Fantasía o verdad, como te agrade más

Como el ejemplo del hermano lo llevó a tener amores con su prima a la que le gustaban los travestis con tacones imposibles de alto como era él.

Yo tenia 14 años y mi mente era un caos de fantasías sexuales de toda clase, cuando vi a mi hermano mayor, Lucho de 16 que estaba conversando en la pieza de estudiar de nuestra casa, con una de nuestras primas que se llama Lucy que tiene 2 años mas que él, que es una hembra fabulosa, que se viste muy provocativamente, y que tiene mucha fama de cazadora de hombres, según dicen nuestros parientes.

Lucy estaba en lo mejor de una conversación con mi hermano Lucho, y yo los divisaba por una ventanita que da al techo, donde había trepado siguiendo a mi gato Peque que andaba en celo detrás de una gata del vecino, y por lo cual yo tenia gran curiosidad de verlos en sus gatunos amoríos, lo que me producía gran interés, ya que se me había despertado muy fuerte un instinto de curiosidad por cosas de sexo, llevado a ello por lo que había visto en la televisión Premium y las revistas porno que compraba Lucho.

MI interés por los gatos desapareció rápidamente ante la vista de lo que estaban haciendo Lucy y Lucho, ya que Lucy le había bajado sus pantalones y mientras Lucho estaba de pie frente a ella, Lucy arrodillada frente a él le estaba mirando con gran atención su órganos sexuales, y tenía ambas allí ambas manos.

Lógicamente, a Lucho se le había erguido fuertemente el miembro y Lucy lo tenía tomado con la mano derecha, mientras que con la izquierda le tenia apretadas las bolas. Enseguida yo vi que Lucy empezaba a subir y bajar su mano por el pene de Lucho moviéndola con gran rapidez, y Lucho empezó a gemir y a moverse con gran delicia, mientras se le retorcía la cara de felicidad.

Muy pronto Lucy acercó su boca a la punta del pene y comenzó a chuparlo con frenesí, por lo que rápidamente Lucho acercó con gran fuerza la cara de Lucy, y ésta comenzó a tragar el semen que salía a borbotones del pene, en tal cantidad que empezó a rebalsar entre los

labios de Lucy y caer por su barbilla hasta el suelo.

A la visión de esta sensacional operación, ya me puse tan caliente que sin casi pensarlo saque también mi pene y mirando esa acción tan fabulosa, comencé a masturbarme con locura pensando que algún dia yo podría estar en el lugar de Lucho, gozando de las delicias que mi prima le estaba regalando, y que me provocaron en mi una lluvia increíble de semen con el que regué abundantemente los vidrios de la ventanita..

Hacia mucho tiempo que Lucy me estaba exitando sexualmente, porque acostumbraba a vestirse terriblemente provocativa, siempre con los vestidos ceñidísimos y transparentes de tal modo de dejar sus erguidos senos y sus prominentes pezones casi a la vista.

Pero lo que mas me provocaba eran sus torneadas piernas enfundadas en suaves y brillantes medias , la que terminaban en unos pies con una curvatura bellísima de sus increíbles y acentuados arcos, que ella sabia muy bien hacer realzar provocativamente a full, usando unos zapatos maravillosos, los que al hacerla caminar con unos tacos tan altísimos como nadie los usaba, a penas podía hacerlo completamente en puntillas.

Eran tan altos esos tacos, talvez el doble o mas que los mas altos del comercio, que al caminar le hacían contornear su cuerpo en forma fabulosa y provocaban que su redondeado y prominente derriére se balanceara de una manera ultra sexy, y eso me volvía

loco de pasión, ya que yo detento un fetichismo increíble por esos tacos.

Impulsado por ese deseo, me fui aproximando a Lucy y traté de hacerme mas amistoso con ella, de tal modo que no tardamos mucho en hacer una amistad mas cercana que la de unos simples primos.

Ella me dijo que a diferencia de Lucho, yo tenía un aspecto muchísimo menos amachado que él, y que como a ella también tenía amistad íntima con mujeres, me proponía que yo tratara de hacerme pasar por una de sus amigas, para poder disfrutar con mas facilidad de una relación amorosa mas continua y satisfactoria para ambos, sin tener que ocultarnos de los demás, para lo que me proponía que yo me disfrazara e hiciera el papel de una amiga mas, cuando estuviéramos juntos en su casa.

Para este propósito, ella le dijo a mi familia que sus parientes le habían encargado de cuidar la casa cuando ellos estuvieran de vacaciones, por lo que no quería estar sola y me convidaba a acompañarla ya que necesitaba una compañía para mayor seguridad y yo estaba disponible durante mis vacaciones.

Mis familia acogió gustosa su petición y así no tardé en llegar a casa de Lucy con gran contento de mi parte y con la verdadera furia y envidia de Lucho. Esa misma tarde nos fuimos ambos llevando yo unas pocas pertenencias y una gran esperanza de pasarlo bomba, y aunque no me convencía demasiado de tener que disfrazarme como chica,

ella insistió con mucho convencimiento ya que los vecinos sospecharían de una pareja

de ambos sexos sin sus parientes mayores.

Esa noche Lucy me exigió que me pusiera en sus manos para la operación de disimulo que ella decía que era tan necesaria para nuestra tranquilidad. Me reiteró que no tenía duda alguna que yo haría una buena chica con muy poco esfuerzo, ya que no tenía barba alguna ni vellos en el cuerpo, las piernas y brazos, salvo los pubianos, además de ser bastante delgado y esbelto, con cabellos negros y una cara armónica que fácilmente podía ser convertida en la de una chica bastante pasable, yo no le creía mucho pero en aras de ser su compañero amoroso estaba dispuesto a cualquier cosa.

Todo comenzó con un baño caliente en la tina con sales perfumadas, del que salí al cabo de 30 minutos, muy fresco y relajado,. Y lleno de deseo por Lucy, la que no escatimó en absoluto besarme, sobajearme y masturbarme al igual de lo que había hecho con Luis, sin terminar en un encuentro sexual completo todavía.

Me llevó enseguida a su cuarto de vestir donde habían varios espejos de cuerpo entero en los muros y aparte de las puertas a los armarios de la ropa y calzado, había un precioso mueble peinador lleno de cajoncitos y espejos de luna muy fina.

Me hizo sentar en una butaquita bordada al tono de los muros y el peinador, y comenzó una cuidadosa operación de maquillaje, previo a lo cual me depiló las cejas y las poquísimas pelusas de mi cara, brazos y piernas con una maquinita que los hizo desaparecer de inmediato sin dolor alguno. Posteriormente me colocó una bellísima y sofisticada peluca con un moño de rodete altísimo del mismo color que mi cabello propio, la que me caía en delicadas guedejas sobre mis hombros y casi hasta mi pezones, luego hizo un alto en que nos dedicamos a besarnos y calentarnos en un juego previo al que habíamos proyectado.

Enseguida me puso una serie de cremas y polvos finísimos que le dieron una completa suavidad a mi cutis y disimulaban cualquier imperfección, para continuar enseguida con la aplicación colores en torno a mis ojos mi nariz y mi boca para dar realce a algunos detalles de mis facciones. Luego vino la colocación del juego de larguísimas y onduladas pestañas

en ambos párpados de ambos ojos, las que terminó con abundante rimel que las hizo mas largas y onduladas aún.

La sesión continuó con la aplicación del rouge de un intenso color rojo furioso y ultra brillante y terminó con la aplicación de un esmalte de uñas en las manos y en los pies de igual color que el rouge de labios, ya que antes había adherido a mis uñas un juego de postizos de bellísima forma y largo.

Ella observaba su trabajo a cada instante y no cesaba de acariciarme apasionadamente, mientras yo seguía por los espejos la lenta transformación y aunque me parecía demasiado lenta y un poco latosa, iba tomando gradual conciencia de que Lucy me había dicho una gran verdad que estaba creciendo ante mis propios ojos, ya que la cara en los espejos no tenía casi nada en común con la mía, ya que allí se veía la cara de una chica que era a cada momento mas y mas bella y sumamente femenina, me resultaba realmente increíble que Lucy me hubiera podido transformar así en tan poco tiempo.

Lucy con un largo suspiro, se echó hacia atrás y contempló su obra maestra y con una sonrisa de oreja a oreja me dijo: -----Bueno, ahora vamos a ver como terminamos esta trasformación que promete ser todo un éxito de la destreza de tu prima favorita.-----

Yo no hice comentario alguno, pero mi cara le decía que estaba totalmente convencido.

Del closet vecino retiró los elementos para completar el vestir, y me colocó una faja negra de satén con rellenos para el derriére y las nalgas, y abultadas copas semiabiertas por encima para recibir los prominentes senos rellenos con silicona que adhirió a mi pecho.

La faja resultó ser bastante incómoda, ya que con los cordones traseros la apretó hasta hacerme quejar ya que casi no podía respirar, pero así obtuvo según me dijo una cintura de unos 15 cm. menos que la mía natural.

De ese modo al medir ella el resultado me dijo que mis senos habían quedado de 120 cms, mi cintura de 75 cm y mis caderas se habían abultado con los rellenos de silicona de la faja hasta llegar a los 106 cm.

Luego entrando en los armarios retiró de allí un vestido precioso de seda transparente negra brillante sin hombros, que me calzaba como un tubo adherido a mi piel el que dejaba totalmente desnudos mis hombros, los que por supuesto ella había maquillado antes cuidadosamente al igual que mi cara.

Luego sentí como deslizaba sensualmente por mis piernas unas medias negras de denso tejido con Lycra brillante que eran autosoportantes con una liga muy gruesa que se adhería fuertemente a mis muslos, y a continuación retiró de las gavetas del armario los zapatos, que eran unas fabulosas sandalias de gamuza negra de planta delgadísima, que ató fuertemente a mis pies en medio de una nube de tirillas finísimas del mismo material, las que subían también por mis tobillos hasta casi la rodilla, envolviendo la parte de abajo de mis piernas, haciendo un espectáculo de sensualidad tan irresistible, que me hizo casi llegar al climax de esa noche.

Pero lo mas sensacional de las sandalias eran sus tacos. Finísimos al máximo, de metal dorado, de un espesor tan delgado que eran casi como el de un lápiz delgadísimo, los que tenían un pequeño disco metálico como una monedita al llegar al suelo, para impedir que se enterraran en el piso de lo tan finos que eran, siendo su altura de mas de 16 cm, o sea mas de 6 pulgadas, los que me hacían caminar completamente en puntillas, casi sobre la punta de mis dedos a tal punto que parecía que mi iba a caer de bruces al suelo, a pesar de que mi tamaño de calzado no es pequeño, ya que calzo N° 41.

De que me costó, ya lo creo que me costó y muchísimo, ya que a pesar de que soy muy ágil y de que mi musculatura es bien desarrollada, tardé mucho rato en poder comenzar a caminar con ellos y cuando lo hice siempre me sentía muy inestable y lo tenía que hacer con pasitos cortísimos y muy cuidadosos, pero con paciencia y mucho entrenamiento al cabo de varios días pude darme el lujo de sentirme cómodo y además muy sensual, caminando con ellos y con otros mucho mas altos todavía después.

Una vez terminada la operación, nos entregamos a una verdadera orgía sexual, ya que Lucy era toda una experta en los encuentros sexuales mas sofisticados, solo contaré que con ella

supe lo que era el mamar a una mujer, hacerla gozar de todos modos, con mis dedos, con mi lengua, con mi pene, y también ella me enseñó a recibir en mi ano sus consoladores mientras ella gozaba conmigo, lo que me daba mas poder sexual de lo que nunca soñé.

Además me enseñó a aprovechar a su mascota favorita que era un perro mastín, casi como un ternero adiestrado por ella desde chico, que sabía expertamente hacerla acabar mientras le langueteaba la concha con frenesí salvaje, y luego después, mientras Lucy estaba de espaldas o boca abajo en 4 patas, sabía meterle su gigantesca pija y follarla con gran rapidez, mientras ella gritaba como posesa de felicidad por el gran climax que le provocaba.

El perrote tan experto estaba que no tardó en aprender a hacer lo mismo conmigo, y yo totalmente travestido y con mis tacones de maravilla, aprendí a recibir por el culo la misma pija que tanto hacía gozar a Lucy, y ella con el espectáculo que me hacía darle, se masturbaba con consoladores gigantes, por la calientísima concha y también por el ano.

Mientras tanto yo sentía que esa pija monstruosa del perrote me penetraba hasta casi salir por mi boca. Y con el tremendo masaje de órdago que me daba el pene del perrote en la próstata, y con la cooperación de las manos de Lucy en mi pene sentía que subía al cielo de calentura y felicidad, en medio de largos chorros de mi semen, empujado por la dura pija.

Con el éxito alcanzado y la agradable complicidad de Lucy nos fuimos habituando a hacer estas sesiones de travestismo y las fuimos perfeccionando cada vez mas, de tal modo que al cabo de algunos meses me había convertido en un habitué del tema y comenzamos a practicar el asunto en público y en sesiones de amigos sin que nadie se diera cuenta de que yo no era la sensualísima chica que aparecía en las fiestas mas sofisticadas de la ciudad en compañía de Lucy, que como ya he contado era muy dada a estos eventos y con gran éxito.

Pero con lo ya relatado me he desviado de la historia base, ya que Lucy y yo nos convertimos en verdaderos amantes, ya que durante las sesiones de vestirme así Lucy se calentaba tanto o mas que yo y hacíamos el amor con verdadero frenesí y dedicación, sin que omitiéramos nada de lo referente al sexo mas duro y sensual, en ocasiones mientras mas perfecto era el resultado de travestismo, mas nos entusiasmábamos y terminábamos en verdaderas orgías sexuales.

Con las destrezas de Lucy en asuntos del sexo, pronto aprendí que es posible gozar del sexo de las formas mas sofisticadas y ella me enseñó que no siempre uno debe actuar como el macho que es, sino que también se puede gozar del sexo aparentando ser una mujer y recibiendo por el ano penes de toda clase, sean reales, o artificiales amarrados a una mujer, la que actúa de macho y lo hace con mucho entusiasmo y placer, ya que imagina que se está vengando de los envites a que la sometió antes su macho.

En cuanto al sexo con hombres, talvez a mí me gustaría mucho si el otro fuera como uno, o sea que se pueda hacer pasar por hembra que se está vengando, eso me encantaría ya que sería muy delicioso que me lo hicieran bien fuerte y casi me rompieran el culo con un tremendo pedazo que me llegue hasta el fondo de mi goloso ano, el que esta lleno de terminaciones nerviosas en la entrada que me hacen calentar fuertemente, mas aún si el tremendo pedazo, me está masturbando fuertísimo mi próstata porque ella está junto a la salida de mi ano, y yo se muy bien que de esa forma se vacía completamente mi semen.

Por otro lado, si la persona que me esta follando, me masturbara mi propio pene, la cosa sería sensacional ya que así me vaciaría como una llave en medio de tremendos estertores de felicidad y pasión por el sexo que me fascina así y de cualquier manera que pueda gozarlo.

Aún no he podido hacerlo, ya que nunca he tenido amantes hombres, pero sospecho que por lo que he podido hacer con mis consoladores, sería capaz perfectamente de engullir un pene mas adentro de mi garganta, incluso hasta el esófago mismo, siempre que mi compañero me ayude a sacar su pene antes de ahogarme de verdad,

Ya que dicen las lecturas que los casos en que ha habido casi una asfixia real, el climáx del asfixiado es tan fabuloso a causa de la angustia que se siente simultáneamente, que valdría la pena intentarlo aunque se arriesgue la vida en ello, ya que depende por entero de tu amante el que sigas con vida.

Se atreverían a intentarlo amiguitas mías? Díganme si está dispuestas o prefieren no arriesgarse a tanta felicidad, aunque no vivan para contarlo si su amante no las revive.