Fantasia en un club de intercambios
Una pareja decide acudir a un pub de ambiente liberal donde comienzan una experiencia que exaltará sus sentidos.
Hola, soy Karin, os voy a contar cómo fue la primera vez que acudí a un pub de intercambio, y cómo me inicié en este ambiente.
Ante todo creo que debo presentarme, soy bajita, tengo buen pecho, y bastante morbosa, con mis 32 años, mi experiencia sexual consistía en polvos con riesgo, en playas nudistas, etc...
Mi experiencia en intercambio era nula, excepto cuando era joven que una amiga y yo nos acostamos con dos amigos comunes en la misma habitación, cada uno con su pareja, y ¡¡¡fue un desastre!!!, estábamos más pendientes los unos de los otros que de disfrutar, es decir, que partía de una experiencia negativa.
Un día Pedro, mi actual pareja, cuando jugábamos a contarnos nuestras fantasías (nos las contamos y si la otra parte lo ve oportuno, monta el juego para hacerlas realidad), me sugirió la posibilidad de ir a conocer un pub de intercambio, a lo que yo no dije nada pero no estaba por la labor. Tras pensarlo mucho tiempo, y acordándome de algunas experiencias que habían sido negativas, y luego las había repetido y me habían encantado, decidí darle ese gusto. Me informé y aunque con reticencias, decidí llamar por teléfono al pub que tenía elegido, la chica que me contestó al otro lado me quitó muchos de mis temores, así que elegí un sábado por la noche, día en que sólo van parejas.
Tengo que reconocer que el sábado anterior fui a la puerta del pub, para ver que tipo de gente acudía a esos sitios, me sorprendió, pues además de muchas parejas, algunas estaban muy bien, tanto ellos como ellas,.
Así que al sábado siguiente, tras una suculenta cena, le propuse que fuésemos a conocer un pub de intercambio del que me habían hablado, a lo que me miró con una gran cara de sorpresa, le conté todo lo que había hecho y visto y que estaba dispuesta a probar, nos pusimos nuestros límites, que si a alguno no le agradaba la situación, sólo tenía que decirlo y nos íbamos.
Yo me vestí para la ocasión, ropa interior sensual, tanga y sujetador a juego, y aunque dudé no me atreví a ponerme una minifalda como la que había visto que llevaban las chicas que acudían al local el sábado anterior, así que me puse pantalón y una camisa semitransparente, muy sensual, pero sin pasarme.
Cuando llamamos al timbre estuve a punto de echarme atrás, pero ya era demasiado tarde, nos abrió una chica, muy escotada y agradable, que nos explicó cómo funcionaba el ambiente y nos enseñó el local, que era un pub normal, con una sala para estar charlando, un pequeña pista de baile, servicios y una sala con una gran cama donde hacer el amor, en el momento que nos lo enseñaba había una pareja, completamente desnudos, él le comía el coño a ella, que se relamía de gusto, ni se inmutaron cuando entramos nosotros, a mí me impresionó mucho, pero no comentamos nada.
Mientras nos tomábamos unas copas, fueron llegando bastantes parejas, aquello parecía un pub normal, aunque algunas parejas que iban a bailar no volvían, supongo que estarían donde el colchón, el ambiente se iba caldeando y rezumaba sexo, unas televisiones retransmitían películas porno y las parejas se miraban unas a otras, dos parejas que estaban frente a nosotros charlando, unas de las chicas se quitó una chaqueta que llevaba y se quedó en sujetador, el ambiente como os podéis imaginar se estaba poniendo al rojo vivo, a Pedro se le iban los ojos detrás de algún culo que veía pasar, y de la chica que charlaba amigablemente en sujetador.
Tras un rato de charla, fuimos a la pista de baile, estaba muy oscura, pero se podía adivinar lo que allí pasaba, las parejas hacían cualquier cosa menos bailar, una chica semidesnuda le chupaba la polla a un tío mientras este morreaba a una chica que a la vez se metía mano con otro chico, una chica con la falda por la cintura era penetrada en medio de la pista, es decir aquello pondría caliente a la más frígida, yo estaba a cien, mientras bailaba Pedro me dijo que iba a meterle mano a una morenita medio hippie, con un tanga blanco, que bailaba con su pareja, yo asentí, la verdad es que hacía un buen rato que diversas manos me estaban tocando el culo y yo ya estaba a cien, tras echar un vistazo en la habitación del colchón donde varios cuerpos totalmente desnudos retozaban unos encima de otros, la verdad es que en ese momento si me hubieran propuesto meterme en medio de ellos/as no me lo hubiera pensado, estaba excitadísima.
Estábamos sentado en la mesa cuando otra pareja se sentó con nosotros, empezamos una amigable charla, él estaba muy bien de tipo, y de vez en cuando me tocaba el brazo, la pierna y no quitaba ojo de mi sujetador que se adivinaba tras la camisa, Susana, que así se llamaba la chica tonteaba con Pedro, y le enseñaba el final de sus medias con liga, cada vez que se movía un poco. En ese momento, decidí ir al servicio, Susana dijo que iba también, nos fuimos las dos, estaba ocupado y mientras Susana y yo charlábamos, cuando ella se acercó a mí y empezó a tocarme un pecho, yo me dejaba hacer, la verdad es que me estaba gustando, qué morboso, en un servicio donde podía aparecer cualquiera, dejándome tocar por una chica que casi no conocía, ella siguió tocándome y morreándome, yo solo acerté a sobarle las tetas, qué sensación, era mi primera experiencia con otra chica, me sentía excitadísima, cuando salió la otra chica del servicio se entretuvo arreglándose en el baño mientras no nos quitaba ojo de encima, ¡eso si que era morbo!.
Cuando volvimos, nos preguntaron por qué habíamos tardado tanto, Susana les dijo que habíamos estado metiéndonos mano en el baño, yo me puse nerviosísima, y Pedro me miró con cara de complicidad, supe que todo iba bien, nos fuimos a bailar para poder hablar solos del tema, cuando llevábamos un ratito sentimos una alguien a nuestro lado, eran Susana y Lorenzo, se pusieron a nuestro lado mientras él me sobaba las tetas, me desabrochaba el pantalón y me lo bajaba por las rodillas, yo le sobaba la polla: Pedro ya tenía a Susana con la falda subida, y él una teta fuera del sujetador, nos tocamos los cuatro por todos los sitios, yo no me lo podía creer lo que estábamos viviendo, eso sí que era una experiencia erótica, en una pista de baile en bragas y con un montón de gente que cuando podía me tocaba algo, las tetas, el culo, el coño, yo a la vez tampoco me quedaba corta y me dedicaba sólo a disfrutar del momento.
Nos propusieron ir a los reservados (al colchón) pero nos pareció un exceso para la primera vez, así que nos salimos a las mesas, ellos se fueron a los reservados, yo decidí excitar un poco más a Pedro así que al recomponer mis ropas para volver a las mesas, decidí no ponerme la camisa y me fui a las mesas semidesnuda de cintura para arriba, con el sujetador negro que llevaba, Pedro estaba excitadísimo y en las mesas me estuvo metiendo mano todo el rato, volvimos a bailar un par de veces y en un momento que fui al servicio (una excusa para cotillear a la pareja que estaba con nosotros), vi a Lorenzo haciendo el amor con otra chica, mientras que Susana con otra pareja le comía el coño a ella, mientras que él le hacía el amor, me acerqué y me dejé tocar un rato (es mi pequeño secreto, no se lo he contado), por el chico que se follaba a Susana, mientras yo disfrutaba de las tetas de Susana.
A partir de ese momento hemos vuelto a ir a diversos pub de intercambio, y aunque vamos de tarde en tarde, hemos disfrutado de experiencias inolvidables.
Un besazo a todos los que leáis esta historias de: KARIN