Fantasía hecha realidad

Como una fantasia de años se hace realidad luego de un par de llamadas telefónicos.

Fantasia hecha realidad.-

Hola maduritas queridas, desde ya se imaginaran que me enloquecen todas las mujeres maduras, no importa su edad, simplemente que les guste pasar un buen momento de sexo sin compromisos. Bueno, esta historia que les voy a contar se inicia hace un par de años atrás (tengo 29 años), cuando tenía 17 aproximadamente. Ella se llama Laura, y hoy tiene 41 años, es un poco mas alta que yo, tiene una cola espectacular y un para de ojos lindisimos, y siempre me gustó aunque ella no lo sabía, yo simplemente la deseaba en silencio. Tenía miedo a decírselo. Algunas noches atrás estando yo en mi cama me puse a pensar en ella y en como sería hacerle el amor, me puse al palo en seguida. Luego se me dio por llamarla a su casa para decírselo, eran cerca de las tres de la mañana de un día sábado y me imaginaba que estaría sola. Llamé y me atendió, tenía (y tiene) una voz hermosa, similar a la de una chica de poca edad. Preguntó quien era y le dije que era un admirador suyo que hacia tiempo que me enloquecía, ella se rió y pensaba que era una broma de alguno de los amigos de su hijo, pero le dije que no. Ella se enojó y me cortó. Por supuesto después de esto me mande una gran paja pensando en ella y en esa voz hermosa quejándose.

Tiempo de despues la volví a llamar y esta ves me atendió un poco mejor por que se dio cuenta de que no era una broma. Me preguntó como me llamaba y le dije mi nombre era Tino; dijo que no me conocía. Hablamos bastante tiempo y ella que me repetía que quien era. Estuvimos así por un largo tiempo, luego nos despedimos y quede en volver a llamarla otra noche. Me dijo que fuese medio tarde, por su hijo.

Una noche en que estábamos hablando comencé a preguntarle como esta acostada y me respondió que boca arriba, le dije que como me gustaría estar con ella en ese momento para hacerle todas las cosas hermosas que siempre fantasee. Me dijo -¿Qué cosas te gustaría hacerme?. Y comencé a detallarle en forma minuciosa todo lo que le haría. Podía escuchar como su respiración se notaba como mas agitada. Le pregunté que estaba haciendo y me respondió que se estaba tocando y me pidió que yo hiciera lo mismo. Fue una sesión de sexo telefónico muy caliente, que se los voy a contar otro día, ella gemía como una loca y me decía que hacía mucho que no estaba con un hombre (es separada) y que era su primera vez que tenía sexo de esa manera. Yo estaba supercaliente y ella también, me decía que le gustaría tenerme alli con ella, le dije que no era imposible que en el momento menos pensado me iba conocer.

Luego de un tiempo la vi pasar por frente de mi trabajo y me propuse a seguirla y decirle que yo era quien la llamaba. Así lo hice, pedí permiso para salir un momento y la seguí, cuando pase a su lado le dije –Hola, a que no sabes quien soy?. Ella me miró y se puso muy colorada, pero se sonrió y me preguntó si es que yo era quien la llamaba por telefono. Dije que sí, que me volvía loco desde hace mucho tiempo y que no pasara nada entre nosotros (a pesar del sexo telefónico) quería que por lo menos me conociese y supiese lo que sentía por ella.

Me dijo que estaba esperando por conocerme desde hace un tiempo pero yo era un tonto porque no me animaba. Asi seguimos charlando hasta que llegamos a su casa, yo me estaba por despedir y me dijo que si quería pasara tomar un café que en ese momento estaba sola ya que su hijo había viajado. Entramos a su casa donde ambos nos quitamos las camperas para estar mas cómodos. Cuando se fue a la cocina para prepara el café no pude evitar mirarle la cola, esa que tanto deseaba y con la cual me habia hecho varias pajas memorables, y la tenía tan cerca ahora. Era hermosa, toda durita y grande. Ella estaba un poco mas gordita pero a mi no me importaba, era lindisima igual.

Nos tomamos el café, y a esto le siguió un momento en que ambos nos quedamos callados mirándonos, yo me levanté del sofá y me acerqué a ella. Le di un beso justo en su boca, ella me miró sorprendida y yo creí que se había enojado, le pedí disculpas. Sonrió y tomándome por la nuca me acercó a ella, me dio un beso en el que nuestras lenguas se fundieron casi formando una sola. Yo estaba al palo. Comencé a acariciarle la espalda acercándola mas a mí, sentía como su respiración iba en aumento. Mis manos se apoderaron de sus pechos por encima de su blusa, estaban tan duros como sus pezones. Besaba su cuello como si fuese la ultima vez que lo haría.

Ella me acariciaba la pija a través del pantalón mientras me decía al oído –Papito que dura la tenés y va a ser toda para mi solita, mi amor-. Yo le decía que sí, que solo era para ella y que hiciera conmigo lo que quisiera. Me tomó de la mano y me llevó a su cuarto, donde apenas entramos me apretó contra la puerta diciendome como la había calentado en esos llamados telefónicos y que le hiciera todo lo que decía que le haría cuando la viese. Nos desnudamos rapidamente, quedandonos solo en ropa interior, ella tenía puesta una bombachita blanca tipo hilo dental la cual le quite con la boca luego de lamerla muy bien cuando la tenía puesta. Esta muy mojada, se sentó en la cama y me acercó a ella, luego me quitó el slip de donde salió mi pene totalmente rojo y duro. Sin dudarlo se lo metió en la boca, donde lo empezó a lamer y a chupar con unas ganas como si hace rato que la deseara. Se la sacaba fde la boca y le daba mordisquitos y besitos en la punta. Yo estaba que me moría y apretaba su cabeza para metersela bien profundo, cuando estaba por acabar ella se salió y me dijo –Quiero tragarme toda esa lechita- a lo que yo no aguanté mas y le descargué un chorro que ella tragó con ganas, la leche le chorreba por la boca cayendo sobre sus pechos.

Era una visión que levantaba a cualquier muerto. Descansé un poco y cuando me quise levantar para irme me dijo –perdón, pero ahora me toca a mí- poniendo la mano en mi pija que al instante se puso dura. Comencé a besarla y a acariciarla por todos lados. Me apodere de sus pechos que aun estaban en su corpiño y comencé a besarlos. Poco a poco la fui desnudando. Bese, lamí y mordí sus pechos por un momento y luego me comencé a deslizar hacia abajo recorriéndola con la lengua hasta llegar a su conchita, la que estaba mojadísima. Meti mi lengua entre sus labios y a ella se le escapó u suspiro de placer mientras me repetía que siguiera que la estaba matando del gusto, mi lengua jugaba con sus labios lamiendo y or momentos metiendola bien al fondo, luego comencé un mete y saca rapido y podía escuchar como gritaba de placer, me apretaba contra ella. Luego se empezó a agitar violentamente y mi boca se llenó de su precioso líquido. Yo no le dí tiempo a recuperarse y sin pensarlo me monte sobre ella, puse sus piernas en mis hombros y de un saque se la meti toda hasta el fondo.

Ella emitió un largo gemido de placer y comenzó a arañarme el pecho diciendome que se la metiera mas fuerte. –Dame mas, hijo de puta- -rompeme la concha mi amor- me decía y yo con sus puteadas me ponía más loco. Comencé un alocado mete y saca en el que por momentos se la metía toda y me quedaba moviendome dentro de ella cosa que la hacía delirar. En un momento dado me quedé quieto, y le dije que ese día le quería hacer todo. Me salí de ella y le dije que se diera vuelta, me obedeció y pus ante mí el mejor culo que había visto en años. Comencé a pasarle la lengua y a meterle un dedo. Ella me pedía que por favor se la meta, que no la haga sufrír más. A su pedido me puse detrás y poco a poco se la empecé a meter, primero la cabeza y luego hasta la mitad, mientras le decía que esa era la cola que siempre había soñado y que por fin era mia. Se la metí hasta el fondo de u saque y emitió un grito mezcla de dolor y placer. Me detuve un momento y se la empecé a meter y a sacar. Ella se aferraba a las sábanas y echaba su cola para atrás buscando que le entrara lo mas profundo posible, yo la tomaba por las tetas y también la empujaba hacia mi. Luego comencé a acariciar su concha desde atrás pasándole la yema del dedo por el clítoris.

Ella gemía y echaba su cabeza para atrás diciéndome –dale, mas, mas, mas-. –Que bien que me coges mi vida- -rompeme la cola que soy toda tuya- . Yo no aguante mas y comencé a acabar en ese orificio que siempre había soñado. Ella me decía que estaba acabando de una manera espectacular. Sus jugos se deslizaban por sus piernas y mis manos. Nos seguimos moviendo durante un tiempo y caímos rendidos, yo encima de ella, ambos con la respiración muy agitada y sin separar mi pija de su cola. Nos acariciamos y nos besamos por un rato, después ella me dijo que quería que esto se repitiese más veces, que había sido igual o mejor que lo que le decía por teléfono, que esperaba con ansias a que sonara, me dijo que se había acostumbrado a que la llamara y que me extrañaba cada vez que no lo hacía.

Después de la charla, se me dio por mirar el reloj y me di cuenta que faltaban solo 10 minutos para la salida de mi trabajo a lo que me decidí a llamar por teléfono para avisar que "había tenido un pequeño problemita y que no pude volver". Me dijeron que no había problema. Entonces le pregunté a Laura si me permitía darme una ducha en su baño a lo que me respondió: -¿Vos solito? – mejor voy yo también así no te da miedo- acompañando sus palabras con una sonrisa pícara. Pero eso es otra historia que mas adelante se las puedo contar. Y un consejo: SI TENES UNA FANTASÍA, NO TE QUEDES SIN CUMPLIRLA, QUE VALE LA PENA.

Por favor, a todas aquellas maduritas (repito, de cualquier edad) que les haya gustado mi relato, escribanme a tino@jdeandes.com.ar . Así iniciamos una pequeña amistad y, por que no, alguna que otra sesión de sexo bien caliente. Bye.