¿Fantasía o Realidad?
Sólo se escucha el sonido de mis tacones al golpear con el pavimento. Mientras camino hacia ninguna parte, miro mi sombra alargada, confundiéndose con el resto de sombras de la calle. No se escucha nada, solo mi paso firme, decidido, una y otra vez.
¿Fantasía o realidad?
Voy caminando por la calle, sola y ensimismada en mis pensamientos. Por el callejón oscuro sólo se escucha el sonido de mis tacones al golpear con el pavimento. Mientras camino hacia ninguna parte, miro mi sombra alargada, confundiéndose con el resto de sombras de la calle. No se escucha nada, solo mi paso firme, decidido, una y otra vez. Unos metros por delante, el bufido de un gato y la tapadera de un contenedor que se derrumba. Me alarmo, de pronto soy consciente de que hace mucho rato que me desvié de mi camino. Me doy la vuelta, intentando orientarme y pensando en dar la vuelta para retomar la dirección que no debí dejar... justo en ese momento veo un chico que se ha parado en seco, está como sorprendido y mirándome fijamente.
Miro hacia atrás, pero es un callejón sin salida, solo puedo salir pasando por su lado y tal como está allí plantado no parece que se vaya a mover para que me pueda marchar. Su aspecto es desolador: lleva la cabeza afeitada, una cicatriz en un ojo, barba de una semana y me está sonriendo... esa sonrisa... esa sonrisa me está dando escalofríos, me parece que habría hecho mejor quedándome en la fiesta, por muy cansada que estuviera. Empieza a caminar, directo hacia mí... el miedo no me deja actuar, no sé qué debo hacer... De repente está delante de mi, con una mano debajo de mi barbilla, obligándome a mirarle a los ojos. Se acerca a mí, cada vez más cerca... coge mi culo con sus manos, lo aprieta.. parece plastilina en sus manos. Mete su lengua en mi boca, es increíble lo bien que la mueve. Busca mi lengua y la enrosca alrededor de la mía. Me sorprendo a mi misma correspondiendole, mis braguitas se están empezando a mojar.. y de qué manera. Empieza a lamer mi cuello con avidez, saboreando cada centímetro de mi piel, oliendo mi perfume... va bajando poco a poco, saca mis abundantes pechos por el escote de la camisa y devora mis pezones que se han puesto muy duros por lo excitada que estoy ahora. Un escalofrío me recorre el cuerpo, chupa mis pezones una y otra vez, primero los recorre con la lengua siguiendo la curva que describen, luego se los mete en la boca y succiona con avidez, me vuelve loca la intensidad con la que lo hace. Ahora me coge del pelo y me obliga a bajar hasta el enorme bulto de su pantalón. Quiere que le de placer, y yo no me voy a negar... así que lo acaricio con mis manos, arriba y abajo... intentando adivinar cómo es lo que hay dentro, no me demoro más. Abro su cremallera y allí está, es increíble... parece que tiene vida propia, está palpitando y se ve a simple vista. Me encanta su polla, el recibimiento que me está dando, así que le doy un lametón desde los huevos hasta la punta y acto seguido juego con mi lengua en su glande, noto cómo quiere sentir más calor aún, así que la rodeo con mis labios y la introduzco en mi boca... empiezo a succionar con fuerza, a la vez que sigo jugando con mi lengua a lo largo de su verga, le está gustando tanto que hace que me la trague entera, parece que me voy a ahogar... me cuesta respirar pero me gusta, le vuelve loco. Ya no aguanta más, me lleva contra la pared; mi falda no le estorba... mueve a un lado mis braguitas y entra en mí sin más. Noto cómo su carne abre la mía... a cada embestida se me escapa un gemido, siento cómo palpita dentro de mí... cada vez empuja con más fuerza, de repente siento su mano en mi clítoris, empieza a frotarlo con fuerza a la vez que me penetra una y otra vez, y yo ya no puedo más... siento que muero de placer. Un grito ahogado sale de mi garganta mientras me corro, me tiemblan las piernas... y noto cómo su leche se derrama dentro de mi, haciéndome sentir aun más placer.
Me derrumbo en el suelo, miro hacia arriba y ya no está. ¿Habrá sido un espejismo? ¿habrá sido una fantasía de mi loca cabeza o habrá sido cierto? Me levanto como puedo, las piernas aun me tiemblan, intentándose recuperar del más intenso orgasmo de mi vida... Recompongo mi ropa y decido volver al camino que llevaba en un principio, el que me llevaría a mi casa... y a no saber jamás si este encuentro fue fantasía o realidad.