Fantasía de un sumiso. 2
Fantasías de un sumiso
Como cada viernes al salir de trabajar me voy a tu casa a esperarte, entro en tu casa gracias a la llave que me has entregado. Nada más entrar me desnudo y me pongo el collar de perro que hay en el colgador de la entrada. Mi ropa la dejo dentro del baúl de la entrada, en todo el fin de semana no la voy a necesitar. Me pongo a cuatro patas y me voy al salón a tumbarme en la manta que hay en mi rincón. Pasa el tiempo, nunca vienes a la misma hora, yo estoy atento a los ruidos esperando oírte llegar para ir a recibirte como un perro fiel.
Ya es de noche y aun no has llegado, mi mente no ha dejado de fantasear sobre lo que harás conmigo este fin de semana y no he podido evitar excitarme. Mi pene esta totalmente duro y en un acto reflejo me estoy restregando contra la manta en la que estoy acostado, no es la primera vez que me he corrido sobre ella, soy un perro caliente, muy caliente…
Oigo pasos cerca de la puerto y siento como introduces la llave… salgo rápido hacia la puerta para recibirte. Cuando se abre la puerta veo que no vienes sola, estas con un hombre, es la primera vez que me presentas a alguien. Continúo acercándome y comienzo a besar tus pies y a rozarme contra tus piernas, pronto te das cuenta de mi erección y se lo comentas a tu visita.
Os vais hacia el salón sin hacerme mucho caso y yo os sigo. Te sientas en el sofá y el al lado tuyo, yo me tumbo a tus pies esperando quieras hacerme caso. Mientras habláis de cosas sin importancia con un pie comienzas a acariciarme el cuerpo, mi erección que había disminuido vuelve a resurgir. Estoy totalmente excitado y me tumbo boca arriba como cualquier perro que busca una caricia más directa. Tu acompañante no deja de mirarme mientras empezáis a hablar de mí. Le explicas que soy tu perro, un perro al que dominas y con el que te diviertes. No dejas de acariciarme con el pie acercándote cada vez mas a mi pene erecto que necesita desahogarse.
La situación hace que tu acompañante este excitado, se ve claramente su bulto entre las piernas, te das cuenta y dejas de acariciarme y te dedicas a él, comenzáis a besaros y acariciaros y os vais desnudando mutuamente. En poco tiempo estáis los dos desnudos acariciándoos, yo mientras estoy a cuatro patas observando.
El esta totalmente empalmado y vas acercando tu boca a su pene y comienzas a chuparlo. El empieza a gemir, demostrando lo buena que eres con la boca, te deslizas del sofá al suelo dándome la espalda y mostrándome tu coño húmedo y excitado, me acerco a ti y comienzo a lamerlo, con lengüetazos largos y profundos. Voy de tu coño a tu culo lamiendo, besando introduciéndome dentro de ti.
Necesito más y dejo de besarte y me subo a tu espalda intentando introducir mi pene dentro de ti, comienzas a moverte intentando evitar que esto suceda, mi pene tropieza una y otra vez contra tu culo rozando tu coño pero sin conseguir introducirme dentro de ti.
Dejas de moverte y de una estocada me introduzco dentro de ti y comienzo el movimiento de mete saca, estoy dentro de mi AMA y quiero correrme. Me siento en la gloria y siento como tu acompañante explota en tu boca y como te lo tragas todo.
Yo sigo dentro de ti, intentando acabar.
Intentas levantarte pero mi peso lo esta impidiendo, me ordenas me baje pero no puedo estoy demasiado cerca de mi placer y mi mente no reacciona normalmente. Con ayuda de tu acompañante consigues levantarte dejándome a cuatro patas totalmente empalmado y frustrado.
Me riñes como se riñe a un perro desobediente y comienzas a decirme que parece que estoy mal educado. Yo me tumbo a tus pies y comienzo a lamerlos en señal de sumisión. Esto parece que te gusta y comienzas a decir que igual llevo demasiado tiempo sin follar y que hay que poner remedio a esta situación. Mi excitación que no había bajado en todo este tiempo se hace todavía más insoportable.
Sigo a vuestros pies y tu comienzas a besar a tu acompañante y le dices algo que yo no consigo oír. Al cabo de un rato él se levanta y se dirige al baño, tu te acercas mas al borde del sofá y abres tus piernas, yo inmediatamente sin que me digas nada me introduzco entre ellas y comienzo a besarte, a lamerte a comerte el coño que esta totalmente mojado.
Pasa un rato cuando me doy cuenta que detrás de mi esta tu acompañante acariciando mi culo, levanto la cabeza y te miro pidiendo perdón y esperando le digas que se detenga. No es la primera vez que me penetran, es una de tus preferencias, ponerte el arnés y penetrarme, pero nunca lo había hecho con un hombre. Con una mano bajas mi cabeza indicándome que continué dándote placer.
El por su parte introduce un dedo dentro de mi culo y comienza a decirte que le va a gustar mucho follar ese culo tan apretado. Me siento derrotado, te había pedido follar y tú me lo has concedido aunque no de la forma en la que yo esperaba.
Siento la punta de su polla apoyada en la entrada de mi culo, presiona un poco y noto como me voy abriendo lentamente, su glande se comienza a introducir dentro de mí y de un solo golpe me la introduce totalmente arrancándome un grito de dolor. Me siento dolorido y lleno, te quedas un rato así totalmente dentro de mí. Poco a poco comienzas a entrar y salir de mi culo cada vez más rápido, y yo continuo gimiendo de dolor que poco a poco se convierte en placer. Mi cara entre tus piernas y mi lengua dentro de ti dándote placer.
Me siento usado y sumiso, muy sumiso, mi pene totalmente erecto cuelga entre mis piernas balanceándose de un lado a otro sintiéndose olvidado y necesitando ser acariciado.
Tus embestidas comienzan a acercarme al borde del orgasmo, siento tus manos en mis caderas agarrado a ellas para ayudarte a penetrarme profundamente. No puedo evitarlo y me corro me vacío en el suelo mientras tu acompañante no deja de entrar y salir de mi.
Mi pene comienza a relajarse cuando siento como se hunden más y noto la explosión dentro de mí.
El se deja caer encima de mi espalda con su pene aun dentro de mí, y noto como poco a poco se va deshinchando dejándome vacío.
Le ayudas a levantarse y comienzas a besarlo y acariciarlo.
Yo sigo a cuatro patas sintiéndome totalmente abierto y vacío.
Sin dejar de acariciarlo me ordenas limpie lo que he expulsado en el suelo, y comienzo a lamerlo dejando el suelo totalmente limpio. Cuando termino me voy a mi manta donde me tumbo y os observo.