Fantasía Interdimensional (PRIMERA PARTE)

Les invito a un viaje en mi futuro cercano...

Este es un recuerdo actual de algo que aún no ha sucedido, por lo tanto, no es ficción, es más bien una planificación basada en mis muchas aventuras y mi muy vasta experiencia, es lo que deseo y planifico para mi ahora y en la realidad física en la que vivo. Esto va a ocurrir y pronto, espero… por eso me mantendré dentro de la posibilidad de lo real, aunque no haya pasado aún, así que para vuestro disfrute será relatado en tiempo pasado… enjoy.

En algún lugar de…

Entre la “plandemia", el confinamiento, la austeridad y mi colita súper mega hambrienta decidí regalarme unos días para mí solo, mejor dicho, para mi solita…

Siempre le he regalado a mi loca interior pequeños viajes para dejarla salir, pero debido a esta nueva normalidad eso ha sido imposible, hasta ahora… moría por entregarme a la piel de otro…así que lo hice y de paso marcaré como “realizada" una fantasía que por A o por B jamás había hecho realidad…nunca había ido a una sauna, eso es lo que más quería hacer… allá vamos.

Reservé una suite muy chula en un hotel de Sitges, por mi amor a ese lugar y además por que me han recomendado mucho su sauna… Sauna Sitges. Primero déjenme explicarles algo para los que no me conocen.

Mi pasión son los hombres maduros y varoniles, un uniforme me trastorna desde el uniforme de un comandante de la marina hasta el del pintor de brocha gorda que se enfunda en su mono de trabajo… eso incluye mi mayor debilidad, los vigilantes privados…y recuerden todos esos hombres mientras más mayores, mejor…

Soy un buen hombre que toda su vida a convivido con su “loca interior" una chica que vive muy dentro de su alma y que con los años se ha convertido en su mejor amiga, cómplice y compañera, lean “Mi primer Relato" y allí se enteraran mucho mejor…

No hablaré de mi edad actual, por que realmente sería tonto ya que no la representó en lo más mínimo, por lo tanto, podría confundirlos, inclusive mis amigos me dicen que me apunte al Concurso del Año, ya que nadie jamás y nunca daría con mi edad.

Mi piel es blanca, pero la mantengo bronceada cuando se puede, mi espalda hermosa está perfecta, mi cola no es tan orgullosa como cuando tenía 25 pero esta muy rica y apetitosa, mis hermosas y blancas nalgas descansan encima de mis piernas, que están como siempre, bellas y poderosas… son las mismas piernas maravillosas desde que tengo uso de razón… son una visión magnífica.

Con una buena tanga los hombres mueren por mi… eso es un hecho.

Llegué a ese hotel maravilloso y después de registrarme fui a mi habitación, inmediatamente volví a salir, debía ir de compras importantes...

Mi primer destino fue una tienda súper bonita de ropa interior, allí compré varias cosas que me quería estrenar estos días… incluido un bañador hermoso por si el clima lo permitía, tomar el sol y ponerme hermosa.

De allí fui a otra tienda donde compré varias camisetas bien divertidas y extra grandes para ir a pasear y usarlas como vestido, unos pantalones de algodón fino muy anchos, cómodos y ligeros, así como también y para completar, unos leggins para hacer deporte que bien pegaditos a mi piel me quedaban perfectos.

Justo al lado de ese lugar entré a un sex-shop hermoso, compré un dildo híper realista, súper suave y con un chupón para adherirlo a cualquier superficie lisa, era el pene ideal, con sus venas, sus buenos 18 cm y todo, casi me corrí cuando lo escogí. También compré lubricantes y otras cosillas divertidas…ya os contaré…

De allí fui a un Clarel y compré mi crema de cuerpo, mi crema depiladora y algunos utensilios de maquillaje, una nunca sabe…

Regresé al hotel y subí a mi cuarto, el resto de la tarde sería solo mía… me desnudé y me preparé un baño de cleopatra, me depilé y me limpié a fondo, había quedado preciosa, pareciera que con la cercanía de la acción mis nalgas se hubieran emocionado y estaban hermosas… más hermosas que siempre…estaban alegres.

Pedí una caipiriña y unas tapas al servicio a cuartos, mientras untaba de crema divina cada centímetro de mi piel limpia, lisa y hermosa gracias a que la semana anterior tuve la dicha que el sol primaveral no me defraudó y pude darme un pequeño baño de color… en fin estaba apetitosa y hambrienta.

Mientras esperaba el servicio, me puse una de mis cositas que compré tanto en la tienda de ropa íntima como en la sex-shop. Lo primero que hice fue ponerme un Plug divino que me compré, debía ir acostumbrando mi ano para lo que quería que pasara y que no me doliera nada, llevaba más de un año sin comer por esa boquita, mi flor necesitaba atención y entrenamiento, ya con el plug dentro, me enfundé en una tanga bien chiquita, de una tela de encajes magnífica de color vino tinto, el contraste con mi piel al verme al espejo me encantó… me veía fantástica, tocaron a la puerta. Rápidamente me puse la bata de baño que el hotel ponía a los huéspedes, pero y esto os lo juro que fue sin querer, me puse la de mujer… me quedaba bien corta y se me veía espectacular…

Abrí y el joven entró con una bandeja de lo que había pedido, ya mi loca interior estaba al mando de la situación y podía hacer lo que quisiera, así que fui muy sexy y atrevida, simpática y jovial, quería que el supiera, sin lugar a dudas que yo estaba allí para ligar, follar y que me van los hombres, que me encantan…

Le dije;

-Yo: hoooola, bienvenido, que rápido el servicio, gracias, pasa adelante, estas en tu casa, viéndole su pinta y dejándole pasar a mi suite y pidiéndole que dejara todo en la terraza mientras yo cerraba la puerta.

El llevó la bandeja siendo muy simpático e inmediatamente tratándome con un tono de cercanía que demostraba que mis intenciones de publicitar mis deseos y gustos habían quedado perfectamente entendidos.

El era un joven muy simpático, oriundo de México, platicamos por unos minutos sobre su país, al que amo y donde viví muchos años. Ya habiendo logrado su confianza y mientras el se devoraba mis piernas con la mirada y como queriendo adivinar que llevaba puesto abajo, le pregunté por el Sauna, le pregunté si era bueno, si había ido, si tenia alguna referencia, le expresé que mi deseo era ir mañana en la tarde por allá, que, que le parecía…

El se sonrió con una mezcla entre complicidad y sinceridad, me dijo que no lo conocía, que nunca había ido, que en su preferencia el era más bien de gusto por las mujeres, pero que si le habían dicho que era un lugar muy bueno y sano.

Yo me sonreí con su comentario sobre su sexualidad y le dije, mientras le acercaba la mano con la propina; nunca digas de esa agua no beberé , sonriéndole y usando uno de mis más viejos trucos, dejando caer unas cuantas monedas en el suelo para al recogerlas enseñarle un poco más de mis encantos, mi tanga se puso en modo protagónico. Cuando le di las monedas su cara era un poema de lujuria y confusión, pero inmediatamente lo salvé diciéndole que a mi me van los hombres más mayores que el…

El, en un tono como más relajado me dijo que tenía un compañero que se llamaba Jaime y que el si sabía más de la sauna, mucho más, además me comentó que Jaime era mayor que el, que le sacaba más de 20 años, así que calculé que Jaime debía tener unos 45 años… ya que esta preciosidad de niño tendría unos 25 años.

Le di las gracias y el muy amablemente me dijo que estaba a la orden por si quería algo más.

Ya eran casi las ocho de la tarde y me quedé en la habitación disfrutando con mi plug y haciendo el amor con mi maravilloso dildo, mientras escribí, vi televisión, descansé en la terraza y escuché música, estaba feliz… dormí completamente desnuda, solo con mi plug y feliz luego de varias sesiones de amor personal… disfruté mucho de esa privacidad que tanto necesitaba…

Al día siguiente…

Me levanté feliz, eran pasadas las 8 de la mañana, rápidamente me saqué mi plug y me metí a la ducha a darme un baño despertador, me puse crema y mi perfume, me puse mi tanga vino tinto de ayer, ya que la había usado si acaso media hora, escogí una de las camisetas divertidas de color blanco con un Snoopy enorme en el frente, mis crocs anaranjados de playa y bajé al bufet, moría del hambre…

Al llegar al restaurante vi a lo lejos a mi “cuate" que justo antes de saludarme le dio un pequeño codazo como avisándole de mi llegada a un compañero de él que estaba de pie justo a su lado, era un hombre canoso como de 50 años, un bombón, el me observó cuando yo saludé a mi amigo mexicano, la mirada con la que me vio este hombre casi hizo que me pusiera a temblar, era obvio que había sido informado por su compatriota sobre mi, “la loca a la que le van los hombres mayores”, me vio sin reparos, yo entre excitada y nerviosa, me puse a ver que había en el bufet antes de sentarme, este hombre se me acercó y me invitó a sentarme en una mesa que estaba muy bien ubicada mientras me ofrecía café.  Yo viéndole a la cara le dije gracias…  y me senté.

En menos de un minuto estaba de nuevo al lado mío con el café y me dijo;

- Jaime 1: Hola buenos días, mi nombre es Jaime y estoy acá para servirle, le invito a que pase usted al bufet…

- Yo: gracias, Jaime, ¿es usted de México también? A lo que mientras me levantaba el asintió con su cabeza de forma muy educada.

Pasé al bufet mientras sentía como sus ojos me estaban revisando completamente, sabía que según me moviera mi trasero se mostraba a través de la camiseta, dejando entender que traía puesta una tanga y nada más… hago la aclaratoria que una de las características de Sitges y que me hace amar más ese lugar es la libertad de su gente, allí vistas como vistas, camines como camines, hables como hables, nadie cotillea, simplemente estamos todos para ofrecernos y recibir, al gusto de cada quien…

Seguí sirviéndome y sintiendo esa mirada, no se perdía ningún detalle de mis movimientos, hay que recordar que tenía mucha hambre y no me refiero al hambre que tenía de comerme todo lo que había en el bufet, me refiero al hambre que tenía de hombre, desde hace bastante más de un año que no me comía una buena polla, así que esto me tenía mal, habrán de recordar que la gasolina que hace que mi motor erótico funcione es el deseo, sentirme que gusto me encanta, pero sentirme deseada es lo que hace que cometa locuras, desvanece de mi cualquier precaución, me hace vulnerable, hace que me entregue… este hombre con esa mirada estaba haciendo que me mojara toda, de hecho yo misma me acariciaba las nalgas cada vez que podía, la camiseta se me pegaba al cuerpo y mi tanga ya no era una sorpresa para el, el ya sabía como era la semilla de esta fruta loca que estaba entregándose a sus deseos visuales, debía seguir con mi cabeza allí, a ver que pasa…

Me senté en mi mesa y allí estaba el para ayudar con mi silla, cual caballero. Acercándose a mi cara me pregunto si deseaba algo más y yo le dije… mmm no, estoy bien. Que mentirosa era, jajajaja claro que deseaba otra cosa mas, su ¡¡¡carne!!!!

Estaba como loca, menos mal que el hambre de proteínas y lo magnífico del desayuno me hizo tranquilizar, además que este hombre Jaime fue muy bueno conmigo ya que apenas comencé a comer se desapareció… comí entonces despacio, en paz y muy rico.

Ya tenía como 2 o 3 minutos de haber terminado y mientras revisaba mis mensajes Jaime regresó, me preguntó que me había parecido todo y yo le respondí; di-vi-no, de esa misma forma y me tomé el atrevimiento de tomarle de la muñeca mientras le contestaba cuando él recogía mi plato vacío.

Le pedí un cortado y fue en su busca, 1 minuto después estaba con el cortado y al dármelo le dije gracias y el me dijo lo siguiente;

- Jaime1: Estoy acá para servirle, me va a disculpar, me comentó mi compañero que estaba interesado en saber sobre el Sauna del pueblo, ¿es cierto? Yo asentí con mi cabeza y sintiendo como se enrojecía mi cara le pregunté si el me podría ayudar con más información, me dijo que si, que por favor al terminar mi café fuera a la piscina que allí el me podría informar más en privado.

Me tomé mi café y salí afuera donde había una terraza hermosa que rodeaba la piscina, sentándome en una mesa bajo un toldo le esperé disfrutando un cigarrillo…

Mientras, tuve la oportunidad de verlo bien a lo lejos a través de mis gafas obscuras. No era ni alto ni bajo, con buen cuerpo pero que también incluía una pancita ya de los 50 o más inclusive, lo que más me gustaba eran sus piernas, se le notaba historia deportiva en ellas… su piel era la típica de un hombre como de los Altos de Jalisco, ese color blanco europeo pero acaramelado por el sol que me trastorna…

Ya venía hacia mi, aproveché para sonreír y crucé mis piernas dejando ver un poco más de mi piel, mis muslos en todo su esplendor… el no dejó de verlas durante su trayecto… y me dijo;

- Jaime1: Ya veo que se trajo el sol con usted… yo puse cara de no entender y el dijo, por que esta usted muy bronceada… tratándome en forma femenina, eso me encantó y quería decir que mi acto había funcionado, una vez más… yo simplemente le sonreí y le dije;

- Yo: ¿lo notó usted? Tuve la suerte que el sol hizo su trabajito en mi piel la semana pasada, ¿a qué me sienta bien? Me subí más mi camiseta y pudo ver mis piernas hasta arriba, vio mi tanga, mi abdomen y más y ese contraste maravilloso del bronceado con el vino tinto del encaje, todo un paisaje.

Su mirada era como la mía cuando escogía lo que desayunaría del bufet, todo me gustaba y todo me provocaba.

Sacando un mapa turístico de su bolsillo y abriéndolo sobre la mesa comenzó a mostrarme los atractivos del lugar. Luego se agachó justo al lado de mi silla y bajó el mapa y colocándolo con una de sus manos en mis piernas, con la otra señaló el Sauna y me dijo;

- Jaime1: Acá está el lugar que usted busca, le recomiendo mucho que vaya cuando abran, a eso de las 16 horas, ya que tiende a llenarse y por medidas COVID no permiten más del 40% de capacidad. A esa hora la clientela es mayoritariamente de hombres mayores.

Sentía el calor de su mano en mi pierna mientras hablaba, yo le veía muy concentrada con su información.

- Jaime1: Es un lugar pequeño pero muy limpio y decorado con buen gusto, sus dueños son gente muy atenta y simpática, espero lo disfrute… mucho.

- Yo: Gracias por la información Jaime, una cosa más, ¿qué debo llevar conmigo?

- Jaime1: Nada, solo algo de dinero en efectivo por si desea tomar algo y lo de la entrada que es de 15 euros, si no me equivoco, en la sauna no aceptan tarjetas de crédito. Allí le darán una toalla, unas chanclas y todo lo que pudiera necesitar extra, ¿usted me entiende verdad?

- Yo: Extra, No, ¿me podría explicar?

- Jaime1: bueno, usted sabe, lubricantes, condones, etc.

Allí fue que entendí que el haberse agachado, más que para acercarse a mi en medida de discreción, era para ocultar mejor el bulto que se le estaba formando en su entrepierna… y viendo como se trataba de acomodar mejor su bestia le dije de forma divertida, veo que tienes buenos recuerdos de la sauna, mientras hice obvia mi mirada hacia sus partes levantando un poco mis gafas de sol…

El se puso como un tomate de rojo, pero sonriente e incorporándose a mi lado me dijo;

- Jaime1: pues la verdad si, tengo buenos recuerdos, pero mi situación, mientras señalaba refiriéndose a su bulto, en gran parte es producto de otra cosa, creo que “te" lo vas a pasar divinamente allí comenzando a tutearme, lo tienes todo para que seas un éxito.

- Yo: aja… a ver como es eso, explícate mejor, tuteándole también…ya estábamos en modo ligue.

- Jaime1: es muy simple, con esas piernas, ese bronceado y esa simpatía los hombres se van a pelear por darte felicidad… me da un poco de envidia… te lo estoy demostrando, volviendo a señalar su bulto creciente, serás un éxito.

Levantándome para irme, tomé el mapa acariciándole su mano y luego su brazo y le dije; no te preocupes hay para todos… gracias, … Jaime

Mientras caminaba hacia los ascensores para subir al cuarto, volteando hacia él le pregunté que hasta qué hora había room service, el me dijo; hasta media noche…  yo simplemente sonreí y me fui.

Entre a mi cuarto y vi que había manchado mi tanga con mucho de mi dulce pre semen, me reí como loca al ver lo muy necesitaba que estaba y lo rico que lo había pasado platicando con Jaime, me había puesto muy cachonda ese hombre… necesitaba carne ya, lo que se llama ya.

Eran las 11 y 30 de la mañana y quitándome la tanga me limpié, me perfumé y me puse mi bañador negro de lacitos en las caderas, mis gafas de sol y me fui a caminar al paseo de la playa… al famoso Passeig de la Ribera.

Lo recorrí de punta a punta, hacia calor y me acerqué a la orilla del mar y toque el agua con mis pies descalzos, aún estaba muy fría como para darse un chapuzón, me senté sacándome la camiseta y dejando que el sol me abrazara toda…

En media hora ya sentía que había sido suficiente, me levanté, me puse mi camiseta de snoopy y regresé al hotel.

Me di una ducha divina, me puse cremita sobre mí piel bronceada, me perfumé y me puse una tanga blanca mínima que se dejaba devorar por mis nalgas, mi pantalón de algodón y una camisa hawaiana muy fresca, mis crocs y bajé decidida a ir a la sauna, ya eran casi las 4 pm…

Moría de los nervios, parecía una adolescente… saliendo del ascensor y caminando por el lobby hacia la salida escucho que me llaman, era Jaime que corriendo venía a darme algo, eran unos cerillos publicitarios de la sauna y que al abrirlos en boli y escrito por él decía, “ hoy trabajo hasta media noche…J ", me lo entregó y me dijo que lo pases bien…acá estaré.

Salí feliz, ya que sabia lo bien que me lo pasaría al regresar… Este me quiere comer toda y yo quiero dejarme comer por el…así que vaya como me vaya ahora en la sauna, mi colita sería tratada como ella tanto lo desea, si o si al regresar…

Caminé unas cuantas calles, ya eran pasadas las 4 de la tarde, llegué al lugar y entré, un chico hermoso y enorme con una gran sonrisa me dice, ¡bienvenido! ¿Tiene cita? Yo le dije que no y el me dijo, vale, no se preocupe, es su primera vez aquí, ¿cierto?, yo asentí y el me dijo que en unos 20 minutos podría pasar, me cobró y me dio una especie de boleto para que regresara en 20 min, justo al lado había un café, fui y me pedí una cañita bien fría.

Pasados los 20 min regresé, el mismo chico me volvió a saludar y entregándome dos toallas y unas chanclas de plástico me dijo acá esta la llave de su casillero, allí encontrará lubricante, jabón y condones, si necesita más, en el bar le dan lo que necesite, le di las gracias y tomé todo lo que me dio y me dirigí a los vestuarios. Había un olor a húmedo agradable, era una mezcla de calor, vapor, menta y eucaliptos, realmente relajante, aunque yo estaba como una moto…

Al llegar a la zona de los casilleros había dos hombres, uno blanco, barrigón y con cara de idiota, como de 40 años y otro bastante más mayor, que por lo que pude ver era un hombre muy grande y que me daba la espalda. Abrí mi casillero y comencé a desvestirme.

Al quitarme los pantalones quedando hermosa con mi tanga, el idiota dijo; “ mira tu, ya comienzan a llegar las hembritas…” de forma bromista, él ya estaba desnudo y vi que su pene era microscópico, me dio un poco de pena el pobre y comprendí su actitud de imbécil acomplejado, pero no permitiría que nadie me estropeara mis fantasía, así que me le quede viendo fijamente y le dije con media sonrisa, “ entonces ya somos dos las hembras por lo visto” , mientras le veía su penecito de bebé.

El hombre mayor le reclamó con una gruesa voz diciéndole que me dejara en paz y que se fuera, el hizo caso como si se tratará de su jefe, mientras esté señor volteándose me vio, yo me había quedado tan solo con mi tanga y mi camisa hawaiana la cual me estaba desabotonando, sin quitarme el ojo de encima mientras me desnudaba me dijo;

- Jaime2: hola preciosa, me llamo Jaime, no te molestes con tipos como el, es un idiota, ¿es tu primera vez? Nunca te había visto por acá… me acordaría de ti. Mirando mis piernas y nalgas mientras me quitaba la camisa.

- Yo: Hola me llamo, hmmmm, no tengo nombre, jajaja reí pícaramente, acerqué mi mano y le dije es un gusto conocerte Jaime, gracias por defenderme…

Le di la espalda y comencé a bajarme la tanguita… Mientras sabía que el me veía…

- Jaime2: tengo cita para un masaje relajante, si aún estás por acá cuando termine te muestro las instalaciones, yo le miré con cara de aquí estaré papacito.

Jaime era un hombre de más de setenta años, hermoso con cada arruga, cada cana y esas manos que deben saber más que cualquier enciclopedia, yo estaba derretida por ese hombre y a pesar que no le pude ver su polla, ya que tenía la toalla por la cintura, pude percibir que allí había algo bueno… realmente estaba derretida por este hombre, quería saltar sobre el y comérmelo.

Levantándose se acercó a mi y mientras su mano rozaba mi nalga con cariño y deseo me dijo, te veré luego, te recomiendo la sala de sauna seca… y luego al jacuzzi.

Yo le tomé de la mano que tenía en mi nalga y le di un besito en su cachete diciéndole gracias por todo, por acá estaré…

Estaba como loca, súper excitada, decidí pasear por ahí a ver que se veía y me senté en el bar a tomarme una caipiriña, se me acercaron varios hombres de diferentes tipos, edades y dimensiones, algunos un poco más atrevidos me tocaban mis muslos, otros mi espalda y más allá y otros simplemente me veían, la verdad fue un baño de ego, ya que re confirmé que estaba rica y que gustaba y mucho… era un éxito en ese lugar… eso me tenía totalmente entregada a mi deseo y si lo sumaba a mi necesidad de ser curada de mi austeridad de sexo, estaba realmente al borde del clímax.

Fui a la sala de sauna seca, entré y allí estaba el mismo idiota del vestuario de cuando llegué y otros dos hombres jóvenes y atléticos que llenos de sudor se comían sus miembros mutuamente, era una imagen muy cachonda, pero no era lo mío.  El idiota se me quedó viendo, pero esta vez me miró como con deseo y sin hablar, así que me quité la toalla y me tumbé un rato boca abajo a sentir el calor de la sauna, creo que el idiota trato de acariciarme mi colita y al final no se atrevió… me quedé dormida…

Bien relajada me levanté y me dirigí al jacuzzi, allí estaba él, mi gran Jaime, estaba sentado a la orilla del jacuzzi y un tipo x le chupaba la polla, sin retirar mi mirada hacia el me quité la toalla y entre en el jacuzzi, viendo lo que le hacían y el viéndome sin perder detalle de mí. Este hombre me intimidaba de buena manera, hacía que me sintiera bien y sexy, me sentía segura y en peligro a la vez, me hacía vulnerable y queria entregarme a sus deseos…

Estaba allí con mi cuerpo en el agua apoyando mis brazos en la orilla mientras veía el show de la mamada que le daban a mi Jaime… de repente sentí una mano enorme que me tomaba mis nalgas y un pecho peludo que se me pegaba por detrás, Jaime veía y yo me volteé a ver quien era el extraño, le dejé tocarme, sus caricias era ricas, acarició mi cola como quiso y comenzó a meterme dedos que yo recibí viendo a Jaime a los ojos, nos estábamos haciendo el amor a distancia y con unos cuerpos substitutos, sentía su pasión mientras veía mi culo moverse con las caricias del hombre peludo que tenia tras de mí.

Me voltee y cariñosamente le di un dulce beso en los labios al extraño peludo mientras me salía del jacuzzi, me sequé bien y me cubrí con la diminuta toalla y fui de nuevo al bar sentándome en uno de los taburetes de la barra, quería que fuera Jaime quien terminara con mi hambre, ya lo había escogido a él. Por eso me fui a tiempo, ya que quería tanto sentirme llena que estuve a muy poco de dejar que el extraño peludo me metiera toda su carne…

En menos de nada, vi a Jaime venir y acercándose a mi cara me besó cerca de mi boca, dulcemente y poniendo sus sabías manos en mis muslos me preguntó que me tomaba, yo le dije que una caipiriña, pidió dos y movió su mano hacia mi cintura diciéndome;

- Jaime2: Eres malvada, la verdad, lo siento mucho por el chico que quería mi leche, pero cuando te fuiste tuve que venir a por ti, le dije adiós y vine en tu busca… así que su trabajo quedó sin culminar, pero aquí estas y eso lo vale.

Sus manos sabías recorrían mis muslos y mis nalgas suavemente pero con seguridad, yo me levanté a tomar las caipiriñas y él se sentó en mi taburete, dándole la espalda tomé de la barra su trago y se lo entregué, allí me di cuenta que me había quitado el taburete, tomé mi caipiriña y dejé caer suavemente mis nalgas en su miembro que gracias a la forma de estar sentado en el taburete me quedaba a la altura perfecta, el era ahora mi sillón, solo nuestras toallas nos protegían de comenzar a follar allí mismo. El me abrazó por detrás y yo le dije que no era malvada, pero que sabía lo que quería, le tome su mano y comencé a besársela, mientras le chupaba sus dedos y sentía su polla crecer latiendo entre mis nalgas…

El comenzó a besarme el cuello y yo gemí suavemente…

Me levanté un poco y aproveché que mi toalla me quedaba como una diminuta falda y me la subí para volver a descansar mis nalgas en su miembro, pero ahora ya sin nada, sentía más dentro de mi su palpitar.

El de un sorbo se terminó su caipiriña y me invitó a hacer lo mismo, lo hice y sentí como se me subió rico a la cabeza… tomándome del brazo me levantó y acomodó mi faldita, mejor dicho, mi toalla, y me dijo sígueme…

Me tomó de la mano y caminó hacia un pasillo que no había visto, este tenía pequeñas cabinas o pequeños cuartitos a cada lado, unos con sus puertas abiertas y otros cerrados, llegamos a una sala con un gran colchón central que tenía un poste de “pole" en el medio y varios otros asientos, estaba vacío y clausurado por las medidas anti COVID, el mientras me daba el paseo me explicaba que en ese lugar se daban una orgias divinas en las festividades de los osos, evento que ya no se había celebrado más y que el me hizo entender que habían sido famosos de aquel lugar, también me dijo que más allá de esa sala había un cuarto obscuro que en sus tiempos había sido un lugar de referencia y mucho placer… yo le dije; que lástima que lo conozca así sin la marcha a la que ese lugar estaba acostumbrado, el se volvió y regresamos al pasillo de los cuarticos, deteniéndose me dijo, quieres que estemos un rato a solas? Yo me colgué de su cuello y le dije: ¡por supuesto! Dándole un beso en sus labios.

Me dirigió a uno de los cuartos que recién había sido limpiado y desinfectado y entrando el después de mi cerró la puerta, volví a colgarme de su cuello y le besé, solo que esta vez el beso era un beso de verdad y el así lo bailó conmigo, sentí su lengua comenzar una sesión de placer con mi lengua mientras sus sabías manos se hacían cargo de mi que ya sin la toalla y con una mano en cada nalga, las separaba y apretaba dándome mucho placer, sus dedos me penetraban al azar, yo estaba completamente entregada, era suya, el dejó de besarme y me tumbó con cariño en una especie de sofá o camita que tenía el cuarto y poniéndose detrás de mío hundió su cara entre mis nalgas comenzando a comerse toda mi flor y yo entregada absolutamente a su sentir… Este hombre estaba haciendo realidad mi fantasía, además estaba acabando con mi sequía prometiendo una lluvia torrencial de placer y lujuria sin igual.

Mientras se comía mis nalgas me medio incorporé para quitarle su toalla y vi su miembro hermoso, lleno de historias y que orgullosamente firme me saludaba e invitaba a comérmelo a él y a sus acompañantes, dos hermosas y grandes bolas llenas de canas y repletas de felicidad para mí, eran suaves y enormes… las amé.

Me levanté para que yo pudiera comer también y el se sentó en la camita permitiéndome que me inclinara a conocer íntimamente su falo. Me lo comí todo, mientras él gimiendo y bufando cual animal salvaje me decía que lo volvía loco, que desde que me había visto con la tanguita en el vestuario me quería comer vivo, que yo era la viva personificación del placer y la lujuria, con eso ya casi me corrí…

Este hombre estaba dándome lo que yo más necesitaba, el estaba gozándome al máximo.

Apartándome de mi trabajo pero con mucho amor, me besó y me pidió que le permitiera penetrarme, a lo que yo accedí poniéndome de rodillas y de espaldas a él, completamente entregada a sentir como su carne me penetraba acabando así con mi muy atormentante hambre… empiné mi culito lista para recibirlo, mientras el se ponía un condón y mucho lubricante que compartió con mi  colita, de repente al sentir su cabeza rozar mi ano, me dejé caer sobre sus piernas y que así entrará todo completamente dentro de mi, grité entre el dolor y un ahogamiento de placer con esa carne totalmente dentro de mi, no nos movíamos, solo sentíamos ese momento mágico de una manera única… solo se movía su magnífico falo con las pulsaciones de su corazón y mi colita lo mordía con necesidad…

Comencé a moverme sobre el y volteando la cara le besé y el se comió mi boca aumentando el ritmo de la penetración, estaba haciéndome el amor con la sabiduría y la experiencia que solo se obtiene con la edad… entraba y salía de mi haciendo que mi piel gritara de placer, luego me salí por completo y me volteé hacia el, le quite el condón y volví a meterme su polla en mi boca, el cerró sus ojos y se dejó llevar mientras que yo ponía mis piernas sobre las de él invitándole a que me volviera a penetrar pero esta vez de frente y sobre mí, cuando ya no pude besarle su polla más por el movimiento de mi coreografía, subiéndome sobre el me comí sus labios y tomándolo del cuello me tumbé atrayendo su cuerpo y toda su carne sobre mí, sentí su glande sin protección por primera vez rozar mi ano y casi me corrí allí mismo, al el sentir su cercanía me dijo entre jadeos; quiero metértelo a pelo, quiero sentirte por dentro, a lo que yo mientras movía mis caderas ayudándole con esa tarea le dije; con una condición, quiero que te quedes dentro y me llenes por completo de tu néctar, quiero que me acabes dentro y profundo.

Sin más nada que decir y con mis caderas trabajando en la recepción y su cintura moviéndose hacia mi, me penetró por completo, sentí cada milímetro de su piel mientras me poseía, me hacía suya, gemí como una gata en celo y el comenzó a follarme con pasión, sus penetraciones eran tan duras, ricas, completas y con ritmo que me llevó a una especie de Nirvana del placer… su respiración era fuerte y acalorada, y mientras abría su boca para bufar yo le metía mi lengua y me lo comía a besos, así seguimos varios minutos hasta que comencé a temblar, a llorar de placer y felicidad, me preparaba para uno de mis mejores orgasmos de la vida, su estomago se movía sobre el mio acariciando y dándole la mejor sesión de masturbación posible a mi miembro que estaba que explotaba, así fue, exploté en un orgasmo divino llenándole su estómago con litros de mi leche, grité con libertad y abrí más mis piernas para recibirle mientras hacía mil contracciones con mi ano que le estaban volviendo loco de placer a mi dulce amante, sin esperar mucho comencé a sentir su leche llenarme toda por dentro y el aumentar sus penetraciones haciéndolas y no se como, aún más profundas… fue sublime…la sequía había acabado.

Se quedó descansando con todo su cuerpo sobre mí, sentí como su polla perdía fuerza y se despedía de mí colita agradecida con ella, le besé dulcemente su rostro, muchas veces, agradeciéndole por haberme llenado, el descansaba y yo lloraba de pura felicidad, gracias universo, gracias…

Hay que recordar que este maravilloso hombre tenía ya sus años así que bien satisfecha lo dejé que reposara allí sobre mí, en silencio mientras le acariciaba su enorme espalda…y sonreía

Luego de un rato, incorporándose, pero con mucho tacto y cariño conmigo me dijo, ven que me tengo que ir, ¿quieres que te bañe?, me preguntó, yo con mi carita de felicidad le dije que si…

En las duchas me llenó de agua tibia y me pasó el jabón por todo mi cuerpo mientras su piel me rozaba y me hacia temblar, me limpió bien mis nalgas y dejé que su dedo índice entrará en mi dándome una limpieza profunda, me empalme una vez más y el al darse cuenta me dijo, deja que te quite ese jabón con agua por que yo a mis años no cuento con esa capacidad tuya de reponerme… tomándole de la cara le dije, tómalo como un cumplido hacia ti mi bello señor… eres magnífico.

Nos secamos y fuimos juntos a vestirnos, mientras me platicaba de su vida.

Había sido marino y ahora estaba retirado, era definitivamente un hombre interesantísimo, lleno de historias, sabiduría, cultura y experiencia, quería volver a verle, pero tampoco quería sonar como una loca acosadora, mientras el se comía con la mirada mi colita ya enfundada en mi tanga preciosa. Le pregunté; ¿te volveré a ver? A lo que el tomándome de ambas manos me dijo, mañana a la misma hora podrás venir o quieres que nos veamos en otra parte, ¿dónde te estás quedando? Con cierta ansiedad.

Le dije el nombre del hotel y le dije que quizá lo pasaríamos mejor si nos veíamos en mi suite… el casi babeando me preguntó; ¿a qué hora quieres que nos veamos? a la hora que quieras, le dije, por mi te puedes venir conmigo ahora mismo y no salir de mi habitación hasta que me toque regresarme a casa… y eso si es que regreso… desaté a mi loca acosadora.

El viéndome a la cara y tomándola con sus manos me besó feliz y me dijo, por mi me voy ya contigo, la verdad es que estaba tratando de ser respetuoso con tu tiempo y no podía más, la ansiedad de saber si esto fue cosa de un rato o que el universo me regalaría una continuación me estaba matando, muero por volver a estar contigo … sonrió con más tranquilidad y me dijo, pero mejor descansamos hoy y mañana después del desayuno a eso de las 11 am, te paso a buscar y te enseño más de Sitges y luego veremos, quieres?

Le besé abriendo mi boca lo más eróticamente que pude, comiéndomelo y dejándole buscar con su lengua la mía… nuestros besos son de enmarcarlos como obras de arte, separando mis labios y viéndole a los ojos le dije; así será, mañana te espero y seré tuya una vez más… en ese momento ambos nos dimos cuenta que su pene se estaba poniendo morcillón, sonreímos pícaramente ambos y el me volvió a besar feliz y sonriente diciéndome cual adolescente; “creo que haces milagros…” y yo volviéndole a besar le dije, soy tu Diosa… llámame Afrodita.

Continuará….