Fantasía cumplida gracias al alcohol

Nunca pude imaginar lo que pasaría esa noche

Mi nombre es Simon, 47 años y casado desde hace 21 años.

Mi esposa Elena es dos años mayor que yo pero está realmente sobre todo cuando se maquilla y se arregla.

Nuestra vida se cual es desde hace años monótona, aburrida y sobre todo muy intermitente, cuando practicamos seco me gusta que me surrurre al oído que ha estado con otro u otros hombres y que me entre en detalles. A ella no le va mucho el rollo pero como sabe que me pone a 100, pues hay veces que accede.

Un día durante la cena le pregunté si sería capaz de realizar lo que me dice cuando está muy excitada y lógicamente me mira con cara de asco y me dice que no.

Le insisto un poco y al final se queda pensativa y me comenta que quizás a Gabriel ( un amigo mío de la infancia) no le importaría chuparsela…..

– Enserio?

– Que no idiota que lo digo de coña.

Bueno pues eso quedó ahí.

Unos meses más tarde me llamo mi amigo Gabriel que iba a pasar por Madrid por motivos laborales y que si quedamos, estaría todo el fin de semana.

Gabriel vive en Mallorca y la verdad que nos vemos poco.

Se lo comenté a Elena y dijo que se apuntaba, le cae realmente bien.

Quedamos el viernes y fuimos a unos garitos de Chueca, lo pasamos realmente bien, bailando y bebiendo como cuando teníamos 20 años. Reconozco que me editaba mucho ver a Elena bailando y rozandose con el.

Llevamos una papa como un piano y decimos coger un taxi para regresar a casa, le dije a Gabriel que se viniera a dormir y que mañana fuera al hotel, la verdad que apenas le entendía pero lo tome como un si.

Llegamos al piso y mi colega no se tenía en pie y le tumbe en el sofá cama que tenemos en la salita, le dije que ahora le traía un pijama.

Elena estaba en el baño y estaba muy mareada y vomitando, se había quitado la ropa estaba en pompa intentando largar el exceso de alcohol, me puse detrás de ella para ayudarla, le quite la falda y el tanga, al principio me preocupe un poco pero después no podía parar de mirarle ese culo y el coño mientras vomitaba.

Empecé a acaricarla y la pobre mía no dijo nada.

Cuando terminó me pidió ayuda para meterla en la ducha y así lo hice.

Mientras la dictaba hacia mucho hincapié en lavarle el coño y el culo, e introducía los dedos sin que mostrara ninguna queja.

La saque de la ducha y la ayude a secarse.

Cuando íbamos para la cama me dijo con voz de borracha.

-Quieres follarme?

yo me quedé un poco parado, estaba tan exitado que apenas me salía un hilillo de voz.

-El que has dicho Elena?

– Que si quieres follarme?

-Hombre pues la verdad es que si, pero te encuentras bien?

Tu follame rápido antes de que me duerma.

-Bueno vale, pero espera que está Gabriel en la salita.

El querrá follarme también? Me dijo.

Yo pensé que me explotaba la polla de la excitación que me entró, pero no sabía si estaba jugando o lo decía enserio.

-gabriel está borracho casi inconsciente tumbado, no creo que pueda. Me ayudas a ponerle el pijama?

Quería ver su reacción.

-Vale, pero dame el camisón.

-no te pongas nada enciendo la luz del pasillo y así no se ve demasiado y el ni se va a enterar.

-se va a despertar.

– que no.

Entre yo primero mientras agarraba a Elene desnuda de la mano.

Le quiten la parte de arriba a Gabriel y los pantalones, se quedó en calzoncillos, estaba totalmente k.o.

Le dije a Elena que le quise los calzoncillos mientras iba a por el pijama.

No hace falta, dejale los calzoncillos.

En ese momento empeze a besarla y tocarle el coño introduciendo mis dedos hasta que empezó a estremecerse.

– quitarle los calzoncillos y así le ves la polla, no me digas que no tienes curiosidad.

– No, no me hagas esto….

– Sólo versela, nada más….

Al final accedió y le quitamos entre los dos los calzoncillos, el pobre mío tenía la polla toda arrudadita pero reconozco que la tenía bonita muy rasurada.

-Te gusta?

– No está mal….pero esta muy pequeñita.

Yo no paraba de meterles los dedos y decidí quitarme la ropa, ella me la cogió con la mano mientras jadeaba. Le agache la cabeza para que la chupara.

-No, que no te has lavado guarro.

Bueno, lavamela tu.

Y empezó a comermela.

Ahí  estábamos mi mujer desnuda y borracha comiéndome la polla al lado de mi colega de toda la vida empelotas tumbado boca arriba.

Le cogí ma mano y se la acerque la polla de Gabriel, y la retiro diciendo que se iba a despertar, pero insisto y empezó a acariciar suavemente los huevos de Gabriel sin mirar.

-Chupasela

-no

Un poco sólo, mientras te rollo por de detrás.

– Que no.

La gire y empeze a meteesela por detrás mientras le agarraba a cabeza al petit pene de Gabriel.

Ella levantaba la cabeza, pero volvía a levantarla.

-Venga un poco por favor….

Y empezó a subir y bajar la cabeza para evitarme más si cabe.

Me di cuenta de que no sólo levanta la cabeza sin llegar a meterse la polla de Gabriel en la boca, entonces aparte el brazo y cogí el pene de mi amigo y se puse en los labios, se resistió un poco pero a menos de medio minuto después, lo tenía en la boca.

Yo empeze a bombear con más fuerza mientras observaba como el pene de mi amigo tenía vida propia y empezaba a crecer.

Elena se lo sacó de boca y empezó a agobiarse por si se despertaba.

– Se va a despertar, mientras seguía pajendolo y suspirando profundo.

-Pues si se despierta, que te golpe también, y empuje la cabeza hacia la polla que había triplicado su tamaño.

Estaba tan editada que empezó a mamarsela bien fuerte.

Ahí  si pensaba que yo que despertaria, Ya no podía más y empeze a correrme dentro de su coño, cuando de repente Gabriel hizo una mueca y mi mujer pego un respingo, escupiendo semen encima de los huevos de Gabriel, pero eso sí, sin dejar de pajearlo hasta que no quedara nada de leche en sus pelotas.

Me retiré hacia atrás y ella con cara de asco me dijo que era un guarro, mientras  se quitaba estos de semen de la comisura de los labios y se miraba repugnada la mano llena de lefa, la vi entrar en el baño a trompicones para hacer gárgaras y limpiarse la mano.

Yo me quedé aún asombrado de lo ocurrido poniendole el pijama a Gabriel y terminado de limpiar los restos de semen escupidos por mi mujer sobre el.

Cuando llegue a la cama Elena estaba dormida y con el coño lleno de semen. No se lo había limpiado de lo cansada y bebida que iba.

Al día siguiente nos levantamos tarde.

Yo fui el primero y Elena una hora despué y se metió a la ducha. Al rato se levantó Gabriel y le pregunté que que tal había dormido.

-joder que borrachera….

-y Elena?

En ducha.

Cuando salió Elena lo miro como si tal cosa y le comento que vaya tela la borrachera que cogieron.

Yo miraba a mi colega, pensando el pedazo de mamada que le hizo mi mujer y no se enteró de nada.

Terminamos de desayunar, Gabriel se ducho y se marchó.

Yo me acerqué a Elena y le di un beso.

– No me vuelvas a hacer, lo que me hiciste ayer.

De acuerdo, pero pensé que te había gustado.

– No, no me gusta meterme la polla de un amigo tuyo en la boca y que se me corta en ella.

Ok, si tu no quieres no se repetirá más.

Después hemos seguido nuestra vida normal y corriente sin mencionar lo ocurrido esa noche.

Pero yo me he pajeado lo indecible cada vez que lo recordaba.