Fantasias de Araceli (4)
El concierto de los 3 Tenores en la ciudad trajo consigo una experiencia bastante agradable a mi esposa.
Las Fantasías de Araceli 4
Reunión en la ciudad
Esto le sucedió a mi querida muñequita cuando por causa de un concierto al cual asistiríamos le llevo a tener una aventura con un albañil bastante aventado.
Esa tarde decidimos que al terminar de trabajar nos veríamos en un edificio cerca de la macro plaza de Monterrey para asistir a dicho concierto yo llegaría como alas 6 de la tarde por ahí y ella salía alas 3:30 así que le sugerí esa dirección por ser el punto ideal de citas en la ciudad para esperar mi llegada, ella estuvo matando el tiempo visitando las tiendas un rato hasta que se sentó en una banca de un callejón de la avenida Morelos cerca de un edificio en construcción afortunadamente, había llevado un libro con ella y decidió leerlo y esperar, la llame a su teléfono celular para decirle que estaba el trafico muy pesado y que llegaría hasta después de las 6:00 PM estaba muy elegante con un vestido rojo y zapatos de tacón alto y un abrigo que la cubría Por completo lo que llamaba poderosamente la atención de las personas en especial hombres que por ahí pasaban, al rato salieron varios albañiles de un negocio en reparación e iban muy contentos pues era fin de semana, uno en particular estaba contando dinero cerca de ella y la descubrió observándolo era un señor alto y fuerte 45 años lo supiste después y le sonreíste aun cuando intentaste pasarlo por alto, concentrándote en tu libro.
Finalmente atrajo tu mirada. Parecía estarse armando de valor, mientras se te acercaba. Era bastante moreno y velludo se acerco y de repente te dijo:
¿Vienes aquí seguido?
¿A un callejón? Respondiste.
Te pareció una pregunta bastante tonta.
Bueno me preguntaba si te interesaría ganarte un poco de dinero... Su voz se apago
, Mientras sonreía.
De pronto comprendiste, te estaba confundiendo con una prostituta, sentada en espera de que alguien te hiciera proposiciones amorosas.
Creo que se confunde le respondiste, sintiéndote insultada.
Cálmate, dijo pensé que estabas aquí en busca de acción, eres muy bonita, en realidad, trato de suavizar la situación. ¿Por qué no haces una excepción?
No pudo resistir la tentación de hacer otro intento, tengo suficiente dinero y te juro que no te arrepentirás se como tratar a una hermosa hembra como tu.
Toda la escena era absurda; pero te pareció divertida, que una mujer pudiera pasar una media hora con un tipo y terminar con mas dinero por hacer lo que de todos modos te gustaba.
Todo eso ejerció en mi esposa una gran atracción. ¿Por qué no? Yo llegaría mas tarde para reunirme contigo. Sentiste que se te aceleraba el pulso. cuando se disponía a retirarse le dijiste:
Creo que voy a aceptar su oferta.
Antes de que pudieras cambiar de opinión, se te acerco.
Voy a entrar en el edificio y en unos momentos entras tu, en esos pocos minutos mi chelys decidió que se iría pero cambio de opinión varias veces. ¿Estaba loca? Sin embargo la idea era extraordinaria revolcarse con un desconocido albañil en un edificio en construcción,
entraste en el cómo hipnotizada y lo buscaste en una habitación que apenas reflejaba la ultima luz del sol de esa tarde. El se había quitado la chaqueta y desabrochado la camisa mostrando su enorme pecho velludo.puesto que no sabias que esperar dejaste que tomara la iniciativa, té quito el saco, antes de acostarte en un montón de cobijas que había en un rincón, el albañil comenzó a besarte el cuello y te cargaste de electricidad. Otro beso, con mayor fuerza y se apodero de tu boca te beso la cara y te estremeciste con sensaciones adorables.
Su aroma a sudor te excitaba, entonces condujo tu mano a sus pantalones, para que se los desabrocharas. Lo hiciste con destreza y metiendole la mano debajo de los calzoncillos, lo tomaste por los testículos enormes que tenia. Suspiro de placer. Le buscaste el pene, que estaba todavía flácido, pero apremiaba a ser de gran tamaño e increíblemente grueso y se lo acariciaste un momento.
Se separaron un instante para que el tipo se desnudara y lo imitaste, desprendiéndote de tu saco y vestido. te quedaste solo en media, pantys y brasier sin quitarte los tacones(te sentiste hermosa en ese momento por haber adelgazado 4 Kg), cuando alargo las manos hacia a ti y dijo:
Quiero quitarte el resto.
Te soltó el brasier, y tus hermosos pechos blancos se liberaron. Tus pezones rozados resaltaban con fuerza. Te los succiono con fuerza antes de quitarte los calzones y dejándote las medias. Pareció sorprenderse de que fueras rubia natural y lleno de besos tu panochita.
Cuando se separo de ti lograste ver en toda su erección ese gordo pene no era muy grande pero bastante grueso y negro.
Te atrajo hacia él, pasándote las manos por la espalda y descendiendo hasta tus nalgas. Te las estrujo con fuerza, casi lastimándote. Froto su cuerpo contra el tuyo haciendote cosquillas con su peludo pecho, hasta que sintió que ya estaba su pené bien firme. volvieroa a separarse y se tendió en el montón de cobijas en las que se encontraban.
Mamamela puta, te dijo con sencillez.
Dudaste, preguntándote de pronto quien eras y en que te habías metido.
Te digo que me la mames puta, ordeno, tomando tu cabeza y acercándola su cuerpo. Colocaste lentamente tu boca sobre él. Sentiste una sensación agradable al mamarselo. Su aroma a sudor y orines te agradaba.
Se la mamaste con avidez hasta que se endureció todavía mas en tu boca. Era demasiado gruesa y no la podías tragar bien lleno por completo la cavidad. Mientras desplazabas tu lengua por su grueso miembro, le acariciabas los huevotes. volvio a suspirar y te tomo de los cabellos.
Chupame las bolas te ordeno.
Al cabo de un rato, retiro tu cabeza.
Ya basta, te dijo. No te gusta le respondiste. Bastante dijo el tipo pero no quiero desaprovechar este momento en una mamada solamente. ahora tiéndete de espaldas.
Seguiste sus instrucciones. Se coloco en la posición del misionero, entre tus piernas.
No había perdido el tiempo acariciándote; pero debido al carácter de la escena, estabas bastante bien lubricada.
Aunque batallo para introducir ese trozo de carne en ti.
Cuando sentiste que tu vagina se abría al máximo para ajustarse a su tamaño sentiste un placer total. ¡El desconocido el albañil a quien no le importaba quien eras, te usaba solo para su propio placer y te estaba llenando completamente.
Mientras proseguía sus movimientos le besaste en la boca ahogándote con su saliva, y comenzaste a gemir despacio. Se dio cuenta de ello y pareció excitarse todavía más. Entro en un ritmo constante, que te absorbió.
Se separo de ti y te dio la vuelta para tomarte por atrás te jalo de los cabellos y te comenzó a cabalgar vigorosamente.
Vamos, te susurro, suéltate puta vamos...
Sus palabras te excitaron todavía mas y sentiste que te ibas, mientras te seguía cabalgando.
Sentiste que las pulsaciones no cesaban, mientras el se impulsaba ya con mayor rapidez. Al poco rato, gruño como animal, se puso rígido un instante y sentiste que se le agitaba el cuerpo, mientras te descargaba toda su leche en tu interior. Luego, se desplomo sobre ti.
Un rato después, mientras te vestías y te arreglabas el maquillaje, se te acerco en silencio.
Aquí tienes, dijo, tendiéndote algo.
¡Necesitaste casi un minuto para comprender que era dinero!
Casi te habías olvidado del modo en que se había iniciado todo.
Fue muy bueno, te dijo, te ganaste muy bien el dinero.
Te sentiste sorprendida al darte cuenta de que para todo ello habías necesitado tan solo 40 minutos. Y volviste al callejón sentándote en la banca, esperándome a mí, que ni en mis sueños más salvajes podía imaginarme como habías pasado parte de la tarde. Me preguntaste si podría hacer planes para reunirnos pronto en la ciudad... quizás en una semana.