Fantasia cumplida

Solo en muy pocas ocasiones las fantasias ocurren en la realidad.

¡Fantasía cumplida¡

En la vida de las personas solo en muy contadas ocasiones nuestras fantasías se realizan en la realidad, por ello os cuento una de esas pocas excepciones.

Cuando yo tenía unos 14 o 15 años, mi nombre es Vicente, conocí a un grupo reducido de tres chicas, pero había una que destacaba sobre las demás, era morbosamente bella; se llamaba Mónica, tenía una abundante mata de pelo rizado negro y unos grandes ojos oscuros, su cuerpo era mas bien bajito pero con tal delgadez que le hacía parecer más alta de lo que en realidad era; pero tenía un atributo físico que la ponía por encima de las demás, unos abultados y fornidos pechos todavía bastantes firmes pese a su tamaño que cualquier insignificante movimiento de su cuerpo se traducía automáticamente en una vaivén pectoral que me volvía loco.

En esa edad mía lleno de energía, vitalidad y sobrado de fuerza, hacia que las mayorías de mis masturbaciones se dirigieran en esa época a la fantasía de cómo poder comer aquellas preciosas perolas para posteriormente meter el rabo en esa supuesta raja negra rizada que tendría.

Pero ella estaba bastante verde en el aspecto sexual y siempre estaba a la defensiva y pretendía que aquel que le rompiera himen debería pasar por un tortuoso camino de paciencia y caprichitos que yo no estaba dispuesto aguantar.

Pasan los años, termino mis estudios universitarios y trabajando ya y con algo más de pelas, voy con un amigo a un bar de copas. Y cual fue mi sorpresa cuando veo entre los asistentes del bar está Mónica con su singular belleza acompañada de una amiga.

Nos saludamos y veo que su amiga insiste en que ya es tarde y se tiene que marchar, le digo a Mónica que hace tiempo que no nos vemos, que si quiere le invito una copa y después la acompaño a su casa, ella accede y mi amigo se acopla con otro amigo suyo que aparece en el bar.

Ya los dos apartados en un rincón del mostrador del bar nos pedimos unas copas hablamos de cómo nos ha ido la vida y dejo que ella se exprese libremente, me habla de que ha tenido un novio y que llevan peleado 6 meses y no cree que vuelva con él, nos pedimos otra copa, hablamos cosa triviales y divertidas la toqueteo un poco a ver que tal y cada vez que le hablo acerco un poquito más mi boca a la suya hasta que en un momento dado le doy un muerdo, la abrazo, le paso la lengua por la orejita y voy directo a la yugular hasta que noto como le vibra todo su cuerpo y como se le ponen los vellos de punta, está receptiva, paro un poco para tomar un respiro, hablamos del pasado le comento de las fiestas que yo organizaba en una casa antigüa mis padres; le digo que ahora vivo solo allí y solo voy a casa de mis viejos para comer.

Le planteo de ir a mi casa para escuchar un poco de música y tomar algunas copas, ella se niega en redondo me dice que no se fía de mí, que soy peligroso, yo la tranquilizo y le digo que yo nunca he forzado nada, solo vamos a hablar y estar cómodo; acepta pero me dice no te hagas ilusiones que no va a pasar nada esta noche, yo le contesto:

"Vale, como tu quieras"

Una vez en mi casa, nos relajamos pongo algo de música y tomamos unas copas y nos morreamos en el sofá; la verdad es que hacia un calor insoportable, estamos en una noche de primero de Agosto en la Costa Andaluza donde cada movimiento supone que te caiga una gota de sudor de la frente, viendo mi estado, le pregunto a Mónica sino tiene calor, a lo que me contesta afirmativamente: yo sin quererlo me empiezo a desnudar y sin darme cuenta me quedo totalmente desnudo para aliviar el calor, ella reacciona defensivamente diciendo que se quiere marchar, no sin antes echarle por encima un vistazo a mi pene semierecto y así transcurre el dialogo:

Mónica: "Te he dicho que hoy no va a pasar nada y ya está desnudo"

Vicente:" Es que tenía mucho calor, además no sé porque te pone así, no

creo que sea la primera vez que ves a un hombre desnudo."

Mónica, en un estado cada vez de más nerviosismo me dice": Ponte los calzoncillos si no me marcho"; no sin echarle otro vistazo de reojo a mi órgano preferido.

Observando su estado, trato de tranquilizarla y empiezo a morrearla y le digo al oído: " Vamos a hacer una cosa yo me pongo los calzoncillos y tu te quita la parte de arriba"

Mónica, se queda pensativa unos instantes y me contesta": Primero ponte los calzoncillos y yo haré lo que me dices"

Me pongo los calzoncillos y Mónica se pone de pie y decididamente se quita la parte de arriba primero y a continuación sin pensarlo dos veces se quita el sujetador enseñando esos impresionantes pechos, ya un poco caídos por su tamaño, pero todavía macizos y conservando su lozanía con unos impresionantes pezones negros y esa mata de pelo negro rizado cayendo sobre su espalda que le daba ese aspecto tan agitanado y exótico.

Tranquilamente me pongo de pie, con la mano derecha le acaricio sus cabellos y la beso, pasando posteriormente al cuello donde le doy un bocadito en el sitio clave para abrazarla a continuación, notando sus dos flotadores calientes sobre mi pecho. Llevándomela directamente a la cama de mi dormitorio.

Ya en la cama tendidos, le como la boca y la magreo las tetorras pasando directamente a comérselas, le paso la lengua por esos pedazos de pezones chupándoselos hasta exprimirlos y mi mano sigue su camino natural por debajo de sus pantalones donde ella reacciona rápidamente y me golpea con brusquedad la mano.

Mónica: " Te he dicho que hoy no hay sexo"

Tranquilamente la vuelvo a morrear, pero ésta en vez cambio de táctica, no dirigiendo directamente la mano bajo el pantalón americano que lleva sino que le froto con suavidad por encima del pantalón por la parte del clítoris, Mónica reacciona positivamente pensando que así no se excitará, pero pasados unos minutos Mónica abre más sus piernas y va perdiendo el control de la situación, suspirando y cerrando los ojos, continuo mis movimientos pero más decididamente hasta que en un momento dado le desabrocho el pantalón y se lo bajo de las piernas quitándoles las bragas y me quito rápidamente los calzoncillos y a la segunda embestida le meto todo el rabo en su coño, ella se deja hacer y la galopo despiadadamente observando como sus movimientos son acompañados por sus protuberantes senos, ella fuera de sí me pide más, pero yo impertérrito, continuo mi marcha marcando los tiempos clavándole todo el rabo donde más efecto hace hasta que ella suspira fuertemente llegando a un ansiado orgasmo.

La dejo que se recupere un poco y la vuelvo a morrear, pero sigo todavía tieso, la pongo a cuatro patas en la cama y la vuelvo a embestir, pero esta vez dejo que ella tome la iniciativa y sea la que se mueva hasta que vuelve a suspirar, pasados ya unos quince minutos, le paro sus movimientos con ambas manos sobre su culo, llega mi turno, empiezo otras vez las embestidas del metesaca pero marcando el tiempo y la curvo un poca su columna vertebral para coger una buena posición y darle en el sitio clave y a la quinta embestida ella cae desfallecida en la cama con otro orgasmo: me dice: ¡No puedo más!

La dejo un poco para que respire y cojo de la mesita de noche un tarro de vaselina y la vuelvo a poner a cuatro patas, me junto el dedo índice con vaselina y se lo introduzco directamente por el ano, ella reacciona, dice que es virgen por ese orificio, que no lo ha hecho nunca por ahí, que no quiere, yo no le contesto, sigo frotándoselo hasta estar totalmente dilatado, me junto vaselina también sobre mi erecto pene, la coloco en posición y le introduzco lentamente la cabeza, descanso un poco, me tomo mi tiempo no hay prisa y del tirón le introduzco el resto, ella se queja le duele, vuelvo a parar un momento, le hablo dulcemente y le digo que se relaje y respire profundamente y continuo suavemente mi metesaca hasta que se dilata su culo y me acompaña en mis respiraciones, nos acoplamos perfectamente hasta que nuestras respiraciones suenan al unísono, cada vez más fuertes y nos fusionamos en un fuerte orgasmo donde suelto todo mi esperma en su ano. Mónica respira no puede hablar.

Un momento de silencio, respiro profundamente y pienso en mi interior, la mayoría de las veces la fantasía supera la realidad pero esta vez ha sido la realidad la que ha superado la fantasía.