Fantasias en verso

Primera entrega de cinco fantasías eróticas, en verso, salpicadas de semen y humor cínico.

LACTEA

Hoy escribo estos versos, mientras te hago la faena

de ensartar tu culito, que está bien apretado,

y tus blancas nalgotas, de las que me he enculado,

acaricia mi mano, que de carne se llena.

Eres muy vanidosa, por saber que estás buena,

y no es vano tu orgullo, pues me traes alocado,

por tener ese culo, todo el tiempo clavado,

antes del desayuno y después de la cena.

En verdad que esta forma de coger es hermosa,

pues aprietas sabroso por tu túnel anal,

que penetra mi verga, lubricada y babosa,

y con mis mete y saca, al llegar al final,

te reboso de leche por tu entrada ganosa,

¡convirtiendo en vía láctea a tu vía rectal!

VIRGEN

¿Qué aún eres virgen, tú? Tengo constancia

de haberte perforado bien el coño;

tu culo, que me das con gran prestancia,

en cosas del placer no es un bisoño.

Tu boca se ha tragado mi carajo

por metro, por kilómetro, por milla,

y siempre los has usado de badajo,

haciendo tintinear tu campanilla.

Por eso, al preguntarme aquel amigo,

quien supo te ensarté por el ombligo,

en busca de un placer desconocido,

que si eras virgen real, o eras postiza,

le dije con irónica sonrisa

que, Virgen, ¡sólo el nombre tú has tenido!.

SICOSIS

Ensartado, hasta el tope de mi lanza,

quiero un coño caliente, que lo apriete,

y otro coño ensartarlo sin tardanza,

de mi lengua, vibrando el estilete.

En los dedos de una mano, la sedosa

suavidad de otro coño, sentir quiero;

y un dedo de otra mano, la ardorosa

rondana de un culito, ensarte artero.

Los dedos de mis pies jueguen el pelo

de coños, que a la verga ya no temen,

y en loco desvarío de mi anhelo,

¡se me hinchen los huevotes cual de un toro!,

¡que corran blancos ríos de mi semen!,

¡y bróteme una verga en cada poro!

SULTAN

Si un cojonudo sultán

yo fuera, con un harén,

odaliscas, más de cien,

tendría, para mi afán.

Aunque no me dieran pan,

gozaría esto muy bien,

y estaría en ese Edén,

como el único galán.

Una gran vida sería,

que tan sólo acabaría

si el vigor algo se mengua.

Es por eso que, avispado,

para joder me he entrenado,

¡utilizando la lengua!

PERLAS

Hazme una puñeta hermosa

con tus manos suavecitas

y así, no estarás ociosa,

al tiempo que te ejercitas.

Para hacerla deliciosa,

lubricante necesitas,

y yo te daré esa cosa,

si mi verga bien la excitas.

Muévelo de arriba abajo

y verás que mi carajo,

para que puedas tú, verlas,

con un gesto muy galano,

dejará sobre tu mano

el regalo de unas perlas.