¿Fantasía o realidad?

Quien nunca ha tenido un amor platónico, una fantasía sexual con una persona que no puedes y quieres tener en tu vida. Nunca se sabe donde puedes encontrar a tu verdadero amor y puede ser quien menos te lo esperes.

Antes de empezar con este relato que es un poco corto y bueno que para empezar pienso que no está mal. He de decir que no estoy inspirada hoy y que por eso escribí este relato corto. El próximo relato prometo hacerlo más largo y muchísimo mejor. Darle las gracias a las personas que ha dedicado un minuto de su tiempo en escribirme al e-mail y darme ánimos. A los que les dije que me iba pasar a leerlos lo hare y os daré mi opinión pero no me dio tiempo, por eso quise antes escribir el relato y mañana leer con tranquilidad los vuestros. Por cierto, he de aclarar que no voy a contestar emails de hombres que me hablen de que quieran sexo o cosas así, dicho esto, no os molestéis en escribir.

¿Fantasía o realidad?

Quien nunca ha tenido un amor platónico, una fantasía sexual con una persona que no puedes y quieres tener en tu vida. Nunca se sabe donde puedes encontrar a tu verdadero amor y puede ser quien menos te lo esperes. La vida te hace pasar por muchas cosas, a veces complicadas que logras superar y seguir. Personas con las que puedes contar y con las que no, a veces la vida te pone a prueba y realmente descubres quien esta de tu lado y te apoya y quien te da la espalda.

Me encontraba en mi habitación pensando y dándole vueltas a la cabeza. No paraba de pensar en que mañana tendría que ver a aquel tío que se metía conmigo siempre, aquel que no paraba de molestarme en clase, que me ponía la zancadilla y hacía caerme al suelo. Nadie hacía nada por defenderme, nadie me apoyaba. Iba sin ganas al instituto, solo esperaba a que pasaran los días y que llegaran las vacaciones. Lo único bueno que tenía es ver a esa tía buena, que había más de una jaja, pero no sé porque siempre me fijaba en las profes.

Desde ahí fue cuando empecé a preguntarme cosas, ¿de verdad me gustaban las chicas? ¿Por qué me fijaba solo en las mayores que yo?  en ese tiempo no tenía ni idea del sexo, ni de nada relacionado con ese mundo. Necesitaba saber más y descubrir mas cosas sobre esto.

Un día que me quedé sola en casa me metí en internet, yo necesitaba saber cosas sobre todo esto, empecé a ver videos porno, veía a parejas hetero pero no me llamaban mucho la atención, hasta que entre en la sección lésbica y vi a una mujer con un arnés penetrando a una chica, me ponía muchísimo. Estaba en mi habitación y empecé a notar como mi sexo se humedecía, nunca había tenido esa sensación. Con mi torpeza de principiante empecé a tocar mi sexo y a notarme cada vez mas húmeda, cada vez lo hacía un poco más rápido, mi cara se empezó a poner roja, mi cuerpo a coger calor, mis pezones pequeños a ponerse duros, quería ir a más y sin saber decidí meter un dedo dentro de mi vagina y empecé a meterlo y sacarlo sin parar. Estaba muy cachonda me gustaba mucho eso, sin pensarlo metí otro dedo y eso ya era mucho placer, seguía metiendo y sacando sin parar hasta que me corrí y me fundí en un orgasmo lleno de placer.

Pasaron los días, tenía muchos deberes y exámenes que estudiaba el día antes y deberes casi no los terminaba. Lo peor que siempre era yo la que no sabía hacer los ejercicios o no quería tampoco, así que la profesora me dijo que después de clase hablaba conmigo. Acabo la clase y me quedé sentada esperando, se acercó a mí, me puse nerviosa, me preguntó porque no terminaba las cosas en casa y le dije que si que las hacía pero que la mitad no los entendía. Después de darme la chapa unos diez minutos por lo menos lo único que quería yo era mirarla y no paraba de hacerlo. Era muy guapa, Raquel se llamaba, con el pelo largo y rizado, le echaba 35 años, unas tetas perfectas y un culo que buff vaya culo que tenía. Al final me dijo que me ayudaría con los ejercicios en los recreos. Yo solo asentí, pero estaba mas contenta porque la vería más días.

Me la encontré en la calle, más casualidad imposible, estaba sola que fue a hacer la compra, (lo cual deduje porque la veía con las bolsas que debían de pesar una barbaridad) era mi oportunidad para hablarle y darle las gracias por ayudarme con los ejercicios. La saludé y me contesto muy amable raro en ella, la verdad no me caía muy bien, pero estaba tan buena, como llevaba las bolsas de la compra me ofrecí a ayudarle dijo que no hacia falta, pero insistí y acepto. No vivía lejos de donde estábamos, me dijo que la acompañara arriba si quería y yo no dije que no. Subimos en el ascensor, me miraba fijamente, se iba acercando más y más, me arrinconó y me empezó a besar apasionadamente y me dejé llevar. Ese beso parecía interminable hasta que se abrió la puerta del ascensor. Se separó enseguida de mí, me dijo ven conmigo, cogió las llaves del piso, abrió la puerta, soltó las bolsas de la compra y me empezó a besar, me llevó a la cama y empezó a sacarme la ropa a tocarme, acariciarme, yo estaba en un éxtasis y no podía creerme lo que estaba pasando. Siguió sacándome la ropa y besándome cuando de repente…Samantha despierta que llegarás tarde.

Espero que os gustara. Muchas gracias a tod@s.