FANTASIA O REALIDAD I. Soñar no cuesta nada

Hoy quiero contarles lo que me pasó hace tiempo, con un joven que conozco desde hace ya 4 años....

Hola a todos en este blog, antes que nada me presento, mi nombre es Marco Antonio, tengo 23 años de edad, soy moreno, de 1.75 de estatura, ojos café, cabello negro, medio gordito, soy un joven muy introvertido, tranquilo, algo antisocial, agradable, detallista, romántico, soñador, soy gay (de closet), vivo con la esperanza de algún día encontrar a esa persona especial con la que pueda compartir gran parte de mi vida, esa persona que me impulse a seguir adelante, que me inspire, que sea la razón de mi andar, alguien tan especial en el que pueda encontrar todos los sentimientos, emociones, virtudes y porque no, defectos, esa persona que me haga sentir esas “maripositas” en el estomago que se presentan cuando estas lo demasiado cerca de la persona que tu consideras especial, y pues este  soy yo, algo tímido solo al principio, ya con confianza las cosas cambian.

Este es mi primer relato, desde que conocí esta página me nació la idea de compartir parte de mi vida con ustedes, los usuarios, hice lo mejor que pude, espero y les guste, disfruten de las pocas palabras con las que quiero transmitirles mis vivencias, yo por mi parte agradeceré infinitamente que lo hayan leído y sin mas que decir……

Mmmmmmm…… el amor…… ¿existe el amor?, ¿Dónde se consigue?, o ¿llega solo?, ¿Cómo se que el amor ha llegado a mi?, ¿existe el amor entre dos hombres?, o ¿solo es el deseo, la lujuria, la pasión o simplemente la necesidad de no sentirse solo, ese sentimiento que atrae a un hombre por personas de su mismo sexo? Estas son solo algunas de las tantas preguntas que muchos de nosotros nos hacemos, bueno, que me hago a mi mismo solo para tratar de entender el porque dos hombres quieren estar juntos. Tratando de explicarme los cuestionamientos descritos llega a mí una persona a la que considero especial, una persona que conocí e inmediatamente sentí la necesitad de que siempre estuviese a mi lado, para proteger, para cuidar, para que siguiera su vida a mi lado, un ser tan especial que en algún momento sentí mío, solo mío, y pensé que tal vez eso era amor, que estaba enamorado, pero, ¿esa persona lo estaría también?, he aquí el dilema, tenia que averiguarlo, conocerlo, tratarlo, para después darme cuenta que lo que sentía, efectivamente, si era verdad, solo que de él dependía todo lo que podía acontecer posteriormente.

Hoy quiero contarles lo que me pasó hace tiempo, con un joven que conozco desde hace ya 4 años.

Mi vida pasaba lentamente con la esperanza de encontrar algún empleo para ocuparme durante el día y no pasar por ocioso ante la mirada de los que me rodeaban, apenas había terminado de estudiar la preparatoria y pues tenía que emplearme en algo para matar el tiempo y ahorrar dinero para lo que viniera después, todos los días salía en busca de esa oportunidad, mirando periódicos, caminando por las calles y preguntando en varios lugares si tenían alguna vacante que yo pudiera ocupar, la mayoría contestaba que no, y alguna que  otra pedía mis datos para llamarme por teléfono por si acaso necesitaban de alguien más, no tenía solicitudes de trabajo elaboradas ni cartas de recomendación, era un completo inexperto en eso de conseguir empleo, mis papas cubrían todas mis necesidades hasta que tuve la mayoría de edad, ahora me correspondía a mí ver por mi bienestar. Decepcionado por mi fracaso decidí sentarme en el parque -con el periódico en mano- a tomar un helado, estaba agotado de tanto andar por la ciudad y pues me tomaría unos minutos para descansar, respirar un poco para después continuar con mi tarea. Me recosté en el respaldo de la banca que ocupaba, cerré los ojos, me relaje un momento, justo estaba por seguir mi camino cuando se acerca un joven repartiendo volantes de publicidad, para mi sorpresa en este bendito volante había un anuncio que me lleno de alegría el corazón.

“MEDIC CENTER” solicita personal, sexo indistinto, de 18 a 32 años, con ganas de trabajar, sueldo base, prestaciones de ley, interesados presentarse en nuestras oficinas con solicitud elaborada……

Regrese a casa muy contento por la oportunidad que se me había presentado no sin antes pasar a la papelería para comprar mi solicitud de empleo llenarla con mis datos y llevarla a la empresa.

Fue tan rápida la respuesta que me sorprendí, al día siguiente ya me estaban llamando para la entrevista a la que acudí gustoso y con la mayor disposición para que notaran mis ganas de trabajar y me emplearan. Tuve la entrevista con uno de los ejecutivos de la empresa, fue un momento con mucha adrenalina ya que era mi primera entrevista de trabajo y no sabría cómo actuar, me aceptaron de inmediato, después me explicaron en lo que consistirían mis deberes y me mostraron las instalaciones de la empresa, horarios de comida, obligaciones, derechos, etc. Y me dispuse a firmar mi contrato.

Tenía 19 años cuando comencé a trabajar en “MEDIC CENTER”, empresa en la que se fabrican materiales e instrumentales médicos, mis primeros días de trabajo fueron algo torpes, con muchos tropiezos, y muy agotadores, aprendería cosas nuevas y debía acostumbrarme a las horas tan ajetreadas que se manejaban, tenía  que tener un instructor o algo así que me auxiliara en mis dudas, fue ahí donde conocí a una mujer que se ha convertido en una de mis mejores amigas, consejera, hermana, confidente(solo cuando me conviene, ya que no sabe que yo soy gay), es todo, casi casi una segunda mama, ella es algo mayor que yo, y cuando entré en ese nuevo trabajo ella me recibió con los brazos abiertos, es un amor, Marcela. Una mujer demasiado servicial, siempre estaba para ayudar al necesitado, proteger al desvalido, una verdadera MUJER en toda la extensión de la palabra, simpática, amigable, honesta, sincera, tolerante, justa, noble, bueno no tengo las palabras exactas para describir a tan maravillosa mujer, la mujer que siempre estaba ahí para atender mi auxilio.

Como siempre ha existido una verdadera amistad entre nosotros dos, Marce -como la llamamos cariñosamente- me hizo una invitación a comer a su casa y fue ahí donde me presento a su familia, Jorge su esposo, un hombre de 42 años muy atractivo y con un buen sentido del humor, Lorena de 18 años, la mayor de sus hijas y muy agradable, Adilene de 8 años, la peque de la familia y Giancarlo, un adolescente a punto de cumplir 16 años, estudiante de preparatoria, extrovertido y muy inquieto, era una familia perfecta con una gran armonía, su casa tenía un no sé qué, que me hacía sentir en familia, tenía una característica en especial: calor de hogar.

Nos presentamos, conversamos, llegaba la hora de la comida y todos nos acercamos a la mesa, disfrutamos del rico sazón de Marcela sin ninguna prisa, conversamos un poco mas en la sobremesa y pues quedamos como buenos amigos, especialmente con Giancarlo, con el que estuve platicando demasiado, para mi el era el que mas me importaba. Mi estancia en casa de Marcela fue maravillosa, todo ocurrió con tranquilidad, pues esta familia tiene una gran vibra positiva, un ambiente agradable y una relación excelente. Pasaba a formar parte de ella.

Giancarlo desde el primer día que lo conocí me pareció un joven muy atractivo, no por nada traía varias niñas tras de él, era aun un adolescente con ganas de crecer, en pleno desarrollo, la etapa por la que todo mundo atravesamos, etapa de transformación, donde pasamos de ser un niño que juega con cochecitos  a un adolescente que empieza con las inquietudes y el deseo por personas del sexo opuesto.

Pasaba el tiempo, mes con mes y mi vida transcurría con la misma rutina de siempre: levantarme muy temprano, salir al parque a ejercitarme un poco y despejar mi mente, regresar a casa, preparar mi ropa, ducharme, cambiarme, salir rumbo al trabajo, llegar a la empresa a las 9.00 a.m. y empezar el día laboral. Terminaba mis obligaciones cerca de las 6:00 p.m., salía rumbo a casa para descansar y de vez en cuando aceptar las invitaciones de Marcela a comer a su casa, pero toda esa cotidianidad había mejorado desde que conocí a Giancarlo, ahora me levantaba con ánimo, pues tenía que pasar a casa de Marce por el chico –ahora ya había cumplido los 17 años de edad y quería empezar a trabajar en su físico-, el me acompañaba todos los días por la mañana para repetir la rutina a la que sin duda me había acostumbrado ya que tenia meses realizándola, solo que ahora amaba esta rutina, estaba acompañado por ese chico que irrumpía mis pensamientos todos los días.

La relación entre Marce y yo se fortalecía cada vez más, las visitas a su casa se volvieron casi una costumbre, más que una costumbre, una obligación, Marce siempre que tenia oportunidad me invitaba a comer con su familia y yo no me podía negar, ya que un “no” como respuesta a la petición de Marce significaba una discusión en la que yo llevaba todas las de perder.

-      Marco, hoy tenemos una cita, ¿recuerdas?- Me decía.

-      Mmmmmmm…… ¿cita? Pues ¿con quién? No recuerdo.- le respondí.

-      En casa, con mi familia, hoy tienes que comer con nosotros, ya es un hecho, y sabes bien que no quiero un “no” como respuesta.- dijo.

-      ¿pero?...... heee…… ¿hoy?......

-      Si, ya me conoces, no me gusta hacer planes, soy muy espontanea, así que ya estamos, yo te hablo para salir juntos a la hora de la comida.- explicó.- y por tu familia no te preocupes, ya hable con tu mamá y le expliqué, ¿entendido? No hay excusas.- concluyó.

Marce tenía ese poder de persuasión o se las ingeniaba y arreglaba todo para que yo terminara de aceptar a pesar de que en casa mi familia me esperaba para comer.

Debido a la estrecha relación amistosa que había nacido entre la familia de Marce y yo, Giancarlo me pedía ayuda en las tareas escolares, matemáticas, biología, química, física, redacciones de ensayos, fabricación de maquetas y todas esas tareas que le asignaban y yo no me podía negar a sus peticiones ya que con esto estaría mucho más cerca de él, y no por nada siempre recurría a mi por ser inteligente y muy perfeccionista en mis cosas. Durante una de las tantas reuniones que tuvimos, -esta vez para estudiar, se acercaban los finales y de ello dependía si él se graduaba o no- jugueteábamos como un par de niños como cuando encuentran el mejor amigo de su vida, después de terminar de estudiar decidí ir a casa, entonces me dijo algo que me paralizo al instante:

-Bueno Marco, ya es muy tarde y yo estoy cansadísimo, ya es todo por hoy gracias como siempre, te debo una mas.- me decía

  • no tienes nada que agradecer, ya sabes, para eso estamos, y si no pasas los exámenes no será por falta de estudio, ¿heee? – le comenté.

  • la verdad que si, hemos estudiado muchísimo, la mitad de mi calificación será tuya jejeje, te la mereces- prosiguió.

-bueno me tengo que ir, tengo una cita y no quiero hacerla esperar, nos vemos – le dije dirigiéndome hacia la salida.

-pero si tú no tienes novia, además yo sé que eres gay, al menos que te encuentres con tu novio. Y no trates de negarlo, eres gay.

Al momento me quede helado, mi mente quedo bloqueada, no supe que hacer en ese instante, lentamente me giré, solo voltee a verlo con cara de pánico, mientras que en su rostro se dibujaba una sonrisa malvada, y salí huyendo de ahí lo más rápido que pude. Camino a casa solo pensaba: ¿Cómo se dio cuenta?, ¿a caso se me nota?, ¿Qué paso?, me sentía confundido, sentía miedo de que él fuera a decir algo. No, no lo haría, solo era un comentario, el cual no tenía fundamento.

Llegue a casa para descansar y no pude dejar de pensar en mi amiguito ni en lo que me había comentado solo hace algunos instantes, me desvestí y solo me quede en bóxer, me recosté en la cama para aclarar mi mente, pues debido al día de trabajo que había tenido, estaba exhausto y solo quería descansar, en ese instante cerré los ojos y caí en un sueño profundo que me impidió darme cuenta  de lo que acontecía a mi alrededor. De un momento a otro abrí los ojos rápidamente y me encontré con que ese amiguito, Giancarlo, estaba parado frente a mí, desnudo, tan solo llevaba encima en diminuto bóxer que no dejaba mucho a la imaginación, me quede estupefacto al verle y en seguida se lanzo a mi cama.

-Hola Marco, me gustas muchísimo y sé que yo a ti también-, y comenzó con un beso apasionado que me puso a mil al instante, sentía como si estuviese flotando, cumpliendo la mayor de mis fantasías, nuestros labios se fundieron en un beso interminable, nuestras lenguas se buscaron mutuamente hasta ser solo una, seguía besándome y lamiéndome el cuello, fue bajando hasta mis tetillas que acariciaba con tiernos mordiscos y yo disfrutaba muchísimo haciéndome gemir de placer, siguió bajando cada vez mas hasta llegar a mi miembro que ya estaba por explotar pero supe contenerme para seguir disfrutando del éxtasis que la ocasión me ofrecía, acto seguido buscó nuevamente mi boca, mientras, solo sentía el poder de su miembro haciendo presión sobre mi cuerpo, un miembro rígido como un mástil de acero que deseaba ya tener en mi boca para saborear ese pre seminal que expulsaba deseoso de ser succionado y satisfacer con una mamada esa pija que me estaba extasiando, en ese instante nos despojamos de la poca ropa que llevábamos encima y nos acoplamos en un fabuloso 69 unido a unos gemidos de placer que nos excitaban cada vez más, después de disfrutarnos él pidió mi culo, quería disfrutar de los placeres del sexo anal, fue entonces que me puse a cuatro patas y el comenzó a lamer mi esfínter provocándome gritos y sollozos de satisfacción que no podía contener, en un minuto ya tenía ubicada la punta de su miembro en mi culo para penetrar y conocer lo más recóndito de mi ser, se dispuso a empujar y comenzó a entrar lentamente para ir dilatando el esfínter y causar el menor dolor posible, después fueron unas envestidas bestiales que me propiciaban cierta incomodidad, dolor que supe disimular y disfrutar al mismo tiempo, estaba disfrutando del momento cuando escuchamos que alguien venía hacia mi recámara y de pronto……………

Desperté, todo había sido un sueño, una hermosa fantasía que yo deseaba fuera  realidad, al final solo pensé: “demasiado bonito para ser real”.

Me quede despierto otro rato mas pensando y reflexionando en las sospechas que tenia Giancarlo sobre mis preferencias sexuales, sabía que tenía que hablar con él y convencerlo de que sus suposiciones eran falsas –aunque no fuera así- o al contrario, sincerarme y contarle todo sin importarme lo que pensara de mí aunque eso podría significar un distanciamiento entre los dos y tal vez con su familia que me afectaría bastante. Concentrado en mis pensamientos los párpados me pesaban cada vez más, me moría de sueño, me decidí y concluí que lo mejor sería contarle todo y esperar su reacción, que Dios me ampare. Concilie el sueño y me dispuse a descansar, pues al día siguiente tenía que trabajar.

Bueno pues hasta aquí el primer capitulo de esta mini-historia, gracias por leerlo, MIL GRACIAS!!!!! Y espero haya sido de su agrado, abajo sus críticas destructivas o comentarios halagadores hahaha, XD …… se aceptan todo tipo de quejas y sugerencias, califiquen por favor en escala del 1 al 10 ¿Qué calificación me darías? De nuevo MIL GRACIAS!!!!!