Fantasias 1
Carolina no podia alejar la vista de la mujer que tenia delante de ella. Jackie aprovecho a su vez mirar con descaro a la rubia, e hizo un gesto de aprobación con su labios, por lo que sus ojos miraban.
Estaba nerviosa. Estaba muy, muy nerviosa. Desde su auto veía el exterior del club. Estaba decidida a ir y cumplir con un deseo que venia posponiendo desde hace mucho tiempo, y no pasaría de esa noche sin cumplirlo, era fin de semana y estaba decidida a divertirse.
Después de un ultimo suspiro y dándose animo baje del auto. Sin alardear, tenia buen aspecto, era rubia, su cabello lo traía agarrado en una coleta que dejaba ver su elegante cuello. Llevaba una blusa tipo TOP halter y una falda gris que llegaba a medio muslo. Zapatilla negras que terminaban con el conjunto, así como labial rojo y poco maquillaje en el resto de su cara. Ella se veía bien y lo sabia. Iba en definitiva preparada para lo que sea.
Sus tacones resonaban por el pavimento del estacionamiento, después de pagar el ticket de entrada paso dentro del oscuro bar, que estaba lleno en su mayoría por mujeres y alguno que otro hombre, la mayoría vestidas con cuero y cadenas, una pareja paso delante de ella en donde una de las chicas llevaba cadena al cuello mientras la otra la dirigía. Carolina se sentía nerviosa e insegura, sin detenerse a mirar a alguien en particular al acercarse a la barra. Se sentía estúpida y completamente fuera de lugar, pero si quería conseguir lo que deseaba, necesitaba tranquilizarse. El camarero vestido de negro y cuero se acerco a Carolina.
-¿Qué puedo hacer por ti cariño?.- pregunto y se reclino en la barra, esperando la respuesta de la rubia.
-Algo muy fuerte. Contesto sonriendo la rubia. El camarero se fue a traer la orden.
Carolina se volvió a observar a la gente que se encontraba en el club, sorprendida por el comportamiento de algunos. Una balada sonada en el club, algunas parejas bailaban y otras mas que baile parecía que tenían sexo en la pista de baile. En una esquina del club estaba una mujer vestida con un top de cuero negro, una micro falda y estaba sentada en el regazo de otra chica en pleno beso muy apasionado, se sorprendió y mas cundo sintió su clítoris responder a la escena que se llevaba acabo frente a ella, apunto de regresar su vista la barra una mujer le llamo la atención y no pudo apartar su mirada de ella. De pie junto junto a la pista re baila y recargada en la pared estaba la mujer mas sexy que habia visto Carolina.
Llevaba pantalones de piel negros que le quedaban como una segunda piel, junto con botas negras, y para terminar un top que dejaba ver sus pechos y su vientre plano. La mirada de Carolina cayo en la entrepierna de la mujer y de nuevo sintió su clítoris palpitar, al darse cuenta que la mujer esta “preparada” para todo. El hecho más interesante, era que la hermosa mujer de ojos verdes le devolvía la mirada voraz.
Carolina sintió hacer estragos su estomago al darse cuenta que la mujer se separado de la pared, acomodando su cabello largo detrás de su hombro, mientras se dirigía a la barra, sin dejar de ver a los ojos Carolina.
-son $4.50 dlls. Dijo el camarero tras de ella sorprendiéndola.
-yo invito. Dijo la morena al llegar a la barra, sacando dinero del bolsillo de su pantalón. Pago y entrego la bebida a la sorprendida rubia. –soy jackie.
-gracias, Carolina.
.Carolina, mucho gusto.
Carolina no podía alejar la vista de la mujer que tenia delante de ella. Jackie aprovecho a su vez mirar con descaro a la rubia, e hizo un gesto de aprobación con sus labios, por lo que sus ojos miraban.
Sin decir nada quito la bebida de las manos de Carolina y la llevo a la pista de baile. Carolina sorprendida no hizo otra cosa mas que seguir a la hermosa mujer. Una vez que encontraron lugar en la pista jackie se volvió a Carolina y la tomo entre sus brazos, Carolina pasando las manos alrededor de su cuello, y jackie tomándola de las caderas.
Carolina brinco sorprendida cuando la morena la pego tanto a su cuerpo que sintió en su vientre el consolador que la otra llevaba.
-tienes el culo más grande y delicioso que e mirado nunca. Susurro al oído jackie, moviendo las sus manos sobre el área referida. Carolina quedo sin aliento una vez mas y solo sujetó mas fuerte los hombros de la morena. El corazón le latía tan deprisa que se sentía mareada. Parte de ella quería empujar a la mujer, pero sabia que era lo que estaba buscando, así que respiro profundo y se armo de valor.
-gracias. Soltó sin aliento la rubia-
-¿Por qué viniste aquí?, pregunto jackie acercando sus dedos peligrosamente al borde de la falda. –Hmm?, ¿has venido aquí para follar?.
Carolina se sorprendió por la naturaleza con que Jackie le hacia esas preguntas. Su sexo de pronto se puso duro y húmedo, especialmente porque la morena no dejaba de acaricia sus muslos casi bajo su falda, carolina abrió su boca para contestar pero no salió nada. Finalmente solo asintió.
Jackie sonrió y deslizo sus palmas bajo la falda de Carolina, a sabiendas que no podían ser vistas. –que te parece que sea yo quien te jode. Murmuro al oído de Carolina. Los ojos de Carolina se cerraron a la sensación de la lengua de la morena en su oreja, y a sus manos que tocaba su trasero, -si. Tomado aliento. –quiero que me folles. Termino de decir la rubia.
Carolina estaba temblando de tan excitada que estaba. Seguía en su auto a la morena que la dirigía a su casa. Llegaron y la casa de Jackie era un casa pequeña bien cuidada, estaba solo a 5 kilómetros del club. Una vez mas Carolina se encontró dentro de su auto tratando de calmar su agitado corazón. Ella vio como la hermosa morena bajo de su jeep negro, mirando todo el tiempo a Carolina, entonces esta bajo de su auto sin despejar su vista de la otra mujer, puso la alarma a su auto y se dirigió hacia la morena.
-¿estas segura de esto?. Pregunto Jackie con suave voz, dándole oportunidad a la rubia de arrepentirse. Carolina con una sonrisa asintió. –Sí. Con una sonrisa impresionante Jackie tomo de la mano a la rubia y la llevo a la entrada de la casa, abrió la puerta y permitió que Carolina pasara primero.
Carolina estaba en el centro de la habitación su corazón latiendo furiosamente. “Esto en verdad va a pasar”, pensaba la rubia, cuando fue tomada por una fuertes manos y apretada hacia un cuerpo sólido, gritando sorprendida.
-Ahora eres mía. Susurro al oído Jackie, mientras que posesivamente ponía un brazo en el vientre de Carolina