Fantasías de parejas

El sentir como me humillan, la vejación, las miradas lascivas, como entre la multitud soy observada, solo recordarlo, es tal la calentura que me invade, que no puedo evitar el introducir mis manos entre mis muslos.

Fantasías de parejas

Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatarlos.

Soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de Sevilla (España), de 22 años, morena de cabellos, de ojos castaños, y bisexual. Soy conciente que mi forma de vestir, me hace ser más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir de forma que realce mi cuerpo. Me definiría como extrovertida, una sin vergüenza integral, simpática, muy buena gente, bastante loca... Vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato. Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico (tengo una manera especial de ver la vida creo, que os habéis dado cuenta).

He de explicaros, que mis gustos en general, aunque lo niegue es la morbosidad que me produce ser manoseada en publico, el sentirme acariciada, en todo tipo de transporte y en lugares públicos (joder, es tal la morbosidad, que nada mas imaginarme sus intenciones, notaba mis braguitas húmedas). El sentir como entre la multitud, se atrevan a manosearme, a introducir vuestras manos entre mis piernas, me excita enormemente, e incluso aun mas cuando soy observada, mientras estos lo hacen, y más cuando lo hacen contra mi voluntad (joder, es una excitación, que difícilmente os la puedo describirlo, os la recomiendo). El sentir como me humillan, la vejación, las miradas lascivas, como entre la multitud soy observada, y como no hacen nada por remediarlo más que disfrutar ellos mismos (son tan culpables, como yo de dejarme hacer o incluso aun más, de los que manosean).

Solo recordarlo, es tal la calentura que me invade, que no puedo evitar el introducir mis manos entre mis muslos, con la necesidad de masturbarme, el solo sentir como mis dedos acarician mi pubis, me estremecimiento es tanto que me tengo que satisfacer al momento, el sentir como mis dedos se enredan entre mi vellosidad, como mis dedos alcanzar mi vagina y las yemas de juegan con mi vulva, con la necesidad de satisfacer ese picor tan grande hasta el punto de no darme tiempo ni alcanzar la puerta del aseo (joder, hasta los curiosos de mis compañeros, disfrutan del espectáculo, pues a veces se me es algo difícil de callar mis jadeos).

Hace un tiempo, que mi relación con mi chico ha evolucionado, ya no solemos masturbarnos el con el otro, sino uno frente al otro mientras nos relatamos nuestras experiencias, a modo de confesión, eso si sin en escatimar detalle alguno, chicas os lo recomiendo. Mis experiencias que he mantenido con maduros, han sido totalmente satisfactorios (chicos aprender, han cumplido todas mis exigencias y han cumplido, alguno me ha enseñado lo que es un hombre, coño un verdadero macho), son minuciosos a la hora de darme placer, e incluso sus caricias son diferentes (no solo por el tacto, joder que solo pensáis, que un viejo no sabe hacer gozar).

Explicar mis relaciones respecto a ellos, me es algo difícil, pues quizás es el morbo que me producen, o quizás, sea mi búsqueda por el amor paterno, aunque desde mi punto de vista, mis relaciones son puramente sexo, pues ellos saben hacerme disfrutar, y no buscan su propia satisfacción, os puedo asegurar que no significa, que los chicos seáis menos amantes, sino que olvidan esos pequeños detalles (haber si pensáis, que entre vuestras manos no tenéis la consola de la Game, coño que somos personas, pensar que tenéis a una chica frágil, y no un coche por usar. Joder, haber si sois más sensibles y atentos, que tenéis más ternura cuando tenéis el móvil en la mano).

En una de mis sesiones con mi psicólogo, este me comento, que mi conducta en este tipo de situaciones, es debido a lo sucedido en mi adolescencia. Los manoseos causado por algunos de mi familiares, es la causa de mi búsqueda del placer morboso, e incluso aun mas si soy observada, quizás podría ser motivo, que algún familiar sabría lo ocurrido y no hizo nada por evitarlo. Lo positivo, es que no tengo daño emocional y menos traumático, pues aunque mi conducta es peculiar no es obsesiva, por otro lado mi gusto por estas situaciones, desaparecerá en cuanto deje de causarme placer. Aunque a veces, pienso si cuando deje de hacerlo, me convertiré en una mujer frígida. Dice que me dejo manosear, más bien en venganza hacia mi padre, aunque también es una manera de reprimir esa necesidad, una manera de poder desfogarme, no solo la necesidad del morbo, sino la de satisfacer mi libido, y quien no lo hace.

He de reconocer aunque me pese, que todos los hombres no sois iguales, aunque la mayoría tenéis la necesidad de querer penetrarnos por mas que insistimos que queremos caricias (joder, que cuando hacéis el amor si le llamáis de alguna manera, estéis mas atento a nuestras necesidades). Otros en cambio, son los tipos de hombres, que aunque no abundan mucho por no decir escasos, son atentos tanto dentro como fuera de la cama, que la palabra ternura la sabéis utilizar con bastante maestría, detallista y derrochadores de tacto (coño, los que nos sabéis tratar, son aquellos que decimos nosotras o están casados o son maricones), por ultimo y no por ser los peores, a otros son los que se contentan con acariciarnos entre la multitud, con masturbarnos, este tipo de hombres en su mayoría maduros, son aquellos que les excita caricias ocultas, los manoseos, y en todo caso si nos mostramos sumisas, hasta llegan hasta el punto de forzarnos, y he de reconocer que en este punto, es cuando mas gozo, os tengo que admitir que yo soy una de ellas.

Siempre digo, que las mejores experiencias son aquellas que son inesperadas, las que no nos esperamos siendo más excitantes y aun más satisfactorias, que ni tan siquiera tenemos en mente, y solo ocurren en nuestros sueños. No siempre os relatare mis confesiones que tuve durante mi adolescencia, sino que alternare con algunas mas reciente. Leyendo mi diario me he topado con una experiencia la cual me fue realmente excitante, me ocurrió al poco de conocer a mi actual chico. Por esa época comenzábamos a hacer muchas locuras, por no decir demasiadas, era en ese transito de nuestra relación la cual comenzamos a conocernos mejor, a saber que nos gusta el uno del otro, de hacer realidad nuestras fantasías y por que no de nuestros secretos mas ocultos. Se nos ocurría ideas de las descabelladas por no decir imposibles, comenzamos a hacer experiencias arriesgadas o mas bien digamos algo diferentes, que fuera realmente excitante a cada uno, con la única diferencia que el otro no participara, que como mucho fuera un simple espectador.

Recuerdo que esta en cuestión, la tuvimos que dejar para el viernes, motivos mas que de sobra, estudios y trabajo no era compatible de momento, sobre todo si queríamos realizar mas cómodamente nuestra fantasía. Durante la semana en curso, planeamos cada uno como iba a ser, yo recuerdo como mientras pensaba en ella acababa masturbándome, lo mió era lógico creo que incluso cuando se lo comente a Andrea, ella misma lo adivino, pero cuando hablábamos de lo que haría Josh como que estaba en blanco. Recuerdo como el mismo jueves, quedamos para que el me recogiera en la puerta de mi casa sobre las 18.00 horas de la tarde, de ahí me llevaría a donde me mostraría su experiencia, para una vez que el la finalizará comenzaría yo.

El viernes se me hizo demasiado largo, apenas echaba cuenta en clase y aun menos en la oficina, por lo que después de comer me asee bien, mirando el armario no sabia que ponerme, por lo que al final me puse una falda beig, camisa blanca, ropa interior blanco (braguitas y sujetador sin tirantas en encajes), a juego con las medias de tipo ligas y zapatos de tacón negro. Nada mas finalizar, baje al portal de casa esperándolo como habíamos, nada mas verme me lleno de elogios no solo por mi forma de vestir sino por lo guapa que estaba, tanto que insinuó el olvidarnos de lo que tenia en mente para irnos algún sitio a pasar un buen rato, para entendernos a darnos un buen revolcón.

Una vez montada en el coche nos dirigimos hacia el lugar por el escogido, por el recorrido me dio a entender que no iba a ser un lugar publico, cojio dirección a Sevilla Este (una barrio de Sevilla), girando en una rotonda junto al palacio de Congreso de Fibes, se metió por la calle Administrador Gutiérrez Anaya estacionando enfrente del edificio, bajándonos del coche nos dirigimos a este edificio entrando por el portal hacia los ascensores, dándole al botón de la segunda planta, y desde aquí caminando por el pasillo de la izquierda hasta el fondo de este y detenerse delante de una puerta. Estaba bastante extrañada pues ignoraba donde me llevaría, pensé por fin, pulsando el timbre abriéndose la puerta apareciendo una chica oriental bastante guapa, que simplemente iba vestida con un kimono celeste y medias (coño, pensé su fantasía era ir de putas, o acaso un trío, joder que poca imaginación).

Pero nada mas entrar, nos hizo esperar en una sala donde minutos mas tarde aparecieron cuatro chicas, recuerdo que Josh no se lo pensó directamente eligió a una de ellas, como si ya la conociera de antes, la cual no me hubiera extrañado es un tío (como dice mi Andrea, si los chicos no van de putas es que son maricones). Bueno sigo, nada mas verla la verdad yo no le echaba mas de 16 años, no era nada del otro mundo de estatura 1.60 metros aproximadamente, de cuerpo delgado y unos pechos pequeños, aunque eso si tenia unas buenas nalgas, aunque si he de ser sincera yo hubiera elegido a otra, pero bueno era su fantasía.

Recuerdo que la chica llevaba puesto una mini faldita blanca y un suéter del mismo color, mientras caminaba delante de nosotros, me fijaba como movía ese culito respingón el cual mi chico miraba con mucha atención, nos llevo hacia una habitación con baño. La chica dijo que se llamaba Xian, la cual comento a Josh que si quería que lo lavara, el cual declino el ofrecimiento, antes de empezar la chica le pidió el dinero que si íbamos a ser un trío que ella no lo hacia, y en el caso que si solo miraba era un suplemente mas. Nada mas acabar con la tarifa, le comento que si quería utilizar preservativo o no (joder con la chica, no le importaba que fuera a pelo, menos mal que mi chico si iba a utilizar condones). Antes de comenzar mi chico me consejo que me sentara en un sillón que había enfrente de la cama, pero ellos se sentaron en un sofá que había junto a este, donde mi ubicación podría observarlos mejor mientras ellos follaban, me pidió que no participara que me mantuviera al margen, que no era un trío como seguramente yo habría creído (cabron, como había acertado), como mucho me masturbara mirándolos, el muy pervertido iba a follarse a esa chica delante mía, mientras yo miraba, que morbo.

La chica nada mas acercarse josh hacia ella, comenzó a darles pequeños mordisquillos sobre el pantalón donde se marcaba el bulto, para minutos después seguir masajeándole con la mano, hasta que comenzó a abrirle la bragueta, le bajo los pantalones y calzoncillos hasta dejárselo sobre los pies, para salir como un resalté el miembro de mi chico (coño, como si hubiera estado mucho tiempo encerrada). Yo en cambio estaba atenta como la chica actuaba, me estaba calentando y de que manera bueno sigo, la chica cogiendosela con una mano por la base se la llevo a su boca, pasándola primero por sus labios, para continuar pasándole la lengua por toda la longitud, para minutos después comenzar a introducírsela dentro de su boca mientras le miraba a los ojos (que puta, dios como tragaba, parecía que lo hacia toda la vida), como tragaba. Mi chico aprovecho mientras me miraba, se despojo de su suéter al tiempo que manoseaba los pechos de la chica, le comento que se quitara la blusa, lo que esta sacándosela de la boca se quito su suéter, mientras mi chico para no perder tiempo se pajeaba delante de la chica.

Nada más quitarse el suéter, dejo a la vista unos pequeños pechos, la chica cogiendosela de nuevo se la llevo de nuevo a su boca, introducírsela dentro. Recuerdo que cuando la tenia sujeta con la mano, apenas podía cerrarla de lo gruesa que estaba, la chica le chupaba de dentro hacia afuera mientras mi chico le sujetaba por la cabeza, esta se la sacaba le escupía y con la lengua recorría su miembro, que puta y yo aquí mirando, no dejaba de limpiar el vástago de mi chico, se la metía hasta los testículos de dentro hacia afuera se llevo al menos unos 20 minutos, una vez que se detuvo mi chico acabo de desnudarse para arrodillarse ante la chica, y llevarse sus pequeños pechitos a la boca, mientras ella le miraba impasible, y de paso con ojos de lujuria me miraba a mi, dando a entender que era suyo.

Deteniéndose mi chico, deslizo sus manos hacia las caderas de la chica sujetándola, y tirando hacia el al tiempo que echaba hacia arriba la falda, dejando ver las blancas braguitas húmedas por la parte de su pubis. No pude contenerme mas por lo que me puse cómoda, coloque una pierna sobre uno de los brazos del sofá, mostrándole lo húmeda y caliente que estaba, eche aun lado las braguitas por el borde de la tela, y comencé a pasarme las yemas de mis dedos por la orilla de mis labios vaginales primero, para luego pellizcar y frotar mi vulva después.

Mi chico se arrodillo aun mas, hasta comenzar a chuparle su pubis sobre la tela de sus braguitas, para después de unos minutos, llevar sus manos hacia la tela de las braguitas a la altura de la cintura y con la ayuda de la chica, tirar de ellas hacia abajo, dejando ver poco a poco ver un tatuaje que llevaba esta, luego un montículo de vellosidad oscura, para una vez retirado esta prenda, coloco sus manos sobres sus rodillas, abriéndolas hacia el y aun mejor hacia mi. Dejándome en ese momento asombrada, o incluso mejor dicho fuera de juego, por descubrir que en vez de descubrir una vagina con sus hinchados labios vaginales, apareció ante mis ojos un miembro de unos 14 o quizás 15 centímetros, donde mi chico sin dejar de mirarla se la introdujo en la boca, comenzando a degustarla (cabron, el muy maricón se estaba liando, con un transexual delante mía, y la verdad en vez de molestarme, os aseguro que me estaba excitando aun mas).

Mientras la chica disfrutaba de la mamada que le estaba proporcionando mi chico, mi chico mientras se pajeaba con una mano, de vez en cuando miraba hacia atrás para ver como me lo estaba pasando, descubriendo que yo le estaba observaba sin perder detalle, con la camisa abierta acariciando mis pechos sobre el sujetador, al tiempo que mi otra mano se encontraba oculta entre mis piernas, dándome placer. Este deteniéndose levanto las piernas a la chica, comenzando a hacerle un beso negro, para continuar chupándole los testículos (cabron, como hacia disfrutar a la chica, y como me estaba calentando a mi con tal escena). La chica me miraba chupándose sus dedos, mientras Josh ya se había levantado, comenzó a pasarle sus dedos por sus nalgas hasta encontrar el orificio anal de esta, para comenzar a penetrarle con sus dedos primero uno luego dos y al final tres, escuchaba como la chica jadeaba. Mi sujeto su miembro con la mano, e inclinándose sobre la chica la coloco sobre el orificio anal de esta, comenzando a ejercer fuerza y entrándola, moviéndose muy despacio al principio para ir cogiendo velocidad al tiempo que le abría sus piernas sujetándola por los tobillos.

Esta no dejaba de jadear, se notaba como estaba gozando, la chica coloco sus manos sobre sus nalgas abriéndolas aun más. Dios que espectáculo, me vino mi primer orgasmo, pero no me detuve seguí masturbándome mientras que introducía mis dedos dentro de mi encharcada vagina, la chica le pedía una y otra vez que fuera despacio, e intruso ella misma le detenía las embestidas colocando las manos en sus rodillas. Josh, comenzó a retirar los zapatos para llevarse los pies desnudos de la chica a la boca, y comenzar a chupar los dedos y lamerlos (puta, que envidia me daba, como sentía la necesidad de ser yo quien fuera penetrada). Deteniéndose se la saco, creyendo esta que ya le venia a mi chico (joder, como se nota que no lo conoce), por lo que este le comento que se diera la vuelta y ayudándola la coloco sobre el sofá pero esta vez de espalda a el, para ser exacto sobre uno de los brazos de estos, la coloco a lo largo, dejándole el culito respingon expuesto, para de nuevo comenzar a introducírsela, me levante para colocarme delante de ellos, pues no quería perder detalle, además quería ver la cara de la chica, el rostro de satisfacción que tenia la muy puta, esta a horcadas sobre el brazo del sofá, mientras se dejaba penetrar por mi chico una y otra vez, mientras este comenzó a darle cachetadas.

Ella no dejaba de gemir, se llevo al menos una hora penetrándola hasta que al final se vino mi chico, sacándola muy despacio pues como bastante se, como le gusta que la sintamos su dureza (joder, hablo en general pues lo se con certeza), sigo. Una vez la saco de la chica, esta se sentó en la orilla del asiento del sofá, mientras llevo sus manos al miembro de mi chico, retirándole el preservativo para cogerlo por la base de este y llevárselo el todavía erguido miembro a la boca, chupándosela hasta dejarla tan limpia como al principio, aunque creo que mas (cabron, como le gustaba la manera que se lo hacia la chica, como a todo "macho" que una chica se la chupemos hasta los testículos), que envidia me daba la chica, como deseaba ser yo quien la chupara, pero esta además aprovecho al tiempo que le chupaba le fue introduciendo uno de sus dedos dentro del orificio de mi chico, como jadeaba el muy hijo de puta.

Nada mas acabar, ambos se quedaron sentando jadeando, recuperando el aliento mientras que mi chico le comento que ahora si le aceptaba esa ducha, yo en cambio me levante del sillón y me fui detrás de ellos mientras entraban en la ducha, delante del espejo me arregle mis ropas que estaban algo arrugada. Nada mas entrar en la bañera se pegaron el uno al otro, recuerdo como la chica no dejaba de decirle una y otra vez que corra el aire, que el viagra estaba prohibido en ese "establecimiento". Como se notaba que la muy zorra, no estaba acostumbrada a otros tipos de clientes, como se notaba como dudaba del aguante de mi chico, el cual no dejaba de acariciarle las nalgas, como con su miembro erecto apuntillaba las nalgas de la chica para poder de nuevo ensartarla, menos mal que le recordé que ahora me tocaba a mi realizar mi fantasía.

Una vez salimos del edificio, le indique que dejara el coche estacionado, que donde íbamos a ir no le iba a servir, y que me siguiera, pues me fui caminando hacia el apeadero del cercanía que hay cerca. Nada subir las escaleras, compramos los billetes en dirección a Dos Hermanas, sobre todo donde hubiera tiempo para lo que tenia en mente, le pedí a mi chico que estuviera a una cierta distancia de mi, donde pudiera estar pendiente de todo lo que ocurriera, pero que en ningún momento debía de intervenir, aunque la situación pareciera irse de las manos, recuerdo la cara de extrañeza, pero acepto mi proposición y el seguir mi juego. Nada más entrar en el vagón comencé a pasar de uno a otro, en busca del lugar adecuado, hasta casi llegar al último vagón, que me situé al fondo donde había muchas gentes. Comprobé en pocos minutos como acerté con el lugar, como fui rodeada por varios hombres, comenzando a acosarme de modo pegándose a mi cuerpo.

Los primeros que se envalentonaron fueron al principio chicos jóvenes, pero no llegaron a mucho mas (joder, estos son los típicos capullos, que se van de machitos delante de sus amigos, los que hablan mucho y luego na de na, lo dejan por miedo a que lo cojan), aunque a estos les deje bien claro que me dejaran en paz, pues sino llamaría al personal de seguridad o al revisor, pero como ya sabéis donde abunda la acumulación de gente, una chica es como "un caramelo en un patio de colegio", por lo que no abandonaban la idea de achucharse contra mi. Notaba una y otra vez como posaban sus manos sobre mis nalgas, a modo de descuidos, otros aprovechaban el traqueteo del mismo vagón o incluso algunos los desplazamientos de la gente a la hora de entrar y salir en cada estación, pegando sus manos sobre mis nalgas manoseándomelas o algunos colocándolas sobre mis muslos.

A más de uno, le tuve que quitar las manos por no parecer yo una buscona, aunque tampoco quise que se me notara, que no me gustaba pues podría ahuyentar a los posibles acosadores. Un chico s me acerco tanto, que casi note su miembro bastante armado como me introducía mis braguitas por mi culo, acerque mi cuerpo de forma involuntaria hacia su cuerpo, notando su mano chocar contra mi muslo, al tiempo que me gire para disculparme no dude en mirarlo, y la verdad no estaba mal (joder, tendría unos 25 años o quizás 30 años, algo informal pero con chaqueta, que coño importa como iba, verdad). Comencé a notar como pasaba su mano vuelta sobre mis nalgas, como sus nudillos a modo de leves roces pasaba una y otra vez, a modo como si calculaba hasta donde podría llegar o intruso hasta donde le dejaba llegar, poco a poco fue acercando su cuerpo al mió, mientras notaba su mano pegada a mis nalgas, acariciándomelas pero no directamente. Os lo admito, le fui dejando a modo de saber hasta donde llegaría, su mano descendió por la tela de mi falda, a modo de pellizcar la tela con sus dedos subiéndome la falda, hasta introducirme su mano por dentro y notar ahora si, totalmente descarada su mano sobre mis nalgas, acariciándome con total libertad.

Bueno eso si, al principio solo pasaba su mano pegándose a mi cada vez mas, en vez de decirle algo seguí callada, sintiendo como era manoseaba cada vez mas descarada, me sorprendió bastante pues no lo esperaba, cuando retiro sus manos de mi y como a través del reflejo del cristal del ventanal, observe como el muy hijo de puta se agachaba (pensé donde coño iba, joder ahora no era el momento). Simulaba que se agachaba e intruso pidiendo disculpa a algunas personas, cuando se iba inclinando, como si intentará recogía algo del suelo o quizás soltarla. Di un pequeño sobresalto, joder pues no lo esperaba al notar su mano sobre mis espinillas, me asuste un poco pero el manoseador al tiempo que se fue levantando aunque eso si muy lentamente, su mano fue deslizándome sobre mi pierna hacia arriba, notaba como la aspereza de su mano, como redondeaba mis muslos hasta introducirse por la parte interior de ellos hasta notarla en mi ingle (joder, que canalla como me encendió).

Ignoraba el motivo, por lo que me puse muy nerviosa, quizás su acción o quizás su atrevimiento a manosearme desde mis tobillos, pero me hizo girar mi cuello hacia atrás, el buscar a mi chico entre los pasajeros, sin soltarme de la barra de sujeción, como entre tantas personas observándonos, vi sus ojos como me observaba, el muy cabron estaba disfrutando y eso que todavía no había comenzado lo mejor, baje la vista asombrándome al ver su mano sobre su bulto, frotándose su miembro (que cabron, ese si que estaba encendido). Notaba como la longitud de mi falda no era ningún impedimento para el, como sus manos sobre mis nalgas, me moví a modo de rehusar sus manoseos pero ya era tarde. Comenzó a subirme la falda hacia arriba, pero rápidamente eche mis manos hacia atrás, impidiendo al manoseador su acción, pero fui inútil. Dándome un par de cachetadas sobre mi mano, hizo que retirara mi mano, y como en silencio me volví a sujetar dejándole hacer, era como una invitación a que continuara.

Aunque seguí en silencio, eche varias veces mi vista hacia atrás, en busca de la cara de mi chico, de ver su expresión en su rostro al descubrir mis fantasías, al tiempo que me sujetaba con una de mis manos a la barra de sujeción de uno de los asientos, mientras la otra a la barra que cuelga del techo, a modo que me mostraba expuesta. El manoseador seguía acariciándome, pero ya no se dedicaba solamente mis muslos, sino que su dedicación era mis nalgas, como manoseaba prácticamente con la amplitud de su mano las carnes de mis glúteos. Me sentía avergonzada, pues me veía reflejada en la mampara del ventanal, y no solo era eso la causa, sino el observar como varios hombres me miraban, con ojos de deseos y de envidia hacia mi manoseador. De cómo me introducía sus dedos por la unión de mis nalgas, sin importarle que llevara todavía las braguitas, como sus dedos se repartían entre mis nalgas, y como me dejaba hacer, disfrutando con la presión de sus dedos mientras atornillaba mi agujerito anal.

En rápido movimiento, coloco su otra mano sobre uno de mis pechos por encima de mi camisa, comenzando a acariciarme (joder, me gusto su actitud directa sobre mis pechos). Mientras notaba que su otra mano izquierda, se encontraba sobre la tela de mis braguitas, como movía sus dedos a modo de reliarla hasta enganchar esta en su dedo, y al ver como por mi parte de ponía oposición alguna, comenzó a tirar de ellas hacia abajo, al tiempo que notaba una brisa de aire caliente sobre la piel de mis nalgas, sentía la piel de su mano sobre mis ya desnudas nalgas, como comenzaba a juguetear con mi orificio anal con mayor libertad (uuummm, si supierais como me estaba poniendo sus dedos, dios). Sentía las yemas de sus dedos juguetear con mi orificio, como primero introducía uno para retíralo e introducir otro, e incluso los dos al mismo tiempo a modo de una lucha por penetrarme. Me mostré vencida, pues eche mis nalgas levemente hacia atrás, vencida por el placer, mientras encerraba los parpados al tiempo que me mordí mis labios por ahogar mis jadeos, y hasta tuve que apretar mis manos a la barra del asiento, por acallar mis gritos mí gozo.

El manoseador seguía en su labor, dándose cuenta del placer que me estaba proporcionando al ver mi rostro reflejado, continuaba su frotamiento alternándolos con mis labios vaginales, cada vez me mostraba mas entregada, cuando note de nuevo como volvía a tirar de mis braguitas, hasta notarla deslizarlas entre mis muslos hasta detenerse en mis rodillas, y suerte tuve pues estaba con las piernas semi abiertas, el morbo era total siendo manoseada a la vista de mi chico, que morbo verdad. Se le notaba bastante excitado, pues sus acciones comenzaron a hacerme daño. Pero mientras seguía siendo penetrada con sus dedos por mis orificios, su otra mano que seguía magreándome mis pechos por encima de mi camisa, dejo su acción para descender siguiendo la abotonadura de la camisa, hasta llegar a la cintura de mi falda, pellizcando la camisa tiro de ella hacia arriba sacándomela del interior de mi falda, e introducir su mano por debajo hasta subirla de nuevo hasta mi sujetador, para manosear primero por encima de mi sujetador y minutos después e introducirla por debajo de la copa y tocar mis mamas, y pellizcar mis pezones.

Dios, como era poseída, mientras su mano izquierda se encontraba entre mis piernas, hurgando con varios de sus dedos ya sea, frotando mis labios vaginales o taladrando mi orificio anal. No quise dar la sensación de chica fácil, aunque a esta altura creo que no era la definición exacta, pues volví a echar una de mi mano hacia atrás, e intentar retira su mano de mis nalgas pero sin éxito alguno. Me dolían los pechos por la incomodidad de sus magreos, como sin importarle que fuéramos observados, seguramente cansado de molestarle mi sujetador, sentí su mano entre mis pechos sobre mi sujetador y segundos después note mi sujetador a la altura de mi

omb

li

go (joder, que cacho de cabron, que dolor al notar como tiro de mi sujetador hacia abajo, el muy capullo podría haberme avisado, sentí como si hubiera tirado de mis pechos hacia abajo y no veas el dolor del elástico en mi espalda arañándome), este dejo mis pechos tan firme con mis pezones, y duros por la excitación (o acaso seria dolor).

Note su mano descendió desde mis pechos hasta mi vientre, después de todo lo que había echo por dejar mis pechos libres, se desentendió de ellos, como notaba la piel de su mano haciéndome sentir como un cosquilleo, hasta note como me produjo como si sintiera un calambre desde mi espina dorsal, pero esa sensación fue maravillosa. Su mano siguió descendiéndola hasta mi ombl

igo para continuar hasta mi pubis, recuerdo que note como si estuviera rascándome sobre mi falda a la altura de mi cintura, pero a medida que seguía, sentí como mi falda comenzó a subirme hasta dejármela enrollada dentro de su puño, la cual la deposito reliada dentro de mi falda, sujeta por el elástico de la cintura, que vergüenza pase en ese momento. Bueno sigo, descendió su mano hasta mi pubis, para introducirla entre mis piernas, note sus dedos recorrer mi vagina mientras la yema de uno de sus dedos jugueteaba con mi vulva, otro de sus dedos me penetraba sin miramientos, haciéndome soltar un quejido (aunque creo que mas de uno creyó oír un gemido), para que minutos después introdujera un segundo dedo (joder que morbazo, hasta ese momento era la primera vez que me ofrecía tanto, quería que mi chico gozara, tanto como yo lo estaba gozando).

Comenzó el muy cabron a pegar su cuerpo con el mió, restregando su miembro contra mis caderas, a modo que notara su dureza y la longitud de esta, demostrarme como estaba de excitado (típico entre los tíos, panda de mataos), mientras seguía siendo manoseaba, notaba como sus dedos frotaba mis labios vaginales. Su otra mano, no estaba quieta mas me hubiera gustado, introducía varios de sus dedos en mi orificio anal, alternando las dos manos las perforaciones, la verdad me sentí vejada pero como gozaba, como el muy cabron hizo que me viniera. Sentí como mis piernas temblaran, como un repeluco desde mi cuello al sentir ese orgasmo, como si hubiera estallado algo dentro de mí y quería que siguiera, aunque sentí la necesidad de tener sus manos acariciando mis pechos. El acosador, nada mas sentir como sus dedos se bañaban en mi néctar, comenzó a penetrarme cada vez más rápido, alternando dos de sus dedos frotando mi vulva y mi clítoris, al tiempo que otro me penetraba, notando el preludio de un segundo orgasmo sin haberme recuperado del primero, todavía estaba disfrutándolo cuando mis rodillas flojearon.

Estaba siendo ultrajada, notaba como hurgaba en mis orificios haciéndome gozar, sin importarle su gozo, con la falda enganchada en la cintura, y con las bragas sujetas en las rodillas, notaba que estaba borracha de satisfacción. Eche de nuevo la vista hacia atrás, para mirar a mi chico, observando como este se estaba frotando su miembro sobre el pantalón, mientras gozaba conmigo mientras un depravado me humillaba y vejaba. Note algo húmedo y caliente que me hizo despertarme de mi satisfacción, el muy hijo de puta se había envalentonado, sacándose su miembro del interior del pantalón, me la había colocado en la unión de mis glúteos, notándola babeante quizás por la excitación. Sentí su respiración agitada sobre mi nuca, pero sin decir palabra alguna, como colocando sus manos sobre mi cintura una por cada lado comenzó a moverse, un típico movimiento un vaivén muy despacio de dentro hacia fuera, para una de sus manos abandonar mi cintura e introducirla por dentro de mi camisa hasta llegar a mi pecho, el cual después de manosearlo primero, continuo pellizcando mis pezones, endureciéndolo aun mas, como entre sus dedos los frotaba.

Como en su frotamientos entre mis glúteos, la notaba una y otra vez chocar la cabeza de su miembro contra mi inocente y frágil vagina, como pasaba como si fuera un carril entre mis labios vaginales, sintiendo su calor y deseando que sin "querer se introdujera" (dios, que mala suerte, uuummm). Después de notarlo como murmuraba algo entre mudos gemidos, detuvo sus movimientos, notando como algo caliente chocar contra mis nalgas, pringándome de su líquido viscoso notando como estos se diluían entre mis muslos. Se pego aun mas a mi cuerpo, recubriéndome con sus brazos, al tiempo que notaba su miembro estrujarse contra mis nalgas, su respiración agitada poco a poco fue normalizándose, hasta el punto que notaba como sus brazos se deslizaban, hasta llegar hasta alcanzar mis braguitas y una vez alcanzadas sujetándolas las subió, dejándomelas puesta aunque eso si, algo humedecidas ya que al subirlas se impregno de su néctar, bueno continuo soltándome la falda, del sujetador me encargue yo pues me lo deje como estaba.

Que vergüenza pase, tantos tíos mirándome con ojos de salidos, tanto que parecía que se salía de la cara, hice como que no hubiera pasado nada, aunque eso si gocé e hice gozar con mi cuerpo. Bueno nada mas llegar a nuestra parada, nos bajamos mi chico y yo, comentándome este que ignoraba esta faceta mía, lo mucho que había aprendido de lo golfa que era, aunque hoy día sabe que lo continuo haciendo, y goza tanto mis historias como de mi. En el viaje de vuelta, quien gozo de mi fue el, quien antes saboreo el muy asqueroso en los aseos del néctar que dejo el acosador.

Debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. Que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil.

Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. Aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email: susanabix@hotmail.com