Fantasía de abuso I
Ese día mis hermanas y mi madre salieron temprano, más que a tiempo, me puse solamente un vestido de una sola pieza con botones de remache de esos de presión al frente, mi madre no vio mal que no me pusiera ropa interior, pues era algo relativamente común en casa,
Hola este es mi primer relato, y espero que sea de su agrado, comenzaré por describirme, ya que pretendo que yo sea la protagonista de todos mis relatos, algunos serán ficción, otros serán experiencias reales, pero serán ustedes los que deberán determinar cuál es cual, mi nombre es Haylin, pero mis amigos y familia me llaman Hily, tengo poco más de 18 años, y nací con una condición que se conoce como síndrome de Higlander, que hace que me vea mucho más joven de lo que realmente soy, por lo que mi cuerpo si bien no tiene mayores problemas, si me impiden verme tal cual mi edad es, soy muy bajita, mido 141cm de estatura, delgada, pecho completamente plano, aunque eso sí mis pezones son de un café muy oscuro, (dicen que las mujeres de pezones oscuros somos más cachondas, quizá sea cierto), mis nalguitas si están bastante paraditas, mi condición hace que no me crezca el vello púbico, al igual que el vello de las axilas y las piernas, tengo los ojos verdes, y mi cabello es lacio castaño oscuro hasta los hombros, así mismo nací con una extraña condición que hace que los pies se me hinchen muchísimo si uso zapatos, por lo que siempre ando con sandalias o descalza, incluso en el colegio, mis maestros y mis amigos saben de mi condición y me cuidan mucho, pero no me dan tratos especiales, en cuanto a mi familia, podría decir que no es como las demás, el desnudo es algo común en casa, la masturbación también, besos de boca etc., mi padre y mi madre viven separados, pero se aman mucho, no están divorciados ya que nunca se casaron, pero mi padre nos visita seguido y pasa tiempo conmigo y con mis hermanas, mis padres nos enseñaron que el amor es algo que no se esconde, por lo que muchas veces he visto a mis padres tener sexo sin exhibirse claro, es decir, si quieren hacerlo lo hacen y punto, (tampoco es que nos les quedemos viendo cuando lo hacen) soy la mayor de tres hermanas, y el amor con nuestros padres ha rebasado la barrera parental pero esa no es la historia en este momento, pues debo ir en orden cronológico, al menos así me gusta.
Ya que me conocen vallamos pues al relato del día de hoy, la que fue mi primera vez, esto sucedió algunos años atrás cuando estaba en la secundaria, si bien hoy puedo decir que soy totalmente bisexual, en ese tiempo estaba perdidamente enamorada del profesor de artes, él era alto, cuerpo fornido, barba de candado, tenía tatuajes por todo el cuerpo, (aunque solo se le veían los de los brazos) ojos café oscuro, cabello corto, anillos en todos los dedos, cadenas al cuello, y aretes en las orejas, todo un rebelde, ahora mi escuela tiene la política de que cuando un maestro tiene un problema con un alumno, el maestro debe ir a la casa del alumno a hablar con los padres, por lo que me pregunté qué pasaría si lograra tener al profesor de artes en mi casa para mi sola, por lo que empecé a fallar a propósito en su clase, (aunque la verdad no me gustaba su materia solo él) pasado un mes el profesor me llamó al final de la clase:
-Haylin, estas en peligro de reprobar, tengo que hablar con tus padres.
-No maestro, le prometo que ya me aplico. –mentí.
-No hay más remedio Haylin, iré a tu casa el sábado en la mañana, así que avisa a tus padres.
Como anillo al dedo, mis hermanas tendrían un curso de su escuela, y mi madre trabaja los sábados, yo estaría sola, y eso era perfecto, así que esperé con ansias el sábado, ese día mis hermanas y mi madre salieron temprano, más que a tiempo, me puse solamente un vestido de una sola pieza con botones de remache de esos de presión al frente, mi madre no vio mal que no me pusiera ropa interior, pues era algo relativamente común en casa, justo una hora tras la salida de mi familia sonó el timbre, y corrí por el jardín de mi casa hasta la puerta, y abrí, ahí estaba mi profesor, vestido de cuero sentado en su motocicleta:
-Hola Haylin, ¿Puedo pasar?
-Adelante profesor.
-¿Dónde está tu madre?
-Es que… se me olvido que vendría y no le avise, se fue a trabajar y no regresa hasta en la noche.
-¡Haylin!
-Perdón maestro es que de verdad lo olvide.
-Haylin vengo desde muy lejos, no puedo esperar tanto tiempo.
-Lo sé, perdón, pero pase descanse un rato si quiere llamo a mi madre.
-No, no, no quiero interrumpirla en su trabajo.
-Pero pase un momento descanse unos minutos y le ofrezco agua ¿U otra cosa?
-Agua está bien.
-Venga aquí junto a la piscina, adentro hace mucho calor.
El profesor me siguió y se sentó bajo una palapa que tenemos en el jardín, corrí a la casa por el vaso con agua, y regresé con él y me senté junto a él.
-Dime Haylin, ¿Por qué si vas excelente en otras materias en artes no?
-Hay maestro es que no lo sé.
-Es que algo tenemos que hacer porque si no reprobaras.
-Y ¿Usted qué cree que podemos hacer?
-No lo sé Haylin, pensaba en dejarte unos trabajos, y quizá así podrías pasar.
-Y ¿Si hubiera otro modo de pasar?
-¿A qué te refieres?
-Bueno, tengo un par de ideas. –dije levantándome, tome la abertura de mi vestido y tiré fuertemente de ella abriendo de un tirón mi vestido y mostrando mi cuerpo desnudo ante el profesor.
Mi vestido resbaló de mi cuerpo y cayó al suelo, y mi desnudez corporal fue recorrida de pies a cabeza por los ojos del profesor, pero se detuvo en especial medida en mi entrepierna lampiña:
-Ha… Haylin, vístete por favor.
-¿Por qué? ¿Ve algo que no le gusta?
El profesor trago saliva sin dejar de ver mi concha:
-No es eso, es que esto no es correcto.
-Ah, entonces si le gusta lo que ve, ¿O no? –dije acercándome lentamente a él.
-Bastante, quiero decir yo…
-Se lo pongo de esta manera profesor, mis labios están sellados si usted me dice que no, yo me aplicare o reprobaré si es lo que merezco, pero yo le pongo a disposición todo esto (y puse su mano en mi pecho) por todo el tiempo que usted quiera, mi madre llegara junto con mis hermanas por la noche, así que tiene tooooodo el día, para hacerme toooodo lo que quiera, y usarme como su juguete personal, y no solo hoy, sino todas las veces que quiera, como quiera, cuando quiera y donde quiera, si quiere se lo firmo por escrito, es su decisión.
-Haylin, ¿En verdad quieres esto?
-Lo deseo.
-Y ¿Podré hacerte lo que quiera?
-Lo que quiera.
-¿Meterte mi verga aquí? (y acaricio mis labios)
-Si.
-¿Meterte mi verga aquí? (y acaricio mi concha)
-Siiiiiii.
-¿Meterte mi verga aquí? (Y acaricio mi culito)
-Siiiiiiiiiii.
Entonces el profesor me besó y me acercó a él, desnudándose rápida y torpemente, todo su cuerpo estaba tatuado, y tenía piercings en los pezones, así como en la punta de su verga tenía un enorme piercing en forma de argolla, me ordeno ponerme de rodillas, y tomándome del cabello me obligó a abrir la boca, y sin miramientos metió su verga en mi boca, el ser “obligada” me excitaba más, el profesor con mi cabello me hacia la cabeza de atrás hacia adelante, metiendo su verga hasta la garganta, yo no metía las manos, deseaba ser usada, y el profesor me usaba a su gusto, varios minutos estuvo, ya me dolía la cabeza pero deseaba seguir, entonces el profesor me arrojó al suelo, yo le sonreí con la cara llena de lágrimas a causa de las arcadas de su verga en mi garganta, me hice hacia atrás como si no quisiera ser alcanzada:
-¿Quieres hacerte la difícil ahora?
-No, solo quiero que lo sienta real, quiero gozarlo completamente.
El profesor se arrojó sobre mí, sujetó mis manos contra el pasto, y yo pataleaba fingiendo un poco resistirme, entonces el profesor me besó, y yo lo correspondí, pero entonces dejó de besarme y mordió mi pezón derecho con fuerza, dejándome una marca, y siguió mordiendo por espacio de un minuto, yo resistía el dolor, pero deseaba que no se detuviera, entonces lo hizo con el otro, y el dolor se comenzó a transformar en placer, estaba gozando con el dolor, y comencé a gemir:
-Más fuerte, más fuerte, arráncame el pezón si es necesario.
El profesor apretó más, pero se detuvo, me levantó yo me resistí y me puso boca abajo contra la mesa, mis piernas colgaban de la mesa, y mis pies no tocaban el suelo, entonces el profesor apuntó su verga a mi concha, sabía lo que venía, ya había metido dildos en mi concha, pero nunca me había penetrado un hombre, y sabía que me iba a doler, pero gozaría, hasta el final, entonces vino el momento el profesor dio un fuerte empujón y de un solo golpe metió su verga todo lo que pudo:
-¡¡¡¡AHHHHAAAAHHHHHHHHH!!!!
-Di que eres mía. –me dijo el profesor al oído, mis piernas temblaban.
-Soy… soy… soy tuya, soy tu puta.
Entonces el profesor comenzó a cogerme, sujetando fuertemente mis brazos a mi espalda y jalando mi cabello metiendo cada vez mas su verga dentro de mí, hasta que sus caderas comenzaron a chocar contra mis nalgas, haciendo ese sonido de palmada característico, y el dolor y el placer se mezclaban se estaba cumpliendo mi fantasía, ser abusada por mi profesor de artes, se de su propiedad me excitaba tanto que de pronto el dolor desapareció y el placer era demasiado, comencé a venirme muy fuerte, mi visión se nublaba, y sentía como si me estuviera orinando, y el bombeo de la verga del profesor en mi concha se escuchaba como cuando se trata de destapar un desagüe, el profesor comenzó a gemir:
-Me voy a venir.
-Veeeegaaaseeee adeeeennntrooooo. –dije mientras me cogía y me hacía bambolear sobre la mesa.
El profesor se movió con más fuerza y entonces comenzó a bufar, y comencé a sentir como la leche del profesor salía de su verga y llenaba mi concha, y yo lloraba de felicidad, el profesor saco su verga y me soltó pero mi cuerpo era tan pesado, que caí pesadamente de la mesa, mi concha sacaba grandes cantidades de líquido, pero comencé a reír:
-Lo amo. –le dije a mi profesor.
-Aun no terminamos, apenas llevamos unos minutos, y aún tenemos todo el día, ¿Tienes cuerdas?
-Tengo algo mejor.
-Ve por ellas.
Apenas y logré levantarme, y camine tambaleándome hasta el cuarto de mi madre, en su armario tenía una caja con juguetes sexuales, entre los cuales había esposas, cuerdas, látigos, dildos, pinzas para pezones, gagball y cuerdas de distintos tamaños, así como un frasco con agujas parecidas a las de acupuntura, la tomé y la lleve hasta el profesor, al abrirla el profesor se dio cuenta de que yo hablaba en serio, tomo un par de cuerdas y me llevó del cabello a un árbol junto a la piscina, me ordenó dar la espalda al tronco y ató mis manos rodeando el tronco, e hizo lo mismo con mis pies de modo que estaba atada y suspendida del árbol, el profesor miro el interior de la caja y tomo un dildo y lo clavó con fuerza en mi concha, encendiendo la vibración, entonces tomo los látigos y me preguntó:
-¿Qué diría tu madre si viera tu cuerpo con marcas de azotes?
-No sería la primera vez que me viera así, tal vez un regaño por tomar sus cosas.
-Entonces prepárate putita, ¿Quieres sufrir? ¡Vas a sufrir!
El profesor me puso la gagball, y dio un latigazo al aire, y tomando vuelo se preparó para seguir con mi anhelada fantasía, y eso que apenas eran las 9 de la mañana, que cosas tiene la vida.
Hasta aquí llega mi primer relato, si les gustó déjenmelo saber, y si tienen ideas o fantasías que quisieran cumplir (en un relato) conmigo déjenmelo saber en mi correo, eso sí, no regalo fotos, así que no las pidan, besos, y nos vemos en el siguiente relato.