Fantasias de Ana y Pedro 1

La fantasía de un hombre de ver a su mujer follando con otro se cumple y comienza la mejor época de su vida; comprueba que es algo más que esa mojigata que se conforma con los polvos de fin de semana; ella demuestra ser la más ardiente de las mujeres capaz de gozar con todo tipo y cantidad de sexo.

Este relato se publicó anteriormente el (09-Jun-10) desconozco porque fue borrado, pero a petición de uno de los lectores que lo leyó en su día y me lo ha hecho notar lo subo otra vez.

Era jueves y la semana se parecía a tantas otras, no tengo pareja en este momento y estaba un poco desanimado hasta que me llamo Ana y después de preguntar que tal estaba me explico el motivo de su llamada.

Pedro hace tiempo que esta con lo mismo, empeñado en que hagamos un trío yo sinceramente no le veo la necesidad pues tenemos una vida sexual plena, pero dice que es su fantasía. Cuando le pregunte que caso de acceder ¿con quien? Salió tu nombre y por fin accedí y te llamara para comentártelo espero que aceptes pero no le digas que hemos hablado.

De acuerdo no le diré nada ¿Pero a ti no te importa?

Mira tú, si él lo quiere lo probamos a fin de cuentas solo es sexo y prefiero que sea con un conocido que con alguien que no se que hará ni que espera.

Pues si Pedro me llama aceptare encantado mas sabiendo que estas de acuerdo.

A la media hora me llamo Pedro y me pregunto si nos podíamos ver y quedamos para tomar una cerveza. No sabía muy bien como empezar y lo hizo diciendo.

Hace tres años que nos casamos pero incluso antes ya me imaginaba lo que seria estar presente mientras otro se la follaba, ha sido una fantasía recurrente y ahora parece que es el momento. Lo he hablado con ella y esta de acuerdo si el otro fueras tú. A mi no me importa, al contrario prefiero que sea un conocido a elegir a un extraño en una pagina de contactos.

Pero Pedro ¿lo habéis pensado bien? Y las posibles consecuencias en vuestra relación.

Consecuencia ninguna, solo será sexo, confiamos el uno en el otro y por tanto no habrá engaño. En este caso se cumplirá mi fantasía y quizás ella se atreva a comentar si tiene alguna.

Bueno podéis contar conmigo, como quedamos.

Sé que es un poco precipitado pero antes de que cambie de opinión.            ¿Podría ser mañana por la noche?

Si ¿a qué hora quedamos?

En nuestra casa a las nueve, iremos a cenar y si le apetece a bailar un rato; después ya volveremos a casa.

La noche siguiente me presente en su casa temprano, me abrió la puerta Pedro y al poco apareció Ana que estaba preciosa, me beso en los labios y con una sonrisa picara dijo.

Hay que ponerse en situación.        Pedro, hiciste la reserva en el restauran.

No, no es necesaria, siempre hay sitio.    ¿Por qué?

Es que no me apetece salir a cenar quisiera quedarme en casa.

A,        pues nos quedamos.

¡No!      Tú te vas y cuando nos hayamos conocido mejor en esta faceta, ya te llamare para que traigas algo preparado y así comeremos un poco mientras intercambiamos impresiones.

Tanto a Pedro como a mí se nos quedo cara de bobo, mas a el pero solo atino a contestar.

Tendré el móvil conectado.  Ya me llamaras .

Se dirigió a la puerta para salir y Ana lo beso diciendo “hasta luego”.

Cuando nos quedamos solos le pregunté porque le hacía eso.

Es su fantasía pero son mis normas. Cuando acepte fue con la condición que yo decidiría QUE en cada momento.

Si te molesta perdona por no haberlo comentado antes y si quieres dejarlo adelante pero es lo que acordamos nosotros.

Puso y nos pusimos a bailar, se restregaba conmigo y cuando la acaricie por el escote la espalda aún se pegó más y bajo una mano hasta la bragueta diciendo.

Creo que sobra mucha ropa.

Nos desnudamos en un instante y volvimos a abrazarnos, en esta ocasión sin prestar atención a la música. Los pezones se clavaban en mi pecho yo besaba su cuello cuando lentamente me condujo hacia su habitación.

Ana siempre fue una amiga pero de esas que les tienes ganas y en ese momento la tenía ahí.

Nos tumbamos en la cama y situando medio cuerpo sobre el mío comenzó una mamada con mucha dedicación. Trate de tomar un pecho para acariciarle y separo mi mano. Cuando note que acababa le avise pero siguió hasta que estalle en su boca, trago lo justo para que le quedara la boca llena entonces me la puso desde el pecho hasta el vientre para poder lamerla despacio mientras la saboreaba. Cuando termino me dijo.

Esta es una de mis fantasías pero a Pedro es imposible mamársela no se deja dice que eso es de viciosos.

Después de descansar un poco. Siguió lamiéndome la polla por fuera hasta que estuvo en condiciones otra vez entonces se coloco en cuclillas y cuando la tubo encarada se dejo caer de golpe hasta el fondo. Se quedo quieta un instante mientras le acariciaba los pezones y entonces comenzó una cabalgada en que casi se salía y volvía al fondo. Cuando alcanzo el orgasmo pude ver como le cambiaba la cara y de una cara dulce paso a tener una cara de satisfacción casi maligna. En esta ocasión no me corrí pero a punto estuve. Cuando se tranquilizo un poco y descansamos me dijo. Ven

Me llevo a una butaca en la que coloco una almohada sobre el respaldo. Se arrodillo echando el cuerpo adelante y abriendo las nalgas con las manos me dijo.

Sin piedad.      Quiero que me rompas el culo; esta virgen pero quiero que me hagas daño así no olvidare quien fue el primero, porque no estoy dispuesta que esto acabe cuando lo diga Pedro.

Aunque no era lo que había pedido le introduje primero la polla en el coño para lubricarla un poco y después cuando la apunte a su estrecho pasillo fue ella la que se encargo de recular hasta quedar totalmente ensartada. Cuando llego al fondo giro la cara con dos lagrimas que pugnaban por salir; sonrió y comenzó un vaivén que la llevaron a unas contracciones que me aprisionaron aun mas provocando en mi una buena corrida aunque no se que fue primero. Quedo sobre la almohada como una muñeca rota. Cuando salí de ella la tome en brazos y la deposite sobre la cama de lado y me tendí frente a ella. Cuando se repuso con unos ojos llenos de agradecimiento me dijo.

Ahora ya he cumplido alguna de mis fantasías, cuando pueda nos ducharemos y llamare a Pedro para que venga y sea el quien “supervise” aunque tienes que saber que me has tratado muy bien.              Tiene claro que no tiene que preguntar que ha pasado aquí mientras no estaba.               Me puedes llamar cuando quieras o lo necesites.         Esta puerta la ha abierto él y o solo la mantengo abierta.

Pero eso no es lo que hablamos, dijimos que seria solo esta vez.

Sí, pero eso era antes de probar algo diferente y con permiso de mí marido; no creas que voy a salir a buscar tíos por ahí, de momento he pensado solo en ti porque sabes como tratarme.

Veremos cómo se desarrolla la noche cuando llegue Pedro.

Nos duchamos, llamo a Pedro y mientras nos vestíamos me dijo.

Recuerda, de lo sucedido hasta ahora nada de nada y si te pregunta dile que yo le explico.

Cuando llego Pedro nos encontró vestidos y tomando una copa, eso sí Ana estaba apoyada en el brazo del sofá porque le dolía el culo. No pregunto nada, destapo dos bandejas que traía con unos canapés y montaditos, saco una botella de cava y cuando se termino fue Ana a por otra, entonces Pedro pregunto en un susurro.

¿Qué tal?         Esta muy enfadada conmigo.

No en absoluto, solo que hemos hablado un poco para que todo quedara claro y lo esta.

Cuando terminamos de comer y beber Ana puso la misma música de antes y me saco a bailar mientras Pedro miraba como nos morreábamos. Después soltó el vestido con la misma gracia de antes y se arrimó a Pedro para tocarle el paquete.

Eso lo puso aun mas caliente y le susurro al oído aunque pude oírlo.            “con él, quiero verte con él” entonces Ana como una chica buena se acerco y me desnudo. Me agarro la polla y me guío hacia la habitación.    Miro fijamente a Pedro que nos siguió y le pregunto.

¿Sin límites?

Pedro respondió.

Sin límites, solo los que tú impongas.

Tal como yo estaba de pie ella se arrodillo sobre una almohada que puso en el suelo y se metió media polla en la boca. Mamaba como una descosida pero en esta ocasión no trago el esperma, cuando noto que salía se la apunto a la cara y la repartió entre la cara y los pechos, cuando acabe la engullo para sacar los restos y después con la mano se la restregó por todo el cuerpo.

Pedro miraba desconcertado entonces se tendió en la cama y sabiendo que quería me dedique a lamerla e ir depositando en su boca todo lo que encontré hasta que llegue al pubis.

Con una mano levante su cintura y con la otra puse una almohada bajo sus riñones, me coloque entre sus piernas y lamí varias veces de arriba abajo y vuelta arriba hasta que el clítoris quedo a la vista, lo lamí primero para mordisquearlo después con los labios hasta que bramando como una fiera herida, alcanzo un orgasmo bestial pues lo que Pedro no veía es que le tenia metido un dedo en el culo.

A todo esto pude ver a Pedro inmóvil con una erección de caballo que se notaba bajo sus pantalones pero sin intención de tocarse y menos de sacársela.

Me tendí junto a Ana y cuando se giro hacia mi le susurre que tendría que atender a Pedro a lo que respondió.

Su fantasía, era verme en otros brazos disfrutando “sin limites” como le has oído decir.

Si pero creo que.

No insistas, mañana ya le compensare pero un trato es un trato.      Por cierto cuando estés en condiciones ya sabes que toca.       Me ha gustado como empleas la butaca.

No esperé pues ya hacía casi una hora desde la mamada y con poco ya estuvo en condiciones otra vez. Tome la almohada la coloque en la butaca como ella antes y con un gesto de cabeza le indique que se colocara.

Sin palabras arrastro la butaca hasta los pies de la cama y se puso en posición, cuando estaba de rodillas inclino la butaca hasta apoyarla en los barrotes de la cama quedando ella mas inclinada y el culo en pompa.            En esta ocasión no lubrique nada pues ya lo estaba y en cuanto noto que la apuntaba tomo aire y asintió por lo que entre hasta el fondo de una vez. Manche sin piedad tal y como me había pedido la primera vez al tiempo que le retorcía los pezones y tiraba de ellos; esta vez sí que empecé a correrme yo y fue lo que provoco en ella otro potente orgasmo.

Cuando terminamos ambos y salí de ella, le escurrían por las piernas una mezcla de flujo y de esperma y estaba como desvanecida. Con cuidado la tome en brazos y la deposite en la cama. Me tendí a su lado y cuando abrió los ojos sonrió y pregunto.

Pedro.               ¿Imaginabas que sería algo así?

¿Sinceramente?        ¡No!   Más bien pensaba en sexo semejante al que tenemos normalmente pero me gusta y ahora ya se de lo que habéis hablado mientras no estaba.

Ahora podrías.

Ana no lo dejo terminar recordándole el acuerdo que tenían.

Cuando el quiera se ira pero mientras este aquí seré suya y solo suya; tu mira lo que quieras y si te preguntamos y quieres responder lo haces, aprende lo que puedas pero no tienes que intervenir en nada.

Quiero que pases la noche conmigo; Pedro puede dormir en la butaca o ir a la habitación de invitados.        La cama es nuestra.

Pedro salió de la habitación diciendo que estaría en el salón.

¿Crees que está bien? No le afectara demasiado todo esto. Ha visto como la mamas, como te gusta que te la endiñen por el culo y decías que todo eso lo consideraba de “viciosos”

Si pero ¿le has visto la cara?           Lo conozco y aunque sufra esta disfrutando y cuando este con el y le diga que se la quiero mamar solo se la sacará y recordará como me has duchado el cuerpo con tu semen.

Tu veras, es vuestra vida.

Pasamos la noche juntos y Pedro no entro en ninguna ocasión. Fue una noche muy intensa pues Ana es insaciable; realmente necesita más de un hombre.

En uno de los momentos en que Ana quedo medio dormida me levante y salí al salón cubierto con una bata de Pedro que al verme pregunto.

¿Algo no va bien?

Todo va bien y tu ¿como estas?

Mucho más contento de lo que nadie puede imaginar.             Se ha cumplido mi fantasía; solo espero que Ana lo haya disfrutado tanto como yo y que tú no te apartes de nosotros por esto.

Por cómo te mira Ana, sé que esta a gusto contigo y no me gustaría incluir a nadie mas en nuestros juegos.

La quiero mucho y se que te gusta pero también que no harás nada por separarnos.       Vuelve con ella y hazla disfrutar.            Todo lo que goce ella ahora me lo compensara con creces.

Entre y vi que Ana estaba despierta y había oído a Pedro entonces me dijo.

Ya te dije que el estaba bien, gozando con mi placer y cuando no estés ya le compensare, pero tienes que prometerme que acudirás si te necesitamos.

Tenlo por seguro.

Nos levantamos a media mañana agotados pero una ducha nos dejo como nuevos.

Nos vestimos un poco y al salir al salón vimos que Pedro había preparado desayuno para los tres. Cuando terminamos de desayunar hablamos un poco de lo sucedido en las ultimas horas me acabe de vestir y marche a mi casa.

A los quince días me llamo Ana.

Continuará.