Fantasia cumplida
Un matrimonio logra cumplir su fantasia de hacer un trio.
Fantasía cumplida
Llevábamos siete años de matrimonio, Laura era una mujer preciosa, su pelo casi rubio sus ojos color miel y un cuerpo delineado, delgado, con unas caderas muy marcadas y un trasero que hacía volver la vista a los hombres cuando íbamos por la calle.
Laura tenía 32 años y yo 35, en ese tiempo trabajaba en asesorías contables y ella permanecía en casa, nuestro limitado presupuesto no nos permitía distracciones muy costosas, así que explorábamos nuestra fantasía sexual cuando llegaba a casa. Arrendaba lo último en películas porno y después de cenar disfrutábamos de buenas sesiones de sexo contemplando las calientes escenas de las películas.
Esta actividad que era casi diaria desarrollaba la imaginación en ambos y de forma natural llegamos a plantearnos la fantasía de hacer un trío con otro hombre.
¿ Como será?- Laura se movía con deleite y mi verga entraba y salía violentamente de su vagina depilada. Ambos fantaseábamos pero sabíamos que concretar un proyecto así requería mucho estudio.
Un día a la oficina llegó un Auditor de la capital a realizar un trabajo que le llevaría unos tres días, en provincia los capitalinos son mirados con desconfianza y vi que el pobre hombre vagaba por las dependencias sin que nadie le hablara. Me acerqué a él y lo saludé:
Hola, me llamo Ramiro, si necesitas ayuda solo dímelo.
Se presentó como Rodrigo Zuleta y me agradeció el acercamiento comentando lo extraño del comportamiento de mis colegas, ese día trabajamos en escritorios contiguos y conversamos de muchos temas mientras recorríamos largas listas de facturación y detalles de cuadraturas de Caja.
A eso de las seis de la tarde ordenamos nuestros escritorios y nos dispusimos a salir del trabajo.
¿Ramiro tu tienes vehículo?- me preguntó Rodrigo.
Si, tengo una vieja camioneta que parece un camión. No he querido cambiarla por la comodidad- le dije sonriendo.
Ah que bien, entonces te pido que me lleves hasta el centro, así me dejas cerca del Hotel, si no es una molestia para ti- me pidió.
Bajamos juntos hasta el centro de la ciudad y accediendo a su invitación pasé al bar del Hotel donde se hospedaba a tomar unas cervezas con él.
Bueno ya terminó el trabajo - dijo- ¿ Qué se puede hacer en esta ciudad para distraerse?
Bueno, eso depende de lo que quieras hacer- dije levantando mi cerveza. En ese preciso momento una idea comenzó a rondar mi cabeza colocándome alerta.
No sé, yo en la capital llevo una vida demasiado ordenada, del trabajo a mi casa y nada mas, me gustaría desordenarme un poco- dijo Rodrigo sonriendo.
Bueno existen locales nocturnos con espectáculos relativamente buenos- sugerí.
No, andar solo por ahí no tiene gracia, además puede ser peligroso- dijo moviendo la cabeza negativamente- Tu debes tener alguna amiga que me presentes
Cuando dijo eso comencé a planear lo que ya estaba definido en mi mente. Rodrigo no era de la ciudad, se iba al día siguiente o en dos días mas, era el candidato perfecto para la fantasía que habíamos planeado con Laura. El problema es que no podía ser muy evidente porque de alguna manera él seguiría relacionado a mi empresa.
Hay algunas chicas con las que salgo, pero entiéndeme que yo también llevo una vida muy aburrida acá- le dije- A veces llamo a alguna y pasamos a comprar unas cervezas y nos vamos a un parque alejado a tener sexo en la camioneta, ni siquiera me atrevo a llevarlas a un hotel porque esta ciudad tan pequeña es peligrosa, acá todos se conocen.
Entiendo- dijo Pero a lo mejor podríamos llamar a alguna chica y quizás ella quiera venir acá al hotel.
No creo amigo, este hotel esta muy expuesto, no vendrán acá- le expliqué- Entiéndeme que no son prostitutas, son chicas con las que he tenido contacto por mi trabajo
Bueno, entonces solo tendré que acostarme temprano y ver televisión- dijo terminando su cerveza.
Mira, te propongo algo, no se si te gustará- le dije con tono misterioso- Yo puedo ubicar a alguna de estas chicas y pedirle que me acompañe, venir con ella y recogerte acá y nos vamos los tres a un lugar alejado y aprovechas de desahogarte y hacemos un trío o algo así..
¿ Si??? me gustaría mucho amigo, nunca he estado en algo así, sería mi primera experiencia como decirte, de sexo grupal - dijo riendo entusiasmado.
Me levanté pidiéndole el número telefónico para llamarlo mas tarde, eran casi la siete de la tarde y acordamos juntarnos a las nueve de la noche si los contactos funcionaban bien.
¿Y como es?- Laura me miraba con los ojos brillantes, le había contado toda la conversación con Rodrigo y el proyecto de salida nocturna.
Se ve bien, es alto, moreno, de mi edad y muy conservador- le dije sonriendo- Se me ocurre que es un tipo de esos que no han tenido experiencias novedosas, así que esto puede ser para el algo muy especial.
¿ Será en la camioneta?
La camioneta es amplia y cómoda- le respondí- Además no creo que sea mas de una hora.
Analizamos todos los detalles y nos pareció que no ofrecía ningún peligro para nosotros. Le pedí a Laura que se pusiera un vestido amplio de modelo " gitana" que le quedaba muy bien y no se veía muy ostentoso, ella decidió ir sin sostén y con un mínimo calzón blanco. Ambos planeamos todo muy excitados, estabamos nerviosos así que no cenamos.
Llamé a Rodrigo al Hotel y le dije que pasaba en quince minutos a buscarlo, eran ya casi las nueve y la noche del sur ya se había hecho presente.
Ramiro no me dijiste que tu amiga era tan hermosa- Rodrigo había subido rápidamente a la camioneta y besado a Laura en la mejilla, noté que estaba nervioso y hablaba apresuradamente. Laura se mantuvo en silencio, solo sonrió suavemente, habíamos acordado que ella hablaría lo mínimo necesario.
Nos dirigimos a las afueras de la ciudad, pasamos a comprar unas cervezas, unas latas de coca cola y papas saladas y me dirigí hacia un parque que en la noche no tenía movimiento. Ibamos los tres sentados en el largo asiento delantero de la Chevrolet C10. Sentí el codo de Laura golpearme suavemente en el costado y miré hacia el lado. Rodrigo había tomado la mano derecha de mi mujer y la acariciaba suavemente. Conversábamos tonterías y yo resaltaba el hecho de que Rodrigo estaba tan solo y sin nadie que le proporcionara placer, de esta forma la charla fue haciéndose muy cálida. Antes de que llegáramos al parque vi como el brazo de Rodrigo rodeaba por los hombros a Laura.
Ubiqué un sitio entre frondosos arboles lejos de cualquier mirada curiosa. Encendí la iluminación interior baja de la cabina, era una luz ubicada bajo el panel de instrumentos que daba una tonalidad muy suave a todo el compartimento.
Bien, ya estamos acá, yo tengo la vejiga llena de cerveza así que necesito urgentemente salir de acá,ustedes no se preocupen, pueden empezar sin mi.- dije descendiendo del vehículo, Laura me miró y su ojos dilatados me mostraron una mezcla de excitación y temor. Deliberadamente me demoré orinando metros mas allá de la camioneta, regresé en silencio y contemplé por el vidrio como Rodrigo besaba a mi esposa y ambos se abrazaban con pasión, las manos del hombre estaban fuera de mi alcance visual, pero presentí que recorrían bajo el vestido de Laura. Abrí la puerta y me deslicé en el asiento, ambos se separaron, Laura me miró y su rostro estaba enrojecido.
Ramiro, esta chica es estupenda, tienes mucha suerte amigo- Rodrigo me hablaba, pero sus manos no estaban quietas, veía como se movían por las piernas de Laura subiendo hasta su intimidad.
Verónica es muy tierna Rodrigo y es más hermosa de lo que has visto, deberías verla desnuda- dije alentándolo. Verónica era el segundo nombre de mi esposa y decidí que usarlo como una protección adicional.
Amigo, eso es lo que más deseo, pero creo que estamos algo estrechos acá- dijo Rodrigo. Le sugerí que abriera la puerta lateral que estaba de su lado. El auditor descendió permaneciendo de pie junto al vehículo. No fue necesario que le diera mas indicaciones, tomó las piernas de Laura y las movió de manera tal que mi esposa quedó tendida sobre el largo asiento de la camioneta, su cabeza apoyada sobre mi pierna. Las manos de Rodrigo no se dieron pausa, subieron por el cuerpo de Laura levantando el vestido completamente, tomaron el pequeño calzón y lo deslizó sacándolo. Yo colaboré levantando la parte superior del vestido haciéndolo salir sobre la cabeza de Laura que en unos segundos estuvo tendida de espaldas completamente desnuda.
Rodrigo contempló el precioso espectáculo, el cuerpo de Laura muy blanco, resplandecía con esa luz indirecta. El nuevo amigo no lo pensó dos veces y con su boca ascendió por entre las piernas de mi esposa besando la pared interior de sus muslos. Laura se movía muy caliente y abrió las piernas invitando al hombre a recorrer su intimidad.
Mi excitación iba a la par de lo que sucedía, pero mantuve una actitud pasiva, veía la cabeza de Rodrigo entre las piernas de Laura, mi mujer se movía convulsivamente siguiendo las profundas caricias que le proporcionaba la lengua del hombre en su vagina.
Amigo, no aguanto mas, tengo que poseer a esta chica, me tiene enloquecido- la voz de Rodrigo era ronca y urgente.
Adelante amigo- le dije- Todo esto es una atención para ti.
No dijo otra palabra, lo vi de pie bajar sus pantalones deslizando sus calzoncillos hacia abajo y cuando ingresó en la cabina del vehículo lo hizo exhibiendo una gran verga endurecida y mojada. No hubo preámbulo ninguno, quizás ya no era necesario, se precipitó sobre Laura quien lo recibió con las piernas muy abiertas y por el grito ahogado de mi mujer entendí que la había penetrado profundamente.
Se sacudían con violencia, Rodrigo gruñía y Laura jadeaba. Ya sin poder soportar mas bajé mi pantalón y saqué mi verga endurecida. La cabeza de Laura reposaba en mi pierna así que ella solamente debió mover su rostro hacia el lado para que mi pene entrara en su boca completamente.
Habíamos cumplido, aunque con incomodidades, una de nuestras fantasías, Laura estaba completamente penetrada por Rodrigo que se movía con fuerza en su interior y mi pene entraba y salía de su boca. Los ojos de mi esposa extraviados de placer no miraban a ninguna parte, solo sentía íntimamente la fuerte experiencia.
Los gritos de Rodrigo me indicaron su orgasmos, sus sacudidas convulsas evidenciaban las cantidades de semen que escupía dentro del cuerpo de Laura. Mi esposa al sentir esa verga latir en su interior se convulsionó de placer y acabó congestivamente jadeando, gruñendo con mi pene en su boca, yo no soporté mas todo lo que veía y sentía y eyaculé en gran cantidad sintiendo como los labios de Laura aprisionaban mas fuertemente mi miembro sorbiendo todo el líquido hacia su interior.
Agotados dejamos a Rodrigo en su Hotel, insistió a Laura que lo acompañara a su habitación, pero ella se negó suavemente casi en un murmullo. Ya en nuestra casa nos miramos y reímos asombrados de nuestra osadía, pero satisfechos de haber cumplido nuestra fantasía. Al mismo tiempo estuvimos seguros que éramos capaces de ir mucho mas allá ¿ Hasta adonde?
VICBLEU