Fantasia familiar

Esta es la historia de una familia muy singular espero os sirva de distracción y entretenimiento...

FANTASIA FAMILIAR

Esta es la historia de una familia muy singular, espero que os sirva de distracción y entretenimiento, que para esto lo escribo, esta redactada en primera persona y su protagonista es una jovencita que empieza a sentir los primeros ardores del sexo

Primera parte .-

Aquella noche de Agosto era especialmente calurosa, me desperté totalmente bañada en sudor, mi corto y fino camisón se pegaba a mi cuerpo como si lo hubiera puesto en remojo dibujando todo el contorno de mis incipientes senos. La zona del pezón estaba totalmente mojada y me producía una desagradable sensación de humedad que también se notaba entre mis muslos mojando totalmente el calzoncito a juego que apenas si me cubría mis intimidades.

Miré hacia la cama de mi hermano gemelo, dormíamos en la misma habitación desde que éramos bebes, un pequeño fallo en las ecografías confundió al doctor y les dijo a mis padres que lo que mi madre esperaba eran dos niños y ellos prepararon una linda habitación para dos chicos con todos los detalles para que fuera agradable y realmente lo era, no cambiaría aquella habitación por ninguna otra de la casa, estábamos tan a gusto el uno con el otro que aun en contra de la opinión de nuestros padres seguíamos durmiendo en la misma habitación con 13 años cumplidos, y no es que faltaran habitaciones en la casa precisamente. Ví que Andrés dormía plácidamente y de un manotazo me quité la ropa húmeda que me cubría, del mueble tocador cogí un bote de talco perfumado y sin dudarlo me rebocé todo el cuerpo con el polvo blanco.

Me puse una fina camiseta de punto con tirantes que me llegaba a medio muslo sin otra prenda debajo y me dirigí a la ventana para comprobar si allí corría un poco más el aire.

Nada de aire, ni la más ligera brisa.

La luna esto si, bañaba con una luz plateada todo el jardín y la piscina, salí a la pequeña terracita y me apoyé en la baranda de hierro, escuchando los susurros de la noche.

El calor empezó a ceder un poco y una ligera brisa se metió traviesa entre mis muslos, realmente ahora empezaba a encontrarme mejor, de pronto creí oír unos grititos al borde de la piscina, miré el reloj de la mesilla marcaba las tres de la madrugada ¿ quién demonios se estaría bañando a esta hora?.

Nadie podía entrar en la casa, sin que sonaran las alarmas por lo tanto debía de ser alguien de la familia. Picada por la curiosidad, decidí averiguar quien tenía tanto calor como para bañarse a estas horas de la madrugada, me deslice sigilosamente por la escalera interior y salí al jardín por la puerta de la cocina procurando hacer el menor ruido y escondiéndome entre las matas de plantas y flores.

Por fin llegué casi al borde de la piscina y pude observar a mi antojo y sin que ellas me vieran a las personas que emitían los grititos.

Eran mi madre y tía Merche. Me quedé estupefacta al ver lo que estaban haciendo. Mamá y tía Merche eran hermanas, gemelas, como Andrés y yo, pero ellas si que nacieron dos niñas igualitas, pelirrojas, muy blanquitas y pecosas, prácticamente era imposible distinguirlas una de otra en estado normal pero yo distinguí de inmediato a mamá, estaba embarazada de ocho meses.

En aquellos momentos estaba tumbada sobre un colchón de goma-espuma forrado de plástico que usábamos para tomar el sol; tenía las rodillas dobladas y las piernas bien abiertas y tía Merche tenía metida su roja cabecita entre sus muslos haciéndole no se que, pero seguro que a mama le gustaba porque los suspiros y grititos (los que había oído) iban aumentando de volumen, la manos de mama iban de sus pezones, enormes debido al embarazo a la nuca de tía Merche obligándola a no mover la cabeza de donde la tenía metida.

De pronto mama empezó a convulsionarse y apretar con sus muslos la cabeza de tía Merche que arreciaba en sus movimientos de vaivén, noté como algo se humedecía en mi interior e instintivamente mi mano se apretó con fuerza en mi pubis y dos de mis dedos intentaron buscar de donde salía aquella humedad.

En aquel momento una mano cubrió mi boca, casi me muero del susto pero al momento girando un poco la cabeza adivine mas que ví a mi hermanito Andrés que con un dedo en los labios me indicaba silencio.

.- Me has dado un susto de muerte, Andresín

.- Lo siento Daniela, no era esta mi intención ¿puede saberse que haces aquí ? (perdonad no os había dicho todavía mi nombre)

.- Mira. Le dije señalando la escena.

.- Si, ya lo veo, Mama y tía Merche se están dando una tremenda mamada.

.- ¿Mamada? Yo creía que estas cosas lo hacían solo entre hombres y mujeres

.- Pues ya ves que no. Mientras tanto Andresín se me había acercado bastante y noté su cuerpo pegado al mío

.- ¿ Hacen esto para darse placer?

.- Claro, ¿no has visto a mama como se arqueaba de gusto?

.- Si, he visto como se convulsionaba ¿era placer lo que sentía?

.- Un placer indescriptible, ha tenido un orgasmo tremendo, mira ahora es mama la que está lamiendo a tía Merche. Me di la vuelta y seguí observando la escena. Tía Merche había cambiado de postura, tenía una rodilla a cada lado del cuerpo de mama y su sexo rozaba la cara de nuestra querida mamita que no tardo en ponerse una almohada debajo de la cabeza para que su lengua llegara de pleno al sexo de su hermana que al sentirla suspiró profundamente, los senos de Tía Merche se apretaban contra el inflado vientre de mama que con ambas manos se las restregaba con fuerza.

Andresín se me estaba acercando mas y mas y de pronto noté como algo caliente iba aumentando de tamaño debajo de la tela del pijama de mi hermano gemelo, y se metía entre mis nalgas y mi camiseta.

.- ¿Qué estas haciendo?. Musité.

.- Me estoy excitando viendo a mama. Mira …mira como mueve la lengua.

.- Y si te excitas ¿me tienes que apretar con …esto?. Volví a mirar la escena y la verdad es que realmente era excitante, aquellas dos melenas rojas agitándose al compás de los rítmicos movimientos que impelían al acto sexual que ambas protagonizaban hubieran excitado a cualquiera, yo misma notaba como un ardor me subía a las mejillas y mi entrepierna cada vez estaba mas húmeda.

.- Perdona, Daniela es un acto reflejo.

.- Ya, ya..menudo acto reflejo, mira Andrés..ahora es tía Merche que siente el placer intenso.

.- Si lo estoy viendo… está a punto de correrse.

.- ¿ Correrse es sentir este placer tan intenso?

.- Si… ¿ tú nunca lo has sentido Daniela?

.- No…no se…no creo. Nunca me ha pasado lo que les esta pasando a mama y a tiita. ¿tu lo has sentido? ¿ Los hombres gozáis igual que las mujeres?

.- Mas o menos…supongo. Si lo he sentido alguna vez.. cuando me masturbo.

.- ¿Te masturbas?

.- Claro que si, como todos los chicos de mi edad.

.- pesssssttttt….calla…. miran hacia aquí

.- Vamos a nuestra habitación. Y silenciosamente nos deslizamos a través del jardín hacia nuestro cuartel general. Me metí en la cama y Andrés en la suya e intenté dormir procurando no pensar en lo que habíamos visto.

Pero el sueño no acudía a mis párpados, no podía quitarme del pensamiento las escenas que habíamos vivido hacia unos instantes…veía la lengua de mama salir y entrar en el chochito rosado de tía Merche y como se convulsionaba al aparecer el orgasmo…o esto le había llamado Andrés.

Mi mano por instinto…no que va, por instinto supongo que no, por deseo levantó la camiseta hasta la cintura y mis dedos empezaron a acariciar mi sexo, estaba húmedo, mi vagina prácticamente no se había desarrollado era una simple rajita en medio del final del monte de Venus, mis labios vaginales apenas si destacaban, pero un agradable picor me incitaba a meter entre ellos uno de mis dedos, solo lo metí un poquito no quería hacerme daño, note la humedad, saque el dedo y me lo metí entre los labios,….mmmm sabía a salado, noté como Andrés se movía y presté atención una especie de chap, chap, chap llegaba a mis oidos…Andrés tampoco dormía.

.- Andrés

.- Si

.- ¿No duermes? ¿Qué es este ruido? ¿Qué estas haciendo? Estábamos muy unidos y compenetrados y yo sabía que podía hacerle esta pregunta u otra cualquiera.

.- Me estoy masturbando, me he excitado mucho y me duelen los testículos, necesito desahogarme. Veo que tú tampoco duermes.

.- No. También me tocaba pero no siento nada. ¿me dejarías que viera como te masturbas? Me gustaría aprender.

.- Ja,ja,ja,ja,…es totalmente distinto, pero si lo deseas puedes verme, enciende la luz piloto, la que teníamos cuando éramos bebes. Le di al conmutador y una tenue luz azulada iluminó la habitación, Andrés había saltado de la cama iba totalmente desnudo y se había sentado sobre la alfombra yo me senté a su lado desprendiéndome también de mi camiseta y me puse a observar sus maniobras.

.- Acerca una toalla del cajón de la cómoda. De rodillas me deslicé hasta el mueble rozando con mis pezones la cara de Andrés, momento que él aprovecho para darme un pellizco en uno de ellos. Saque una toalla y la puse a su lado sin dejar de mirarle

Con una mano que no dejaba de mover de arriba hacia abajo y viceversa se agarraba el pene (debía medir unos doce centímetros) y con la otra se acariciaba los huevos, yo le miraba como hinoptizada, veía como el glande aparecía y desaparecía entre su puño cerrado, paró unos segundos y dejó que un poco de saliva cayera justo en el agujerito del glande.

.- ¿Por que has hecho esto?. Mi mano ya estaba apretando uno de mis senos y pellizcando el pezón, tal como había visto que lo hacían mi madre y tiita Merche

.- Para no lastimarme con el roce y que esté bien lubricado.

.- ¿Me dejas?. No podía creer lo que estaba diciendo

.- ¿Te apetece?. El se había parado y me ofrecía su verga para que yo siguiera con la masturbación.

.- Si, creo que si. El me miraba a los ojos y sonreía. La agarré como él lo hacía la derecha en el pene y la izquierda en los huevos y torpemente empecé con el sube y baja.

.- Hummmm, que bien lo haces hermanita. Y dejándose llevar como quien no quiere la cosa empezó a acariciarme los pechos.

Yo me había sentado sobre sus rodillas y mis jugos estaban empapando sus piernas.

.- ¿Asi te gusta?. Y con un gesto de mujer experimentada escupí sobre su polla y arrecié en el pajoteo que le estaba dando a mi querido Andresín.

.- Siiiiii, así me gusta Daniela, sigue hermanita, sigue no pares que ya estoy a punto.

.- ¿Ya te vas a correr?

.- Si, creo que si

.- ¿Sigo o me paro?

.- No, no, no pares sigue meneándola. Seguí con el movimiento de sube y baja y a los pocos segundos el cerró los ojos , lanzó un suave quejido y noté como en mi mano aparecía un liquido tibio y blanquecino que brotaba a suaves borbotones de la polla de Andresín.

.- Wauuuu, Daniela, que bueno.

.- ¿Has tenido un orgasmo?

.- Si, los hombres lo tenemos un poco más suave que las mujeres, normalmente.

.- Y este liquido blanco es el semen ¿verdad?. La tibia leche de Andresín se deslizaba de mi mano a mi muslo en un largo goterón.

.- Si ya sabes, de aquí nacen los bebes. Y cogiendo la toalla seco rápidamente la mancha de mis muslos antes de que se deslizara a sitios mas peligrosos. Después de secarme me besó en la frente.

.- ¿Ya te has desahogado? ¿no te duelen los testículos?. Le pregunté al verlo radiante y contento.

.- Ja,ja,ja,ja. Si querida hermanita , ya puedo ir a dormir mi, stres ha desaparecido.

.- Bueno pues al menos uno de los dos va a dormir. Mi stres todavía continuaba.

.- Oye, Daniela, yo quiero que tú también duermas, no quisiera pasar por desagradecido.

.- ¿En serio? ¿ Y que puedes hacer tú para quitarme esta tensión?

.- ¿Quieres que te lo demuestre?

.- Por favor Andresín, dame este placer. El se acercó a mi y suavemente me tumbó de espaldas sobre la alfombra, me levantó las piernas y apoyo mis talones uno en cada cama.

.- ¿Estas cómoda?

.- Si

.- Pues cierra los ojos y relájate. Cerré los ojos, a los pocos segundos noté como su lengua lamía mi cuello….. fue bajando…mis hombros…. mis senos….mis pezones…mi ombligo…todas las partes de mi cuerpo fueron pasto de aquella lengua insaciable…muslos…rodillas y hasta los dedos de los pies experimentaron aquellos lametones…después la lengua volvió a subir y a los pocos segundos la note en mi sexo , se metía dentro volvía a salir, escarbaba en mi clítoris, casi invisible, pero tremendamente sensible a las nuevas caricias, volvía a entrar en mi cavidad, volvía a salir, se deslizaba en la sensible piel que separa el coño del ano y se entretenía tomando forma de punta en intentar penetrar en mi culito prieto…aquello no se podía resitir, noté como si algo fuera a explotar en mis entrañas, los tendones de mi cuello se tensaron, los talones hicieron tanta fuerza sobre las camas que mi trasero se elevo unos centímetros de la alfombra, intentando que aquella lengua penetrara mas profundamente dentro de mi, de mis labios escapó un gemido sordo, profundo y después volví a caer sobre la alfombra, casi desmayada mientras una oleada de liquido bañaba la cara de mi hermanito Andrés.

.- Vaya con la nena….has tenido tu primer orgasmo ¿ a que si? Yo apenas podía hablar, me secó con la toalla y me ayudo a subir a la cama, me beso otra vez en la frente y me dijo

.- Supongo que ahora si vas a dormir.

.- Quiero mas…ahora….Me oí decir estas palabras casi en sueños.

.- Ja,ja,ja,ja,ja,ja, si va a resultar que la nena es calientita. Por ahora a dormir, mañana será otro día

Y me sumí en un profundo y reparador sueño.

CONTINUARA.-