Fantasía hecha realidad...
Cuando lo que más tememos se hace realidad, sólo entonces descubrimos que eso es lo que más nos excita...
Hace un año que empecé una relación con una chica muy guapa alta y con unas formas impresionantes y una piel suave como la seda.
Cuando empezamos nuestra relación ella aún estaba saliendo de una ruptura muy dura con su anterior pareja, y todavía estaba muy colgada con el tío.
Un día llego a casa después de una reunión y yo noté que venía un poco nerviosa, con mucho color en la cara y al besarme, en vez del habitual piquito, me dio un beso en la mejilla, pero en ese momento no le dí mayor importancia...
El caso es que yo estaba caliente y la abracé por detrás y empecé a tocarla y a besarle el cuello... y a meter la mano por debajo de su falda.
Llevaba una falda corta por encima de la rodilla con unos pantys negros y unas braguitas de encaje negras muy sexys.
Fuí ascendiendo por sus piernas acariciando sus muslos lentamente, hasta llegar a su chochito que acaricié por encima de las braguitas. Estaban muy mojadas y calientes. Eso me excitó mucho pensando que ella también se estaba calentando y que le apetecía...
Fuí acariciando sus pechos mientras la llevaba lentamente hacia la habitación, reposándola en la cama con suavidad.
Ella se colocó sobre la cama esperando que yo me desnudara y acariciándola empezara a penetrarla, pero no fue eso lo que hice.
Sin previo aviso descendí besando su vientre y me dirigí hacia su entrepierna con intención de lamerle su rico coñito.
Ella al ver mi maniobra intentó detenerme, diciendo que le apetecía tenerme dentro, y que se moría de ganas de que la follara, pero no le hice caso y seguí descendiendo. Intentó tirar de mi hacia arriba sin resultado y al final se puso nerviosa pero se convenció de que no podía evitarlo y se dejó hacer.
Llegué a su coñito; estaba muy mojado y me puso a cien pensar que era su flujo y que estaba ya ardiendo. Empecé a besarlo y lamerlo por encima de sus bragas, y al hacerlo noté un olor diferente, no sé, como más dulzón... en seguida me resultó familiar, como el olor a hembra que tiene cuando la como después de correrme dentro de ella, y en ese momento empecé a sospechar otra cosa... al instante uní cabos y me di cuenta de que mi chica venía recién follada y bien llena de semen de otro u otros tíos...
uuuffffff.... en ese momento se mezclaron muchas cosas, dolor y placer, emociones contradictorias y deseos... y al final pudo la excitación, así que aparté su braguita y empecé a lamerle el coño, todo chorreante de semen de otro tío y rebosante de su propio flujo. Lo tenía enrojecido y tenía restos de semen seco en el pelo de su chocho, lo que confirmó mi sospecha y me aceleró aún más. Ella no sospechó nada sobre lo que había descubierto y eso la excitó muchísimo pensando que no me había dado cuenta. Se abrió por completo y empezó a jadear extasiada de gusto, imagino que disfrutando del morbo de que tu chico te esté comiendo el coño sabiendo que te acabas de follar a tu exnovio y que su leche corre por la lengua de tu pareja...
Yo me entregué como un poseso a la tarea, le quité las bragas y metí bien mi lengua hasta el fondo de su raja, lamiendo arriba y abajo. El sabor de mi chica recién follada era indescriptible, mezcla de sudor, semen, su flujo y mi saliva. . Yo estaba excitadísimo y empecé también a meter y sacar mi dedo índice en su vagina para exprimirla al máximo y darle más placer a ella.
Seguí un rato lamiéndole el clítoris y ella estaba descompuesta de placer.
Pero aún me quedaba otra sorpresita esa tarde... y fue cuando decidí lamerle el culo a la ninfómana de mi niña... tenía restos de aceite lubricante y no imagináis la facilidad con la que introduje mi dedo pulgar en su ano...normalmente me cuesta un poco abrirla, y eso sólo podía significar que el tío también se había follado a mi chica por el culo y a juzgar por como estaba de húmeda por ese agujero, seguro que también se había corrido dentro...
jooooder.... eso me puso frenético. Mi chica venía a casa bien, pero que bien follada y caliente.
Creí que no podía más, pero no me resistí a lamerle bien el culo antes de empezar a follarla, así que dirigí mi lengua y la clave en su agujerito bien lubricado, chorreante y dilatado... casi me corro en ese mismo instante...
Antes de continuar y mientras seguía lamiendo la mezcla que mi chica chorreaba por sus agujeros clave bien los dos dedos, el pulgar en su culo y el índice en lo más hondo de su coño. La cara de viciosa de mi chica era increíble, y no me cabe duda que si en ese momento se la hubieran follado tres tíos más, la tía no les habría hecho ningún asco.
Llegado un momento, ella tiró nuevamente de mi hacia arriba y me suplicó que empezara a clavársela, cosa que hice sin pensarlo dos veces.
Se abrió bien de piernas, me coloqué sobre ella, situé mi polla en la entrada de su raja y se la clavé hasta el fondo, imaginando y sintiendo como resbalaba fácilmente gracias al semen del otro tío. Tenía el coño tan dilatado que apenas sentía el roce y mientras ella me apretaba del culo para que llegara más adentro, me miraba a los ojos con lascivia.
Mientras la penetraba iba besándola y me imaginaba que esa boquita grande y preciosa se había comido una buena polla poco antes, y quizá incluso aún pudiera reconocer algún sabor a semen en ella. Quizá el tío, con una hembra como esa totalmente entregada, había sido capaz de correrse también en su boca, y sólo de imaginarlo la besé con fruición y clavé mi lengua en su boquita sexy.
La follé por el coño durante un rato, pero no quería terminar sin follarla por el culo, para sentir esa sensación de estar clavado en el culo de tu chica sabiendo que aún rezuma leche de otro tío, así que le di la vuelta sobre la cama y la penetré por detrás. Normalmente ella siempre marca el ritmo al follarla el culo hasta que se dilata, pero ese día fue ella la que se la encasquetó entera sin demora, aprovechando que ya venía bien dilatada.
No aguanté mucho tiempo y me corrí como un poseso reviviendo todo lo que había descubierto. Mi chica se acariciaba el clítoris mientras tanto y tampoco tardó mucho en correrse, supongo que imaginando la mezcla de semen de dos tíos que corría ya por su culo.
Cuando ambos hubimos acabado, yo estaba tan cachondo que le dije que quería más así que, a pesar de su cansancio, me dejó volver a follarla por el coño hasta que volví a vaciarme. Claro está que estaba cansada, con razón, así que desistió cuando le pregunté si quería correrse ella otra vez.
Antes de acabar no pude resistir la tentación de volver a comerle, lamerle y chuparle el ano y su raja, ahora sí, bien rebosantes con el semen de las dos pollas que acababa de exprimir.
al final me besó en la boca, me dijo que me quería mucho y se durmió pensando que había resuelto la situación...
a partir de ese día, cada vez que ella llegaba a casa la tanteaba el coñito para ver si venía "rellena" y más de una vez lo estaba.
Después superó el tema de su exnovio y se acabó...