Fantasia via mail
Una madura goza con un caballo.
Fantasía vía mail
Entre todos los mails que recibí se encontraba uno de una mujer madura llamada Estela, me contó que tenia 50 años , que era viuda y que como no salía mucho de su hogar, la computadora era su compañía ideal, su vida sexual, se limitaba a masturbarse leyendo los relatos de zoofilia de Todo Relatos, aunque no había tenido nunca una experiencia zoofilica, le gustaría leer una historia que la tuviera como personaje principal, decidí complacerla e ilustrar la historia, con fotos sacadas de Internet
Estela salió esa mañana a pasear, por su barrio, camino y caminó hasta que la lluvia la sorprendió, lejos de su casa, se encontraba en un paraje solitario en el que solo había un granero y una casa, entró en el granero, para resguardarse de la lluvia.
Dentro del granero se encontraba un gran caballo, Estela miro hacia todas partes buscando una presencia humana pero no la encontró y cada vez llovía más fuerte, se acerco al caballo y acaricio su lomo, recordó algunos relatos de zoofilia y un cosquilleo corrió por su entrepierna, la idea de excitar al caballo, para ver su enorme miembro en vivo y en directo, luchaba contra la idea implantada por años de educación religiosa, las mujeres honestas no hacían esas cosas, si bien se permitía fantasear con eso, no se animaba a llevarlo a la practica
Sus manos parecían no responder a su mente, y bajaban en busca de su preciado tesoro, que con el contacto suave de sus manos se agrandaba más y más, su boca emprendió la recorrida de ese largo miembro.
Sus manos habiéndose despojado de su bombacha, buscaba su vagina, sus dedos se introdujeron uno a uno en su caliente vagina, el animal descargo su semen repentinamente, sobre su boca y sobre su cuerpo de hembra madura, trago y trago, ese néctar que su decisión al goce le proporcionaba, tomo el flácido miembro del animal y lo restriego por su vagina caliente, el miembro no ya no parecía tan grande y acomodándose bajo el animal, se lo introdujo sin dificultad, ya habían entrado unos 20 centímetros, cuando el miembro empezó a recuperar su dureza, se quedó inmóvil sin saber que hacer, el miembro empezaba a presionar las paredes de su vagina dilatándola dolorosamente, el caballo dio un paso adelante otros 15 cm se hundieron en su interior, repleta llena satisfecha de su osadía comenzó a amacarce y a tener un orgasmo tras otras, hasta que un río de semen inundo sus entrañas, se levanto como pudo y llena de semen equino, se vistió como pudo y se marcho a su hogar, entro en la ducha y comenzó a desnudarse un dolor agudo en su vagina era el precio del placer y su bombacha blanca teñida de rojo, por la abundante sangre era el testigo, de su voluptuosidad de mujer, paso toda la semana recuperándose de su hazaña,el recuerdo de el miembro del animal y el gusto fuerte de su semen, la acompaño todo el mes, tenia pensado volver por más y nada la detendría.