Fantasia familiar (7)

Yo, disimuladamente, había adoptado una pose bastante sugerente, apoyada en el enorme pecho de ama Lu, estaba semi incorporada sobre el lecho con los codos y brazos sobre la sabana, las rodillas dobladas y las piernas ligeramente abiertas, pero si lo suficiente para

FANTASIA FAMILIAR 7

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Brevemente os voy a describir el porque de aquel " ooooooh " a dúo.

Para empezar, en el jardín parecía que la energía eléctrica había sufrido una avería total. Ni una sola bombilla de la instalación normal que cada noche iluminaba profusamente los vericuetos y rincones del inmenso espacio verde difundía su claridad.

Solamente la piscina estaba iluminada y algún que otro foco de luz indirecta estratégicamente colocado, iluminaba las copas de los árboles mas altos.

Pero no creáis que el jardín estaba a oscuras ni mucho menos.

Diez o doce candelabros de cinco brazos de mas de dos metros de altura iluminaban con toda nitidez una enorme mesa en forma de U recta, situada entre la casa del abuelo y la nuestra y por si ello fuera poco sobre la misma mesa otros candelabros mas pequeños aclaraban cualquier rincón oscuro que pudiera quedar entre plato y plato.

Aparte de esto un rosario de vasijas de barro llenas de cera con una enorme mecha encendida, bordeaban todo el perímetro de la enorme piscina que como recordaréis tiene la forma de trébol de cuatro hojas incluido el tallo que iba a terminar en la parte inferior de la casa del abuelo, así como todos los caminitos que circundaban el jardín.

En el ambiente flotaba un suave perfume de lavanda que supongo se desprendía de la combustión de los productos mezclados en los cuencos de barro.

Y para terminar de iluminar el ambiente se habían instalado cuatro tiendas tipo carpa en cada uno de los vértices entrantes del trébol, estaban iluminadas interiormente con una suave luz de color melocotón que contribuía a dar al ambiente un toque fantasmagórico, pero muy agradable, unas cortinas totalmente echadas impedían ver su interior.

En la mesa que debía medir unos 4 metros en la parte corta la U y unos diez cada palo de la letra por un metro de ancho, estaban instaladas veinte y cinco personas y dos sitios vacíos (las partes cortas de los palos de la U), todos iban vestidos como nosotros dos: túnica larga de lino bordado, algunas totalmente blancas y unas pocas de color beige claro, aquello parecía un desfile de la moda "ad - lib " de Ibiza.

Cuando aparecimos, una gran ovación y un sonoro FELIZ CUMPLEAÑOS saludo nuestra presencia, nosotros dos no sabíamos donde meternos, saludamos a todos con un tímido " hola, gracias" y Lala y Daphne ( ya vestidas como todos nosotros), nos acompañaron a nuestros asientos.

En la mesa, en la parte corta ( presidiendo, supongo) se sentaban de izquierda a derecha , ama Lu, tío Tom, la Abuela Daniela, el Abuelo (que se llama Luis) y ama Bea.

En el interior de la U no había nadie, solo flores y dos candelabros, en la parte izquierda de la mesa pudimos ver al tío Daniel, su esposa Sigrid, sus dos hijos, Andrea y Roberto, la tía Lidia y su novio Leandro y a su lado una de las parejas Ernesto y Ana se llamaban, con sus hijos a continuación que eran Juan José y Sofía.

A la derecha, se sentaban papa y mama, tía Merche y su esposo, tío Abel, su hermana Dorotea y su novio Carlos y a continuación la otra pareja Miguel y María y su hijo Alex y por último un hombre de unos cuarenta años con el pelo casi blanco, atlético y guapísimo, y que al parecer sería mi vecino de mesa. Se levantó cuando llegué y galantemente me apartó la silla y me la acomodo para sentarme. Dios mío, como se me arrebolaron las mejillas. Un imperceptible "gracias" y una sonrisa agradecieron a aquel ADONIS, su gesto, el me correspondió con otra sonrisa dejando al descubierto su perfecta dentadura susurando:

.- Un placer Danielita, me llamo Javier. Casi me derrito. En aquel momento atronó el vozarrón del abuelo.

.- Señores, pueden empezar a servir la cena. Dirigiéndose a unos camareros que me habían pasado desapercibidos.

Bien, no voy a cansaros con la descripción de lo que nos sirvieron en la cena porque entre otras cosas debe importaros un pimiento y además no viene al caso.

Por fin llegaron los postres (nuestra doble tarta), ya sabéis, soplar, el consabido cumpleaños feliz, etc., etc., el café y algunos licores aunque muy pocos, la ocasión requería que la gente estuviera en plenas facultades, como dijo papa por la mañana.

El abuelo hizo una señal imperceptible y en unos minutos desaparecieron todas las personas del catering contratado que habían servido la cena en las mesas, solamente quedaron Lala y Daphne, que iban atendiendo las peticiones del personal.

El abuelo dejo pasar unos veinte minutos y por fin dijo:

.- Bea, Lu, podéis proceder con la ceremonia. Ambas se levantaron y dirigiéndose a la carpa más cercana corrieron las cortinas de los cuatro costados, dejando la tienda totalmente a la vista de todos. En su interior como dijo papa había dos lechos, uno cubierto con una sábana de raso azul (muy pálido, esto si) y la otra con la sábana rosa. Los dos estaban rodeados de claveles, lirios y rosas blancas.

Colgadas del armazón en la parte superior dos lámparas o faroles chinos de estos de papel plisado color melocotón con adornos de flores y pajaritos imposibles iluminaban muy suavemente todo el interior de la tienda.

A los pies de cada uno de los lechos, que por cierto eran enormes, un precioso jarrón también de estilo chinesco y con la boca muy ancha esperaba las inocentes (je,je,je) manos que debían de sacar a la luz la ficha con nuestro nombre.

.- Y ahora queridos nietos ha llegado la hora de vuestra decisión. Dijo el abuelo mirándonos con enorme cariño.

Andresín y yo nos miramos unos segundos, solo unos segundos, ya sabíamos de antemano cual iba a ser nuestra decisión y al unísono como casi siembre lo hacíamos todo, nos despojamos de la blanca y suave prenda de lino que cubría precariamente nuestra desnudez y con estudiada parsimonia nos dirigimos a nuestros respectivos lechos, tumbándonos lánguidamente en las sedosas sábanas.

Silbidos y murmullos de admiración acompañaron nuestros movimientos durante unos minutos, después otro aplauso y a continuación otra vez la voz del abuelo.

.- Andrés y Daniela, sed bienvenidos a nuestra gran familia, a partir de este momento un gran vínculo os une a nosotros aparte del familiar, el de la sexualidad plena, disfrutadla según os dicte vuestro entendimiento, y ya sabéis las reglas, nunca obligaréis a nadie a hacer lo que no desee, las relaciones sexuales debéis procurar mantenerlas en el seno de la familia y si por cualquier circunstancia, las practicáis fuera debéis usar las precauciones que supongo os habrán enseñado. ¿Dais vuestra conformidad a estas normas?

.- Si, abuelo. Contestamos a dúo como siempre.

.- Pues que así sea; que siga la ceremonia. Y dando ejemplo se puso en pié y se despojo de sus prendas seguido de la abuela y a continuación lo hicieron todos los demás y poco a poco se fueron acercando a nuestra posición, primero para recoger su turno y después supongo que para no perderse detalle de la ceremonia.

Tengo que decir en este caso, que el abuelo y la abuela a pesar de sus sesenta y pico de años estaban imponentes en su desnudez, no me cansaba de admirarlos.

El abuelo se me acercó y agachándose, recogió su ficha del jarrón, no la miró y la guardo en el puño. De sus labios escapo una sonrisa y me dijo.

.- Danielita, estas estupenda mi amor, ojala esta noche tuviera suerte.

.- Si esta noche no tienes suerte abuelito, y aunque no pueda darte mi virginidad, en próximas noches te daré todo mi amor, te lo prometo.

El se acercó y me dio un dulce beso en la frente.

.- Eres maravillosa Danielita. Y diciendo esto se aparto para que el resto de hombres de la fiesta pudieran recoger la ficha.

En lo que respecta a Andresín, que por cierto lucía una erección de primer orden (como es natural en él) y siguiendo el mismo orden cronológico, primero recogió su ficha la abuela, dedicándole a mi hermanito una encantadora sonrisa, después ama Bea y ama Lu, que por cierto no se incorporaron al resto de comensales sino que se sentaron detrás de nosotros dos, en el mismo lecho, rozándonos continuamente con sus macizos cuerpos y rodeándonos la cintura con sus brazos, después tía Sigrid, mama, tía Merche, tía Lidia , Dorotea la hermana de Tío Abel , Andrea la hija de tìa Sigrid , después las espléndidas mujeres de los amigos de nuestros padres ( o amigas) Ana y María y Sofía la hija de Ana , y a continuación Lala y Daphne que por lo visto también iba a participar. Catorce espléndidas mujeres, luciendo su belleza y total desnudez desfilando frente a mi hermanito, menos mal que Lala y Daphne habían hecho bien su trabajo porque de lo contrario mi hermanito ya se estaría pajeando.

Y los hombres que iban a participar en tan inusitado sorteo, aparte del abuelo, fueron desfilando ante mis ojos tío Tom, el tío Daniel, mi padre, tío Abel, Carlos el novio de Dorita y Leandro el novio de tía Lidia, mi primo Roberto el hijo de Tía Sigrid y los dos amigos de nuestros padres ( Ernesto y Miguel ) el bombón que me sujetó la silla Javier, Alex el hijo de Miguel y María, y Juan José el hijo de Ernesto y Ana y por último apareció el chofer del abuelo que era novio de Lala, un joven moreno de 1,90 que parecía un armario de cuatro puertas, con una dotación que……wuawwww, según supe después no había aparecido antes porque era el responsable de que la casa hubiera quedado totalmente cerrada y segura al resguardo de miradas indiscretas.

Yo, disimuladamente, había adoptado una pose bastante sugerente, apoyada en el enorme pecho de ama Lu, estaba semi incorporada sobre el lecho con los codos y brazos sobre la sabana, las rodillas dobladas y las piernas ligeramente abiertas, pero si lo suficiente para que todos los que se agachaban a recoger su ficha, pudieran admirar mi pequeño monte de Venus con el incipiente pelillo rojo que cual una etérea nube coronaba el principio de mi rajita.

Y no me equivoqué, todos los varones sin excepción, se entretuvieron mas de la cuenta en sacar la dichosa fichita, su mirada fija en mi sexo y la mano entreteniéndose mucho mas de lo normal, rebuscando en el fondo del jarrón como si con la punta de los dedos pudieran adivinar en cual de ellas estaba escrito mi nombre cosa imposible de saber ya que todas tenían un nombre marcado aunque solo una decía DANIELA.

Yo me sonreía beatíficamente mirando como sus vergas iban aumentando de tamaño en los breves segundos que duraba la búsqueda… y así uno detrás de otro hasta que hubo pasado el último varón y la última hembra frente a nosotros.

Se apartaron un poco y una fila se formo frente a nuestra tienda. Sonó otra vez la voz del abuelo:

.- Ya podéis mirar vuestras fichas

En aquel mismo instante sonó un grito femenino, todos dirigimos la mirada hacía tía Sigrid que daba saltitos de alegría.

.- A mi, a mi, me ha tocado desvirgar a Andresín y con tres saltos se planto sobre el lecho de mi hermano, le miré a la cara (estaba a menos de dos metros de distancia) y sonriendo pícaramente me guiño un ojo, yo sabía que a él le encantaba la suerte que le había tocado, siempre le han gustado las maduras, y la tía Sigrid era un pedazo de hembra madura, con todas las de la ley

Pero… siguiendo un poco la moda de algunos relatos que he leído últimamente y sin ánimo de plagiar dejaré que Andresín, relate su experiencia de "motu propio", ya que, quien mejor que él os puede dar detalles de lo que fue su primer polvo en vivo. De todas formas yo me desentendí de lo que pasaba en la cama de al lado a los pocos instantes, por lo tanto no podría relatar aunque quisiera los pormenores del sensual acontecimiento y me centraré en lo que me sucedió a mi, en aquella noche memorable.

Bien pues, dejemos a nuestros vecinos con los preliminares y veamos cual de los varones expresaba de una forma u otra su potestad para poseerme.

Fueron pasando los segundos….y nada, después un minuto, nada, todos se miraban unos a otros negando mudamente con la cabeza su NO posesión, de la supongo que deseada ficha, y digo deseada a la vista de los aumentos de tamaño de los respectivos apéndices sexuales de los caballeros y no porque quiera ser una prepotente.

A los tres minutos el abuelo exclamo:

Señores, estoy seguro que la ficha estaba en el jarrón, yo las puse a las catorce personalmente y UNA de ellas decía DANIELA. ¿Puede saberse quién la tiene?

.- ¿ Puede ser esta, Luis ? .Todos miramos hacia él, la suave y cadenciosa voz del tío Tomas era la que había hecho la pregunta. Y con un gesto del pulgar y el índice la lanzó volando y girando sobre si misma hacia el abuelo. Este la pescó al vuelo y acercándola a uno de los candelabros constató el nombre:

.- Efectivamente Tomas, esta es, ¿ porque no dijiste de inmediato que tú eras el poseedor de tan dulce premio? ¿acaso, no quieres a Danielita?

.- ¿Que no la quiero?, por quererla demasiado no puedo aceptar esta responsabilidad, puedo hacerle mucho daño. Y en este momento me fije en su verga, recordé su descomunal tamaño mientras Andresin y yo les espiábamos detrás de la puerta de la cocina, recordé como perforaba una y otra vez a ama Lu y ama Bea y en aquel momento un escalofrío me sacudió. Mis ojos se dirigieron al mencionado miembro y me di cuenta de que posiblemente (aparte de la de mi abuelo y la de mi padre) era la única verga que no estaba en estado de erección, y aun así su tamaño imponía.

.- Tomas, sabes que esto no es posible, sabes que la tradición no lo permite y tú mismo me lo has recordado más de una vez.

.- Luís, no puedo, no puedo

.- Yo te digo que si vas a poder, y no temas hacerle daño, ya sabes que tenemos medios suficientes para evitar el dolor.

.- No se, Luis ni siquiera se me empina, aún viendo a esta hermosura criatura a mis pies. Y blandiendo con la mano su gran instrumento nos mostró a todos su flacidez.

.- Tomas, ya se ha hablado demasiado de este tema, ¿no querrás estropear la fiesta a todos nuestros invitados?, échate en su lecho y procede a la ceremonia.

Refunfuñando tío Tom se arrodilló a los pies de mi cama y me dijo:

.- Danielita, mi amor ¿tu crees que puedo hacerlo contigo? Sabes como es mi polla, la viste el otro día.

.- Tiito Tom, te quiero mucho y se que no me vas ha hacer ningún daño, por lo tanto y ya que tú has tenido la suerte de ser el primero y yo estoy muy contenta con ello, quiero que me hagas gozar como las haces gozar a ellas dos le dije señalando a ama Bea y ama Lu.

.- Bravo, esta es mi nieta…Bea ya sabes que tienes que hacer y tú Lu, a ver si eres capaz de que a este hombre le suba un poco la moral… porque de esta guisa no será capaz de meterla. Los demás podéis mirar la desfloración o podéis ir eligiendo pareja y si os aceptan ya sabéis el lema de la familia: gocemos de la sexualidad, la vida es corta y no podemos dejar para mañana el orgasmo que podamos tener hoy.

Todo el mundo aplaudió las palabras del abuelo, una suave música inundo el jardín, aparecieron unas toallas sobre el césped y varias personas se sentaron alrededor de nuestra tienda, entre ellas papá y mamá, otros empezaron a bailar y otros a besarse, pero esto es otra parte del relato. Hoy nos centraremos en mi historia.

Noté en mi espalda como los senos de ama Bea se movían un poco, y como por ensalmo apareció en sus manos un tarro con una crema en su interior. Al oído me susurró:

.- Abre más las piernas corazón, voy a untarte los labios vaginales con esta crema.

.- ¿Qué es esto amita Bea?

.- Es una especie de anestésico natural, dilata y al mismo tiempo adormece los músculos y tejidos que conforman tu coñito, y reducen la sensación de dolor que transmiten los nervios a tu cerebro, sin impedir que consigas llegar al orgasmo de forma natural.

.- ¿En serio?

.- Y tan en serio, está hecho con plantas y especies que florecen en tierras del África de donde proceden nuestros antepasados, lo importaron al Brasil en su éxodo y desde allí se ha transmitido de padres a hijos hasta nuestro días. Totalmente convencida por sus palabras abrí mis piernas todo lo que pude y deje que ama Bea, manipulara concienzudamente todos los repliegues de mi vaginita.

Mientras tanto fui observando las estrategias que ama Lu le estaba procurando al tiíto Tom. Con una mano le estaba sobando los fenomenales y cuidadosamente depilados huevos, con la otra sostenía el flácido instrumento que se resistía con tozudez a ponerse en posición de firmes, a pesar de las libaciones bucales a que le estaban sometiendo, una y otra vez ama Lu, que se tragaba parte del monumental instrumento intentando que se reanimara pero todo era inútil.

Pase revista al personal que sentado sobre la hierba esperaba disfrutar viendo como me portaba en aquel trance, casi todos se estaban acariciando ya bastante excitados viendo como mi hermanito se estaba follando a su escultural tía nórdica, como si lo hubiera estado haciendo toda la vida.

Bien, había que solucionar aquel incidente. ¿Querían espectáculo? Pues tendrían espectáculo.

.- ¿Has terminado?. Pregunte a amita Bea.

.- Si cariño ya estas a punto. Vaya si lo estaba, el coño me chorreaba como una fuente.

.- Pues mira y después ya me dirás que tal lo hice.

Tiíto Tom no paraba de mirarme. Me incorpore un poco, me puse a cuatro patas y moviéndome felina y sensualmente (tal como había visto en las "pelis" de Andresín) me fui acercando a la escultural pareja que por todos los medios intentaba sacar el tema adelante. Un suave murmullo de apagados comentarios acompañaba mis movimientos. Mi mirada no se apartaba de la de mi querido tiíto que parecía insensible a las caricias de su esposa.

Le rodeé el cuello con mis brazos, le besé ligeramente en los gruesos labios y acercándome a su oído le susurré:

.- Tiíto, quiero que me folles ahora mismo, aquí delante de todos, con toda la fuerza del cariño que se que me profesas y al que yo correspondo, por favor hazme tuya ya, lo deseo.

.- Pero…pero…¿Quién demonios te ha enseñado este vocabulario? Me replicó él en el mismo tono de voz.

.- Ja,ja,ja,ja,. Esta vez ya me reí con fuerza y le miré cariñosamente.

.- ¿ Ahora mi inocente pequeña se esta riendo de su negro y anciano tío?

.- No, ya sabes que soy incapaz de hacerlo, me río porque esta noche vas a descubrir muchas cosas que no sabes de mí, soy virgen pero no tan inocente y tú de anciano nada de nada y si no que lo confirmen estas dos señoras que nos acompañan. Mas risas.. de los cuatro esta vez .

Y a continuación apartando un poco a amita Lu, ocupé su lugar en la succión del pirulí, solo pude tragar el glande y menos mal que como ya sabéis la polla de tío Tom era muy larga pero más bien delgadita, proporcionalmente a su longitud.

La agarre con ambas manos y empecé a lamer con todas mis fuerzas y mi poca experiencia el adormecido tronco, sin dejar de mirarle a los sorprendidos ojos, al instante note perfectamente como la sangre irrumpía con fuerza en las venas que rodeaban aquella negra y reluciente verga, note como los nervios tensaban el músculo y la totalidad del mástil adquiría una rigidez sorprendente, seguí mamando un buen rato hasta que noté gemir a tiíto Tom.

Pare de chupar y volví a ponerme de cuatro patas, pero esta vez dándole a tiíto Tom una visión de mi trasero, apoye la cabeza en el lecho y con ambas manos me aparte todo lo que pude las nalgas ofreciendo mi vagina totalmente abierta a la voracidad de aquella verga, tiíto Tom se fue acercando , lo veía por entre mis muslos separados, ama Lu le sujetaba con el puño la verga mas o menos a la mitad, supongo que para dirigirla y para que en un momento de frenesí no me traspasara hasta el estomago.

Primero noté como el glande dirigido por la experta mano de ama Lu se apoyaba en mis labios vaginales, la dureza del miembro en aquel momento era total, yo me mordía el labio inferior para no gritar esperando la embestida, pero no hubo tal embestida, la polla fue penetrando muy lentamente, mi carne se dilataba dejando paso a aquel pedazo de carne negra que suavemente me iba poseyendo, después retrocedió unos centímetros sin llegar a salir.

Mientras tanto ama Bea había abandonado su primera posición. Se había echado boca arriba, junto a mi cabeza. Suavemente me la levanto y ella se metió debajo deslizándose como un metro hacia tío Tom, hasta que su negro pubis coincidió con mi cara, me apoye de nuevo y al instante el aroma de su sexo inundo mi olfato. Esto hizo que me excitara aun mas, ella acariciaba mi melena roja con gran cariño metiendo los bucles de mi pelo entre sus dedos mientras me murmuraba frases de aliento.

Mientras tanto tiíto Tom la estaba metiendo otra vez, muy poco, pero ahora había empezado a bombear, el mete y saca iba aumentando la velocidad aunque sin llegar a profundizar, yo notaba a cada pequeña embestida como el puño de ama Bea ponía freno a la penetración, empecé a gemir…En aquel momento me acorde del público que nos estaba observando y les dedique una rápida mirada, deje de morderme el labio y procure esbozar una sonrisa, todos estaban viendo el espectáculo como embobados, pero todos se estaban sobando, algunos a su vecino o vecina mas cercana, otros se lo hacían a si mismos.

Deje de interesarme por sus acciones (que podéis creer que merecen un relato aparte) cuando note como ama Lu me estaba metiendo la mano que no sujetaba la verga de tío Tom en el clítoris, el pobre estaba totalmente encharcado en parte por mis propios fluidos y en parte por la crema con que me habían embadurnado hacía unos minutos.

Los ágiles dedos de ama Lu estaban despertando en mí sensaciones muy placenteras, por otra parte el glande de tiíto Tom con su rápido bombeo estaba consiguiendo su objetivo: no tarde mucho en notar como mi primer orgasmo iba a estallar.

Ellos también debieron notarlo…me puse tensa…mis ojos se pusieron en blanco sin ver nada, el placer me llegaba a oleadas…mis dientes mordieron un pecho negro, voluptuoso, que se me ofrecía tentador…y en aquel justo instante noté el pinchazo, algo había penetrado en mi interior unos diez centímetros mas de lo que lo había hecho hasta ahora…algo que me desgarro la carne y un involuntario grito afloro a mi garganta.

.- No pequeña, ya está, ya ha pasado todo. La voz de tiíto Tom intentaba tranquilizarme. El placer había desaparecido al instante y en su lugar un dolor agudo me invadía. Mientras, de mis ojos brotaban unas lágrimas traicioneras y en mis muslos note un líquido caliente que se iba deslizando hacia las sábanas. No quise mirar, sabía que era mi propia sangre. Y la sangre me horrorizaba.

Entre los tres me dieron la vuelta, me acostaron, me mimaron y me lavaron profundamente con unas toallas húmedas y perfumadas, hicieron que abriera del todo mis piernas y en unos segundos desaparecieron de mi piel toda señal de sangre. Las caricias de los tres no paraban y el dolor estaba desapareciendo poco a poco.

.- Y ahora como cuando eras una cría ama Lu, te dará un besito en donde te han hecho daño. Metió su cabeza entre mis muslos y estampó un sonoro beso en mis labios vaginales…y otro..y otro notaba sus gruesos labios ardientes en mi carne y después noté su lengua, primero me lamió toda la zona, después colocando la lengua como si fuera una lanza me penetro una y otra vez hasta que el dolor desapareció por completo.

Mientras tanto, tío Tom de rodillas frente a mi no paraba de meneársela sonriendo con el trabajo que estaba realizando su esposa.

.- ¿ Quieres que sigamos cariño? Me pregunto dulcemente.

.- Si, tiíto quiero que me penetres de nuevo. Y haciendo un gesto con ambas manos en señal de que se acercara, le ofrecí de nuevo mi coño, que volvía a estar totalmente húmedo después de la pasada que me estaba dando mi amita Lu, esta se aparto al escuchar nuestra charla y dejo el campo libre a su marido.

Levante del todo las piernas y las puse sobre sus poderosos hombros cerré los ojos y me dispuse a gozar, pronto volví a sentirlo en mis entrañas, me penetro de nuevo, esta vez mas profundamente, pero al igual que antes note el puño de ama Lu que ponía el tope por si acaso.

Él bombeaba y bombeaba, sin pausa pero sin tregua, pasaron unos minutos, no tengo ni idea de cuantos, y volví a notar aquella sensación que se iba apoderando de todo mi ser.

Esta vez no sentí ningún dolor solo placer y placer y me entregue toda al orgasmo, casi me desmayo, de hecho creo que perdí la noción del tiempo durante unos instantes.

Unos cachetes en las mejillas me hicieron volver en mí.

.- Venga Danielita abre estos ojazos verdes, no querrás perderte la corrida de de tu tiíto?

Abrí los ojos y miré a mi alrededor. Ya no tenía las piernas sobre los hombros de mi tiíto, estaba estirada sobre la sabana, él seguía de rodillas y su enorme polla entraba y salía de la boca de su cuñada Bea que a duras penas tragaba hasta un poco mas de la mitad del fenomenal falo. El resto de la verga lo cubrían las manos de ama Bea, imprimiéndole un feroz ritmo de sube y baja, las enormes manos de tío Tom sujetaban la cabeza de ama Bea para que no se moviera en aquella tremenda penetración oral.

Ama Lu a mi lado, se masturbaba viendo como su marido gozaba de la boca de su hermana, y yo que tenía al alcance de la mía una de las tetas de ama Lu, empecé a succionar su pezón con todo descaro.

De pronto Tío Tom, sacó la verga de la boca de su cuñada, se la agarró con ambas manos y meneándosela furiosamente me apunto directamente al pecho, después con grandes convulsiones y suaves gemidos empezó a correrse, como la otra vez que le vimos con ambas hermanas detrás de la cocina, de su glande empezaron a brotar chorros y chorros de lecha tibia y espesa que después de describir un ligero arco se iban depositando en mi cuerpo, tetas, ombligo, pubis y hasta un pequeño chorrito que me llego a los labios me dejaron totalmente empapada del blanco semen, yo sin saber que hacer empecé a sobarme las tetas y me unté todo el cuerpo de la tibia leche lamiendo con la lengua el chorrito que había mojado mis labios.

El se desplomó sobre mi cuerpo, y creo que casi lloraba cuando me dijo.

.- Amorcito, amorcito, me has hecho el hombre mas feliz de la tierra.

.- Tú también me has hecho gozar tiíto, te quiero mucho. Y le bese dulcemente en los labios.

Después me levanto en vilo y corriendo conmigo entre sus brazos no paro hasta que llegamos hasta la casa del abuelo, allí junto a la parte donde la piscina se metía en la casa había una enorme bañera de hidromasaje y suavemente me deposito en ella.

.- Ahora te lavas y si quieres vuelves a la fiesta. Él se metió debajo de la ducha y volvió junto a los demás.

Yo me sumergí totalmente en el agua, salí al faltarme el aire y cerrado los ojos me deje llevar por las burbujas, pensando en lo que había pasado.