqué. Me incorporé, con una mano acaricié sus bellas tetas, mientras con la otra acompañé la de ella que ya hacía un rico movimiento en mi raja a la vez que uno de sus dedos abría los labios de mi cuca. Me acerqué a su boca y la besé.

Al separar nuestras lenguas, me dijo: "Ven, que quiero bañarte..." Ufff!!! sentí yo. Sin pensarlo siquiera, entré con ella a la ducha y jamoneándonos bajo el agua, sentí mis tetas frotar contra las suyas, a la vez que nuestras manos se deslizaban sobre nuestras caderas y nalgas... Tomó el jabón e hizo espuma frotándolo por todo mi cuerpo, con eso, nuestros cuerpos resbalaban aun más rico al frotarse. Ufff. Se dio vuelta, dándome la espalda y me lo entregó a mi para que hiciera lo mismo. Empecé con su espalda, luego la rodeé con mi brazos para alcanzar sus hermosas tetas en mis manos y poner sus pezones entre mis dedos llenos de espuma. Al bajar a sus nalgas, entre los primeros gemidos de placer por acariciarse y estirarse la pepa, me dijo: "lávame el culo..." y sin más demora me dedique... me arrodillé y con mis manos separaba sus resbalosas nalgas, mientras con mi lengua le lamía alrededor del culito rico que mantenía levantado y abierto para ayudarme. Al sentirlo un poco más relajado, le incrusté mi lengua, con lo que sus gemidos aumentaron. Al rato mi lengua se fatigaba, por lo que me incorporé nuevamente y dejé que mis dedos continuaran el trabajo. La hice recostar contra la pared de la ducha, mientras mis dedos, primero uno y luego dos, hacían remolinos dentro se su estrecho culo que se dilataba pidiendo más y más... luego de insertarle el tercer dedo, no pasó mucho tiempo hasta que oí un gran gemido y sentí su culo contraerse repetidamente sobre mis dedos, haciéndome saber de la gran acabada que se estaba dando.

Al retirar mis dedos se dio vuelta y con ambas manos sujetando mi rostro, me introdujo su lengua casi hasta mi garganta y aun con espasmos, restregaba su raja de arriba a abajo a lo largo de mi pierna. Me dijo: "Ven, voltéate para devolvértelo..." y le dije: "mejor salgamos y me lo haces en la cama." Y aprovechando la ventaja de ver sus estrechas manos, añadí: "La quiero, pero en la cuca, pero la quiero toda dentro de mi...". Eso hizo que sus ojos le brotaran y sin mucha demora salimos de la ducha y nos medio secamos. Me arrojé a la cama con las piernas abiertas para recibirla y de inmediato clavó su lengua en mi cuca, dándole largo lametones de punta a punta. Le pedí que alcanzara un poco de lubricante, pues la piel húmeda así, ya no resbala tanto... untó toda su mano y con ella me froto toda hasta la entrepierna.

Empezó haciéndomelo despacio, uno a uno, tirando y dilatando mi cuca. Los sacaba y volvía a meter. Al sentir que tenía tres de sus dedos dentro de mi, le dije "Haz un capullo con tu mano y métela toda adentro. Cógeme con toda tu mano" y un poco sorprendida, siguió mis instrucciones... con mi mano, guiaba la de ella y de un solo empujón la ayude a metérmela. Uff. como me gusta!!! sentí abrirme toda hasta pasar todos sus nudillos. Me incorporé un poco y le seguí hundiéndome la mano dentro hasta poder verle la muñeca al borde de los labios de mi cuca. Me recosté nuevamente toda hacia atrás y le dije: "Ahora si, bombéamela duro..!" y sí, lo hacía bien rico, lo hacía completo, la metía y la sacaba toda. Empezaba a sentir ese rico momento de placer en el que se convierte el dolor, en pasión divina. Sentía mi cuca abrirse tensá al máximo al hundirme su mano hasta el fondo y al sacarla, la relajación, sí una y otra vez sí... En eso, ocurrió lo que en esas situaciones para mi es inevitable y que resultaría evidente para ella... pues con cada nueva arremetida de presión y relax, mis fluidos internos empezaban a brincar, con pequeños, pero ricos y tibios chorritos, cada vez y que escurrían a lo largo de mi raja, alrededor de su muñeca, hasta sentirlos caer y rozar mi culo...

Carla me dijo: "mi amor te estás meando con mis empujones..." y yo por dentro pensaba: cómo detenerme en ese momento para decirle lo que ocurría, cómo frenar esas ricas sensaciones para explicarle sobre lo que es la eyaculación femenina, cómo contarle que cuando Nico me lo hace igual, o cuando se dedica a hurgar mi punto G, acabo en un charco de fluidos, cómo hago para perderme el final de esto para salir corriendo a un baño y no acabar en su cara... ... pues no hice nada... me decidí por dejar que ocurriera... continué bañándola en intermitentes chorritos y esperé el momento justo de máxima placer, mantuve la tensión... tome la toalla con la que nos habíamos secado y que aun se encontraba a mi lado. Como pude, envolví su brazo y amontoné el resto en mi cuca aun con su mano adentro y liberando toda tensión, dejé que fluyera de mi, el poderoso y mágico chorro que me brota cuando acabo así...

Para Carla la situación fue algo desconcertante. Le explique: "Pruébala... no es orina... no tiene ni el color, ni el sabor, ni el olor... pruebala!" con delicadeza retiró su mano y lentamente se acercó... al probarla, me dijo: "es asombroso..." y continuó usando su lengua, lamiendo todo rastro de aquella lluvia en mi... el placer fue máximo!!! Debo confesar que nunca un hombre ha lamido mi cuca, como lo hizo Carla ese día...

Las dos nos quedamos echadas un rato, conversando sobre el infinito placer del sexo, sobre las mil y una formas de disfrutar los placeres y sensaciones y del despertar de nuevas fantasías, más intensas, por los contactos personales que en internet, más recientemente, habíamos estado haciendo Nico y yo con otra pareja... le conté que de allí, de los chats, provenía nuestra fantasía de comportarme como puta y que esa misma fantasía contemplaba llegar a casa, luego de enviarme sola con la otra pareja, para abordarlos en una esquina cualquiera y que me llevaran para cogerme y me dieran de nalgadas cual perra, para que de vuelta, al nomás entrar por la puerta, dedicarlo a él que me esperaba, para tragarse del fluido de mi cuca y de mi culo, que traía el polvazo de aquel otro. Le conté además, que para practicar en la cama esa fantasía, hacía que me polveara la cuca o el culo e inmediatamente, me daba vuelta y lo ponía a que se tragara su propia leche mientras le decía: "toma trágate la leche" repitiendole una y otra vez el nombre del otro..." con cual nos ponemos los como loquitos de placer...

Esperé y llevé un tanto la conversación hasta llegar al momento idóneo para preguntarle: "¿Cómo es que tú dices que Jorge es bisexual?" a lo que me respondió: "¿No te confundas... acaso tu te sientes lesbiana por lo que acabamos de hacer?" y continuó explicándome que para nada de ser homosexual. Lo que pasó es que entre la insistencia de Jorge por hacérselo por el culo y desde la primera vez que lo complació de hacer un trío MHM, Carla aprovechó y lo puso en el mismo plan... pidiéndole insistentemente un trío ahora HMH, pero a él le chocaba... además lo presionó más, cuando le rebatía el hecho que si a algunas de nosotras nos debe gustar por el culo, por qué no a ellos, que además contaban con su siempre placentera próstata que nos piden una y otra vez que les hurguemos...( a menos que se trae de uno de esos que por dárselas de machos, machos, niegan ese placer) Siguió contándome como poco a poco jugaba con el culo de Jorge, como se lo mamaba y como día tras día le fue incrustando sus dedos uno a uno hasta que él los aceptó con gusto y como luego, poco a poco se internó hasta clavarlo con consoladores... concluyó el cuento diciéndome "...y de allí a lograr que otro tipo se lo culeara en mi presencia, fue solo un saltico de casual oportunidad. Aproveché mi HMH con el que por fin un día me complació y al terminar conmigo se lo puse a él haciéndo un HHM..." y remató diciendo: "la vista fue espectacular!!! Nos pusimos en posición para hacernos el 69, conmigo debajo y desde allí pude ver como el otro chamo se lo clavó! ...ummm... eso sí, solo lo hemos hecho muy pocas veces".

Quedé hipnotizada con semejante descripción. Pensé por dentro que según su narrativa, Nico y yo, ya habríamos progresado hasta justo al borde de esperar el mismo "saltico de oportunidad" pues al oírla hablar de todo lo demás, la situación era idéntica a la vivida por nosotros. Dudé por un momento, pero no me contuve y le dije: "¿Los cuadramos a ellos para esta noche?" ...ella sonrió y me preguntó: "Qué quieres... ...a Nico sobre Jorge o a Jorge sobre Nico? Y le respondí: "de verdad, por lo menos quiero clavarlo con un consolador y entonces veremos hasta donde quiere él..." y Carla, continuó con sus sonrisas...

Desorientada en el tiempo, le pregunté: "a qué hora llegan ellos?", "en la noche, quizás algo tarde y si se pone a beber...", me respondió. Así que salimos y pasamos la tarde paseando por la ciudad. Durante ese tiempo, pensaba en que ni siquiera había tenido oportunidad de conversar con Nico, sobre la experiencia que habíamos tenido la noche anterior y ya nosotras planeábamos y estábamos decididas a clavarlo con Jorge. Mientras caminábamos, sentí como se mojaban mis pantaletas con solo imaginarlo... ufff. La noche iba a ser grande...

La tarde se nos hizo noche. Cenamos en la calle y volvimos a casa a eso de las 9:30. Al llegar notamos que ellos ya tenían rato instalados esperándonos y con varios tragos servidos. Me abalancé inmediatamente a jamonearme a Nico para saludarlo y seguido, me preguntó: ¿Cómo estás? y sin soltarlo del abrazo le respondí entre traviesas risitas y susurrándole al oído: "caliente, muy caliente...". Nos sentamos y conversamos alrededor de hora y media quizás dos. Yo me ayudaba un poco, apurándome un poco con los tragos para sentirme más liberada de la tensión que sentía. Ya para ese momento, las caricias de cada pareja, eran largas y desenfrenadas, la conversación era netamente de temas sexuales y claro, el asunto iba para allá... Esta vez, no caminábamos de un lado a otro de la casa para hablarnos a hurtadillas; esta vez, ellos no disimulaban para nada lo tieso y grande que lo tenían bajo el pantalón y se frotaban libremente ante nosotras, casi pavoneándose con sus huevos, mientras conversábamos. Carla y yo nos frotábamos también las tetas y cucas. Yo ya me sentía todo mojada por aquella exhibición y sin querer demorar más el asunto, me puse de pié, tomé a Nico e hice que se levantara, me acerqué a Jorge y a Carla, los besé a los dos y les dije: "los esperamos..." me di vuelta y llevé a Nico camino a nuestra habitación.

Como si del fin del mundo se tratara, nos desvestimos y nos arrojamos al a cama en menos de 30 segundos. Empezamos a comernos todo. Tal vez la super excitación o algo más, hacía que Nico lo tuviese más grande y más duro de lo normal, las venas le brotaban rígidas a lo largo del tronco de su huevo, mi cuca palpitaba nuevamente y queriendo mantenerla así el mayor tiempo posible, me puse fuera del alcance de su boca y sus manos. Lo recosté boca arriba y en cuatro pata comos perrita, me dedique a deleitar con mi boca y a palpar con mi lengua y mis labios, las protuberancias de aquel enorme huevo.

Mis intenciones de mantener quieta mi palpitante cuca, no duró mucho. Noté que Carla y Jorge entraban a la habitación por lo que moviéndolo sensualmente de arriba a abajo, orienté mi culo paradito hacia ellos...Carla se arrojó boca arriba metiendo su cabeza entre mis pierna y comenzó una divina danza con su lengua en mi pepa, mientras Jorge hacía lo mismo con mi culo, a la vez que incrustaba sus dedos en mi cuca. Sentir dos lenguas comiendo en mi raja me puso a punto de acabar. Con mis manos estaba apunto de ahorcarle el huevo Nico que mientras más apretaba, más se engrosaba. Jorge le pidió a Carla que se hiciera a un lado para clavarme por el culo y al oír esto, le pedí que esperara... subí hacia Nico y me clavé en la cuca su huevo a punto de estallar. Lo cabalgue con fuerza unos instantes y me detuve antes de acabar. Me acosté sobre su pecho y llamé a Jorge diciéndole: "ahora sí! Clavame toda! clávame duro por el culo que los quiero a los dos dentro de mi..." sujeté a Nico para detener sus movimientos y así facilitarle al trabajo a Jorge. Esperaba que me lo metiera poco a poco para detallar las sensaciones, pero por el contrario, en lo que me metió la punta y sintió que ya me empezaba a insertar, me lo empujó todo por completo de un solo empujón, lo mantuvo presionado por unos instantes y frenéticamente comenzó bombear mi culo con todas sus fuerzas. Más que un gemido, emití un poderoso grito. Sentía mi culo desgarrarse y mi cuca aplastarse con el huevo de Nico adentro. Quizás a esto se le llama masoquismo, pero el placer por el dolor que sentía era infinito, de hecho quería más. Nico se retorcía de gusto diciéndome la rica sensación por la presión al sentir a Jorge entrando y salido de mi. Al decirme esto, disfruté un poco más del rico dolor en mi culo y entonces detuve a Jorge para pedirle que me lo incrustara ahora en la cuca junto al de Nico, pero que esta vez lo hiciera poco a poco. Me hice un poco más hacia delante y sentí como poco a poco cumpliendo mis deseos, centímetro a centímetro lo clavo todo. Mi cuca se estiro al máximo. Ahora quien gemía era Nico y al preguntarle me dijo que la sensación del huevo de Jorge frotando el suyo en la cuca tensa, era fenomenal. Le pregunte: "¿Qué es lo que más te está gustando, la presión de mi cuca o estarte frotando el huevo con el de Jorge?" y me respondió: " la presión de tu cuca ya la conocía de cuando lo hacíamos con el consolador, lo bueno está en que este se siente más suave y los movimientos de Jorge lo hacen aun mejor...". Trataron los dos a la vez de bombearme, pero nos resultó bastante difícil, sin embargo, con los choque de sus huevos y estirones sentí por fin acabar en las nubes. Me quedé quieta sintiendo mis espasmos, mientras que jorge incontenible, seguía bombeándome hasta que acabó dentro de mi. Al notarlo, Me provocó con fuerzas tragar leche, por lo que le pedí a Jorge que me lo sacara y que lo me lo pusiera en la boca para limpiarlo.

Al sacármelo sentí su leche correr a lo largo de mi raja y chorreaba sobre las bolas de Nico, que a veces tarda demasiado en acabar, por lo que mis ideas volvieron y cambié de parecer... era mi momento de cumplir otra fantasía... Me di vuelta para el 69 con Nico y restregándole en su cara mi cuca por fin le pude decir: "Ven ahora sí! Trágate la leche de Jorge que sale de mi cuca!!!" ufffffffff. Me fijé en Carla que estaba a un lado masturbándose y le dije: "aprovecha y chupale el huevo, que aun le chorrea por los lados el sabor de la leche de Jorge y de mi cuca." Y antes de terminar de decírselo ya estaba en plena faena de limpiarlo.

A Nico se le notaba disfrutar al máximo de la limpieza de mi cuca con su lengua y al sentirme ya limpia, me hice a un lado y me quedé jugueteando en abrazos y pellizcos con Jorge pues ya los dos habíamos acabado. Dejé que Carla se hiciera cargo de Nico y al quitarme, ella se levantó de la mamada y acariciando y lamiendo los pezones de sus tetas, le preguntó a Nico "¿Te gustan...?. Nico, que ya debía estar volando como por la tercera constelación del éxtasis, solo le respondía "Sí, SÍ...". "¿Me quieres complacer?", le volvía a preguntar Carla... y él excitado, solo le respondía: "Sí, Sí en todo lo que me pidas..." volvió a mamarle el huevo, solo que esta vez se aseguró de abrirle a Nico las piernas y con los dedos mojados en saliva, empezó a acariciarle, haciendo movimientos circulares alrededor del culo. Se notaba que con cada giro de los dedos, se los empujaba más y más fuerte. Los gemidos de Nico se sincronizaban con los empujones, dando muestras del gusto que sentía. Ya ni le mamaba el huevo y ahora estaba dedicada exclusivamente a su culo. Al percatarme, Nico tenía una pierna en el aire como para facilitar la tarea y Carla ya le tenía dos dedos insertados, mientras él, gustoso, seguía gimiendo. Quedé sorprendida cuando Nico a viva voz le dijo:" Más! Así, hazme más así!...". Ella se las arregló y sin decirle nada lo hizo da vuelta y lo puso en 4 patas. La escena era espléndida... el pecho contra la cama, el huevo que le colgaba y con el culo parado y abierto al aire, Carla desde atrás le separaba las nalgas para meterle y sacarle la lengua del culo una y otra vez... yo, que ya había hecho lo mismo, pude verle el culo más dilatado que nunca y fui en busca del vibrador más grande que tengo y se lo entregué a y Carla quién sin más, no titubeó ni un segundo en meterle ahora tres dedos y le preguntó: "¿Te gusta verdad? Y él solo seguía respondiendo: "sí, más..." al decir esto, Jorge se puso a un lado y yo al otro de Nico... lo besábamos y acariciábamos en las nalgas. Carla sacó sus dedos, tomó el vibrador y con la punta le restregaba el culo... "¿lo quieres?..." y su respuesta una vez más fue: "Sí..." con lo que Carla poco a poco se lo iba metiendo y bombeando y con cada bombeada, lo metía más hasta clavárselo todo... bajé mi mano y le agarré el huevo para pajearlo...lo tenía empapado y sus fluidos mojaban las sábanas. Jorge del otro lado, se había parado y lado de Carla se agacho para mamarle el culo mientras el vibrador le entraba y salía. Luego se paró frente a mi, tomó mi cabeza y me hizo mamarle el huevo que ya tenía otra vez en plena forma... de la excitación, volvía iniciarme en las caricia a mi cuca y pajeándome, pude notar además que le daba una palmaditas a Carlas como en algún tipo de seña y ella le preguntó a Nico:"quieres más?...". Entre sus jadeos, él solo respondió:¿Qué más me puedes dar?" y ella lo que hizo fue sacarle el vibrador y hacerse apenas un poco a un lado. Jorge se paró tras de él y se pajeaba mientras le metía a sacaba el pulgar del culo, yo me hacía otra vez con fuerza en mi pepa mientras observé con detalle, como se acercó y en una sola arremetida le empujo el huevo completo... UFFFF!!!!!!!!! Se le montó más, hasta quedar en pié y agachado y fuertemente lo cogía... todos gemíamos de placer, Nico se agarró el huevo y mientras Jorge lo culeaba se pajeó hasta polvear... Nico se bajó completamente haciendo que el huevo de Jorge saliera... inmediatamente subí hacia él y nos quedamos abrazados, besándonos, mientras contemplamos como Jorge volvía con Carla y montándola por el culo acabaron los dos. Que rico estuvo todo...