Fantasía interdimensional (TERCERA PARTE)

Playita, mucha playita y el preámbulo de un desenlace sublime...

D esperté cuando sentí sobre mí piel gotas de lluvia, eran pasadas las 3 de la madrugada, me levanté completamente dormida y me fui a mi cama… pensando… que habría pasado con Jaime, ¿será que nunca regresó? o peor aún ¿será que no le abrí por qué estaba dormida? Mañana sabremos más… ahora a dormir rico con mi colita feliz, mañana será un buen día….

A la mañana siguiente;

Desperté muy caliente, mi cariñoso miembro me saludaba con amor… sonreí y viendo el reloj me puse en marcha, hay mucho por hacer hoy, me di una ducha rápida, mi baño de crema respectivo y me puse una tanga a media nalga blanca de algodón muy cómoda para bajar a desayunar, mi chándal blanco y mi sudadera blanca… moría de hambre y moría de la curiosidad de saber de mi desaparecido Jaime…

Al llegar al lobby, saliendo del ascensor, vía a mi joven amigo “cuate" que sonriendo me daba los buenos días; estaba hablando con un huésped justo cuando me saludaba, este señor me miraba como si me conociera, cosa que era imposible, no me habría olvidado de él…más bien creo que nuestro amigo “cuate" se está encargando de mi marketing personal, ya que sentí cierta complicidad entre ellos…

-Yo: ¿Hola como estas? ¿Dónde está Jaime? Debo preguntarle algo…

-Cuate: No ha venido en la mañana, hoy le toca el turno de medio día hasta las 20h.

-Yo: ok, gracias… mientras le sonreía dulcemente a través de mis gafas oscuras.

El “huésped” se quedó allí viéndome de arriba abajo, creo que estaba tratando de imaginarme sin el chándal… eso me calentó, ya me conocéis, no puedo evitar regalarme al sentirme admirada y deseada.

Caminé hacia el restaurante sintiendo sus miradas, me detuve justo antes de entrar y observando hacia adentro me ajusté mi tanga y mi chándal muy a propósito para que el “huésped" tuviera algo con que recordarme luego… definitivamente mi loca interior es una regalada… jajajaja

Busqué una mesa e inmediatamente me serví un plato de frutas, vino una señorita muy guapa a traerme café y comencé a desayunar…

Cuando ya estaba a punto de terminar, el “huésped" se acercó y me dijo:

-Huésped: estamos organizando un tour por las playas, ¿le gustaría acompañarnos?

-Yo: ¡qué maravilla! Gracias, pero no puedo, tengo planes ya de antemano… lo siento, pero seguro nos veremos luego por acá, ¿cierto?

-Huésped: no lo dude, nos veremos…

Salí a la terraza de la piscina a fumar un cigarrillo, el día estaba precioso, me preguntaba adónde me llevará mi comandante Jaime, lo que si tenía claro era que al regreso me lo comería en mi habitación… meta fijada.

Regresé al lobby en dirección a los ascensores y allí estaba el “huésped” también, le dije en tono de broma, que, ¿me está siguiendo? Él sonrió y se abrió el ascensor permitiéndome pasar muy caballerosamente. Entré al ascensor y detrás de mí él y un grupo de japoneses que nos obligaron a irnos hasta el fondo del ascensor, el “huésped" llegó hasta el final apoyándose en la pared del ascensor y yo dándole la espalda justo frente a él. Quedé muy cerquita.

Al cerrarse las puertas sentí un dedo acariciando mi colita, esta se empinó de manera automática y volteé a ver a este señor a ver qué cara me ponía, sonriendo le dije; se siente usted muy a gusto, ¿cierto? El con una cara de deseo que me hizo mojarme pasó de tan solo rozarme con su dedo a agarrarme completamente la nalga, yo me mordí mi labio inferior… tan temprano y yo tan caliente…. Allí siguió acariciando mi cola entregada a su mano mientras duraba la travesía. Llegó a su piso y soltándome me dijo, nos veremos luego ¿verdad? Yo solo le sonreí…

Que caliente me había puesto mi desayuno, estaba lista para mi gran Jaime…

Justo pensando en él, recibí un WhatsApp;

-Jaime 2: Hola mi Diosa, ¡buenos días! Ya voy en camino, ponte cómoda que vamos a ir a navegar, trae tu ropa de playa… te vas a divertir. Yo simplemente le respondí con una carita feliz y un beso.

Tenía que prepararme, quería volverle loco, me desnudé y escogí para el día de playa mi tanga negra de lacitos que me fascina, me la puse y de verdad que me hacía una cola hermosa. Luego me puse unos pantalones blancos de algodón bien finos y perfectos para la playa, una de mis camisas hawaianas con tonos naranja, mis crocs y ya; estaba lista para la aventura.

-Jaime 2:por WhatsApp ; “Baja mi Diosa, estoy en la puerta en mi coche, es una camioneta BMW azul". Le envié una manito arriba…

Bajé y busqué su coche, allí estaba él, todo de lino blanco y con un sombrero hermoso tipo Panamá, su sonrisa me enamoraba, era la mezcla perfecta de felicidad y deseo morboso…Subí y sentándome en el asiento del copiloto entré y le besé en su cachete mientras apoyaba mi mano en su muslo…. Sexy….

Al fijarme bien y mientras me acomodaba vi que no veníamos solos.

-Jaime 2: cariño, este es Jaime Posada, es mi piloto, nos va a acompañar hoy en la travesía, vamos a ir a navegar un rato, ¿quieres?

- Yo: ¡pero por supuesto! Que rico… volteándome le extendí mi mano a J. Posada, ¡mucho gusto Jaime!

-Jaime 2: Posadas, este es la “sobrina" de la que te hablé, los presento.

Pensé para mis adentros… soy su sobrina… que morbo mi vida… que rico…

Este nuevo Jaime, era un hombre muy oscuro de raza negra, pero de esos que son de muy finos rasgos, alto, muy fuerte a simple vista y muy callado… solo me sonreía cuando me apretó mi mano con su enorme mano.

Sentándome de frente mientras Jaime conducía le dije; ¿es que por acá no había más nombres? Todos se llaman “Jaime" jajajaja reí con un placer profundo en mi mente, ese nombre tan repetido me traía muchos recuerdos di-vi-nos…

Llegamos a la marina varios minutos después y bajamos junto a una Sea Ray de 30 pies…hermosa. Posada se bajó primero dirigiéndose a la nave y Jaime aprovechó para tomar mi muslo con sus manos y darme un beso maravilloso de esos que solo él sabe dar… me dijo, “lo vamos a pasar muy bien”.

Abordamos y en menos de 10 minutos ya estábamos saliendo de la marina, Jaime me explicaba cosas de la costa de Sitges mientras Posada tenía el control del timón.

¿Adónde vamos?, le pregunté a Jaime y él me dijo que a unas calas imposibles de llegar salvo navegando, están cerca, allí haremos una zambullida a ver si pesco algo para que nos lo preparé Posada, que es un gran cocinero, ¿te gusta la idea? Yo sonreí de emoción y acercándome a su oído le pregunté, ¿Posada es de confianza? ¿Puedo ser yo misma contigo frente a él? Jaime acercándose me dijo que Posada era de su entera confianza, además era mudo de nacimiento, así que es el confidente perfecto y Jaime lo había criado prácticamente desde niño. Él sabía y era cómplice de Jaime al 100%.

Habiéndole escuchado me le colgué de su cuello y se comió mi boca, cerré mis ojos y me dejé llevar por su ritmo mientras las olas me acercaban a él, abriendo un poco mis ojos me di cuenta que Posada nos veía y que por lo que se notaba en su entrepierna, le gustaba lo que veía, el bulto era enorme y estaba que se le rompían sus pantalones… sonreí para mis adentros y seguí comiéndome la boca de mi comandante Jaime, la aventura se ponía buenísima.

Bajando la velocidad supe que habíamos llegado, Jaime se levantó para ayudar a Posada en el anclaje de la lancha, apagó el motor y me puse de pie para admirar la belleza de ese lugar, sin gente, era como si no existieran más humanos, salvo nosotros tres…

Posada preparó el equipo de pesca de Jaime mientras yo admiraba a mi comandante ponerse su traje de neopreno y revisaba su arpón, mientras yo me comía con la mirada el suyo…

Me vio y me dijo; “ponte cómoda disfruta del sol… Posada se hará cargo de ti”, me guiñó el ojo de una forma que quizá fue un poco confusa, pero me encantó…comencé a desnudarme para dejar que mi piel fuera amada por el sol. Lentamente me saqué los pantalones y quedé tan solo con mi tanga negra de lacitos en las caderas, ambos hombres abrieron sus ojos de forma sedienta… pero solo Jaime se dejó llevar, Posada tímidamente se dirigió a la proa del barco mientras Jaime se me acercó y ayudó quitándome la hawaiana. Me dijo; ¿te pongo aceite mi Diosa, antes de irme? Le pasé el bote de aceite bronceador y comenzó a llenarme de aceite con sus manos…

Que manos tiene mi Jaime, se siente inmediatamente como es la experiencia quien te toca. Embadurnaba mi espalda mientras yo de espaldas a él veía a Posada en sus quehaceres, Jaime, sentándose en el asiento comenzó a llenarme de aceite las piernas mientras me decía;

-Jaime 2: estás piernas tuyas son bellísimas, pueden volver loco a cualquiera, y esta colita de tierno terciopelo persa… hmmmm

Comenzó a llenar de aceite mis nalgas pasando sus manos debajo de mi tanga, yo cerré mis ojos y levanté mi colita agradecida con el placer… sus dedos abrieron más caminos y su pulgar se introdujo un poco dentro de mí, solté un leve gemido… lo introdujo un poco más para luego sacarlo y meter su otro pulgar, pero hasta el fondo, ahora el gemido fue más sonoro y placentero.

Viéndome a la cara se levantó y dándome un suave beso en los labios me dijo; “disfruta al máximo del sol y de todo lo que te rodea” , mientras veía a Posada que trabajaba, “ yo estaré viéndote” , tu placer es mi placer… volviendo a guiñarme el ojo… me había dejado completamente lubricada… y muy caliente, mucho…

Acercándose a la escalerilla de la lancha y Posadas le ayudaba con sus cosas y le dijo a este; “Posadas, cuídamela bien… “

Vi cómo se introdujo en el agua, que por cierto se veía helada, creo que necesitaría más sol y calor para poder zambullirme en ella… lo vi desaparecer y luego aparecer unos metros más alejado, luego nuevamente desaparecer, hasta que ya le perdí el rastro…

Mientras estuve concentrado en ver a mi Jaime irse convertido en Poseidón, no me percaté que Posadas se había quedado tan solo en bañador, de esos de natación, le quedaba perfecto, el cuerpo de este niño era magnífico, no podía evitar verle cual escultura, de repente, me pilló observándole y de manera muy amable me buscó una toalla y haciéndome señas llamando mi atención , colocó el asiento de manera que quedara como una cama, allí puso la toalla y me invitó a tumbarme, yo solo le sonreía y le miraba su polla bien definida dentro de su bañador él tenía sus ojos en mi colita… eso se sentía rico, rico…

Me tumbé y me hizo señas de como si quería tomar algo, le dije, una cerveza… por favor.

Estando sentada sobre la toalla, tomé la cerveza y le di un gran sorbo, para luego volver a ver si divisaba a mi Jaime a lo lejos, pero no…

Posadas estaba sentado en el puesto de mandos y al terminarme la cerveza me tumbé de espaldas hacia él, sentía como me miraba y su bulto crecía, eso me estaba calentando… y mucho. Al rato de estar allí tumbada “calentándome”, necesité ir al baño, me levanté y caminé hacia la pequeña puerta que llevaba al camarote interior y al baño, Posada se levantó para ayudarme y dejarme pasar, pero el espacio era reducido por lo que fue inevitable el que nuestras pieles se rozaran, chispa para un incendio… eso fue.

Al salir del baño, allí estaba Posadas esperándome para ayudarme a subir, le di mi mano ya que la escalera para volver a cubierta era bien empinada, por fin ya en cubierta no le solté la mano a Posada, más bien se la acaricié, y de la mano lo hice que me acompañará a mi asiento cama, tomé el bote de aceite y tumbándome boca abajo le dije, ¿me pone aceite Sr. Posadas?...

El comenzó a ponerme aceite en mi espalda desde mi cuello hasta el fin de mi espalda, cada vez que se movía hacia mi cola su cuerpo se acercaba mucho a mi cara, pudiendo tener de cerca esa magnífica serpiente negra escondida y su crecimiento era obvio, ya que estaba pasándoselo muy bien… sus manos se atrevían cada vez más y su bulto crecía y crecía…

Le tomé sus manos y le pedí que me pusiera en mis nalgas también, me subí un poco mi tanga y le puse su mano allí diciéndole que me llenará toda de aceite, él lo hizo…

Yo empinaba mi cola cada vez que ponía sus manos en mis nalgas, haciendo que se atreviera a más, sus manos paseaban desde mi cuello hasta mis nalgas y cada vez que llegaba a ellas introducía sus manos debajo de mi tanga acariciando mi cola cada vez más, en uno de sus movimientos que acercó su hombría a mi cara me acerqué y tomándolo de la cintura le puse mi cara en su bulto, abriendo un poco mi boca le besé su polla, él se paralizó y yo seguí besándosela. Con mi mano le bajé el bañador dejando libre a su animal, me lo metí todo a la boca, sabía a mar y aceite, él se acostumbró a mi boca y siguió con su masaje pero más profundamente, sus dedos se fueron adueñado de mi flor abierta para él, mientras se lo chupaba divinamente, una y otra vez y sus dedos ya estaban entrando y saliendo de mi muy bien lubricado ano, la dureza de su miembro era sin igual, me incorporé un poco y con mi mano le acaricié sus pelotas mientras seguía comiéndomelo, comiéndomelo por  completo.

Dejé de besarle y me incorporé tomándolo de sus brazos, lo tenía frente a mi mientras su polla me retaba a que me la siguiera comiendo, vi a lo lejos en una piedra a mi Jaime viéndonos… eso me derritió, mi hombre estaba disfrutando de mi sexualidad…

Me volví a meter esa bella polla negra en la boca y le acaricié su pecho lleno de aceite y sudor… le terminé de quitar el bañador y me levanté delante de él, poniéndome sus manos en mi cintura buscó mi cuello para besarme, estaba hecho un animal salvaje, así que decidí domarlo y darle a mi Jaime un espectáculo de rodeo americano, le busque su boca mientras él se adueñaba de mis nalgas y mi ano hambriento y girándonos le tumbé en la cama,  una vez el allí me subí entre sus piernas y poniéndome en cuatro empinado bien mi cola me agaché para seguir tragándome su serpiente, una y otra vez hasta que me detuve y arrastré mis rodillas a los lados de sus muslos hasta que mi culo estuvo sobre su pene, se lo acaricié con los movimientos de mi caderas y él se desesperaba por metérmelo, seguí yo con mi show taurino, no dejándome cornear… hasta que ya no aguante más y tomando su polla con mi mano me la puse en la entrada de mi placer y el apenas sintió que podía entrar movió sus caderas hacia arriba introduciéndomela hasta las bolas, grité en libertad y placer…

Este hombre comenzó a levantarme con la fuerza de sus caderas mientras su miembro entraba y salía de mí, yo le cabalgaba cual amazona experta y el sostenía mis nalgas, subía y bajaba destilando sudor hasta que sentí que ya venía su cargamento, él se incorporó para abrazarme mientras con la fuerza de su abdomen siguió moviéndose y penetrándome cual monstruo erótico, me levantó de la cama en peso y en un grito mudo, me lleno de su líquido caliente y profundamente. Allí quedé yo empalada a su miembro mientras me acariciaba la espalda y me besaba mis pezones… estaba pasándomela divino…

Me levanté y dejé salir a su miembro que distaba mucho de estar muerto, por el contrario el con su cara me pedía más… igualmente me levanté y me lancé al agua… limpié mi culo y me acerqué a la escalera para subir, allí Posadas me ayudó y una vez de nuevo en cubierta, se agachó detrás de mí y poniendo una mano en  cada una de mis nalgas metió su cara en mi cola comenzándome a lamer mis nalgas y metiendo su lengua en mi culo que paradito se entregaba a ese placer… yo cerré mis ojos y mordí mis labios disfrutando de sentir esa lengua violarme mientras mi Jaime disfrutaba del show a lo lejos, Posadas detuvo su acción y levantándose me tomó así de espaldas y yo apenas apoyándome de la borda sentí como volvió a meter su carne bien profundamente en mí, cual perrito en celo, sus movimientos eran rápidos y continuos, dentro y fuera, me sentí en el Nirvana sexual siendo embestida por esta bestia negra que no se detenía en su acto amatorio mientras a lo lejos mi Jaime se derretía con mi gusto…

Posadas, me agarraba bien fuerte de mis caderas mientras me bombeaba una y otra vez, yo me dejaba, estaba abierta y entregada a la follada que me estaban dando… gemía y gemía, suave y rico mientras sentía esa carne hacerme suya y empinado mi cola más aun ayudándole a llegar hasta lo más profundo de mi cuerpo…  bombeó y bombeó hasta que sentí como derramaba su leche en lo más profundo de mi culo, placer absoluto. Dejándole dentro de mi y apretando su pene con mi ano, me masturbé con mucho placer hasta que exploté en un divino orgasmo con Posadas dentro de mi…

Allí me quedé un pequeño instante mientras sentí que por fin su pene se retiraba cansado, una vez fuera de mí, me volteé y le besé dulcemente, me quité mi tanga y así desnuda me lancé Al mar… nadé libremente, sintiendo la libertad que produce la desnudes en el agua, luego me acerqué a la escalerilla de la lancha y me quedé descansando apoyada en ella mientras sentía el agua refrescar mi calentura…

En menos de 5 minutos, sentí unas manos conocidas tomarme de la cintura y acercándose a mi oído me dijo;

-Jaime 2: Por lo menos alguien pescó algo… que rico me lo has hecho pasar, verte retorcerte de placer empalada por este negro hermoso fue algo más que épico, eras la verdadera evocación de una concubina engañando a su Sultán con el esclavo…

Yo simplemente acerqué mi cola más a él suspirando y sonriendo, pensé; que rico mi comandante, solo él sabe satisfacerme… y eso quería…

-Jaime 2: ¿Tienes hambre? No pesqué nada así que deberíamos irnos a comer…

-Yo: Te invito a comer en la terraza de mi suite, ¿te provoca?

Metió su mano entre mis nalgas y ayudándome a subir a la lancha desde el agua instruyó a Posadas para que partiéramos, este se dispuso a levar anclas y encender el motor, yo me sequé viéndole a ambos y sonriendo plácida y feliz.

Me puse mi tanga mientras veía a mi Jaime sacarse el neopreno y descubrir su bien hermosa erección… mi comandante estaba listo para mi… pero mejor será esperar hasta llegar a mi cuarto… esta vez él tomó los controles y yo simplemente me senté en mi cama disfrutando del sol con mi cabeza apoyada en la pierna de Posadas que estaba sentado en mi cama… ya su serpiente se estaba despertando de nuevo, dulce juventud…

Llegamos a la marina y allí nos despedimos de Posadas que se quedaría haciendo labores de limpieza en la lancha, le tome de su mano y le di las gracias mientras me despedí de él dándole un beso tierno en su cachete…

En menos de 15 min estábamos entrando al lobby del hotel…

Subimos solos en el ascensor y al cerrase las puertas se comió mi boca de la forma que este artista del beso sabe hacer…

Ya en mi habitación me quité el pantalón y la camisa mientras el hizo lo propio, quedándonos completamente desnudos frente a frente, le dije;

-Yo: Soy la anfitriona, así que deja que yo lleve el ritmo… te quiero saborear y disfrutar toda la tarde… recuerda que mañana me voy… hoy debe ser una tarde y noche épicas.

Él puso sus manos en mi cintura y yo poniéndome de puntillas me colgué de su cuello y abriendo la boca nos dimos un beso que fue una obra de arte, él estaba durísimo y no lo podría tener así durante mucho tiempo… así que le invite a que nos diéramos un baño para quitarnos la sal y refrescarnos… allí el me enjabonaba toda, cada centímetro de mi piel fue repasada por la esponja y sus manos… estaba flotando de lo rico que me la estaba pasando… sus manos, dueñas de mis nalgas, las apretaban y acariciaban, sus dedos comenzaron a probarme por dentro, uno primero otro después y luego dos a la vez mientras yo con mi cara pegada a la pared de la ducha gemía y respiraba como una loca de la excitación máxima que este hombre me estaba haciendo sentir… de repente sentí su mano derecha agarrar mi enorme clítoris y acariciándolo me estaba haciendo perder el control, me giré hacia él y le besé apasionadamente su boca metiendo mi lengua en busca de la suya, el volvió a llevarme al cielo con su boca… dejando de besarme y comenzó a lamer mi cuello, luego mis pezones que chupo con amor, siguió bajando y su lengua hizo un camping en mi ombligo, cosa que jamás me habían hecho y que me daba mucho nervio ya que soy muy sensible allí, me entregué desatando mi lujuria al máximo, luego de arrodillarse abriendo su boca se metió mi clítoris por completo en la boca dándome la mamada del siglo, mira que es algo que no me gusta mucho que me hagan, pero este hombre sabía lo que hacía y de verdad convirtió mi pene en un clítoris llevándome al cielo de las ninfómanas  y metiendo su mano debajo de mis bolitas duras de la excitación, se adentró hacia mis pompis e introduciendo suavemente su pulgar haciendo que me pusiera de puntillas mientras yo me sostenía de la puerta de la ducha con mis ojos cerrados y mi boca abierta de pura excitación, mi entrega solo podría tener un final, ya yo no contaba para nada, era pura energía transformándome en explosión, me llevó a él más absoluto orgasmo y mi eyaculación fue magnífica mientras su pulgar hacía que mi cuerpo convulsionara con cada penetración de mi ano abierto mientras eyaculaba sin parar y él se comía todo mi néctar, hacia siglos que no me llevaba nadie a culminar de esa manera….arrodillándome frente a él le besé con el más absoluto amor, estaba regalada a su boca que compartía mi propio sabor… le pregunté;

-Yo: ¿qué me has hecho? ¿qué quiere usted de mí, mi comandante? Me vas a volver más loca de lo que estoy… dime, pídeme que quieres que te haga, soy tu Diosa y soy tu esclava a la vez…

- Jaime 2: quiero verte follar con otro, una vez más, pero de cerca, me fascina ver tu cuerpo arquearse mientras convulsionas de placer… ¡ven acá que te voy a reventar!

Tomándome por la cintura hizo que me montará en su miembro que estaba enorme y excitadísimo, se ve que su deseo es tan grande y placentero que tan sólo habérmelo pedido se volvió loco de placer, le sentí penetrarme, milímetro a milímetro, su pene se adueñó de mi cola interior, mientras movía mis caderas sobre su cintura llevándole a una nueva dimensión sexual, sentí que ya se corría e hice que mis movimientos se aceleraran, dejando entrar y salir a su polla de mi colita feliz. Apoyando mi brazo en el piso de la ducha y arqueando mi espalda, me clave su pene duro dentro de mí, acercándome a su oído con la única voz que podía salir de mi en ese estado de excitación y entre gemido y gemido, le dije; “hoy me veras follar y te haré reventar de felicidad, soy tuya toda y me compartirás esta misma tarde” , diciendo esto mi comandante grito muy fuerte y me llenó por dentro con sus maravillosos líquidos mientras yo apretaba mi ano una y otra vez exprimiéndole su alma hasta secarle por completo…

C ontinuará…