Fantasias hechas realidad

Fantaseaba con sus labios, con el calor de su cuerpo, con el sabor de sus besos... con el tacto de su piel... pero sobre todo, fantaseaba con su sexo erecto, duro, palpitante... entrando en ella una y otra vez, hasta enloquecerla de placer... Cual fue su sorpresa, cuando en mitad de su fantasía, el llamo a su puerta... “vengo a darte tu beso de buenas noches”, y su excitación volvió a crecer... Se miraron al principio tímidos, sus bocas se buscaron... sus lenguas jugueteaban, se comían en cada beso, sus cuerpos... ya no podían esperar más.

Primera parte Una casa en penumbras... y casi en silencio... solo podía escucharse la agitada respiración de ella... Mecida en su cama, pensando en el, su deseo crecía más y más... Fantaseaba con sus labios, con el calor de su cuerpo, con el sabor de sus besos... con el tacto de su piel... pero sobre todo, fantaseaba con su sexo erecto, duro, palpitante... entrando en ella una y otra vez, hasta enloquecerla de placer... Cual fue su sorpresa, cuando en mitad de su fantasía, el llamo a su puerta... "vengo a darte tu beso de buenas noches", y su excitación volvió a crecer... Se miraron al principio tímidos, sus bocas se buscaron... sus lenguas jugueteaban, se comían en cada beso, sus cuerpos... ya no podían esperar más. Ella le llevo a su habitación, se respiraba el deseo en cada rincón, tumbada sobre la cama, solo esperaba que el la desnudara, y la hiciera gozar como nunca había sentido antes... Besos, caricias, su piel erizada, su sexo ardiente... no podía creer que después de tantos días de continua sed de el, lo tuviera ahí, sobre ella, para darle todo el placer que tanto había deseado e imaginado... Mientras el la besaba, la iba desnudando poco a poco, recordaba cada uno de sus mensajes... Esos mensajes con los que ella tanto se había masturbado pensando en el... "Cerca de tu sexo, para notarlo calido y rozarlo suavemente, cada vez más húmedo" "Estoy lamiendo tus pezones, mordisqueándolos, bajando hasta tu sexo, pasando mi lengua, sintiendo su calor" "Tengo mi sexo en la mano, duro y caliente para ti, moviéndolo arriba y abajo, como si te penetrara dulce y salvajemente a la vez..." Cada uno de sus mensajes, retumbaban en su mente, mientras disfrutaba de sus caricias, de su lengua calida recorriendo sus pezones... Muy despacio al principio, casi diría que con un toque de nervios y timidez, el probaba el sabor de su piel desnuda... esa piel que le había estado llevando a la locura del deseo durante tantos días, y tantas noches... Ella comenzó a desnudarle... ya no le bastaban sus besos, necesitaba sentirle desnudo sobre ella, esa sensación de piel con piel que tanto ansiaba... y mientras el seguía buscando rincones de su cuerpo, entre sus muslos, rozándolos suavemente, Dios, como le gustaba hacerla llegar al limite, ella solo deseaba notar sus manos en su sexo, ya tan húmedo que no podía disimular, y es entonces cuando sintió como uno de sus dedos, se introducía en su interior...De su boca surgió un suave gemido... y quizás ese sonido hizo que la excitación de él creciera... Cada vez más y más deprisa, sus movimientos la enloquecían... La desnudo por completo, y fue bajando con su lengua por sus pezones... mientras seguía explorando en su interior, tan mojado, que sus dedos resbalaban por él con demasiada facilidad..., y fue entonces cuando su boca, por fin pudo saborear el sabor de ese  sexo que ardía por el... Su lengua rozando esos labios, su clítoris palpitante, sus dedos entrando una y otra vez, cada vez más rápido, más salvaje... y el seguía bebiendo de su deseo... cada vez más húmeda, ella le devolvía con gemidos, cada uno de sus movimientos... Ya no podía más... Arqueaba su espalda, se retorcía de placer... Sabía perfectamente como volverla loca, y lo estaba haciendo... y cuando ella pensaba que no podía sentir más... un orgasmo explotó dentro de ella, se corrió en su boca, en sus manos... mientras el continuaba jugando en su interior... Segunda parte Tras su primer encuentro. ella pensó que su deseo hacia él, quizá disminuiría. ya había conseguido probar la manzana prohibida, y pensaba que eso le haría no excitarse tanto al pensarle. pero no fue así, él con sus caricias, con sus manos, con su piel. y sobre todo con su lengua. había conseguido hacer que ella sintiera deseos de hacer locuras junto a él. Se sorprendió a si misma imaginándolo esposado a su cama, o follandola salvajemente en su oficina, o incluso penetrándola con fuerza en el baño de cualquier restaurante. Los días siguientes fueron tan excitantes como hasta entonces. sus mensajes, cada vez más frecuentes, iban haciendo que ambos se desearan cada vez un poquito más. Ella, ya no podía evitar "susurrarle" cada una de sus fantasías, y el, ansioso, solo buscaba el momento de poder complacerla. Llego el día en que de nuevo podrían volver a verse. Ambos lo pasaron pensando en aprovechar esos minutos en los que se disfrutarían al máximo. El timbre sonó, ella, le esperaba desnuda, con una finísima bata de raso. abrió la puerta. y el entro. no hubo palabras. El la miró, aparto de una caricia suave la tela que caía por sus pechos. para poder observarla al completo. Ella sintió como esa visión le excitaba. se acercó a ella. allí mismo, y en su recibidor. comenzó a besar su pecho izquierdo, mientras sus manos apretaban con fuerza sus caderas. acercándole más a el. su lengua, bajando por su abdomen, hasta llegar a su ombligo, dibujando pequeños círculos en el. que hicieron que toda su piel se erizara al instante. Ella sabía que no tardaría en beber de su sexo, por aquel entonces ya tan húmedo que no podía disimular su excitación. Con uno de sus dedos, tocó los labios de su sexo, llegando a rozar suavemente su clítoris. un leve jadeo se escuchó. el sonrió picaramente, sabía que de nuevo la tenía tal y como el la quería, y arrodillado ante ella, su lengua comenzó a jugar en su pubis, mientras sus dedos seguían adentrándose dentro de ella, cada vez más y más fuerte. No podía más. deseaba sentirle dentro. fuerte, duro. erecto para ella y de su boca surgieron un centenar de gemidos, cortos pero intensos. se oyó un silencio. y entonces ella le susurro al oído de un modo sensual pero tremendamente lascivo. ¡Follame! Con una sola palabra, consiguió que el deseo de él se convirtiera en locura. y mientras la besaba, la conducía hacia su habitación. Allí, aún de pie, frente a la cama. la empujó suavemente hacia la pared, de espaldas. ella esperaba su siguiente movimiento. Unos segundos después,  notó el sexo erecto de él entre sus nalgas. rozándolo poco a poco. mientras con sus manos. las abría para que ella pudiera sentirlo mejor. su lengua recorría su cuello, mordisqueando suavemente el lóbulo de sus orejas. y apretándola contra la pared cada vez más. Tercera parte: Llevado por el deseo, de haber visto cómo ella se desnudaba frente a él, notaba cómo a cada embestida de su polla, ella se retorcía de placer... pero él quería que su deseo durase eternamente y sacó su pene y volvió a absorber todos los aromas de su sexo cada vez más caliente... ella emitió un leve gemido de protesta pero al ver cómo su lengua hacía las funciones de su polla, abrió aún más sus piernas para que la lengua pudiese entrar con más facilidad a su sexo, lubricado, caliente y ardoroso. Él pasó toda su boca por los labios vaginales y clavando su barbilla en la parte trasera alargaba su lengua hasta poder saborear su clítoris erecto que introdujo en su boca y fue succionando mientras ella inmóvil para no perder detalle seguía gimiendo de placer y sentía como en cada chupada su clítoris pedía que lo mordiesen... él siguió así un rato, alargando las manos por delante y junto a las suyas, pellizcaba sus pezones... ella no podía más, pero no podía dejar de abrirse los labios e introducir sus dedos en su boca, como si fuesen continuación de su lengua. El ahora siguió lamiendo todo su coño pero se concentró en su perineo, justo antes de introducir de nuevo su lengua en el ano, que se iba contrayendo de gusto pero que lo recibió ansioso de sentir su humedad. Introdujo suavemente un dedo y sintió un gemido de placer... ella estaba  punto de explotar pero necesitaba sentir su sexo en su boca, su semen cálido por la garganta... pero él no se dejaba... quería hacerla gozar hasta llevarla al límite... Cuando ambos estuvieron a punto, él introdujo suavemente su polla en su ano que la recibió gozoso y entre embestida y embestida se corrieron dando rienda suelta a todas sus fantasías más locas... Cuarta parte: Tumbados en el suelo, exhaustos... solo se escuchaba de fondo, el sonido de sus agitadas respiraciones... El olor a sexo, a perversión, invadía cada rincón de la habitación... Pasados unos minutos, ella comenzó a notar el semen aún caliente de el, entre sus piernas... y esa sensación le excitaba, sentía su humedad, como todos sus jugos dentro de ella, iban resbalando por sus muslos y le hacían recordar cada envestida... El, al ver como ella seguía excitada... miró en el cajón de su mesilla, y vio el juguete con el que ella, tantas veces se había regalado orgasmos pensando en el... Se lo aproximó a la boca, e hizo que su lengua lo chupara... Ya, húmedo, lo acerco a su clítoris, que aún enrojecido y erecto, pedía de nuevo guerra... Tocando cada uno de los botones, aquel juguete comenzó a vibrar y con mucha suavidad, el comenzó a introducirlo por su vagina, mientras miraba el rostro de ella, que le pedía más y más sin palabras... El, notaba como su polla crecía al mismo ritmo que lo hacían los gemidos de ella... cada vez con más fuerza lo introducía en su interior, mientras con su lengua, degustaba el sabor de ese coñito tan húmedo.... De un solo movimiento, introdujo uno de sus dedos en su ano, mientras con aquel vibrador, seguía estimulando su interior, ella se retorcia de placer, le suplicaba que siguiera, mas y mas... los movimientos se fueron acompasando, cada vez mas rapidos, y en ese momento, apoyada en la cama, el la penetro por detrás.... mientras seguía introduciendo en su coñito aquel maravilloso juguete... Estaba siendo penetrada doblemente... y cada vez más loca de placer... le gemía y le gritaba que no parara... Sentía su sexo duro, caliente en su ano, y el vibrador en su otra cavidad, ya completamente abierta y húmeda para el... las embestidas cada vez mas fuertes, le estaban dejando extasiada... saco entonces de su vagina aquel pene sin vida... y con fuerza, introdujo su polla hasta el final... cabalgando tras de ella... miraba como entraba y salía de ella, mientras le amarraba con sus manos las caderas, para apretarla contra si... mas rápido... cada vez mas rápido... ella le grito que iba a correrse, que lo hiciera mas deprisa... y así lo hizo... se oyó un grito de placer... y el semen de el, lleno cada rincón de su sexo...