Fantasía Interdimensional (PARTE FINAL)
Ven a mi fiesta, creo que cabe uno más...
Hoy debía ser una tarde y noche especiales…
Desnudos, descansando en la cama, ya iban a ser las 4 de la tarde y moríamos del hambre. Con una sonrisa enorme besé muchas veces los brazos de mi gran Comandante que me rodeaban y acariciaban, me levanté y busqué el menú de room service, le pedí que escogiera mientras yo decidía que ponerme, a él le di la orden de no hacer nada, que desde ese momento su espectáculo comenzaba y que su único lugar era allí donde estaba, recostado en esa magnífica cama donde su única tarea era disfrutar de mi… si a eso se le puede llamar tarea. Me di un magnífico baño de crema de cuerpo y me perfumé, el nunca dejaba de verme, su mirada me ponía cada vez más ansiosa y deseosa de sexo, lujuria y libertad… estaba entregada a él y a lo que viniera.
Luego que mi piel estaba divinamente hidratada, perfumada y mi colita divinamente lubricada venía el darle un desnudo al revés, o sea, el disfrutaría de verme vestirme… lo primero fue una tanga negra en hilo pero de corte bajo que abrazaba mi colita de una divina manera, luego me puse unas medias hasta el muslo de color negro con lunares morados, muy flamenco todo aquello… me vi al espejo con el en el fondo de la imagen y verme divina me encantó, pero verle a él comiéndose cada centímetro de mi piel era lo más.
Me puse una sudadera blanca con capucha y unos shorts de algodón que me quedaban pequeños y divinos, dejaban ver el final de mis nalgas, le pregunte; ¿Qué tal estoy así?, el solo se chupo el dedo y sonriendo me dijo; de chuparse los dedos mi Diosa…
Ya tenía todo bien planeado en mi cabeza, pero antes debía organizar varias cosas… le dije que se quedara tranquilo que ya yo llamaría al servicio a cuartos para pedir nuestra comida… fui al salón de la suite y llamé desde allí;
-Yo: Hola que tal, me gustaría hacer un pedido al cuarto…
-Jaime 1: Mi Diosa, eres tu, que bueno escuchar tu voz…
-Yo: holaaaaa, estas vivo… anoche me dejaste esperando.
-Jaime 1: noooo, para nada, anoche me cansé de tocar a tu puerta, es más hasta me preocupé, pero esta mañana mi colega me llamó después de haberte visto que ibas a desayunar y me quedé tranquilo.
-Yo: ese “Cuate" tuyo es bien cotillero ah… Que pena contigo, si, la verdad quedé rendida en la terraza, no fue como hasta las 3 de la mañana que la lluvia me despertó y me fui a la cama. Me alegro que estés bien, ¿hasta que hora trabajas hoy?
-Jaime 1: hasta las 20, después seré todo tuyo…
-Yo: hmmmm que rico, si…. Eso quiero, lo único es que debo confesarte algo, no estaré sola…
-Jaime 1: ¿Cómo es eso?
-Yo: Acá en mi suite esta mi otro amante y quiere conocerte y el esta dispuesto a compartirme contigo, ¿si tu quieres? Claro está…
-Jaime 1: hay que ver como eres mi adorada, me engañas, eres más ninfómana que todas y encima de eso me pones aun más cachondo con tus inventos morbosos… claro que no me importa, es más, me encanta, claro que quiero, siento en tu voz cortada por la excitación y te descubriste, se notó lo mucho que te fascina la idea y para mi tu placer es mi mayor placer… ¿dime que debo hacer?
-Yo: ok, te adoro, este es el plan, el no sabe de ti, así que te haré un pedido y quiero que hagas como que no me conoces, pero quiero que no disimules si lo que ves te gusta, claro está… déjate llevar por mi parte y sígueme la corriente, ¿quieres?
-Jaime 1: No es que quiero, es que me has puesto como loco, tengo mi animal babeando con ganas de meterse en tu cola divina… ¿qué vas a ordenar?.
Le fui diciendo que comeríamos y beberíamos y también seguí sus consejos culinarios, cuando ya había terminado el pedido, me dijo;
-Jaime 1: Ya mismo subo con las bebidas, muero de ganas de verte…
Regresé a la habitación y mi comandante se había dormido, su hermoso pene estaba allí durmiendo como el y dispuesto a mi, me acerqué y suavemente me lo metí a la boca, se lo besé y lamí hasta que se despertó el y su dueño…
-Jaime 2: Holaaaa, que rico, ¿vas a seguir?
Simplemente me aparté, le besé en el cachete y le dije al oído, “ no, no voy a seguir, el show ya comenzó, disfruta…”
Volteé a verme en el espejo, me arreglé mi short y disfruté de mí y en eso tocaron a la puerta, dije; ¡las bebidas!
Abrí y Jaime “el camarero" al verme, se sonrió con la malicia del hambriento cuando ve el hermoso plato de comida que se va a comer. Le permití que pasara y el al hacerlo acarició mi nalga… eso me estremeció.
-Yo: gracias, por favor pase a dejarlo acá en la habitación, caminé delante de él mostrándole el camino y mi cola…
-Jaime 1: buenas, buenas, con permiso…
Poniendo la bandeja en la mesa, destapó la botella de vino y colocó dos Coca-colas zero en la mesa, los vasos y las copas… sirvió ambas copas de vino y yo me acerqué a probar, mientras mi Comandante tapado con las sabanas esperaba que le llevara la suya, Jaime, “el camarero" no dejaba de verme a fondo… y su actitud era cercana, casi abrumadora, yo en ese momento ya quería desnudarle y comerme su tronco… estábamos disfrutando al máximo, los tres…
Me acerqué a dejar la copa en mi mesa y mi Comandante veía como Jaime el camarero se comía mi cola con la mirada, yo estaba a tope con la tensión sexual que se respiraba allí, tenía que hacer algo, tomar la iniciativa, así que le puse la mano en el pecho al camarero diciéndole; usted es bien peludo … el se sonrió y abrió unos botones de su camisa, le pasé mi mano por su pecho peludo con suavidad y mucho morbo mientras el se mordía los labios, mi Comandante, que no perdía detalle me preguntó, ¿te gusta?, yo simplemente asentí sumisamente y le preguntó al camarero, ¿le molesta que le acaricié el pecho? El sin pronunciar palabra movió la cabeza de forma negativa… yo también seguí el interrogatorio mientras acercaba más mi cuerpo a él…
-Yo: ¿Cómo es su nombre?
- Jaime 1: me llamo Jaime, pero usted me puede llamar Oso… si gusta…
- Yo: Mira tu… son tocayos mi amor, volteándome a ver a mi comandante mientras mi mano seguía acariciando el pecho de este “Oso"…
-Jaime 2: al parecer tienes razón mi Diosa hermosa, hay muchos Jaimes acá por lo visto…
-Yo: Me encanta su pecho Sr. Oso, y ¿es así todo su cuerpo? Mientras bajaba mi mirada hacia su muy prominente bulto y me atrevía a acariciar más su bajo pecho.
-Jaime 1: Si soy así todo, pero me cuido para ser más apetitoso, decía mientras su mano se atrevía a rozar mi cintura. Si quiere le puedo enseñar más cuando termine mi turno a las 8, ¿les gustaría eso?
-Yo: por mi encantada… suspiré…mientras mi mano se adentraba mas aun en su bajo abdomen dentro de su camisa
-Jaime 2: esta muy bien, pero no me diga que vas a dejar a la Diosa esperar hasta las ocho, muéstrale un poquito ahora, venga ya…
-Jaime 1: ¿quieres tu ser la que revise? Me dijo viéndome mientras mis ojos estaban en su bulto enorme…
Mire a mi Comandante como pidiéndole permiso, el solo asintió como un padre que deja ir a la fiesta a su niña… me giré y quedé muy cerca de su cara casi me le comí su boca allí mismo, le acaricié el pecho con ambas manos y dejándolas allí, comencé a agacharme, le comencé a desabrochar el pantalón y se los bajé un poco, sabiendo bien que mi Oso no usaba ropa interior, frente a mi salió ese animal enorme y viéndome con su único ojo del que brotaba una lágrima de placer, me acerqué y abriendo un poco mis labios le pasé la lengua por su hermoso glande que se veía que ya hacía tiempo la excitación lo tenía mal… disfruté del sabor de su néctar con los ojos cerrados y me lo comí completo, era bien ancho y bello… amaba ese pedazo de carne exquisita.
Jaime no perdía detalle y acercándose un poco vio como me comía ese animal…mientras el otro Jaime, el camarero, con sus ojos cerrados respiraba muy excitado…. Puso sus manos en mi cabeza y la apartó con sutileza, diciéndonos;
-Jaime 1: por favor, perdónenme y no me hagáis sufrir, debo regresar, vuestra comida debe estar lista, luego que termine mi turno quiero regresar a jugar con vosotros….
-Jaime 2: venga mi niña, deja que se vaya, comamos y luego te lo comes a él y nosotros a ti, ¿te parece?
Con ese comentario hasta el hambre se me quitó, ya quería eso… ambos hombres divinos llevándome al cielo con todo…
El camarero, ya se había reacomodado su ropa y le acompañé a la puerta, mientras su mano me apretaba mis nalgas con verdadera desesperación. Salió y allí quedé yo recostada de la puerta tratando de respirar, no había aire suficiente en esa habitación para calmar mi estado de excitación… corrí a la cama a comerme a mi Comandante, que como buen sabio me esperaba con la polla en su mano ofreciéndomela, sabia como me había puesto toda la situación, me acerqué abrí mi boca y chupé su cabeza divinamente mientras el de una introdujo su mano entre mis nalgas…pero al poco me levanté, no quería que esto se acelerara ni que se acabara, mi excitación era la de una loca, me tomé de un solo trago mi copa de vino y vi que no teníamos hielos para las cocas…
-Yo: voy a por hielo…
Jaime no pudo ni decirme nada, ya estaba yo loca de atar… desatada… solo alcancé a escuchar que me decía; disfrútalo mi amor…
Necesitaba salir y reacomodar mis sensaciones, era como la vampiro novicia que acaba de ser convertida y que su sed de sangre la hacia cometer locuras, cuando salí de la habitación me sentía libre, hermosa y feliz, con mis medias, mi short, mi suéter tapando mi cabeza y mi cola deseosa, me sentía divina, como un dulce recién salido del horno, dulce y caliente a la vez mientras bajaba por las escaleras de servicio a la máquina de hielo que estaba justo en el piso de abajo…
Al comenzar a bajar las escaleras escuché ruido como de alguien sacando hielo de la máquina… seguí bajando y al llegar al descanso de la escalera nos miramos… era el “huésped", el mismo hombre del ascensor… se me quedó viendo como si se le hubiera aparecido la virgen, pero la virgen del inframundo por que eso era yo justo en ese momento, una diabla desatada buscando víctimas, una vampira sedienta… el recorría todo mi cuerpo con su mirada, y su boca estaba literalmente abierta, yo me detuve y quedando en el descansillo de la escalera me agaché para poner el balde para el hielo en el piso y antes de que cualquiera de los dos pronunciara palabra alguna comencé a bajarme mis shorts de algodón, el estaba petrificado observando mi acción… una vez sin shorts me di media vuelta suavemente y le regalé la vista de mis nalgas desnudas y colgando mis manos del codo de una cañería que sobresalía de la pared un poco más arriba de mi cabeza me le entregaba divina, solo escuché sus pasos al subir medio piso y encontrarme en ese descansillo… baje mi capucha descubriendo mi cabeza y cuello, volviendo a colgar mis manos en el codo de la cañería, sentí su respiración como de animal salvaje en mi nuca y empine mi cola lista para recibir lo que fuera, pero no, no me tocó… solo me olfateaba cual perro reconociendo a su hembra… yo estaba quieta, con mis piernas juntas y bien derechita con mi pompis paraditas por mi pose, el seguía oliendo y sentía su cercanía… tomándome de los hombros me fue dando vuelta sobre mí y me puso frente a él… de repente me empujó hacia la pared y allí tomando mi cara me besó, me besó y me besó, sus labios abiertos y su lengua entrando en mi boca la cual era recibida por mi sin ningún temor, luego besaba mi cuello y con su mano me apretaba mi pollita de manera fuerte pero sin hacerme daño, volvió a mi boca su lengua y con la mano que tenía en mi pollita me tomo de nuevo del hombro y me volteo de cara a la pared, mi cara quedó literalmente contra la pared, di un gemido sordo y respiré con mi boca abierta y mis ojos cerrados esperando lo que seguro venía… tomó mis brazos y colocó mis manos de nuevo en el codo de la cañería, sentí a este hombre en celo agacharse y poner las palmas de sus manos en cada una de mis nalgas desnudas para el, haciendo movimientos con sus pulgares hacia mi ano que estaba pidiéndolo todo… besó tiernamente mi nalga derecha y yo empine más mi colita, luego besó mi nalga izquierda mientras y con su pulgar derecho hizo a un lado la poca tela de mi tanga que protegía mi flor excitada, acercando su cara sentí su nariz en mi ano olfateándolo, se me hizo la cosa más mamífera del mundo, si yo era una vampira el era un hombre lobo por lo visto, siguió oliendo y yo esperando algo más.. allí fue que sentí su boca y su lengua llenándome de saliva y atravesando mi ano abierto de excitación… su lengua me poseía una y otra vez, sus manos habían pasado a mis caderas y las empujaban hacia su cara para que su lengua tuviera mejor penetración, yo ya no sabía ni donde estaba ni nada más…. Yo solo empinaba más mi cola dándosela con deseo… de pronto se detuvo… se levantó a mis espaldas, escuché un cierre bajar y sentí un ariete rosando mi colita, esa sensación inigualable de un glande tibio y húmedo rondando tu cola y tu ano es única… estaba bien lubricada gracias a su previo morreo anal y allí sentí como un glande magnífico se habría paso a través de mi… suavemente, con el detalle de no querer hacerme daño, su ariete vikingo fue entrando y sentí que a pesar de no ser enorme, era poderoso con una cabeza y un grosor magnífico… ya yo lo quería todo dentro y así fue dándome rico y haciéndome sentir justo la estocada final hasta que su cuerpo marcó el límite de la penetración, mi gemido fue largo y súper femenino…. Estaba tan entregada que ya no me importaba nada, comenzó a bombear su anchura dentro de mi, una y otra vez, una y otra vez… yo estaba que flotaba y debido a su altura, el es un poco más bajo que yo, la penetración era perfecta, de abajo hacia arriba, profundo y divino, mis piernas temblaban de lo excitada que estaba… y él me daba duro y rico… cuando sentí que ya se venía dentro de mi, escuché un grito en el pasillo de abajo; Jaimeeeee , mi amante se detuvo, se subió el pantalón y salió de prisa, solo pude escuchar un; “lo siento nena, me tengo que ir"
Allí quedé yo contra la pared, con mis shorts en la mano, mi tanga fuera de su posición, mi culo empinado y sola con un bote para el hielo en el piso… ahora yo no era una loca, ahora ya la cosa era una necesidad de salud mental, necesitaba un cierre sexual, pero ya… y este nuevo “Jaime" al que llamaré el Rubio, había tocado ciertas partes de mi alma además de haberme hecho sentir cosas magníficas con su piel… debía volver a verle pero seguro, no se como, pero ese hombre hermoso no me iba a dejar así para siempre…
Bajé hasta la máquina de hielo, abrí la puerta del pasillo y le vi junto a un hombre y una señora esperando el ascensor, el volteó hacia donde estaba yo y me hizo señas como diciendo algo así como que en una hora o no se, la verdad no le entendí…
Regresé, puse unos pocos hielos en la cubeta y subí a mi cuarto.
Abrí la puerta y estaban mis dos Jaimes platicando mientras el camarero le servía una copa más a mí comandante… me los quería comer ya a ambos, me les quedé viendo desde el umbral de la puerta, al ellos verme comencé a desnudarme lentamente, una vez más hoy…
Me quité el short, me quité el suéter y apoyé mis manos de ese umbral de la puerta y con mi dedo le hice señas al camarero para que viniera, este viendo a mi comandante que una vez más daba su consentimiento, corrió literalmente a mi y se agachó en mi cola la cual se comenzó a comer con todo y tanga, usando mi mano derecha la bajé hasta mis muslos y le dije; “métemela ya y no la saques hasta que esté llena de ti" en ese instante como si se tratará de una orden divina, que lo era, el camarero se bajó el pantalón y su animal hermoso, ancho y duro estaba ya en la entrada de la gloria… apenas le sentí allí empine mi culo haciéndole penetrarme de una, grité como una ninfa que pierde su virginidad pero le gusta… el comenzó a darme penetraciones seguidas, duras, profundas y rápidas mientras mi comandante se había sentado en la orilla de la cama para ver más de cerca mientras acariciaba su miembro… yo le veía con mi boca abierta para poder respirar y me relamía de placer… quiero vivir penetrada siempre, no entendía como había podido estar más de un año sin sentir la carne en mi carne…
El camarero comenzó a bufar, estaba a punto de hacerme mujer y llenarme con su néctar, puse mi cara apoyada a la puerta y usé mis manos para abrir mis nalgas y que me entrará más aun, así sentí como este amante magnífico descargaba todo su deseo por mi dentro de mi… ahhhh que placer más infinito Dios bendito, gracias, que placer. Cuando sentí que ya no se movía, pero seguía dentro de mi y aún duro en mi interior, le tome sus brazos para que me abrazara y en fuerza me volteé dejándole a él apoyado en la pared, agarré mi pollita y me masturbe mientras movía mi cola feliz con su miembro aun dentro de mí y batiendo su propia leche hasta que con un grito de pura satisfacción llegué a mi orgasmo sublime, por fin me sentí un poco más calmada…
Luego de respirar la paz del placer durante unos minutos y aun con el servicio del camarero dentro de mi, pulsante, sabroso y manteniendo su erección… me fui retirando lentamente y lo sentí salir de mi acompañado de su néctar que chorreando por mis piernas manchaba mis piernas y mis medias con el jugo del placer, me giré hacia el y besándole dulcemente en sus labios le di las gracias…
-Yo: volverás al terminar ¿cierto? Te estaremos esperando, ¿verdad mi comandante?
Mientras el camarero me decía si, volveré, con su mirada mi comandante con cara de estar viviendo una mega fantasía dijo; “claro que volverá este hombre está derretido por ti" , mientras el camarero decía; “eso es así tal cual, mira como me tienes aún” señalando su polla empalmada como si nada hubiera pasado…” Volveré a eso de las 8 y 30”
-Yo: perfecto, ven que te acompaño a la puerta y me doy un buen baño para esperar tu regreso…
Le acompañé y justo antes de irse me acarició mi nalga rosando con su índice mi flor feliz y se llevó el dedo a la boca chupando su propio recuerdo.
Regresé al cuarto y me tiré en la cama dejando mi cola a merced de mi comandante que inmediatamente se adueñó de mis nalgas y acariciaba todo mi culo con amor mientras yo suspiraba de éxtasis, esto apenas comenzaba y en mi mente estaba ir a cazar a mi rubio bello que aún me la debía, además quería descubrir por qué sentí eso que sentí con el, tan distinto y tan profundo, quería más aun…
-Yo: ¿Se lo esta pasando bien, mi comandante?
-Jaime 2: mejor de lo que nunca imaginé y mira que las expectativas eran altas ya desde esta mañana…
-Yo: ¿te molestaría si se suma otro “Jaime" a este trío?
-Jaime 2: mi niña, pero mira tu como eres… definitivamente eres una Diosa que ha bajado a disfrutar de los mortales, por supuesto que no, tu placer es el mío, pero a la enésima expresión, ya lo sabes…
Viéndole con cara de niña pícara le dije; “gracias, yo también estoy muy feliz" me voy a bañar, ya regreso…
Entré al baño y me di una rápida ducha con agua fría y mi respectivo baño de crema y perfume… esta vez usé el poderoso Musk de Cartier… mi arma secreta… jajajaja
Salí completamente desnuda y me acerqué de pie al lado de mi comandante que sin decir nada me dio un abrazo desde su posición en la cabecera de la cama y me besaba mi estómago mientras acariciaba mi colita…
Comencé a vestirme, me puse esta vez una tanga en triángulo color roja, muy chiquitica con apenas unas finas tiras a los lados de mis caderas, desde luego estos días habían hecho florecer de nuevo mi cola luego de más de un año de hambre pandémico, se veía hermosa, orgullosa y estaba divina…
Me puse unos pantalones blancos de un algodón muy fino tipo hindú que transparentaba mi sensual prenda interior, arriba una camiseta de los Miami Heats, equipo de basquetbol de la ciudad de Miami, que me quedaba larga, la idea era usarla sin pantalones en un futuro muy cercano… sería como un vestido mini muy sexy… y esta vez dejaría mis piernas desnudas para el deleite de los invitados.
Ya estaba lista para el gran final, mi comandante estaba con un empalme hermoso, solo viéndome vestir e imaginarme de cacería en la búsqueda del tercer Jaime…
Ya había pasado una hora de que había ido a buscar el hielo por primera vez y el camarero estaría a menos de media hora de regresar… tenía que ponerme manos a la obra para lograr mi fantasía superior.
Me despedí de mi comandante con un beso suave que el convirtió en un morreo divino que me puso a millón de nuevo, mientras el me besaba le acaricié sus bolas tibias y luego le tomé por completo su miembro con amor y deseo…
Me voy , le dije, mientras me separaba de él, ya vengo , deséame suerte … tomé el balde para el hielo y fui a buscarle…
Salí de la habitación caminado en dirección de la escalera de servicio… no había nadie en mi pasillo, abrí la puerta y bajé las escaleras, me detuve en el descansillo y allí recostado de la máquina del hielo estaba mi Rubio hermoso, con esa cara de ser bondadoso pero mirada de sabio demonio erótico que me desbarata por completo y que a través de sus gafas triplicaba su deseo por mi, era rubio de poco pelo pero bien arreglado, su piel era la típica piel blanca del europeo. Era la verdad un hombre maduro que me producía un “no se qué” que me llevaba a la locura…no se que era, quizás, es mayor de lo que aparenta, quizá sea eso, o simplemente es algo químico, pero allí estaba desbaratada por este ser del más allá… pareciera que eso que imaginé que deseaba de este fin de semana se describía en lo que este “Jaime" me hacía sentir, era como una descripción hecha realidad y esperada desde hace tiempo para dar en el clavo con mi placer absoluto…
Comencé lentamente a bajar hasta la máquina de hielo, mirándole a la cara, sin decir ni una palabra, me acerqué y abrí la puerta de la máquina para llenar mi balde… él estaba solo viéndome a menos de 15 centímetros y oliendo mi fascinante Musk que sé que le encantó… le dije;
-Yo: ¿quieres venir a una fiesta privada, o vas a volver a abandonarme dejándome suspirando por ti y tu hermosa polla?
El acarició mi cola con vehemencia y suavidad a la vez, haciéndome soltar un gemido femenino de placer, este hombre me volvía hembra totalmente y no sé por qué, era un señor normal, ni alto ni bajo, ni feo ni hermoso, ni fuerte ni delgado, pero había algo en el, en su química que hacía magia con mi alma… lo supe desde que lo vi por primera vez a la entrada del bufet… no sabía que era pero mi alma si…
Sin contestarme inmediatamente y mientras yo me inclinada para tomar más hielo y dejando más posibilidad a sus manos de disfrutarme y hacerme disfrutar escuché; ¿adonde me vas a llevar? A lo que yo le respondí, al cielo o al infierno eso depende de tus gustosy de si me quieres para ti solo o eres capaz de disfrutar de mi y compartirme … al escucharme decir eso descubrí algo que me descontroló, allí supe en mis adentros que si él me hubiera dicho que no quería compartirme de seguro me hubiera ido con él, eso me descolocó, lo que el me hacía sentir era la entrega más absoluta… profundo placer de alma y piel….era suya.
-Rubio: mi nena hermosa, eres una Diosa, no se que me haces, pero me tienes enamorado desde que te vi a la entrada del bufet… luego de nuestro encuentro del ascensor tuve que ir a tocarme y dejar mis jugos regados por ti buscando paz y hoy al ver tu cara sintiendo placer fue el regalo más divino que me han podido dar los Dioses en mi vida… voy contigo a donde digas… además tengo toda la noche libre…
Eso me mojó por completo, dejé el balde lleno de hielo dentro de la máquina y viéndole le besé profundamente su boca y sintiendo su divina lengua descubrirme toda…
Quería comérmelo ahí mismo, que susto ya que ni siquiera quería volver al cuarto, quería detener el tiempo y al mundo y morir follando allí mismo al lado de esa máquina de hielo…
Mientras me besaba, introdujo su mano debajo de mi pantalón y acarició mis nalgas desnudas y disfrutando de mi tanga en cada detalle, sintiendo cada una de sus costuras mientras me acariciaba y me dijo;
-Rubio: vamos a donde digas y solo ordéname que hacer, soy tu súbdito y estoy para servirte, no te niego que me gustaría pasar la noche contigo a solas y comerte toda mil y una veces, pero creo que esta idea es algo que es muy tuyo y que ha sido planeado por ti y tu lujuria, así que vamos mi Diosa, vamos ya que quiero todo de ti…
Le besé más profundamente luego que su infinita sabiduría me había regresado a mi plan original y al acordarme de mi Comandante desnudo en la cama esperándome y al camarero alistándose para salir de su turno mientras pensaba en mi cola y lo mucho que me deseaba, sumé a mi Rubio perfecto y supe que arriba estaba el paraíso… yo sabría como disfrutarlo y sabría hacerlos disfrutar a ellos… nunca había estado con tres hombres a la vez, y mucho menos con hombres como estos, que me daban el placer más absoluto… gracias, gracias, gracias… el universo me ama…
Sacó su mano de mi cola, cogí el balde con el hielo y tomándole de la mano subimos escalera arriba, nunca dejaba de ver mi cola, me deseaba como un loco, su mirada se sentía a lo largo de mi figura y eso, sabéis bien, me entrega… más aun de lo que ya estaba.
Abrí la puerta del cuarto y mi comandante estaba sentado en el living de la suite, con sus bermudas de lino y su camisa blanca y sonriendo dijo; “al parecer ha ido bien la cacería”
-Yo: Mi comandante, este es Don Jaime, otro más, volteándome hacia mi Rubio le dije, sois tocayos y luego viene el otro invitado que también se llama Jaime.
Le invité a sentarse, mientras ambos en silencio me observaban y disfrutaban de mi
-Yo: ¿no les molesta que me ponga más cómoda? Mientras de pie y entre mis dos amantes me bajé poco a poco mis pantalones de algodón y suavemente dejando ver mis piernas desnudas y mi cola traviesa asomarse debajo de mi camiseta de basquetbol… viéndome en el espejo del hall vi lo rica que me veía, levanté un poco mi camiseta y dejé ver mi cola adornada por esa tanga hermosa y lo mejor de todo era la cara de mis chicos… boca abierta…literal.
Rápidamente llamé al servicio a cuartos y pedí una botella de tequila Don Julio reposado y 6 cervezas Heineken bien frías… no fue Jaime quien me atendió, quizás el ya estaba libre y preparándose para subir…durante ese tiempo que hice el pedido, ambos hombres me desvestían con su mirada y yo juguetona acariciaba mis nalgas y piernas…
Les pedí a mis niños que saliéramos a la terraza a esperar el servicio… allí se sentaron y yo paseaba muy cerca de cada uno, rosándoles con mis piernas desnudas y maravillosas, escogiendo quien sería el primero, decidida me senté en las piernas de mi Rubio, seria difícil despegarme de el, lo que me hacía sentir era distinto, real y profundo, al sentarme suavemente inmediatamente sentí su tronco maravilloso pulsar en mi nalga… y vi como mi comandante se acariciaba la entre pierna con placer viendo mi cara de entrega a este hombre rubio que apenas me senté en sus piernas comenzó a acariciarme con deseo…
Pasé mi pierna derecha sobre las suyas y quedé con una pierna a cada lado de él y dándole la espalda veía de frente a mi Comandante que ya se había sacado su polla fuera del pantalón, moviendo mis caderas acomodé mi hoyito en el pulsante miembro de mi rubio preferido, suavemente sentí que al crecer su sensación me penetraba más a través de mi tanga… mi movimiento era lento, semicircular y de caderas sobre este hombre que me traía loca, loca… mi cara de placer hizo que mi comandante se levantara y ofreciera su miembro a mis labios, no lo dudé y abriendo mi boca seductoramente me comí suavemente su glande mientras le daba una “lambada” a mi rubio magnífico.
Mi Rubio metía sus manos dentro de mi camiseta acariciando mi espalda haciendo que me arqueara más sobre el y su duro fierro en mi ano… mientras ya quería yo desnudarle y sentarme a cabalgarle como bien y mucho deseaba, quería su leche dentro de mi…
El timbre de la habitación nos regresó a la calma, sacando ese delicioso bocado me levanté a abrir la puerta… vi por la mirilla y el servicio lo traía Jaime, el camarero, pero venía sin su uniforme… abrí ya explotando de lo excitada que estaba porque ya mi fiesta estaba completa y yo más que lista…
Al abrir la puerta con mi vestido mini, sus ojos me devoraron toda, sonriendo le invité a pasar… me explicó mientras seguía viendo mi cola hipnotizarle al caminar frente a el, que cuando supo que el pedido era para acá le dijo al encargado que el mismo lo traería y luego se iría a casa… aunque sabemos que ya estaba en casa… estábamos todos los que veníamos… ya podía comenzar mi fiesta donde yo era la piñata y ellos eran mis regalos…
Saludando el camarero a los otros dos invitados, le presente educadamente a mi Rubio al camarero, ya se conocían y se saludaron con complicidad, eso me gustó.
Pues lo primero , dije yo, brindemos con un buen shot de tequila , serví los cuatro shots y de pie frente a ellos les invité a levantarse y brindar al cielo por la felicidad que nos unía esa noche, subimos nuestras copas y nos las tomamos de un tiro, como debe ser… inmediatamente sentí un brazo abrazarme por la cintura levantando mi camiseta y otro brazo por el otro lado y dejando su mano muerta en mi cola, eran el rubio y el camarero que me tenían a cada lado yo ya estaba que flotaba… ¿cómo sería esto?… había que ponerle algo de orden, de guion y se me ocurrió algo muy cachondo…
-Yo: ok mis niños por favor tomen asiento… les voy a decir como va a ser este juego, esta noche yo soy la que manda y quiero disfrutarles a todos por igual hasta que llegue el momento final que será de libertad total y absoluta, me explico; los separaré y llevaré a cada uno a un lugar determinado y se convertirán todos a su vez en estaciones por donde yo iré pasando por igual, dedicándoles el tiempo perfecto, cada vez que esté con uno y me vaya les acercaré hasta que ya todos estemos en el punto de encuentro final, la cama.
Mientras les explicaba a estos hombres sedientos les caminaba en mis tangas divinas jugando con mi camiseta y enseñando y acariciando mi colita, estaban hambrientos de mi, y yo me sentía triplemente deseada y a la vez sabía que estaba triplemente entregada, así que esto que sentía era algo transcendental… estaba lista para comenzar.
Tomé por un brazo al camarero y levantándose lo conduje al baño, sin encender la luz, le besé a oscuras y divinamente en la boca y le dije ; “esta es tu estación principal, por favor desnúdate ya vendré a visitarte”
Regresé a la terraza y tomando de la mano a mi Rubio preferido se levantó e inmediatamente me agarró mis nalgas, este hombre me ponía mal, hacia conmigo lo que le viniera en gana…le dije pícaramente; “comportarte, ven acompáñame, te voy a llevar a tu estación, tranquilo, ya me vas a tener para ti toda”
Lo llevé al hall principal y le senté en el sofá de la sala, me agaché y me comí su boca mientras con mi mano le acaricié su polla hermosa, le expliqué que esta era su estación y que se desnudara por completo que ya vendría a visitarle… le volví a besar, antes de irme, apagué las luces tan solo dejando una pequeña lámpara de mesa muy tenue, al hacer esto tuve que inclinarme sobre su regazo y mi colita quedó a la vista e inmediatamente sentí su mano adentrarse entre mis nalgas, con una calidez que me entregaba a él, me quedé inmóvil sintiendo su experiencia tocarme mi cola, acariciando el fin de mi tanga con sus dedos… tenía que reaccionar, habían más invitados y no podía ser una mala anfitriona, le quite su mano con todo el dolor del mundo y después de volverle a besar le dije; “eres muy travieso y sabes que me pones mal y te aprovechas de eso, pero si te portas bien te daré una sorpresa especial al final de todo"
Me fui dejándole allí mientras se comenzaba a quitar su ropa… loca estaba por ese hombre…
Regresando a la terraza encontré a mi comandante, me agaché entre sus piernas abiertas y acariciándole la polla le dije; “tú te vas a quedar aquí, esta será tu estación, por favor desnúdate, que ya regreso” me levanté le besé dulcemente en sus labios y me fui…
Caminé hacia el baño, allí estaba mi camarero desnudo completamente y con su fierro listo para su uso, me acerqué poco a poco y el me tomó de la cintura comenzando a besarme el cuello y restregando su hombría por mi cuerpo y sus manos adueñándose de mi cola traviesa, levanté un poco mi camiseta para que sentir su pene en la piel de mi abdomen… babeaba de excitación, le besé su pecho, chupe sus pezones y me fui agachando hasta tener su polla en mi boca, me la comí como si no hubiera un mañana, todo lo que pude lo metí hasta que me ahogaba, una y otra vez, comencé a sentir que ya se corría y viéndole desde mi posición le pregunté, ¿quieres que me coma tu lujuria? El asintió como buen alumno, “¿pero vas a poder seguir fuerte para mi siguiente visita?”Si , me dijo con una especie de murmullo… así que me volví a meter su miembro en mi boca y casi inmediatamente sentí temblores y llenarme con su vino sexual… me tragué todo divinamente y le lamí limpiándole con mi lengua…. Una vez terminada mi tarea, me levanté y besándole me fui prometiéndole que pronto regresaría…
Me tocaba visitar a mi Rubio adorado, pero sabiendo lo muy loca que me pone y con las ganas que le tenía que decidí pasar buscando primero a mi Comandante para que pudiera verme… por si se alargaba la cosa… fui a la terraza y mi Comandante estaba desnudo de pies a cabeza me acerqué a él y le dije, ven conmigo, quiero que me veas arquear la espalda… llegamos de la mano a la sala y allí estaba el, con sus 11 centímetros de ancho placer erecto y hermoso para mi, acerqué una silla poniéndola justo enfrente de mi rubio y le pedí a mi comandante que se sentará, se sentó y dándole la espalda me agaché justo frente a ese hermoso tronco de cabeza rosada y con forma de ariete vikingo, era la polla más hermosa que jamás había visto… sacando mi lengua le lamí su glande ensalivándole todo su tronco fornido y exquisito, su piel, su olor y su sabor eran el cielo… como me ponía esta polla y este hombre, manteniendo su pene en mi boca me levanté empinado mi cola a ver si mi Comandante se le antojaba tocarme, en fin que me puse de pesca y si que pesqué… sentí sus manos tomar cada una de mis nalgas y moviendo mi tanga a un lado metió su lengua haciéndome gemir como una adolescente con la boca llena… me gustaba tanto su lengua que no podía seguir comiéndome a mi Rubio, entregando mas mi cola abrí mis piernas y comencé a besarle el abdomen a mi Rubio y seguí subiendo hasta llegar a su boca, nos besamos divinamente mientras mi cola se abría más y más a la lengua de mi comandante… me cansé de la posición y levantándome hice que su lengua saliera de mis nalgas, me di media vuelta poniéndome de frente al comandante y tomándole su polla le acerqué a mi mientras me sentaba suavemente en los muslos de mi rubio, este puso sus manos en mi cintura cuando adivinó mi movimiento y me ayudó a tener un aterrizaje perfecto, al apoyar mis nalgas sentí su polla descubriendo mi flor que había quedado destapada y sin la protección de la tanga, mi comandante y sus deseos la habían dejado así, al sentir su ariete en la entrada de mi flor me derretí y sin poder con mi entrega absoluta permití su entrada en mí, fui sintiendo su ariete abrirme poco a poco mientras gemía como loca…una vez dentro sentí su pelvis moverse y hacerme perder la noción de todo, pero sin saber de dónde, saque fuerza de voluntad y me volví a levantar sintiendo que me dejaba la vida, el sorprendido me tomó por la cintura preguntándome si estaba bien y yo viéndole le dije que jamás había estado mejor, le tomé de la mano y le pedí que se levantara y les pedí a ambos que me esperarán en la cama, mientras fui a buscar a mi camarero que obedientemente y a pesar de sus ganas mientras me escuchaba gemir, esperaba a oscuras en el baño con su polla durísima de nuevo… mi mano fue directamente allí y le jalé con suavidad para que viniera conmigo… antes de entrar al cuarto me detuve en la puerta y el camarero quedó justo detrás de mí, sentí el calor de su polla medio penetrar entre mis nalgas aun libres para sentir, mis otros dos Jaimes estaban a cada lado de la cama sentados en sus respectivas orillas… puse mis manos en la pared sobre mí cabeza y le dije al camarero que me quitara la tanga suavemente, eso hizo mientras yo sentía sus dedos recorrer mi cuerpo y miraba a mis amantes en la cama viendo el espectáculo… cuando me quedé sin tanga me acerqué a la cama y apoyándome del colchón justo en la mitad de la cama empine mi cola y le dije al camarero que me metiera su lengua entre mis nalgas… hmmmm que delicia sentir esa lengua mientras poco a poco subía mi pierna derecha en la cama y eso le permitía introducir aún más su lengua juguetona, luego subí la otra pierna y en cuatro sobre esa cama fui a besar la polla de mi comandante mientras mi Rubio se masturbaba con pasión.
Ambos hombres me acariciaban toda la espalda y mis nalgas mientras yo me comía la pieza de mi comandante, sentía esas seis manos por todo el universo de mi piel… dejé de comerme esa polla y poniendo una mano en el hombro de mi comandante y la otra en el hombro de mi rubio adorado levantando mi cuerpo hacia el cielo, el rubio y mi comandante comenzaron a comerse cada uno de mis pezones mientras el camarero, ya subido en la cama buscaba mi ano con su polla dura entre mis nalgas, me penetró divinamente, me penetraba profundamente, sentí que llegaba hasta el fondo mientras gritaba de placer… Busqué la boca de mi comandante me besé con el cual adolescente mientras me bombeaban con mucho deseo mi colita, sentía mis nalgas recibir la pelvis de mi camarero… una y otra vez hasta que abrazándome desde la cintura sentí como comenzaba a llenarme por dentro con su leche caliente…
Sentía sus latidos del corazón en mi flor, su pene palpitaba dentro de mi y el seguía abrazado a mi besándome la espalda… estábamos divinos y el relajado…
Mi comandante le pidió que fuera a buscar algo para limpiarme un poco… el camarero salió de mi y fue inmediatamente al baño y regresó con una toalla pequeña y la metió entre mis nalgas limpiándome bien, mientras eso pasaba mis otros dos amantes seguían besándome toda, cuello, pezones, estómago, boca, me estaban comiendo viva y yo entregada al máximo… más al sentir que antes de quedar limpia mi Rubio metió uno de sus dedos en mi flor llena de néctar y eso hizo que yo me derramara en un gemido largo y divino… simplemente estaba pasándomelo de lo mejor… estaba allí siendo abusada divinamente por estos hombres hermosos , cariñosos, lujuriosos y magníficos… me moví sobre mí eje para quedar frente a mi Rubio y el camarero, mi colita en almíbar era ahora de mi comandante que entendiendo lo que yo quería fue introduciéndome su polla en mi cola que babeándose de leche le recibía, entró divinamente y al sentirle completamente dentro de mi y gimiendo con mis labios abiertos le entregué mi boca a mi Rubio hermoso, le besé apasionadamente mientras el comandante bombeaba mi alma con fuerza, le acaricié al rubio sus pocos rizos y mi lengua le invitaba a más..
Sentía las bolas de mi comandante golpear mis nalgas mientras su pene orgulloso de su fuerza entraba profundamente en mí, una ahhh y otra ahhh, vez… levantaba mi colita para ayudarle a entrar más aun si es que eso era posible, sus fuertes manos me movían desde mi caderas hacia adelante y hacia atrás con un ritmo frenético y divino… mis piernas temblaban y el aire de la habitación no era suficiente para mi excitación… estaba a punto de tener un orgasmo anal cuando de repente sentí como mi comandante gritaba hacia adentro y comenzaba a llenarme toda con su néctar caliente y muy dentro de mi… el camarero al ver esto y mientras besaba mi dorso tomó la toalla de nuevo y al salir el comandante la puso entre mis nalgas para limpiar el exceso, yo sin pensar mucho, de hecho no pensaba solo sentía, empujé a mi Rubio que mientras me besaba cayó sobre su espalda y de una manera casi felina subí sobre el para enterrarme ese hermoso ariete vikingo que tanto deseaba, sentí su glande atravesar mi ano y luego su tronco adorado penetrar hasta el último rincón de mi alma… aún no había logrado mi orgasmo anal, se puso en pausa solo a la espera de estar atravesada por mi Rubio Jaime que lograba en mi el trastorno de la lujuria en su máxima expresión… le cabalgué arriba y abajo, con la precisión de sentir esa cabeza magnífica casi salir de mi, para volver a enterrarme por completo su tronco de nuevo… en eso estuve durante un buen rato mientras el me miraba con esa mirada que desde el primer día me desarmó, a su lado tumbado mi comandante era un espectador en primera fila, que viéndome, se daba cuenta que estaba cumpliendo a cabalidad mi promesa, estaba cerquita viéndome retorcerme de placer y entrega, seguí moviéndome sobre mí rubio y sentí que el camarero se había colocado muy cerca de mi a mi espalda, la idea de ser penetrada por el a la misma vez me volvió aun más loca de placer, empiné mi cola manteniendo a mi Rubio dentro de mi y el camarero volvió a tomar su polla y trató de meterla… eso volvió loco a mi Comandante que como por arte de magia tenía de nuevo una erección perfecta, yo al sentir su cabeza rozar mi ano y tratando de recibirlo gritaba con el placer más grande de mi vida mientras trataba de respirar en mi ahogo absoluto, el camarero era demasiado grueso, me romperían y a pesar de mi entrega el camarero fue lo suficiente cuerdo para no hacerme daño, yo no podía evitarlo, yo no estaba allí, yo estaba en algún plano de locura y extremo placer… mi comandante haciendo a un lado al camarero se puso detrás de mí y de un solo intento metió su polla en mi entregada cola y mi muy complaciente ano, grite de placer, sentí su estómago en mi baja espalda y mientras me arqueaba de dolor y placer me abrazó para mantener su postura, no quedamos quietos sin movernos, mientras mi cuerpo analizaba y recibía, se entregaba y aceptaba…. Poco a poco mis caderas fueron moviéndose en un baile de erotismo y sensualidad extremos, sentía como esos dos penes en mi ano se abrazaban y movían sus carnes dentro de mi… luego de unos minutos mi comandante se salió y se tumbó agotado en la cama, yo me dediqué a buscar ese orgasmo y esa leche que mi Rubio me debía desde siempre. Le cabalgue una y otra vez y de repente sacando fuerzas del olimpo el rubio se levantó y me tiro en la cama levantó mis piernas y comenzó a penetrarme de frente mientras abría mis piernas que las tenía agarradas desde mis tobillos, le sentía temblar y llenarme más aun… yo comencé a entrar en un trance que me llevaba a mi orgasmo… y mientras ambos temblábamos sentimos como explotamos a la misma vez que el me penetraba profundamente con cada eyaculación dentro de mi y yo simplemente no podía ni respirar, me ahogaba en un muy largo gemido mientras mi pollita bañaba mi pecho de leche….
Mi Rubio cayó sobre mí besándome y diciéndome que me amaba… escuché al camarero y a mi comandante aplaudir y me desmayé…
Regresé a este plano después de unos minutos, estaba descansando con mi cuerpo de medio lado… tenía una mano en mi pecho otra mano en mi cola y mi cabeza descansaba del estómago de mi rubio hermoso… mi cuerpo me dolía y mi flor pulsada de felicidad, éramos unos guerreros griegos descansando después de una orgia magnífica donde yo había sido la única ninfa…
Hacia calor y una brisa de mar entraba desde la terraza, nos refrescaba luego de la acción. El camarero fue el primero en volver a mi lado e incorporándose sobre mí comandante me besó en mis labios diciéndome;
-Jaime 1 : mi Diosa, eres absolutamente única, gracias, me tengo que ir mañana tengo el turno de la mañana y la tarde, trabajo doble y se que si me quedo acá no voy a descansar… tranquila, quédate allí y yo me visto mientras observo este cuadro erótico tan maravilloso.
Le guiñé el ojo y le dije en vos baja ; “gracias"
Un poco antes de que terminara de vestirse se levantó mi comandante y se comenzó a vestir, diciéndome que se debía ir a casa, me besó en los labios y yo sonriente le despedí, se fueron juntos…
Cuando cerraron la puerta de la suite, volteé mi cuerpo y mi cara y boca quedaron a pocos centímetros de él ariete vikingo de mi Rubio maravilloso, no pretendía perder esa oportunidad y con mi lengua comencé a besarle el frenillo y ver como se comenzaba a despertar… mientras mis manos recorrían los pelos rubios del pecho de mi Jaime hermoso…
El se activó y tomándome de la cara hizo que me acercará a su boca, mientras su mano se adueñaba de mí nalga izquierda. Me besó profundamente introduciendo su dedo índice en mi flor logrando de mi un gemido sutil y haciendo que mi besó fuera más profundo.
Me separé de su cara y le dije, “¿que, tu también te vas a ir?”
El simplemente me dijo,
“No, yo me quedo con mi Diosa, aun tengo mucho para ti, además aún espero por la sorpresa que me dijiste tenias para mi"
Le contesté; “¡cierto!, la sorpresa es que decidí quedarme un día más, solo para estar contigo a solas y disfrutarte solo a ti y entregarme toda a ti solamente"
Volvió a besarme e introdujo más aun su dedo, volviendo a lograr un gemido de mi parte y aprovechando que abrí más mi boca su lengua disfrutó más aun con la mía. Movió mi cuerpo de lado y en posición de cucharita me enterró todo su ardor dentro de mi colita llena de los néctares de mis amantes, una y otra vez volvía a penetrarme hasta lo mas profundo de mi ser y yo arqueando mi espalda y moviendo mis caderas le ayudaba con sus penetraciones magnificas.
Duras, profundas, rápidas y seguidas eran sus estocadas dentro de mi que una vez más y sin poder respirar, solo daba cortos gemidos seguidos mientras apretaba mi ano y le trataba de exprimir su alma con mi cola… explotamos juntos de nuevo y me quedé otra vez semi dormida con toda su leche y su carne dentro de mí, estaba en el paraíso… definitivamente.
Luego de no sé cuánto tiempo…me dijo;
Bañémonos y bajemos a tomar algo tu y yo, ¿quieres? Rauda y veloz me levanté sonriendo y me metí a la ducha riéndome de felicidad sin encender la luz del baño… allí sentí que sus manos llegaron y comenzaron a darme jabón por toda mi espalda, pecho y cola… mientras su polla magnífica paseaba por mis nalgas endureciéndose a medida que me rozaba… pronto estaba ya en la entrada de mi felicidad, sentí como volvía a casa esa polla magnifica y el con su mano en mi cuello acercaba mi boca a su boca mientras yo empinaba bien mi cola dejándole entrar hasta lo más profundo de mi… una vez mas…
Era casi media noche…
Salimos, me sequé y puse crema y perfume, me puse una tanga vino tinto a media nalga y unos leggins negros con mi camisa hawaiana, mis crocs y ya estaba lista para salir… el estaba feliz.
A la vuelta del hotel había una pequeña terraza donde nos sentamos y pedimos un par de cañas… las bebíamos en silencio y el me dijo;
-Rubio: ok mi Dulce Afrodita, ¿como vamos a hacer esto?, por que yo tengo una vida y tu tienes la tuya, pero no quiero dejar de verte más nunca, quiero volver a estar contigo…
-Yo: mi bello, claro que volveremos a estar juntos, creo que de alguna manera siempre lo hemos estado sin saberlo y sin conocernos, lo que tu piel me hace sentir no es normal, he vivido toda mi vida haciendo el amor contigo pero con otros amantes, eras tu, eres tu… claro que nos vamos a seguir viendo, que te parece si quedamos acá una vez al mes y no pedimos más que eso, una vez al mes solo para nosotros sin obligaciones ni fecha específica, sin forzarlo, ambos tenemos familia, ambos somos personas maduras, ambos tenemos otra vida, pero esto es nuestro y de nadie más… protejámoslo hasta de nosotros mismos. ¿Que te parece?
- Rubio: me parece que eres única y si quiero, eres mía y yo tuyo… y una vez al mes nos comeremos el uno al otro, sin preguntas, sin obligaciones ni planificación, cada vez que nos juntemos será como que juntos desciframos un código de dimensiones y entramos a nuestro plano secreto, donde sólo estamos tu y yo… donde hasta me pueda dar el lujo de amarte de forma segura…
Me acerqué a su cara y le di un dulce beso en sus labios… llamó al camarero y nos levantamos para ir al hotel nuevamente.
Ya en el lobby…
-Yo: ¿vas a quedarte conmigo o ya nos vamos a despedir?
El solo apretó el botón del ascensor, entramos y una vez adentro me abrazó y beso profundamente diciéndome; “ hoy te voy a hacer el amor tantas veces pueda, soy tuyo hasta las 2 de la tarde… “ ¿quieres?
Besándole más profundamente aún, le tomé su mano y la dirigí a mi cola y mientras el apretaba mi nalga le dije , “claro que quiero, quiero que me hagas tu mujer mil veces más en lo que queda de la noche"
Llegamos al piso, salimos del ascensor y antes de entrar a mi cuarto, vi la escalera de servicio, puse cara de pícara y le jalé de su brazo hacia esa escalera, abrí la puerta y bajé las escaleras hasta el descansillo donde hace unas horas me había penetrado por primera vez, me acerqué a la esquina, bajándome los leggins con la tanga hasta mis muslos y colocando los brazos sobre mí cabeza hasta apoyar mis manos de la cañería, empine mi cola desnuda entregándome…
Le vi sonriendo, a la vez que su mirada era de morbo y excitación, se acercó y agachándose abrió mis nalgas y me metió la lengua haciéndome gemir como si fuera virgen. Su lengua entró hasta lo más profundo que podía, mientras yo empujaba mi cola entregada hacia su cara ayudándole con la profundidad… se levantó y con su polla dura que había liberado me pinto el culo de felicidad, me metió esa cabeza hermosa suavemente para luego darme una estocada que me hizo gritar mudamente… me la metió y saco muchas veces y de repente me dijo, vamos al cuarto quiero acabar contigo cabalgando como me lo hiciste antes… saco su carne de mi alma y me subí la tanga y los leggins de prisa, literalmente corrimos al cuarto, abrí la puerta entramos y al cerrarse ya estábamos comiéndonos a besos mientras nos desnudábamos por completo, llegamos a la cama ya sin ropa y antes de que el se tumbara me empujó quedando mis manos apoyadas en el colchón y mi cola en su mira, me introdujo de nuevo su polla hasta el fondo y yo grité en libertad, arqueando mi espalda ante la satisfacción que esa carne me producía, se salió y volviendo a levantarme me besó y se tumbó boca arriba esperando cual corcel bravío a que le cabalgara como la amazona que soy, puse una rodilla al lado de su muslo, la otra del otro y acerqué mi cola hasta estar en posición de sentirle hasta el fondo, su cabeza encontró el camino y con sus manos en mis nalgas hizo que su pene me follara quedando yo enganchada para siempre en el… comencé a cabalgarle, arriba y abajo, arriba y abajo, una y otra vez, con movimientos circulares y de profundidad sentía como temblaba bajo mi lujuria y cerrando los ojos comenzó a venirse todo dentro de mi, mientras me cogió mi pollita que estaba súper dura y la sacudió hasta que nuestros órganos eyacularon al unísono… cayendo luego lado a lado muertos de cansancio y nos besamos hasta quedar dormidos cuál amantes de Pompeya…
No hay que terminar de contar más nada, esta todo dicho, somos y seremos esos amantes perennes de Pompeya por siempre, cada vez que estamos juntos y cada vez que el mundo se acabe una y otra vez…
FIN