Fantasía en el ciberespacio
Estás aburrido, miras a la pantalla, ahí se oculta un mundo que te atrae, que te excita... y que te hace imaginar...
Fantasía en el cibersespacio
Es uno de esos momentos en los que no hay mucho que hacer y el aburrimiento empieza a hacerse el dueño, así que aprovechas para entrar en el desván de la imaginación a prestar alas a tu fantasía Últimamente a ésta le gusta volar por lugares de mirada lasciva que invitan a los placeres sensuales y a la lujuria Todo suele comenzar de esta forma:
entras en una de esas páginas de anuncios que hay en la red hasta que alguno atrae tu atención, lo abres, miras la foto y lees el mensaje , enseguida comienzas a sentir como una especie de comezón que se hace la dueña de tu cuerpo, el corazón empieza a latirte con fuerza y una especie de angustia parece que te ahoga El deseo se ha adueñado de la mente e impulsa una fuerza interior que no te deja parar y que, por eso mismo, acaba convirtiéndose en una obsesión. Toda tu piel está que arde y notas que hasta tus poros parece que expelen alguna sustancia que impregna el aire de erotismo. Vuelves a mirar esa foto erótica y a leer ese anuncio que te incita a imaginar cómo será esa persona que parece estar en la misma situación, con el mismo deseo y sin esos prejuicios que hagan de barrera. Ahora la barrera que hay que romper es la de la distancia, has de convencer para conseguir tener delante ese cuerpo que ansía lo mismo que el tuyo pero hay demasiados hombres para tan pocas mujeres que buscan el sexo de esta manera, también hay gente que miente y no sabrás qué es lo real hasta que no estés delante Los aparatos dan lugar a engaño, pero no puedes evitar sentir el deseo, e incluso crees sentir las feromonas a través de los mismos
Has elegido a la chica que más te ha gustado, y le has mandado esa foto erótica que te hiciste hace poco en el campo, y, junto a la foto, un mensaje que decía lo siguiente:
Siento en mi piel la fuerza de los elementos. Mis células están conectadas directamente a la Tierra a esa naturaleza abrupta donde no llega la mezquindad, ni ese veneno que nos corrompe día a día en el entorno donde habitamos. Por eso mis poros irradian esa energía y en mis ojos se refleja todo lo que he visto
Siento también las secuelas de una moral castradora que nos hace sentir que tan solo tenemos derecho a compartir nuestra piel con una persona elegida al azar. La fuerza de mis instintos me lleva a revelarme contra esa ley, ese mandamiento de una ley que atribuyen a un hombre hecho Dios.
¿Me ayudas a quebrantarla?
De esta forma es como llega ese momento en el que has conseguido una cita.
Conduces hasta esa ciudad comiéndote las uñas mientras intentas poner rostro y forma a esas imágenes borrosas. Tampoco conoces el tono ni la vibración de su voz, ni la armonía y cadencia de sus movimientos, ni toda esa suerte de características que conforman eso que llamamos la química entre dos cuerpos, pero de momento si hay una fuerte predisposición a que exista esa química y el misterio hace de este un momento especial y algo mágico Eso mismo es lo que le da encanto. Siempre te gusto vivir aventuras y momentos especiales , distintos.
Se aproxima ese momento, has llegado al lugar y vuelves a sentir un poquito de ansiedad en tus propios latidos. Habéis quedado en una placita céntrica, al lado de un centro comercial, y aquello está abarrotado de gente, eso le da más misterio, pues cualquiera te puede parecer la persona ya que sólo tienes una pequeña referencia de aquella foto borrosa. Eres tú quien le indicó una seña para poder reconocerte
- ¿Será esa chica que viene en línea recta ? Uf, qué carita más morbosa con esos gruesos labios pintados de rojo, además parece interesante y tiene buen gusto ¡Vaya!, ha pasado de largo... ¿Y esta que lleva ahí un rato parada?, parece estar esperando pero ¿por qué no me dice nada? Le conté que llevaría una cazadora de cuero de color oscuro, y el pelo muy corto O, a ver si van a ser esos tíos que se están riendo y es todo una farsa
De pronto alguien te toca por detrás:
Hola, tú eres Josean ¿no?
¡Ah! Hola ¿qué tal? Si soy yo. Y tú ¿ ?
*
.
Por unos instantes sientes su mirada clavada en la tuya de frente, ahora no sabes muy bien cómo seguir y hablas de cualquier cosa mientras os vais estudiando detenidamente pero de forma subrepticia, no puedes evitar recordar esas fotos que viste anteriormente, y eso te hace imaginar lo que habrá debajo de esos pantalones ceñidos pero también has mirado sus manos, sus rasgos, su mirada No estás tan obsesionado con el sexo como para no buscar la sensualidad que hay en los gestos, en la voz o en la misma mirada Casi siempre la seducción empieza por ahí
Aunque, últimamente, te has dado cuenta de que ya no rechazas cosas que hasta hace un tiempo eran tabú, ni siquiera tienes ya un estereotipo definido, sabes que podrías disfrutar igual con una lolita que con una mujer madura que sepa cuidarse, que puede haber tanto placer en las caricias suaves y la ternura como también en ese desenfreno agresivo que te lleve a un estado de casi vehemencia entonces hasta podrías arrancar, desgarrar su ropa interior y coger tu miembro inyectado de sangre, erguido con tanta fuerza que hasta te duele, para penetrarla sin esperar O empezar besándola despacio en el cuello para después lamer, despacio, toda su piel Cualquier cosa vale. Lo importante es saber dejarse llevar por lo que la otra persona pueda suscitar en ti en ese momento
Pero ahora, hay que romper ese hielo
Habéis entrado a un bar concurrido donde habéis pedido una cerveza, pero antes de que se acabe, sientes que ya no podéis esperar, has notado la energía que fluye en ese espacio que separa vuestros cuerpos, y enseguida os habéis acercado mucho, hasta rozaros y notar cómo se eriza el vello de tus brazos y sientes un hormigueo debajo de la piel...
Ha sido tan solo necesaria una mirada para que los dos supieseis lo que estaba ocurriendo, tampoco necesitáis conocernos demasiado, hay veces que en el anonimato uno es más real y emergen esas otras facetas que ocultamos ante los que parecen conocernos más... Habéis buscado un lugar íntimo donde despreocuparos de todo lo que ocurre a vuestro alrededor, con el ansia de explorar vuestros cuerpos e ir quitando esas capas que lo envuelven como un bonito y preciado regalo... ávidos de mezclar vuestra piel e incluso vuestros flujos más íntimos... (siempre con ese cuidado que exigen los tiempos), pero sin prisas, recreándonos en ese momento... He mirado tu ropa más íntima adivinando qué es lo que envuelve y aproximando mis manos hacia tu piel hasta notar esa corriente eléctrica que surge al entrar en contacto dos cuerpos que se atraen. Que se excitan. He puesto mis labios en tu cuello, mis dedos en tus muslos... muy suavemente... dejándoles deslizarse lentamente... mordisqueando tu piel como una caricia más..., después he descubierto tus pechos para ver cómo se yerguen tus pezones... y acariciarlos con la punta de mi lengua... hasta notar tu respiración que fluctúa como un mar tranquilo... Después has empezado a gemir en silencio conforme acercaba mi dedos hacia tu sexo, hasta colocar despacio toda mi mano abierta cubriéndolo entero y notando cómo se empapan tus braguitas y cómo crece mi pene al inflamarse con un calor suave... creciendo y ensanchándose hasta tal punto que siento sus palpitaciones... Pero quiero esperar para alargar ese momento, como si se hubiese detenido el tiempo, aunque esa ansiedad y deseo de dejarse llevar parezca que me ahoguen... Entonces he bajado mi rostro hacia tus nalgas, después de tumbarte en el lecho y desnudarme sin que apenas te dieses cuenta... y, arrodillándome entre tus piernas, te he quitado el tanguita recreando la mirada en la insinuante estrechez de su tejido de un blancura casi transparente, también he observado tus ojos que han preferido huir de la mirada y dejarse llevar... Siento tu palpitación y tus jadeos, entonces aproximo mi rostro entre tus piernas para acariciar esos pétalos y abrir un poquito esa flor con mis dedos a la vez que pongo mi lengua, llena de humedad, alrededor del botoncito de carne que aparece entre ellos... después he recorrido lentamente todo tu cuerpo, he subido mis manos con los dedos abiertos hasta estrechar tus caderas y sujetar ese cuerpo que ahora se estremece entre ellas... También he lamido tus muslos sin dejar de acariciar tu sexo hasta que esos líquidos me han indicado, como una invitación, que puedo penetrar suavemente dentro de tu cuerpo... Pero antes te he dejado coger mi pene cuando su tamaño no daba más de sí, para meterlo en tu boca y... he seguido recorriendo tus curvas... y te he besado los labios... y cuando te has querido dar cuenta, te has quedado un segundo sin respirar porque has notado que algo muy grande y caliente ha entrado en tu interior comenzando a moverse con un suave vaivén... e incluso ha surgido un hilillo de humedad entre la comisura de tus labios y he puesto encima los míos... Ahora la mente queda en blanco, habéis dejado de ser dueños de vuestros propios cuerpos y el éxtasis se ha adueñado de toda la atmósfera... En ese momento los dos hemos sentido que no hay nada que pudiera importarnos. Que el mundo se ha detenido.
¡Vaya, viene mi jefa !
A ver... ¿me puedes imprimir ese escrito?
¿Continuará?...
JOSEAN