Fantasia realizada
Describo una locura sexual que realice, con Javier, de la que me arrepiento pero de la cual disfruté como nunca.
Javier es un amigo que conocí en una red social pornográfica. No solía coincidir mucho con él en el chats, pero cada vez que lo hacíamos me describía, sin que yo le interrumpiera, lo que me haría si estuviera conmigo en ese momento. Nos hicimos amantes virtuales.
En un principio todos sus gustos sexuales y las practicas virtuales que me haría eran bastante perversa, para mi forma de ser, pero con el tiempo empecé a encontrarlas excitantes llegando a tal punto que me masturbaba siempre que me lo describía. Tenía, por un lado, unas ganas terribles de dejarme hacer y por otro un miedo atroz a estar realmente con él y que me hiciera lo que describe en el chats. Pero, ¿Quién puede más?...la voluntad o el entendiendo. En este caso pudo la voluntad.
Después de estar muchos días, pero muchos, preparando un encuentro quedamos a cenar y conocernos. Fue una cena de contacto, de preliminares. Muy morbosa. Los dos sabíamos lo que iba a pasar. Él está casado y yo tengo pareja. No se trataba solo de infidelidad. Era una experiencia nueva para ambos, especialmente para mí.
Durante la cena nos calentamos mucho. Yo le decía que si me figuraba desnuda. Que pensara en mis tetas. Que como creía que llevaba el coño, depilado, o no. Que si no le iba a dar pena azotarme…Estaba muy, muy excitada y aunque no quería entregarme deseaba tremendamente que me humillara, sexualmente hablando. Quería ser la puta de alguien por solo un día.
Fuimos a una casa. Un bonito apartamento, de encuentros, que le dejo un íntimo amigo. Yo llevaba puesto un pantalón de cuero negro ajustado y un jersey de punto gordo con una camiseta de tirantes debajo. Tenía el pulso a mil por hora y un importante jadeo. Tal y como habíamos quedado, él, sería mi amo por esa noche. Me puso una venda negra en los ojos muy apretada. Me dio la vuelta y me dijo que me quitara el jersey. Le obedecí. A continuación lo mismo con la camiseta. Se hizo el silencio. Yo estaba desnuda de la cintura para arriba. Me puse las manos sobre los pechos como si sintiera vergüenza. Me dijo que me pusiera de rodillas. Nuevamente se hizo el silencio.
Tras una pausa que se me hizo interminable, sentía como mi coño emanaba flujo, sentí un fuerte golpe en la espalda. Me pego con una fusta. Yo grite en una mezcla de dolor y de placer. Tuve un orgasmo tremendo pues soy multiorgasmica. Caí hacia un lado y el me grito fuertemente ¡de rodillas! Yo no pude incorporarme, por el placer, y el empezó a golpearme con la fusta en el suelo. Cada golpe era un orgasmo. Creo que perdí el conocimiento. Cuando me recupere estaba completamente desnuda. Me dolía tremendamente la espalda y el culo…de los golpes. Me cogió la cabeza abrió mi boca y me metió su polla hasta el fondo. No se trataba de una mamada, que va, se trataba de producirme arcadas y hacerme vomitar. Y lo consiguió.
A continuación me puso a cuatro patas…me metió dos dedos por el culo y se puso a hurgar como si quisiera sacarme mierda…pero no…lo que quería era dilatarme el ano. Sentí que me metía algo duro y profundo. Era una lavativa. Me echo, dentro del ano, cerca de un litro de agua. Retiro la lavativa y sin dejar que saliera nada metió su polla por mi agujero y me follo, muy duro, pegándome azotazos hasta correrse. Cuando saco la polla empezó a salir a chorretones su semen mezclado con agua y con mierda. Me cogió de los tobillos y empezó a restregarme por todo ello. Cuando estaba completamente pringada me dijo que me pusiera boca arriba tumbada en el suelo y que me abriera el coño todo lo que pudiera. Se puso delante de mí y me meo en el coño y fue subiendo hasta llenar mi boca de su meado. Me obligó a tragármelo.
Yo me seguía restregándome, voluntariamente, en todo lo vertido estaba completamente salida y con multitud de orgasmos. Le pedí que me depilara el coño y una vez depilado que me lo quemara con un cigarrillo para no olvidar nunca esta sesión tan bestial de sexo o como lo queráis llamar.
Una vez quemada me pinzo el clítoris con dos dedos al igual que un pezón me apretó tan fuerte que grite de dolor y estuve a punto de desmallarme otra vez. La emprendió con mi coño. Estaba tan sumamente corrida que podía meterme casi una mano. Saco un consolador tremendo y me obligo a metérmelo mientras se masturbaba sobre mi cara. Estuve así un gran rato hasta que se corrió dentro de mi boca sin echar una gota fuera. A continuación me puso un collar, la cadena de un perro, y me paseo a cuatro patas por el apartamento obligándome a mear en una esquina y restregarme sobre ello.
Todo acabo en la ducha, ambos juntos. Yo estaba tan excitada, aunque parezca mentira, mientras él se jabonaba le chupaba la polla en busca de una última eyaculación.
A la mañana siguiente, desayunamos juntos. Una situación muy emocionante e incómoda. No hablamos de lo sucedido. Eso sí me curo el coño pues me dolía mucho el quemazo y me dio una pomada para las quemaduras.
Os respondo a vuestras preguntas:
¿Volverías a repetir? No
¿Te gusto la experiencia? Si
¿Te arrepientes de haberlo hecho? Si
¿Se lo contaras a alguien? No. Bueno aquí…
¿Volverás a quedar con Javier, solo a cenar? No
¿Qué es lo que más te puso? Los azotes
¿Qué es lo que menos te puso? Las arcadas y el vomito
¿Volverías a tener una experiencia similar con alguien distinto? No
¿Si se enterase tu novio? Me mata
¿Qué le dirías a Javier si leyera esta historia? Eres un bruto y un burro. Pero…te echo de menos.
¿Es cierta la historia? Solo lo sabemos Javier y yo
PD/ Dejame tu comentario y/o pregunta y te respondere...
♥️ Sorel