Fantasia para mujeres

Dirigido especialmente para la mujer madura y menos también. Que le guste descubrir cosas nuevas con hombres jóvenes.

Asi comienza :

Llamé por teléfono a mi mejor amigo el cual no veía hacia tiempo y decidimos encontrarnos para conversar. Camino a su casa vi salir de un colegio una mujer madura de las que me gustan. Su perfil describía su forma. Muy seria, no muy alta, de pelo oscuro sujeto con una vincha blanca, dos grandes pechos y una hermosa colita. No se bien, que me atrajo tanto a ella y comencé a seguirla. Cruzo la calle y se metió en un local que hacen copias. Al entrar me puse a su lado y note que sus apuntes a fotocopiar eran netamente escolares deducí entonces que fuese maestra. Un vendedor amablemente se me acerco y yo pregunte por unos precios mientras sentía como los ojos de aquella maestra me miraban de arriba hacia abajo y se detenían en mis manos. Sentí un fuerte escalofrío e intente disimularlo mirándola a los ojos y la sorprendí preguntándole si era maestra. Ella se vio muy amable conmigo confirmando mi intuición, maestra de niños. Salimos del local y comenzamos a hablar de cualquier cosa. Al principio me contó cosas de poca importancia. Pero a medida que pasaba el tiempo su confianza en mi aumentaba. Su vida era el colegio, algunos amigos y sin pareja. Con varias preguntas quiso saber mas de mi. Se interesaba mucho en escuchar mis simples respuestas y hasta las halagaba. También, le gustaba hacer amigos aunque reconocía haber perdido el habito de charlar con ellos. Le comente que justamente iba yo a ver a uno a quien hacia rato no veía. Reímos y en el momento de despedirnos me sorprendió, cuando anotó su numero telefónico y me pido que la llamase si quería. Luego, la despedí y quede en llamarla. Mientras caminaba sentía estar en un sueño esa mujer madura me excitaba de veraz.

Al llegar a lo de mi amigo no pude contenerme y le conté todo, todos los detalles y de mi fantasía con ella. Realmente nos interesaba saber como seria una mujer madura en la cama. Nuestra experiencia en sexo era siempre con chicas vírgenes, pero nunca con una mujer madura. Reíamos de la emoción y nos pusimos a fantasear miles de cosas haríamos si estubieramos con una mujer experimentada en el sexo. Nos excita muchísimo pensar en un trio en orgía. Tentados por descubrir nuevas sensaciones esperamos un rato y luego llame a la maestrita. Mi amigo escuchaba callado desde otro teléfono.

Cuando ella levanto el tubo, comeze hablando yo y luego le pase con mi amigo. A ella le dio gusto recibir nuestro llamado y le comente que estabamos de vacaciones y aburridos.

Sobre el final de la comunicación ella fue muy directa, "chicos si están aburridos los invito a que vengan a mi casa...". Al escuchar tales palabras nuestro entusiasmo fue mucho mayor aunque, no lo hicimos notar y aceptamos la propuesta seriamente.

Aquí estamos mi amigo y yo frente a tu puerta, a la hora acordada.

Toco el timbre, abrís la puerta y nos recibís vestida bonita y sencilla. Con una blusa blanca, una pollera, medias negras y sandalias. Rápidamente te presento a mi amigo y nos invitas a pasar al living.

Sentados los tres en un amplio y cómodo sillón, charlamos de cualquier superficialidad y reímos como para ir "rompiendo el hielo".

Ya mas relajados nos enteramos de las actividades cada uno, gustos y costumbres.

Con el correr de los minutos vamos entrando en confianza y tocamos varios temas.

Opinamos del amor, la pareja, la masturbación y el sexo. Especialmente en este último punto nos detenemos y cada uno sin tabúes comenta de su experiencia mas íntima. Cada aventura sexual nos erotiza mas y hace que el clima suba de tono calentándonos a todos. Hacemos picantes aportes a los relatos que los vuelven mucho mas excitantes. Con una pausa, hacemos silencio y te miramos muy provocativamente. Puedes sentir como te deseamos, nuestra vista te desnuda y a modo de respuesta nos observas fijamente con "ojos de gata". Los tres y sin que nadie diga una sola palabra comprendemos bien las intenciones de nuestros instintos.

Aprovechando la ocasión, te haces la ingenua y nos preguntas : "A ver, quiero su opinión ! Ustedes que son hombres, diganmé. ¿Cómo me quedan las medias de color negro ?..." y corres tu pollera y nos enseñas toda una pierna hasta tu portaligas. Intercambiando miradas de asombro, reímos respondiendo "uuuuuy...si, te queda muy lindo..." y continuando con tu "supuesta" ingenuidad tocamos tus medias con la excusa de saber si son suaves o ásperas "...mmmm si, son muy suaves desde los pies hasta tus rodillas..."

A partir de tal jueguito, mi amigo intenta disimular lo indisimulable, su pene al igual que el mío se torna erecto debajo de su pantalón y se le nota en gran bulto. Tu ojos sin permiso pasean de vez en cuando por nuestras entrepiernas mientras nos haces otra pregunta : ¿Chicos, y ustedes de que color usan la ropa intima ?.

Hecha la pregunta, mi amigo se baja el cinturón y te muestra su ropa intima diciéndote "...el que tengo puesto es azul, me gusta usar boxer...". A lo que tú respondes "mmm...sí,sí lo veo!... Y tu ?"

A lo que yo te respondo "...el mío es bordó pero a mi me gusta usar slip".

Te ríes amistosamente de nuestras respuestas y te divierte saber que ambos tenemos el pene erecto. Nuevamente en tono gracioso preguntas : "¿..yyyy..."todo" les puede caber en aquella tela intima ?. Sonreímos a modo de respuesta y entendemos que todo lo que nos dices tiene referencia en nuestros penes.

Aunque no lo parentes estas excitada y tus pezones te delatan a travez de tu blusa. Tus pechos se ven puntiagudos

Nuevamente en silencio parece que todos los temas se han agotado. Entonces a la vez mi amigo y yo nos sentamos mas cerca tuyo, uno a cada de tu cuerpo y te susurramos frases sensuales a los oídos. Tu cierras los ojos y disfrutas escuchando : "...imagínatelo todo..."

"...queremos que disfrutes..."

"...te relajes..."

"...no tengas miedo..."

"...pasémosla bien..."

"...queremos acostarnos contigo..."

"...vamos a gozar todos juntos..."

"...déjanos conocer tu cuerpo..."

"...quiero beber la miel de tu vagina..."

"...podría hacerte saltar y vibrar..."

"...quiero mamar de tus tetas..."

"...mmm que nos chupes el pene"

"...inundarte el cuerpo con nuestro semen..."

"...estremecerte por delante y por detrás..."

"...entrar y salir de ti con tanta pasión..."

"...te donamos nuestra leche mas intima..."

"...hacerte estallar en muchos orgasmos..."

"...refregar con la punta del pene sobre tu clítoris..."

"...lamerte toda la vagina hasta hacerte acabar..."

".........

Escuchar tales frases te erotizan hasta las mas asquerosa.

Juntas las piernas y las frotas entre ellas, te da placer.

Te muerdes los labios e imaginas lo que relatamos. Emites varios "...mmmm..." suaves y prolongados gemidos .

En un instante, reflexionas fríamente contigo misma y piensas. "...Nunca he estado en una orgía pero...¿ Cómo puede ser que estos chicos me exciten tanto...?. Son divinos.¿ Estará bien entregarme sexualmente a estos dos jóvenes calientes? No lo se,...pero me gusta". Tienes temor de no estar haciendo lo correcto, aunque no puedes negar que te excita vernos tan predispuestos a hacerte gozar. Así que decides, dejar llevarte por la situación.

Continuando humedezco tu oreja con mi saliva y bajo barriendo por completo tu cuello. Busco tu boca y en ella meto mi descontrolada lengua, nos besamos apasionadamente.

A todo esto, mi amigo descaradamente, manosea con fuerza tus puntiagudos pechos hasta que los despoja de la ropa. Los deja al desnudo, son lindos y están libres. Me retiro de tu boca y miro hacia tus excitados pezones. Mi amigo se enloquece, te comes su boca y te dice :...huuy que grandes son tus tetas, me encantan ! Tu te tomas los senos con ambas manos y los ofreces diciéndonos : chicos, vengan...los necesito... !.

Nuestras manos se abalanzaron sobre ellos amasándotelos fuertemente. Cada uno, se adueña de un pecho y trabaja laboriosamente por hacerte emitir intensos quejidos. Nuestros dedos juguetones se posan en tus erectos pezones y apretándotelos logramos verte gozar mas fuerte. Te pellizco y te lo estiro, todo te gusta. Mi amigo te acerca la lengua y te lame de un pezón. Tus gemidos comienzan a aumentar "...mmm..si así...haaaa". Te lo golpea con la punta mientras te lo llena de saliva. Yo en cambio, me ensaño en morderte suavemente el otro pecho. Atrapo tu rojo pezón con mis dientes y te lo fricciono con mi lengua.

Te pones como loca. Te sientes muy mojada, tu vagina creo que rebalsa de flujo. Llevas tus manos hasta nuestras braguetas y puedes palpar el volumen de nuestros excitados bultos. Quieres conocer aquellos penes, en vivo y en directo.

Un mayor placer te inunda cuando miras hacia abajo y nos ves, a cada uno mamar de un pecho. Mordemos tus pezones. Sientes que se te van a desprender. Chupamos en los lugares más sensibles de tus pechos. Te succionamos muy fuerte. Te excita ser mamada de tal forma y casi no puedes decirnos nada, solo gemís cada vez mas.

De repente mi amigo suelta violentamente tu pecho y poniéndose de pie se desabrochan el pantalón y lo deja caer. Pronto tienes frente a ti un grueso pene esperando por ti. Sin dudar se lo tomas con una mano y comienzas a masturbarlo. Está caliente y apunta hacia ti. Te produce una terrible atracción esparcirle las gótitas de presemen por sobre su glande. Acercándote a su miembro hueles ese especial aroma a macho. Pones tus labios sobre el pene, te excita y se lo devoras chupándolo innumerables veces. Excitas a mi amigo intensamente, haciéndolo jadear cada vez mas fuerte.

Mientras pajeabas su rígido y excitante pene, yo decidí bajar mis manos hasta tus piernas. Acariciando tus rodillas inicio el recorrido.

Meto una mano por debajo de tu pollera. Puedo sentir el calor que emana tu entrepierna. Sigo camino hacia tu vagina y me sorprendo al tocar tu ropa interior. Está totalmente mojada. Tus abundantes jugos vaginales han traspasado tu ropa. Te lo hago notar y me desespero por conocer tu linda vulva. Ubicándome entre tus piernas te quito rápidamente toda la ropa que te queda, dejándote totalmente desnuda.

Abro mas tus piernas y sin aviso previo, me tiro sobre tu húmeda vagina. Saco la lengua y comienzo a saborear de tu miel. Me ayudo con mis dedos y te separo los carnosos labios vaginales. Una postal divina asombra mis ojos, veo tus rozados labios internos totalmente brillantes por estar embebidos en tus ricos jugos blancos. El olor a tu vagina me excita mas y hundo mi lengua velozmente en ti. Puedes sentir mi caliente lengua aprisionada contra tus labios. Te encanta sentirme allí. La muevo vibrante para todos lados. Obviamente tu cuerpo reacciona fuertemente e intentas gritar, pero, tu boca esta ocupada con un pene y debes quitártelo con violencia y respirar hondo mientras gemís unos largos ...haaaaaaaaa.... Mientras tuve mi lengua dentro tuyo no pudiste continuar pajeando a mi amigo, el placer te invade y pierdes la fuerza. Retirando mi lengua de tu tajo, sigo por barrer desde tu ano hasta el clítoris, subo y bajo una y otra vez, sin parar. Hasta que me detengo, acumulo bastante saliva en mi boca y la escupo suavemente dentro de tu vulva. Lo disfrutas al máximo. Tu vagina se llena de mi saliva. Sin perder el clímax, ubico mis labios sobre tu clítoris y succiono muy fuerte de el.

Tu sigues firmemente aferrada a la dura estaca de mi amigo, pero al sentir como chupo de ti, te rindes y se lo sueltas. Me tomas del pelo y hundes mi rostro sobre tu pubis. Y me pides que no pare. Acelero muchísimo mas y tu te mueves a un ritmo alocado. Mi amigo asombrado mira como te chupo el clítoris y afirma : ...huuu la estas cogiendo con la lengua.... Tu cuerpo tiembla y no puedes dejar de gritar. Mis dedos se meten en tu vagina y fricciono tu caliente y húmedo interior. Te masturbo mas violentamente y no dejo de irritar tu clítoris. Tu lo gozas como nunca y presientes como unas enormes ganas de orinar, eyacular femeninamente. Esta sensación se combina con un increíble cosquilleo que comienza a abarcar todo tu cuerpo, un próximo orgasmo se aproxima. Estas muy pero muy cerca de acabar y lo adviertes gritando : ...haaa me vieneeee...! Mi amigo, excitado por ti, te toma los senos y te los amasa fuerte mientras te dice : ...sí así así esta a punto...

Lo inevitable sucede, tu máximo grito llega justo cuando simultáneamente tu vagina expulsa con violencia un chorro gelatinoso similar a tu orina. Sale como lluvia y culmina cuando pequeñas gotas ya sin fuerza se deslizan entre tus labios vaginales. Tu gemido ahora es un constante ...haaaaaaa... suave y muy largo, estas bajo el efecto de tu primer orgasmo. Has eyaculado femeninamente manchado mi ropa, mis manos y hasta el piso. Abundante y como nunca lo habías hecho. Mirándote a los ojos me sincero diciendo : ...uaay que forma de mear de placer !. Te sientes agitada pero muy alegre.

Mientras tu vagina se recupera de tal masturbación, nos dices sonriente : ...los quiero a los dos son adorables, mis traviesos niños !... A lo que yo respondo : ...niños no tan niños... mientras me quito la camisa y desabrocho mi pantalón. Me pongo de pie y hago asomar mi carnoso miembro de punta. Te excita verlo tan joven y exclamas : ...mmmmmmm....que rico !. Corriendo el prepucio hacia atrás aparece mi rojo glande lleno de transparente presemen y con varios movimientos suaves y pausados me masturbo frente a ti. Me acomodo con las piernas separadas y tomando tu cabeza desde la nuca, te empujo hacia mi pene.

Respiras y soplas con tu caliente aliento sobre él. Comienzas en la base y lames hacia arriba, lentamente. Simulas morderme, suavemente colocando tus dientes. Entretanto me tocas el arrugado escroto, lo estiras atrapando mis testículos. Los arañas ligeramente con tus uñas y dices : "...espero que tengas bastante leche en tus testículos...". A que respondo : "...sacúdela y veras..."

Te encanta hacerme gozar. Eres tan curiosa que buscas, hasta debajo y detrás de mis pelotas, para encontrar esa área tan sensitiva justo antes del ano, sabes que allí se encuentra el músculo que causa el comienzo de mi erección. Continuas tu larga y húmeda lamida sobre la punta de mi pene, insistiendo sobre todo en el agujero del centro del glande. Me estrujas el tronco y ves como brota mi líquido claro, el presemen. Bañas tu lengua en él y lo saboreas en tu boca. Eres fantásticamente erótica. Te introduces totalmente en la boca, la cabeza de mi pene. Tu lengua me acaricia y pronto comienzas a succionármelo. Bombeas fuerte mientras miras hacia mis ojos. Lo disfruto y puedo escucharte gemir con largos ...mmmm..... Sabiendo que mi amigo nos mira, exageras aún más los jadeos. Él fuera de si se toma el pene y dice : ...chupa de este también !. Tu te detienes y bruscamente quitas mi pene de tu boca.

Y nos dices : ...mmmmmmmmmmsisisisiiiii...ya sé lo que quiero, pónganse cerca.....!

Siguiendo tu consejo, nos incorporamos uno junto al otro, exhibiendo nuestros miembros frente a tu rostro. Tu mirada aprecia ambos duros penes que apuntan hacia arriba. Con tus dos manos los tomas y juntándolos los llevas a tu boca.

Tu fantasía es, dos en tu boca al mismo tiempo. Intentas meterlos a la vez, pero tu boca no es tan ancha y aunque insistes no te entran. Te pone furiosa y comienzas a lamerlos y chuparlos alternativamente uno por vez. Verdaderamente lo haces muy bien hasta que te detienes y expones al aire nuestros dos rojos glandes, los cuales frotas uno contra el otro, justo frente a tus ojos. Te ríes con cierta picardía y con la vista clavada en aquella situación nos dices : ...mmmmmm...siempre quise ver esto !

Te excita ver como ambas cabezas se deforman entre si y se mezclan los diferentes presemen. Te gusta probar el sabor de tal unión.

Miré la cara de mi amigo y a igual que la mía, demostraba asco de sentir el pene del otro, pero resignados dejamos igual que te divirtieras haciéndonos aquello.

Como para salir de aquella incomoda, para nosotros, circunstancia, mi amigo confiesa que no aguanta mas y quiere penetrarte de una buena vez.

Retira el pene de tus manos y te hace acostar de costado. Se ubica por detrás tuyo y logra ubicar su excitada vara en medio de tus nalgas, pero sin introducirlo. Te lo refriega enérgicamente por el canal de tu culo y sobre tu ano. Mientras parece buscar la entrada de tu abertura vaginal, yo consigo que nuevamente me tomes el pene con tu boca. Justo cuando comienzas a besarme, giras bruscamente la cara y con un grito de alerta exclamas : ....No no por allí no, niño...! Nunca lo he hecho por allí !.

Mi amigo pretende taladrar tu ano y responde : ...¿ lo tienes virgen ?...., entonces quiero ser el primero ! A nadie nunca has dejado entrar por allí y no conoces el sexo anal. Pero tanta es la insistencia de mi amigo que luego de convencerte aceptas siempre y cuando, la penetración sea muy suave y delicada.

Mi amigo acepta tu condición y te ubica en posición "cuatro patas", con la espalda quebrada y la cabeza sobre el sillón. Él flexiona sus piernas y cae con fuerza sobre ti, manteniendo tus nalgas separadas todo lo que puede con sus manos.

Cerca de terminar con tu estado virginal, pone la cabeza de su tieso miembro en el arrugado orificio situado entre los cachetes de tu cola. Lentamente pero sin retroceder un centímetro, su miembro comienza a instalarse en tu ano. Trata de profundizar pero, tu esfínter está estrecho y no se deja penetrar.

Le pides que sea mas suave pero termina por salirse. Fallando en el primer intento, humedece sus dedos con tu flujo vaginal y te los frota por el ano. Sientes como uno de ellos lucha por entrar hasta que consigue introducírtelo por completo. Lo mueve en círculos y poco a poco se suma otro mas. Con dos movedizos dedos dentro del culo sientes como tu ano se dilata. Disfrutas esa rica y rara sensación.

Sin aviso te los quita. Pone saliva en la punta de su glande y lo lleva hasta tu ano. Te lo humedece y lubrica. Muy despacio logra insertarte la cabeza de su pene y con un fuerte empujón hacia delante hace entrar el resto de su pene. Un gran dolor te invade y lo vas perdiendo con los reiterados bombeos.

Por fin tu ano cede espacio y le permite el brioso paso. Prendido con sus manos de tu cintura te monta sin pausa y sientes que te revienta por dentro. Tienes su miembro totalmente incrustado hasta el fondo. Sus empujones no paran a igual que tus jadeos.

Aumento tu excitación cuando, llevo mis dedos a tu clítoris y te lo hago vibrar al ritmo de las culeadas. Tu esfínter se enrojece y se abre muy considerablemente. Te lo saca por completo y lo vuelve a meter, sin ningún esfuerzo.

Me calienta observar como tus glúteos se enrojecen y se deforman en cada embestida. Tus gritos suenan a veces a quejidos de la mezcla de placer y dolor.

Tu boca y tus ojos bien abiertos ilustran sin lugar a dudas que se siente ser culeada. Atormentar tu clítoris, te hace menear y gemir ahogadamente.

Con una serie de espasmos y dentro de tu ano, mi amigo, jadea llegando al orgasmo. Emitiendo un sonido cercano al grito y remarca cada tiro de semen con voz gruesa entrecortada.

Eyacula varias veces y su leche llena tus adentros. Te quita el pene y vemos sorprendidos la seria abertura que te ha provocado en el ano mientras un hilillo de blanco semen sale de tu cuerpo y baja por tus piernas.

Tu aún, en posición "cuatro patas", sigues despidiendo restos de semen. Estas blancas gotas salen de ti, acarician tus labios vaginales y continuan bajando por tus piernas.

Mi amigo, exhausto por tales eyaculaciones, descansa boca arriba y se masturba suave y lento su flajido pene.

Mientras tu también te vas recuperando, contemplamos la maravillosa postal que nos proporciona tu ano desbordado y tu humdedísima vagina.

Tu irritada zona íntima, nos pone como locos.

Separandote mas las piernas, abro tu vagina con mis dedos y expreso sin contenerme lo que siento: "...Oooh, ese agujerito que tienes...no sabes qué loco me vuelve...!. Te gusta ser inspecionada por nuestras manos y dejas que cada uno observe el interior de tu húmeda vagina.

El mirarte, tocarte y masturbarme, ya no me alcanza. Deseo profundamete penetrar tu cuerpo salvajemente.

Tomandome el pene de la base, lo acerco a tus mejillas y exitadisimo te digo : "...¿qué te parece?...mira lo que se quiere meter en tu vagina...". Con tal exibicion, tus ojos no dejan de observarmelo. Está, grueso, firme, con una vena hinchada que lo recorre a lo largo, la piel del prepucio algo replegada deja al descubierto mi rozado glande y mas abajo en el escroto mis bolas cuelgan inchadas de semen.

Te calientas tremendamente y ya no te importa saber ni pensar, con cuántas mujeres habre estado, ni cuántas vaginas penetre, sólo deseas tenerlo dentro dandote una y otra vez mucho placer.

Te acuestas de costado y yo por detras tuyo apoyo mi pecho con tu espalda. Te beso el cuello y al levantarte una pierna inevitablemente mi pene se ubica violentamente sobre tus labios vaginales.

Mi miembro emana el transparente jugo de mi excitación mezclandose con tu fujo vaginal. Con la ayuda de tus dedos abres tus húmedos y carnosos labios e insertas entre ellos la cabeza de mi rígido pene.

Hago contacto con tus labios internos y ambos persibimos el calor de nuestros sexos. Con los ojos cerrados, esperas resistir el ataque desicivo y me pides que comienze.

Con violencia muevo mi pelbis hacia adelante y la brillante cabeza de mi pene se hunde con rapidez hasta el interior de tu vulva.

Tu humedad vaginal facilita la brusca entrada. Siento deslizar la cabeza y el tronco dentro de ti hasta hacer tope en tu útero. Lo tienes todo por completo y sólo mi dos testículos quedan afuera chocandose contra tus labios vaginales. Me sujeto de tu cadera y empujo con toda mi potencia, metiendo y sacando mi pedazo de carne dura sin piedad. A cada embestida se te escapa un fuerte grito de placer.

Tratas de detener mi energico ritmo poniendo una mano sobre mi vientre pero es inutil penetro sin detenerme. Tu cuerpo vibra y gozas del movimiento. Suavizo un poco mis empujones para no venirme pero igual seguimos emitiendo el clasico sonido chas, chas, chas, de mi pene clavándose en tu inundada abertura.

Te tomas los pechos, que bailan descontroladamente al compas del acto sexual. No puedes parar de gemir y una cadena de orgasmos ininterrumpida te envuelve el cuerpo. Pierdes todas tus fuerzas y hasta te cuesta tener tu pierna levantada en el aire. La dura fornicacion te hace fantasear con que llenaré tu interior con mi leche y quedaras embarazada.

Ascelerando mas mi ritmo comienzo a sentir la llegada del orgasmo. Muevo mi pelbis taladrando tu útero, no puedo detenerme deseo vaciar mis inflados testículos. Estoy muy proximo a eyacular y te lo advierto al grito de :"...me vieneeeee...." Justo cuando levanto mas aún tu pierna lanzo una densa y blanca descarga dentro de ti. Lo hago dando un ronco alarido, clavandote mi miembro bien adentro. Suaviso mi movimiento y sientes todo mi caliente semen inundandote el útero.

Tu lo gozas al tener un nuevo orgasmo.

Te retiro lentamente mi pene. Para sorpresa de todos no observamos rastros de mi semen en tu vagina. Haces fuerza y pujas varias veces sin conseguir expulsarlo. Realmente he eyaculado muy en el fondo de tu ser. Aprovecho la situación y tapo tu vagina con mi mano y te digo :"...lo tienes muy profundo, te ayudo..." Introduciendote uno de mis dedos siento las calientes paredes internas de tu vagina. Presiono sobre ellas y al sacar mi dedo sale acompañado de mi viscoso semen. Se asoma y chorrea de tu vagina. El blanco hilo se desliza entre tu bello y baja hasta tu ano. Terminas expulsando el resto de las gotas.

Haciendo un alto, todos descansamos callados sobre el sillón hasta que nos quedamos dormimos un buen rato.

Tu despiertas antes que nosotros y contemplas los satisfechos penes sin ereccion reposar sobre nuestros vientres y con una picara risa, decides despertarnos muy creativamente. Primero te acercas a mi amigo y le tomas con tus dedos el pene, lo tiene pequeño y muy flajido. Te encanta frotarselo en tal estado y luego te lo introduces en la boca. Lo succionas y mi amigo despierta asombrado. Tu lo miras a los ojos sin dejar de mamarlo. Lentamene provocas que su miembro crezca dentro de tu cavidad bucal y se vuelve duro nuevamente.

Yo duermo placidamente y de pronto despierto con un fuerte dolor en mi entre pierna. Abro mis ojos y te veo chupar del pene de mi amigo y masturbar violentamente del mío. Tu puño subes y baja golpeteando mi testículos. Siento como lo estiras y lo frotas reiteradas veces. Al llegar yo también a la ereccion dejas de chupar a mi amigo y cambias para succionar del mío. Estas enfurecida como si hace años no fornicaras.

Pareces tener con nosotros una explosion sexual, quieres mas sexo.

Tu deseo nos insita a exitarnos junto a ti.

Mi amigo se sienta y tu te pones de pie y a espaldas de él, abres tus piernas, le tomas el pene y lo guias hacia tu ano. Apoyas la punta de éste sobre los plieges de tu esfinterTe embebidos con abundante de tu propia saliva y hacer presion por sentirlo dentro. Te cuesta y es lento pero lo logras al fin. Logras sentarte sobre sus piernas, todo su miembro lo tienes dentro de tu ano. Te duele un poco pero pronto te acostumbras a difrutarlo. Cada vez mas deprisa te mueves sobre él. Mi amigo te toma de la cintura y te marca el ritmo. Yo tomo tus pechos los amaso y apreto de tus puntiagudos pezones. Gemís una y otra vez sin contenerte. El sexo anal invade largo rato tus sentidos.

Me excita observar de cerca como te culea. Pero con esto no me basta. Me calienta el verlos gozan y quiero participar yo también. Pidiendoles que se detengan y sin que mi amigo salga de ti te hago recostar sobre el pecho de mi amigo. Abrís las piernas, dejando totalmente expuesta tu vagina, lista y en posición para penetrarla.

Tus manos separan y abren tus íntimos labios vaginales. Yo tomandome el pene desde la base lo dirijo allí insertandote primero la rozada cabeza del glande y luego el resto del tronco. Entra rapido sin dificultad hasta el tope. Tu bello púbico toca el mío y mis bolas se posan sobre tus labios vaginales. Me acuesto sobre tus pechos y te levanto las piernas por sobre mi cintura. Me tomo de tus hombros y bombeo reiteradas veces en tu vagina. La doble penetración es incleiblemente novedosa e exitante.

Con una luz muy tenue nuestros cuerpos apenas se distinguen, brazos y piernas mezclados en una maraña de sexo. Tu jadeas a mas no poder y nosotros parecemos competir por ver quien es el mas y mejor fornicador. Quien pudiese contemplarnos veria cuerpos envueltos y retorcidos en sí mismos.

La conexion es perfecta y no lo puedes creer, uno por delante y el otro por detras. El golpeteo es rítmico y ruidoso. Escuchamos nitidamente como chocan nuestros cuerpos, en un rico : Tac,toc,toc,toc,tac,...

Tienes el cuerpo atrapado por dos jovenes hombres que penetran tus orifios mas íntimos a la vez. Tu meneas, gozando y saboreando los simultaneos movimientos hacia arriba y abajo. Sincronizando el placer, alternando nuestras potencias, cuando uno acelera el movimiento, el otro se detiene. Cuando mi amigo parece desgarrarte el ano, yo descanso en tu vulva. Abrís la boca, pero no te salen palabras, solo fuertes suspiros.

Empujar libre y decididamente hasta el fondo de tu cuerpo nos da mucho gusto. Tus irreprimibles quejidos nos excitan mientras tus nalgas se tensan, en vano intento por ofrecer resistencia a los voluminoso invasores. Se clavan en ti y te ensanchan el ano y la vagina.

Con ambos orifios ocupados, ya no puedes distinguir de cual proviene mas placer. Sólo sabes que una rozada cabeza de pene te molesta y fricciona los intestinos y que otra investiga la profundidad de tu útero.

Te damos muy velozmente a modo de serrucho. Y soy yo el primero en acabar nuevamente. Quito violentamente el pene expulso una abundante y soberana eyaculacion sobre tu pubis.

Parte se ecurre hacia tu ombligo y el resto baja entre tus labios vaginales y termina mojando el pene de mi amigo que aun continua con su labor.

Mi amigo sigue dandote por detras hasta que también se detiene y al gritar fuertemente nos indica que ha llegado a la eyaculacion.

Acaba disparando sus lechazos directamente en lo más hondo de tu ano. Sus blancos jugos permanecen dentro de ti hasta que luego los veo salir bordeando entre su dura carne y tu irritado orificio. Te ha llenando en abundancia y te lo retira sin esfuerzo.

Tu haces fuerza y expulsas todo el aire atrapado en tu ano conjuntamente con restos del semen que terminan sobre el pene y sus testículos. Todo comienza a tranquilizarce.

Los tres desnudos y extenuados volvemos a descansar sobre el sillón. Pero esta vez si hemos acabado. Tu extiendes las manos y mientras tocas nuestros arrugados escrotos reflexionas diciendonos : ...y pensar que creia tener poco apetito sexual...les aseguro que sus jovenes penes fornican y eyaculan como adultos...". FIN