Fantasía de un relato

Leyendo un relato, joven mujer descubre la necesidad de tener una fantasía similar con su marido.

RELATO 24

Fantasía de un relato

ECSagardez

Luego de recibir una llamada telefónica, Rodrigo salió apresuradamente, olvidando por completo apagar la computadora

La llamada no prometía nada bueno. Su jefe había sufrido un accidente y se dirigía en esos momentos al hospital, donde recibía atención de emergencia debido a sus heridas. Manejaba a alta velocidad, pero con precaución, cuidando no pasarse los altos.

Independientemente de ser su jefe, era su amigo, se habían conocido desde la secundaria y compartían muchas experiencias con chicas… Por ello le preocupaba sobremanera que hubiera un fatal desenlace

LLEGADA A CASA

Romina, llegó a casa y como siempre lo hacía se quitó las zapatillas y caminó descalza hacia el estudio de Rodrigo, sabía que a esa hora ya había regresado de su trabajo y mataba el tiempo navegando en Internet, en lo que le llamaba para cenar

Su sorpresa fue en aumento al penetrar a la habitación y no encontrarlo, pero la computadora estaba encendida. Por lo que buscó a su marido por todo el departamento, pero no lo halló… Por lo que dedujo que había bajado a comprar algunas cosas

Jamás le había interesado las cuestiones cibernéticas. Pero en esa ocasión se sentó frente a la computadora y empezó a mover teclas y el puntero del ratón, hasta maximizar la página de Internet que Rodrigo había dejado activa y resultó ser RELATOS.COM.

CURIOSIDAD

La curiosidad, por saber que hacía su marido cuando estaba frente a la computadora, cobró interés en Romina, quien colocó el puntero en uno de los relatos de sexo con maduras.

Abrió el texto y comenzó a leerlo, en él se relataba como un joven hacía el amor con una mujer morena de edad avanzada y despertó su interés.

La mujer de voluptuosa figura portaba un calzón de nylon de color negro y tenía prominentes senos que eran la delicia del muchacho, quien los amasaba y se introducía los pezones en la boca para chuparlos con fébril pasión y encendida lujuria

Desde ese momento, Romina sintió que algo recorría su cuerpo de los pies a la cabeza y por un instante pensó en apagar la computadora… Sin embargo, pudo más la curiosidad por seguir leyendo, porque decidió quitarse la blusa rosa y se sacó los pantalones negros que vestía para quedarse sólo con un conjunto de brassier y tanga de color beige

Se volvió a sentar frente a la computadora y siguió leyendo el relato… El muchacho comenzó a meter su mano por debajo del calzón de la madura mujer y la deslizó suavemente hasta sentir la abundante y rizada mata de bellos púbicos

La madura mujer lanzó leves gemidos al sentir el contacto de esa experimentada mano que se abría paso entre sus labios para introducir uno y dos dedos que se humedecieron con los jugos que lubricaban su chocho

A cada línea que leía Romina, su excitación fue en aumento, por lo que se desabrochó el brassier de la parte frontal y dejó al aire sus senos que no eran muy grandes, pero si provocaban el interés de Rodrigo por jugar con ellos

Sus pezones se irguieron como lanzas al sentir la presión de sus dedos y empezó a masajearse los senos con tal suavidad que todos sus pelos se erizaron… La temperatura de su cuerpo se estaba tornando difícil de controlar y necesitaba hacerse algo para bajar esa fébril sensación

INTENSO CLIMAX

El joven del relato comenzó a lamer el cuerpo de la madura mujer hasta llegar al hoyuelo del ombligo donde se detuvo por un instante y jugueteó por unos instantes en ese sitio. La mujer no pudo evitar que la humedad siguiera inundando su cuevita y ya su mata de pelos púbicos mostraban los signos del intenso climax que vivía

El recorrido del muchacho culminó en la entrepierna de la madura mujer y lamió sus muslos internos, provocándole ligeros espasmos de placer… La lengua siguió frenética hasta llegar a la húmeda vagina y penetró como lanza hasta encontrar el clítoris que fue tomado con los labios y sorbido de tal manera que hizo inevitable la llegada del orgasmo..

La mujer lanzó un alarido y jaló de la cabeza al calenturiento muchacho, quien por unos instantes contuvo su ataque, pero enseguida volvió a la carga y se bebió como néctar de los dioses el agridulce líquido que la madura lanzaba como si se le fuera la vida en ello

A CIEN POR HORA

Romina estaba en ese instante a cien por hora… No podía creerlo… El sólo leer esa pequeña parte del relato ya la tenía calientísima y siguió palpando sus senos, su ombligo, su cuerpo, su cuello y llegó lo inevitable… Se despojó de su tanga que ya estaba húmeda y buscó con intenso frenesí su vulva para introducirse un dedo, pero el objetivo principal era encontrar su clítoris

No pasó mucho tiempo para sentir entre sus delgados dedos el botoncito de placer y lo frotó continuamente… Esa operación le estaba satisfaciendo sobremanera e incrementó el masaje hasta que sintió una fuerte descarga eléctrica que recorrió todo el sistema nervioso de su cuerpo para dejar escapar borbotones de fluido, como si estuviera orinando

Ese era un signo de sus potentes orgasmos, además de que sus piernas perdían fuerza. Sin embargo, en esta ocasión fue diferente, porque Romina se estaba masturbando y se encontraba sentada frente a la computadora, leyendo un relato que la había excitado

EXPERTA

El acto del muchacho y la mujer madura continuaba… Ella había tomado su pene y lo había enguillido para chuparlo con fruicción y lamiéndolo a todo lo largo y ancho comprobó que el chamaco había dejado escapar apenas unas gotas de líquido preseminal

La mujer lo lamió bien para dejar el glande reluciente… Mientras con las manos le apretaba los testículos… Era algo que el muchacho disfrutaba y ella era experta mamadora

El sexo oral que propinaba la mujer madura, transportaba al muchacho a los confines de la tierra, con los ojos cerrados el joven parecía encontrarse en otra dimensión y disfrutaba a plenitud el fellatio que le hacían

La madura señora siguió su rutina y engulló de un golpe todo el miembro del muchacho, sintiendo que le destrozaba la garganta, pero éste no pudo evitar lanzarle una, dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis descargas de sémen que la mujer tragó sin derramar ni una sola gota… Eso era lo que le gustaba, las potentes eyaculaciones de Román

SUPER EXCITADA

Al llegar a ese punto de la lectura, Romina estaba súper excitadísima… Añoraba en ese momento tener cerca a Rodrigo para experimentar las mismas sensaciones de placer que la madura mujer se prodigaba a costa del muchacho

Por lo que se dirigió al refrigerador de la cocina y sacó un frío y largo pepino que semejaba el grueso miembro de Rodrigo… Lo lavó bien y regresó a la computadora

Cuando siguió leyendo y disfrutaba del relato, su vulva le reclamaba más caricias y empezó a frotarse el pepino en la parte externa de su vagina. Esa sensación la relajó por completo y continuó su labor con el pepino en la mano derecha, mientras con la izquierda se tomaba uno a uno los pezones que estaban erguidos a más no poder

Romina, se sintió desfallecida… El éxtasis la había alejado de la realidad y en el momento menos esperado se lo introdujo en su húmeda vagina, con la cual jugó por varios instantes, ya sea metiéndolo hasta más de la mitad o sacandolo todo para introducirlo nuevamente.

Sus manos viajaban a tal velocidad que sus gemidos se fueron acentuando y se hicieron más prolongados… Había llegado el momento de experimentar otro más de sus orgasmos y sólo alcanzó a sacar el grueso pepino cuando una descarga de líquido víscoso y ligero salió disparado manchando la pantalla del ordenador y la alfombra del estudio. Mientras un fuerte olor se esparció en el estudio de Rodrigo

TERRIBLES ORGASMOS

Romina no pudo más… Si seguía leyendo ese relato, terminaría por tener otro de esos terribles orgasmos que a ella la espantaban, pero que Rodrigo disfrutaba y lo envanecían como si fuera el mejor de los amantes… Aunque lo era.

La joven señora pensó para sus adentros que mejor esperaría a su marido para culminar la lectura de ese relato… Porque no necesitaba introducirse sus dedos ni cualquier fruto, lo que requería en ese instante de calentura era la verga de Rodrigo. Porque debía reconocer que tenía lo suyo

Y al evocar el miembro de su marido, lo recordó como un potente trozo de carne de unos 18 centímetros, pero tan grueso que a veces le causaba ligero dolor, pero que lo disfrutaba en toda su extensión, porque Rodrigo era un buen amante y sabía manejar las embestidas

Apagó la computadora y se dirigió a su recámara, luego de limpiar los desechos de su vagina… Al poco rato escuchó el carro de su marido que se estacionaba frente a la casa y lo esperó sentada en la sala

Cuando entró se arrojó en sus brazos y comenzó a besarlo con pasión desenfrenada… Rodrigo ni se inmutó pero tampoco despreció la muestra de cariño

RIENDA SUELTA

Enseguida ambos se desnudaron y en la sala dieron rienda suelta a sus fantasías… Romina pudo comprobar que Rodrigo le estaba haciendo el amor como el joven a la madura mujer y eso enervó sus sentidos. Era lo que ella deseaba

Por lo que luego de un buen 69 donde ambos disfrutaron el placer a toda su magnitud… Llegó el momento que más esperaba ella… La penetración

Rodrigo le abrió las piernas y puso su verga a la entrada de la vagina de la joven… Ella tomó la iniciativa y empujó suavemente para sentir como la desgarraba por dentro… El calor que despedía la vagina de su mujer, excitó mucho más al muchacho, quien comenzó a hacer movimiento circulares para adaptar su miembro a la estrecha oquedad.

Cuando ambos se adaptaron, Rodrigo bombeó y con suavidad metía y sacaba su viril instrumento… Esta acción duró por espacio de 15 minutos, ella ya no podía aguantarse más y sentía que su terrible orgasmo estaba cerca, por lo que apresuró al joven para correrse juntos

No tuvieron que esperar mucho… En el instante en que Rodrigo hizo más presión y le introdujo toda la verga hasta chocar los testículos con las nalgas de Romina, lanzó una exhalación y eyaculó una, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete veces dentro de la mujer que aguantó las descargas

Pero no pudo soportar más y con un ligero movimiento se zafó para dirigir una tremenda descarga de su chocho al pecho de su marido, quien disfrutaba las venidas de Romina y lo hacían sentir el más potente de los amantes

TEMPESTAD Y CALMA

Después de la tempestad volvió la calma… Romina le preguntó el por qué había dejado la computadora encendida y marchado de improviso… Rodrigo le confió que su amigo y jefe había tenido un accidente… Pero afortunadamente no fue nada de cuidado

Ambos se abrazaron… Pero ninguno comentó que su reciente polvo había sido producto de la fantasía del relato "Duerme pequeño mío", publicado en el portal de Internet: Relatos.com… Un secreto que los dos no compartieron, pero que disfrutaron plenamente y que volverían a disfrutar en otra oportunidad