Fantasia familiar (2)

Nuestra heroina Daniela pide cosas a su madre.

FANTASIA FAMILIAR

Segunda parte (aconsejable leer parte primera)

Me desperté sobre las diez de la mañana, aunque había dormido de un tirón, todos mis sueños aunque no recordaba los detalles habían girado sobre el mismo tema: mi tía, mi madre, mi hermano y yo girando en un maremagnum de imágenes a cual más erótica. Indudablemente me dije, mi cuerpo y mi mente estaban experimentando un cambio, el deseo carnal había empezado a tomar posesión de mis sentidos.

Procurando hacer el menor ruido posible me dirigí al baño para no despertar a mi hermano, todavía continuaba encendido el piloto azul que utilizamos la noche anterior.

Casi sin querer dirigí la vista a la cama donde Andrés continuaba descansando como un angelito y en aquel momento, al verle me di cuenta de que nos habíamos dormido totalmente desnudos, una ligera sonrisa iluminaba su rostro juvenil, al parecer sus sueños eran de lo mas placentero, instintivamente dirigí la mirada a su entrepierna, su pene estaba totalmente erecto y su mano izquierda lo agarraba fijamente como si quisiera estrujarlo.

Yo había oído decir que los hombres al despertarse casi siempre la tenían empinada y supuse que a Andrés le estaba ocurriendo aquel fenómeno, así que aguantándome las ganas de besar aquel hermoso trocito de carne que sobresalía del puño de mi hermano me dirigí al baño para cumplir con mis necesidades fisiológicas, me lavé los dientes y me metí en la ducha.

Lavé mi largo pelo castaño-rojizo, no tan rojo como el de mama y tía Merche y después procedí a untar todo mi cuerpo de espumoso gel de avena, mis dedos traviesos y llenos de espuma iban recorriendo toda mi anatomía, al pasar la manos sobre mis senos y pezones un escalofrío recorrió mi mojado cuerpo, deseaba sentir mas veces aquella sensación, así que volví a pasar una y otra vez las dos manos sobre ambos pechos, el roce suave del jabón me producía un agradable cosquilleo, pellizqué mis pezones una y otra vez con la parte larga de los dedos índice y corazón haciendo que patinaran entre ellos con el jabón, poco a poco noté como se me iban endureciendo y aumentando ostensiblemente su tamaño, después ya me los pellizcaba descaradamente noté como me iba invadiendo la misma sensación que experimenté por la noche, cuando Andresín me comió todas las partes mas sensibles de mi joven cuerpo.

Ahora, tal como mamá me había enseñado, mis dedos llenos de espuma se metieron con suavidad en mi vagina sin profundizar mucho pero recorriendo todos los repliegues interiores para dejar impoluto mi pequeño tesoro, después siguieron buscando hasta dar con otro pequeño agujerito, también inicié allí ciertas incursiones haciendo que mi dedo índice penetrara unos centímetros en el ojete, pero esta vez mis dedos no buscaban la total limpieza del órgano elegido, sino un placer que descubrí hacía unas cuantas horas con mi querido hermanito.

Y el placer no tardó en llegar, una oleada de voluptuosidad se apoderó de mi ser y el deseado orgasmo me llevó al éxtasis….oh, Dios cuanta felicidad, fui resbalando lentamente en la ducha apoyada en los mojados azulejos hasta que mis nalgas se encontraron con el fondo de la bañera, durante unos segundos perdí la noción del tiempo mientras el agua de la ducha repiqueteaba sobre mi piel. Unos golpes en la puerta del baño me hicieron volver a la realidad

.- ¿Si?

.- Daniela, soy yo Andrés, necesito hacer pis ¿has terminado?

.- No

.- Por favor, déjame entrar no miraré.

.- Vale, pasa. De todas formas, sentada como estaba y con la mampara del baño con burbujas matizadas prácticamente no vería nada, la puerta se abrió y Andrés entró a toda prisa dirigiéndose al inodoro. Yo si podía verle perfectamente a través de una parte transparente del cristal, todavía iba desnudo y se apretaba la verga furiosamente, abrió la tapa del sanitario apuntó hacia el interior y de su pene emergió un chorro de dorado liquido que golpeó con fuerza el agua del interior del aparato. Aquello hizo que me excitara todavía más, mis dedos empezaron a explorar de nuevo

.- ¿Puede saberse que demonios haces tanto tiempo en la ducha? Aguanté todo lo que pude pero ya no podía más. Yo no dejaba de mirar aquella polla que en aquellos precisos instantes estaba siendo sacudida por los dedos de Andrés para terminar de vaciar su vejiga, aun en perfecto estado de erección.

.- No te importa lo que estaba haciendo.

.- No…pero me lo imagino.

.- ¿Ah si? ¿y que se supone que imagina tu calenturienta mente? Yo mientras estábamos hablando no dejaba de frotarme el clítoris que también había crecido perceptiblemente.

.- Pues … que te estas masturbando.

.- ¿En serio? ¿Esto imaginaste?

.- Pues si, después de lo que vimos e hicimos ayer noche es de lo mas normal que lo estés haciendo.

.- Pues la verdad es que no te equivocas. Me oí decir a mi misma horrorizada, mientras arreciaba en mis manoseos.

.- ¿Puedo mirar? Andrés no esperó a que le dijera que si, simplemente corrió la puerta corredera y cerró el grifo de la ducha mientras se deleitaba con la visión de mis piernas abiertas y mi vagina penetrada por mis atrevidos dedos.

.- Si, mira todo lo que quieras. Volví a sorprenderme al escuchar mi voz, aquella no era yo era un ser de mi interior que deseaba guerra.

.- Vaya, vaya mi querida hermanita está descubriendo su sexualidad.

.- ¿Esto te molesta?. El se había metido dentro de la bañera y empezó a meneársela descaradamente sin dejar de mirar mis manipulaciones.

.- No, en absoluto todo lo contrario, me encanta, ¿ya te has corrido? me gustaría ver como lo haces de nuevo, ayer por la noche apenas pude ver tus ojos cuando te vino el orgasmo.

.- ¿Mis ojos? ¿Qué les pasa a mis ojos?

.- Nada son los mas hermosos que he visto en mi vida, pero dicen mis amigos que a las mujeres se les ponen en blanco cuando se corren, y me gustaría ver si es verdad.

.- No digas bobadas, los ojos así solo se ponen cuando uno se desmaya.

.- ¿ Y no fue una especie de desmayo lo que sentiste ayer? Yo ya no podía ni quería hablar, mis ojos no se apartaban del ir y venir de la mano de Andrés, de su verga, de sus testículos que se movían al mismo vaivén de la mano que arreciaba en los movimientos masturbatorios, al mismo tiempo mis dedos hacían de las suyas buscaban los rincones mas sensibles, incordiaban el clítoris haciéndome gemir de placer, cerré los ojos y mi mente se trasladó a la piscina, la escena de mama con tía Merche se materializó una vez mas en mi subconsciente pero había una tercera persona en cuclillas sobre el rostro de mi mami, el pelo tapaba la cara de aquel cuerpo joven que miraba como una lengua se metía en su rosa abierta al placer mientras que con ambas manos se abría los labios vaginales para facilitar el camino a las incursiones de la atrevida, en un momento dado Tía Merche aparto el pelo de la cara de la joven para besarla en los labios…Dios, la joven era yo, abrí los ojos espantada y ví como la verga de Andrés estaba a menos de 10 centímetros de mis tetas, su boca buscó la mía, mi lengua busco la suya … y volvió a pasar otra vez, me invadió aquel placer tremendo mientras sentía como la leche de Andrés golpeaba con fuerza y tibieza mis pezones y sus labios gimieron de placer, mis ojos estaban abiertos pero no veían lo que tenía delante…solo veían placer, una fuerza luminosa plagada de miríadas de estrellas que caían del cielo como si de fuegos artificiales se tratara, aquello solo estaba en mi mente, lo sabía…pero me gustaba.

Andrés abrió la ducha y el agua nos devolvió al mundo real.

.- Wuauuuu, hermanita, que caliente eres.

.- ¿Tu crees? ¿ Entonces, no seré una mujer frígida? Me han contado que las mujeres frías no hacen felices a los hombres.

.- ¿Frígida? Tu eres un volcán en estado latente, cuando despierte arrasarás, y cualquier hombre será feliz con solo pensar en ti.

.- No digas tonterías. Dije mientras el agua hacía correr sobre mi cuerpo los goterones de leche de mi hermano.

Andrés se enjabonó y yo también me di otra pasada del perfumado gel, nos aclaramos y salimos de la ducha, me vestí con una braguita de algodón y una camiseta y baje a desayunar mientras Andres acababa de vestirse.

.- Hola mami. Mamá ya estaba sentada desayunando.

.- Hola cariño, ven siéntate y come, ya está preparado el desayuno. Me senté a su lado y una vez mas admiré su hermoso cuerpo apenas cubierto por un transparente camisón cortito de futura mama, la pelirroja melena estaba recogida en un gracioso moño sobre su nuca. La aureola de los pezones destacaba sobre aquella piel de color rosa pálido, los pechos hinchados ya por la leche materna eran una tentación para cualquiera. Realmente mi mama era muy guapa, sus 36 años rebosaban sensualidad por los cuatro costados.

Después de comer unos bollos y tomar mi colacao decidí a hacerle la pregunta que me estaba repiqueteando en la mente desde la noche anterior.

.- Mami, quisiera hacerte una pregunta muy delicada, pero necesito saberlo.

.- Huy, pareces una persona mayor veamos cual es la pregunta, ya sabes que nunca os hemos ocultado nada. Ya no había marcha atrás y se lo pregunté

.- Mami, tú y tita Merche ¿sois lesbianas?. El trozo de bizcocho que en aquellos momentos iba a ser engullido quedó a mitad camino, volvió al plato, ella me miró a los ojos muy seria pero lentamente su cara empezó a iluminarse con una sonrisa.

.- Que te parece, mi bebe ya se está haciendo mayor y su curiosidad sexual empieza a aparecer. Dicho esto se levantó y acercándose a mi me preguntó

.- ¿Tu crees que esto es lo adecuado para una mujer lesbiana? Y sus dos manos se apoyaron en la abultaba barriga.

.- No se…no, creo que no…pero

.- Pero que cariño. Hizo que me levantara y se sento en mi silla despues me sentó de lado sobre sus rodillas, su cuerpo tibio y perfumado me rozaba por todas partes y sus labios se apoyaron en mi frente.

.- Verás, es que ayer por la noche no podía dormir, oí unos siseos en la piscina baje y os ví a ti y a tía Merche haciendo …bueno parecía que estabais haciendo el amor.

.- Ah pillina, con que espiando a escondidas. Ella fingía enfado pero no lo estaba en absoluto me bastaba con observar sus bellos ojos verdes que no habían dejado de sonreir.

.- Noooo,…fue sin querer, creí que alguien había entrado en casa.

.- Claro y te diste el lote haciendo de voyeur. Me abrazó y apoyo mi cabeza contra su pecho.

.- No mama, bueno si….es que se os veía tan hermosas, tan entregadas.

.- Ya me pareció a mi oír algún murmullo entre los matorrales, y dime cariño, ¿os excitasteis viéndonos tú y tu hermanito?. Aquí si que me quedé boquiabierta.

.- ¿ Como sabes que estaba también Andrés?. Pude por fin articular

.- Porque siempre vais los dos en pareja, allí donde esta uno el otro no anda lejos. Ella al parecer no daba ninguna importancia al hecho.

.- No, no estaba…bueno primero no estaba pero después si, se me acerco por detrás y me hizo guardar silencio.

.- ¿Estaba muy cerca de ti?

.- Si, de hecho estaba casi sobre mi espalda, para poder ver por el mismo hueco que miraba yo.

.- ¿Y no notaste nada especial en su cuerpo?

.- ¿A que te refieres?

.- Ja,ja,ja,ja,ja, no sabes mentir Daniela, te has ruborizado y seguro que notaste que el estaba excitado y tu también debiste ponerte muy calentita, el espectáculo no era para menos.

.- Vale mama, si noté como a Andresín le aumentaba algo la pilila que tiene entre las piernas y estaba muy tibio; pero mama era yo la que te había preguntado. Quise tomar el mando de la conversación otra vez, pero con mama era muy difícil.

.- No te preocupes aclararé tus dudas en seguida, pero te pregunto estas cosas para que comprendas mejor la respuesta, dime la verdad después de vernos hacer el amor a mi a tita Merche ¿qué hicisteis?

.- Nada mamá, volvimos a la cama.

.- Danielita mi amor…vuelves a mentir. Su mano no dejaba de acariciar mi pelo y sus labios de besarme.

.- Es que….

.- Venga anímate, yo se lo que hicisteis, pero quiero oírlo de tus labios

.- Es imposible que lo sepas

.- Con detalle, no; pero me lo imagino, y quiero oírlo por esta boquita, porque seguro que cuando me lo cuentes me voy a excitar yo.

Era imposible mentir a mi madre, me arme de valor y se lo conté todo desde el momento en que oí a Andrés como se estaba masturbando. A medida que transcurría el relato mi braguita de algodón se iba mojando mas y mas, mojando sus muslos, ella lo notaba pero por el momento no decía nada.

.- …. Y esto es lo que sucedió. Terminé acurrucando la cabeza sobre sus senos.

.- Veamos mi niña, ¿tu crees que lo que habéis hecho esta mal o bien?

.- No se mami…yo quiero que tú me lo digas.

.- Verás cariño ¿tu quieres a tu hermano?

.- Claro que si, mas que a nadie, bueno cas… supongo que a vosotros os quiero mas…no se

.- Y ayer por la noche quisiste demostrarle tu amor haciéndole un regalo, le diste placer y él te lo dio a ti ¿ tu crees que esto es malo? ¿gozasteis los dos?

.- Si mama, gozamos..lo que sentí fue sublime.

.- Pues ya te he respondido, tita Merche y yo nos queremos al menos tanto como vosotros dos, desde niñas, siempre hemos estado juntas y siempre que podemos nos damos placer, sin que esto signifique que los hombres no nos lo dan, al contrario gozamos mucho con ellos, tanto tu padre como el tío Abel saben llevarnos al cielo. Además ahora tu padre debido al avanzado estado de mi embarazo no se atreve a penetrarme y como yo soy muy fogosa al igual que tía Merche, procuramos complacernos de otro modo quizá un poco mas dulce, pero igualmente agradable. ¿He respondido a tu pregunta, cielo?

Yo estaba con la boca abierta sin saber que hacer, ni que decir.

.- Si mamá, creo que si…, seguro que si.

.- Vale pues, acaba de desayunar y vamos a tomar el sol, este verano aprenderéis muchas cosas, ayyyyyy.

.- ¿ Que te pasa? ¿no te encuentras bien?

.- Ya esta, si muy bien, tu hermanito me acaba de dar una patadón

.- ¿Si? ¿me dejas tocarlo?

.- Claro que si esta mañana esta revuelto. Se levantó el camisoncito y me indicó que apoyara el oído en su tripa, en aquel momento me dí cuenta que no llevaba ningún tipo de braga y su vello rojo emergía de entre sus muslos.

Apoye mi cabeza en la barriga de mama y efectivamente note las travesuras del pequeño que no paraba de patalear, casi sin querer mi mano se apoyo en aquel sedoso vello e instintivamente mientras escuchaba el palpitar del niño mi mano fue bajando hasta rozar la vagina de mi madre, noté que estaba húmeda , mi dedo índice empezó a revolotear en aquella rosa semiabierta y noté como ella suspiraba.

.- ¿Qué haces cariño? ¿o es que también eres lesbiana?.

En aquel instante comprendí todo lo que me había intentado explicar mi madre y continué con la exploración.

Levante un poco la otra mano y acaricié los enormes pezones que me habían dado de mamar hacia 13 años y otra pregunta se agolpo en mi boca.

.- Mami, ¿ya tienes leche?. Aunque yo ya sabía que si la tenía.

.- Si cariño, ¿ quieres ver como me brota del pecho?

.- Si, por fa…. Sin dejar de acariciar su sexo observé como se deshacía del camisón suavemente se levantaba el seno y empezó apretarlo con suaves masajes, muy pronto asomó una gotita de liquido blancuzco, después a medida que ella iba apretando mas la gota se agrandó mas y mas y en unos segundos un pequeño chorrito brotaba con fuerza del rosado pezón, me dio en la cara, tenía un sabor raro, no sabía a leche de vaca.

.- ¿ Puedo ? . Le pregunte acercando mi boca a la teta

Ella asintió con la cabeza y me la ofreció como si fuera un bebe.

.- Chúpala cariño, chupa de la teta de tu mami como lo haciaís hace unos cuantos años tu y tu hermanito gemelo, muchas veces solo de sentir vuestras boquitas al mismo tiempo una en cada pezón me provocabais un tremendo orgasmo .

Empecé a mamar con fuerza de aquellas tetas que tanto admiraba, la leche acudía a mi boca y la tragaba con gusto, estaba tibia y agradable, mi madre no dejaba de besarme en la frente y empezó a gemir de placer, su mano se metió entre mi braguita y mi vientre y buscó mi clítoris acariciándolo suavemente, al cabo de unos minutos empecé a notar que otro orgasmo me iba a poseer en unos segundos, eche un poco la cabeza hacia atrás y abrí un poco mas las piernas para dar facilidades , mama lo noto e intensificó sus caricias y en aquel momento le ví…Andresín estaba en la puerta de la cocina , desnudo, una toalla estaba en el suelo, su polla erecta era pasto de una masturbación furiosa, no dije nada…simplemente me abandoné y deje que mi cuerpo y mi mente se consumieran en aquel placer que me embargaba, sin dejar de chupar golosamente aquel manjar…..mi madre también se corrió. Noté como se estremecía de placer y asi quedamos las dos abrazadas durante casi quince minutos….

Continuará