Fantasía interdimensional (SEGUNDA PARTE)
Sigue mi casting de amantes...
R egresaba al hotel con una sonrisa que era la envidia de cualquiera que se cruzaba en mi camino, era la felicidad personificada, luego de tantos meses de plena austeridad, tantos meses sin compartir gemidos, besos y pieles… Desde luego esto de la “Plandemia" ha sido una verdadera maldición. Por eso la supra felicidad y plenitud que coloreaba mi piel, pero, muy por el contrario, a pesar de estar llena de cuerpo y alma, ahora quería más, esa sensación de sentir el corazón desbocado de un amante excitado con su carne dentro de mi, es sublime, indescriptible y hoy sentí eso hasta el infinito, Jaime me había tocado el alma con su deseo y su sexo ardiente.
Entrando al lobby ya eran pasadas las 7 de la tarde, me di cuenta que tenía hambre, decidí ir a ver el bufet… pero justo antes de entrar siento que me toman del brazo…
-Jaime 1: ¡Hola, buenas tardes! ¿Como le fue? ¿Todo bien?
Me tomó por sorpresa, este hombre que había salido de la nada… me fijé en su mirada, este tío ha estado esperándome por horas a que regresara, su mirada denotaba su pasión contenida, sentí un poco de miedo, pero sentí mucho más deseo aún, ya sabéis que cuando me desean así me descoloca, me hace vulnerable, me entrego totalmente abierta a recibir, vamos que me derrite por completo sentirme así, este hombre lo estaba logrando absolutamente.
-Yo: hoooola, me fue buenísimo, me lo pasé mejor de como lo imaginé, gracias por todas tus sugerencias, mientras le tomé yo a él por el brazo.
-Jaime 1: ¿hacia dónde va? ¿A comer…? ¿No le apetecería mejor comer en la terraza de su suite? Estoy atendiendo el room service… hasta media noche.
-Yo: muy tentador, la verdad… ok ahora reviso la carta y llamo…
-Jaime 1: Podré subir cuantas veces me necesite, estoy a su entera disposición… su mirada era de lobo hambriento y yo la más feliz caperucita.
Me despedí guiñándole el ojo y con una sonrisa le dije, me refresco y llamo… Yo ya sabía exactamente lo que tenía que hacer.
Subí con el corazón acelerado, que éxito de día estoy teniendo, llegué al cuarto y me lancé a la cama sonriendo y comenzando a preparar mi tarde mentalmente, que haría ahora, que me pondría y que me “comería"…
Me di una buena ducha, limpié todo mi cuerpo por dentro y por fuera… entregándome una vez más a mí amante plástico adherido a la pared de la ducha que dándome duro por dentro me hacia recordar a mi Jaime de hace unas horas y me volvía a abrir para mi Jaime de dentro de poco, me sequé y me llené de crema para la piel… mi empalme era descomunal, la ansiedad era casi enfermiza y saber que la vacuna estaba a tan sólo una llamada me enloquecía más aun…
Me puse una micro tanga roja que solo lleva solo un triangulito atrás, unas medias largas hasta los muslos, de rayas rojas y blancas súper divertidas… arriba me puse una sudadera blanca que me quedaba a media nalga.
Parecía un postre divino y dulce, estaba para que me comieran… entonces llamé…
Como quería que mi tarde noche se alargará hasta las 12, comencé con un par de cervezas bien frías y una tapa de calamares al ajillo…
-Yo: ¡Hola buenas tardes! Me gustaría que me trajeran dos cervezas bien frías y una tapa de calamares a la romana, cambié drásticamente mi previa intención por lo del aliento… di mi número de cuarto y me dijeron que en 15 min estaría listo.
Esos 15 min fueron como 15 horas para mi, dejé la puerta entre abierta y me fui a la terraza a ver lo que quedaba del atardecer.
Allí estaba yo recostada del balcón cuando sentí que ponían una bandeja en la mesa de la terraza, la visión de mi espalda debía ser magnífica para el, con mis hermosas piernas enfundadas en esas rayas rojas y blancas para terminar en mi colita traviesa asomándose por el final de mi sudadera…. Un paso, dos pasos y sentí una mano tibia tomando suavemente de abajo hacia arriba mi nalga derecha… gemí, había llegado la hora.
Volteé y me encontré con mi Jaime querido, enfundado en su uniforme de servicio a cuartos, con esa camisa blanca que dejaba ver su pecho lleno de pelos negros y que me invitaban a verlo cual escultura, y bajando la mirada observar ese bulto enorme que me daba un recibimiento tipo realeza…
Al verle de frente a Jaime, solo se quedó en silencio, no sabía si mi reacción a su atrevimiento previo había sido aceptada de buena forma de mi parte… ya lo sabéis soy muy traviesa.
Me acerqué a él sin decir palabra y puse mi mano completamente en su entrepierna para palpar con suavidad y erotismo puro a ese bulto pulsante y así tratar de descubrir que era lo que me comería esa tarde realmente, inmediatamente descubrí que quedaría bien llena… satisfecha…
Me acerqué más y el estaba como de piedra, casi que asustado, temblaba de excitación y temor a cometer cualquier acción que acabara con esto que le estaba sucediendo, le tomé sus manos sin dejar de verlo bien de cerca y a los ojos, suavemente las pose una en cada una de mis nalgas sobre mí tanga, ahora el fue quien gimió, estaba derretido por mi. Comencé a agacharme mientras le acariciaba su pecho y llegue hasta su bulto el cual abriendo mi boca mordí suavemente sobre su pantalón… literalmente temblaba mientras mis manos le acariciaban sus piernas, volví a levantarme y el tal cual como autómata volvió a colocar sus manos en mis nalgas suavemente, me acerqué más y abriendo mis labios me comí su boca, inmediatamente ese autómata cobró vida y suavemente entró en mi tanga, con su dedo tocó mi ano que le deseaba como loco…
Solo lo acarició, solo lo palpó, solo eso mientras nos conocíamos y nuestras lenguas jugaban… sutilmente me aparté y le solté, volvió a quedarse como estatua.
-Yo: ok, veamos que me has traído…
-Jaime 1: Lo que pidió la reina.
Mientras hablaba, caminaba cerca de el, rodeando la bandeja con la comida, probando pequeños bocados y sirviéndome la cerveza, haciéndole volver loco con mi vestimenta y entrega cerca de el… mi mano le acarició su pecho mientras me metía un bocado de calamares en la boca, me estaba volviendo loca su pecho lleno de pelos que se le notaban a través de la camisa blanca… le dije;
-Yo: ¿Eres muy peludo así todo tu? Mientras introduje mi dedo índice entre los botones de su camisa sintiendo sus pelos…
-Jaime 1: Si, soy bastante peludo, pero lo mantengo bajo mi control, mientras me hablaba se desabotonaba un poco su camisa y me mostraba su pecho…
Me acerqué y le besé una de sus tetillas, pegando mi nariz olfateé su pecho y le volví a tocar suavemente su bulto y le pregunté;
-Yo: ¿acá es donde lo mantienes en control…? Acariciando mejor su polla empalmada para y por mi…
El deslizó su mano abrió su pantalón y bajó el cierre, viéndole a la cara, bien cerca de sus labios metí mi mano y le toqué su miembro el cual, y para mi disfrute y alegría estaba en libertad, no traía nada bajo el pantalón, solo su animal hermoso, muy bien cuidado y podado… ¡perfecto!
En mi mano, palpitante y feliz estaba ese hermoso ejemplar que sería mi postre de hoy, de dimensiones perfectas y con un muy rico y agresivo grosor, está sería una tarea de acoplamiento lento y al que me tendría que acostumbrar ya que, si, era grueso…
Con mi mano rodeándole toda su carne, le pasé el dedo por su orificio que emanaba mucho líquido exquisito, una vez más y continuando con mi cara muy cerca de el, puse mi dedo untado de su néctar entre mis labios y chupé, el pobre hombre estaba que se corría con mi mano… le dije; ¿debes volver a tu trabajo, cierto? El asintió con la cabeza y mientras le regresé el pájaro a su jaula, le di un beso dulce en sus labios y le dije; ve tranquilo, llamaré Al servicio a cuartos en una media hora, trata de tener más tiempo y te prometo que no te irás con esa cara de tristeza la próxima vez que te vayas de acá… salió del cuarto mientras yo me quedé viéndole partir con mi dedo aun en mi boca disfrutando de su sabor…
Me comí mis calamares que por cierto estaban exquisitos y me tomé una de las cervezas. Pasados unos 20 min volví a llamar al servicio a cuartos y pedí un helado de vainilla con crema y una ración de fresas frescas … ya quería comerme mi postre…
Mientras fumaba un cigarrillo en la terraza, tocaron a la puerta del cuarto, está vez estaba cerrada…abrí y allí estaba el con mi postre, entro y cerré, el dejó todo en la terraza y regresó a mi como un loco, tomándome de la cintura me acerco a él y abrazándome me comió toda la boca y cuello mientras sus manos se adueñaban de mis nalgas con furia y deseo. Metí mis manos dentro de sus pantalones y desesperada se los desabotoné bajándole el cierre, lo empujé en la cama y me arrodillé ante el que me miraba con sus piernas abiertas brindándome su hermoso amigo empinado hacia el cielo, firme y exquisito y sus pantalones en sus tobillos…
Coloqué mis brazos apoyados en sus fuertes, hermosos y peludos muslos, acerqué mis labios a su glande enorme y rosado, abrí un poco mi boca y se lo chupe con mucha humedad, pero solo eso, solo su cabeza rica entró en mi boca, luego saqué mi lengua que suavemente comenzó a lamerle todo su tronco y cada vez que llegaba a su glande de nuevo abría la boca y lo volvía a chupar, debo haber hecho eso no más de diez veces y ya le veía a punto de explotar, me acerqué más y poniéndole mis manos en su pecho acariciándole sus tetillas y disfrutando de su alfombra de pelos me metí por completo su polla en mi boca y le hice un oral sin manos hasta que se vino por completo dentro de mi… me tragué todo su néctar… y seguí limpiándole con mi lengua cada milímetro de su hermoso miembro, era bello ese animal, era perfecto… ahora mi cola lo quería conocer, viéndole de reojo mientras le besaba sus carnes le pregunté; Cuanto tiempo tenemos?
-Jaime 1: no mucho, pero a las 9 tengo una hora de descanso para cenar… faltaban menos de 45 minutos para eso, me levanté de pie delante de él, mis muslos quedaron entre sus piernas, giré sobre mí 180 grados y le puse mi cola en su cara, metí mis manos entre la tanga y comencé a bajarla, poco a poco, hasta el principio de mis muslos y deteniéndome allí… le dije, esta es tu cena, acá te espera, en esa cama estaré esperándote lista para que nos cenemos… juntos… Sentí su boca besar mi colita y luego pasó su lengua entre mis nalgas suavemente… me derretí.
Volví a subirme mi tanga y salí de nuevo a la terraza, tomé una fresa y metiéndomela a la boca volteé hacia el y le dije; date prisa, estaré esperándote…
El se arregló su pantalón, tomó la bandeja anterior con los platos vacíos y se fue… estábamos caminado por el cielo…
Durante ese tiempo que le esperé, me comí mi helado y disfruté de esas fresas magníficas.
Me tumbé en la cama y acaricié mi piel excitándome cada vez más con el pasar del tiempo, hasta que llegó el momento…, me levanté, abrí la puerta, pero dejándola entornada, apagué casi todas las luces tan solo dejando un pequeño brillo que desde la terraza iluminara mi piel, me tumbé boca abajo en la cama y levanté mi colita totalmente entregada, sentí pasos y luego inmediatamente la puerta de mi cuarto al cerrarse. Caminó hacia mí mientras escuchaba como se quitaba su pantalón y zapatos, se fue subiendo en la cama mientras que sus manos recorrían mis piernas poco a poco, llegando al final de mis pompis, sentí su pulgar derecho mover mi tanga a un lado mientras con el otro pulgar lleno de su saliva toco mi ano para luego introducirse poco a poco en el, haciendo que mi cola se levantara ayudándole con su penetración mientras me besaba la parte posterior de mis muslos.
Salió de mi haciendo que soltara un gemido y se subió a la cama arrodillado entre mis piernas abiertas. Allí estaba yo entregándome completamente a el, sentí con sus movimientos que se estaba quitando la camisa, mientras su falo magnífico rozaba mi piel haciéndome delirar, bajó hacia mi acercando su pecho a mi espalda y sentí como la punta de su pene descubría el estrecho valle entre mis nalgas mientras embadurnaba mi cola con su néctar transparente producto de la humedad de su excitación. Yo estaba delirando y mis sonidos eran los de una perra encendida en su propia lujuria, respiraba fuerte y seguido, necesitaba aire, más aire y abriendo mi boca percibí como un hilo de baba caía de mis labios, me tenía babeando, literalmente.
Con su polla depositada en mi cola y su pecho en mi espalda mientras me lamia el cuello acercándose a mi oído me dijo; “te lo voy a meter todo y así, a pelo, quiero sentirte completamente, quiero descubrir tu carne desde adentro y allí te quiero dejar llena de mi deseo” … ¿quieres?… yo simplemente volteé un poco mi cara incorporándome y abriendo mi boca le besé profundamente.
Ya había quedado arreglado el proceso y la forma, así que, apartando mi tanga, comencé a sentir su polla abriéndose paso por mis nalgas y entrando poco a poco, dentro de mi…
Mis piernas temblaban de excitación y mis gemidos eran continuos y diminutos quejidos de placer…
Sentía su grosor abriendo mi poco entrenado ano y levanté mi cola poco a poco para ayudarle, el fue gentil conmigo mientras se abría paso en mi profundidad… su grosor se hacía sentir, dolía, pero la sensación de que me llenaba era la cosa más divina del universo, más y más empinaba mi colita mientras con mi mano le detenía para que no se moviera bruscamente, aun…. una vez se acostumbrara mi cola a su grueso pedazo de miembro viril y duro entre mis carnes, si que querría que se moviera mucho y bien adentro, quería que este animal me partiera de placer… mis gemidos escuchados por mi misma me trastornaban, me excitaban aun más a mí misma, fue rotundo sentir a este hombre dentro de mi.
Una vez ya mi cola acostumbrada a su tamaño, comencé a moverme yo, empinaba mi cola con cada grito de lujuria permitiéndome sentir toda llena de su sexo, entraba y salía de mi ya enamorado ano… lo detuve, ahora me tocaba a mi terminar el trabajo y sacando su polla de mi culo, le volteé y trepándome sobre el, tomé su mástil con mi mano y lo puse en la entrada de mi felicidad, me dejé caer sobre el y su pecho peludo, me dejé penetrar completamente, comencé a bailar sobre el con todo su mástil dentro de mi… me sentía llena y libre de gozar al máximo, mi meta era hacer que toda su hombría se derramara dentro de mis entrañas… que manera de sentir excitación al máximo, es que mientras lo escribo estoy que me corro…
Apoyada en su pecho y abriendo mi boca para gemir como loba herida, levantaba mi cola hasta la punta de su pene y volvía a enterrármela hasta adentro con el exótico movimiento de mis caderas, una y otra vez en ese sube y baja que me volvía loca y a el lo tenía con los ojos en blanco mientras ayudaba a mis movimientos con sus manos en mis nalgas… estábamos haciendo una sinfonía sexual, ya yo estaba tan abierta como en mis buenos años, me di el lujo de poner mi espalda más hacia atrás y entonces apoyada en sus rodillas subir y bajar con más velocidad y ritmo aun, una y otra vez, era sublime sentir esa carne haciéndole el amor a mi cola enamorada, una y otra vez, arriba y abajo entre gritos gemidos y respiraciones lo llevé al éxtasis, una vez allí explotó dentro de mi con convulsiones de placer animal, sintiendo yo esa cantidad de néctar entrar en cada convulsión, no tuve sino que solo acariciar apenas mi pollita feliz y ya le estaba adornando su pecho con mi propio néctar… me dejé caer y con la respiración de quien acaba de ganar los 100 metros planos, le dije; por favor antes de irte a tu casa debes volver a verme… crees que puedas? El no me respondió con la palabra, el se incorporó y dejándome caer de espaldas en la cama me terminó de meter su falo que aún estaba tieso dentro de mi y con la boca abierta me besó apasionadamente, embestía su miembro en mi culo repleto de su leche y se comía mis labios y mi lengua, poco a poco se detuvo y viéndole solo el brillo en sus ojos me dijo; como crees que no volveré…. Espérame a media noche mi Diosa, me volvió a besar y a empujar su miembro aun más dentro de mi como despidiéndose de mi cola derretida a él…
Eran casi las 10, el debía volver al trabajo… Pasó al baño, se vistió y se fue, habíamos estado casi 45 min disfrutando al máximo y la verdad había quedado agotada…
Caí rendida en mi cama, feliz y plena, allí quedé desnuda completamente, llena completamente… después de descansar casi una hora me di una ducha, me di mi baño de crema respectivo y me perfume suavemente… salí a la terraza, así como Dios me trajo al mundo y me fume un cigarrillo a esperar la media noche…
Continuará …