Fantasia arruinada...pero compensada
Siempre quise que me trataran como si fuera una chica decente, aunque realmente siempre he vendido una imagen de puta y me molestaba me vieran solo como eso pero para bien o para mal creo que si lo soy. Hola que tal, me llamo Geraldine
Siempre quise que me trataran como si fuera una chica decente, aunque realmente siempre he vendido una imagen de puta y me molestaba me vieran solo como eso…pero para bien o para mal creo que si lo soy. Hola que tal, me llamo Geraldine (una niña alta, delgadita, tez blanca sin quizá atributos muy pronunciados pero si de toques sexys). He externado ya muchas veces relatos en distintas páginas que han sido producto de mis fantasías, pero ahora vengo a contar una experiencia real.
Quiero empezar una nueva etapa donde esta faceta travesti mía sea más constante y debía poner manos a la obra cuanto antes. Era un día jueves a finales del mes de abril y decidí no ir a trabajar al otro día para darle vida a una fantasía muy recurrente en mí que se había desatado poco tiempo atrás, ser manoseada en hora pico en el transporte público. En verdad quería hacerlo así que debía prepararme, en cuanto llego la noche me duche para preparar mi cuerpecito bien para el otro día y al finalizar solo prepare bien toda mi ropa y accesorios en una mochila que llevaría al siguiente día.
Mi vestido favorito color azul oscuro con pequeñas flores blancas, algo corto pero muy sexy a mi parecer, unas braguitas oscuras de moñito frontal, unas calcetas arriba de la rodilla oscuras, botines de tacón de color contrastante al vestido y por supuesto el maquillaje necesario para completar la “transformación” era lo que había preparado con emoción para la gran aventura de Geraldine.
Estaba listo lo que necesitaría para echar a andar mi plan y al siguiente día muy temprano me aliste como si fuese a trabajar, tenía planeado llevar la ropa sexy puesta debajo de mi ropa cotidiana para solo quitarla, entaconarme y maquillarme. Era temprano y tome el primer transporte (combi) pero bajándome antes de llegar a la parada final para acudir a un parque cercano al metro que supuse estaría solo temprano y ahí cambiarme antes de abordar el colectivo metro donde quería cometer la travesura.
Pero llego la decepción… me tope con personas que irrumpían con mis planes en ese parque en las matutinas horas del viernes aquel, ya que el parque estaba bastante poblado por gente haciendo ejercicio y caminando a sus respectivos destinos. Mi emoción se vino abajo, pero no quería perder mucho tiempo ya que las horas de aprovechamiento táctil dentro del metro no son muchas en la mañana así que debía actuar. Camine en los alrededores pero lamentablemente no halle sitio donde transformar al chico común y corriente en la linda Geraldine.
Todo decepcionado subí al metro como niño, pensando en el transbordo de la siguiente línea de metro acudir a un baño público interno, cambiarme y recorrer una de las líneas de metro más largas así como niña…¡aun se podía cumplir la fantasía!.
Llegue ahí con la esperanza y emoción renovadas, saque mis 5 pesitos para ingresar al baño y la vida me tenia tendida una nueva decepción. Resulta que la puerta de acceso a los baños públicos se atoro, no me dejo pasar y lo peor, se trago mi dinero. Sin poder hacer nada pues ya no tenía monedas para intentar ingresar de nuevo tuve que subirme en el otro convoy de la otra línea de metro nuevamente como un simple niño.
No me quedaba de otra ya había avisado en el trabajo que no iría, debía aprovechar el día de alguna manera con Geraldine ya que igual estaba cargando con todas mis cosas. Estando en la segunda línea de metro decidí viajar casi al final del recorrido para ir a una zona boscosa grande de la ciudad y ahí sabiendo que temprano no hay mucha gente pues aprovechar y sacarme algunas fotos sexys para luego ver qué pasaba.
Llegue aun con ganas de hacer algo significativo y no haber perdido un día de trabajo a lo tonto. El recorrido ya no me animaba tanto pues mis fantasías habían sido truncadas y no quería decepcionarme de nuevo ahí en el bosque aquel. Camine durante varios minutos y encontré una zona ideal para empezar a prepararme. Comencé a maquillarme sin quitarme la ropa de niño, no había rastro de gente cercana así que me podía maquillar con tranquilidad. La emoción y excitación se elevaba pues al verme en mi pequeño espejo circular veía los ojos de una chica traviesa que le encanta transformarse dejando atrás al niño que usualmente es rechazado en todas partes. Ya no podía parar, necesitaba sacarme la ropa de niño para quedarme enfundada en el minivestido que llevaba puesto.
Estaba justo delante de un edificio que lucía abandonado y también ayudaba estar en un pequeño foso donde yace una vía de tren inutilizable, pero aun así no arriesgue y me introduje mas en el sendero generado por la vía para ahí quitarme la ropa y quedar lista. Así llegue a una zona donde unas pequeñas colinas me ocultaban de la calle cercana dividida por una simple reja y una “jardinera” de tabique me ocultaba de la parte trasera del bosque, era el lugar ideal para cambiarme.
Vigilando ambos costados del sendero me saque la ropa, colocándome rápido mi calzado femenino y arreglando la ropa desacomodada para ya solo afinar detalles que dejarían lista a Geraldine. Estaba en cuclillas y no pude evitar mirar mis piernas, aun sigo guardando con emoción esa imagen, lucia demasiado cogible ahí mismo debo aceptar jejeje. Me admire algunos minutos y después procedí a sacar el teléfono con el cual tomaría las capturas del día.
Sentadita en la vía del tren, recargada en el muro de la jardinera, buscaba las tomas más agradables que podía apoyándome por una luz matutina muy favorecedora para el juego de sombras. Quería elevar la emoción, me puse de espaldas al teléfono para tomar la foto y me baje los calzoncitos para dejar ver el culito pequeño pero sensual que tengo. Hice un par de fotos similares y me acomode la ropa de nuevo cuando repare en que a unos metros si lograban verme desde la calle conjunta.
Y en efecto, ahí estaba un señor de chaleco café, mochila, escaso cabello con algunas canas ya aparentes, no daba impresión de ser peligroso más bien un señor en busca de trabajo o recién trabajando, el estaba ahí detrás de la reja asomándose hacia mi dirección. No quise reparar mucho en ello pues unos segundos después camino alejándose de mi vista. Quería proseguir así que volví a poner el temporizador y el celular a punto para tomar más fotografías, me baje los calzones de nuevo para ahora sacarme fotos abriéndome el ano con las manos pero ¡oh sorpresa!, el señor que me había visto antes venia caminando en el sendero ya a unos metros de mi. Rápidamente me acomode y me pegue al muro…el tipo solo miraba hacia mí y luego hacia adelante, no se detuvo ni un segundo cerca, solo caminaba. Quizá solo quería ver más de cerca lo que había visto lejanamente pero sin interactuar. Yo algo temerosa me quede en cuclillas con los calzones medio subidos esperando se alejara pues no conocía de manera fidedigna sus intenciones.
Y así paso el rato, deje de tomar fotos y solo me quede ahí esperando el tipo se fuera para yo proseguir, quería mas fotos pornográficas y ese escenario me lo permitía, pero el señor solo daba vueltas cercanamente, lo perdía de vista pero a los pocos minutos volvía. Fueron varios minutos así entonces decidí no hacer más que quedarme sentada en una señalización cercana en el sendero.
El tipo daba vueltas cada vez más cerca disimulando no verme, pero yo se que lo hacia así que ahí el temor se perdió y mejor aun, salió mi instinto de zorra. Cada que volteaba a verme yo subía mi vestido para “acomodarme” pero solo quería mostrarle más las piernas (ya de por si se me veían mucho pues es un minivestido). Ese jugueteo estaba más intenso, ya descaradamente lo volteaba a ver subiéndome el vestido y me acariciaba para atraer su vista mientras él no era tan descarado pues volteaba alrededor y luego a mí. Se notaba indeciso de si acercarse o no pero lo disfrutaba pues notaba a lejana distancia ya un bulto en sus pantalones.
Crecía más mi excitación y no pensaba con claridad, solo me emocionaba pensar en que el tipo se acercaría y se sacaría la verga para poder chupársela y porque no, que me bajara los calzones y me follara ahí mismo. Mi descaro fue mayor y al tenerlo a escasos 5 metros de distancia al frente subí mi vestido mostrándole la ropa interior mientras me acariciaba ya muy desesperada, ¿y adivinen qué?, el tipo jamás se acerco.
Me canse del jugueteo y el tipo solo deambulaba alrededor, no pretendía interactuar solo mirar y ya. Quizá no quería correr riesgos y por eso no se acerco pero la calentura se quedo insatisfecha. En fin, camine hacia otra zona del bosque hacia un lago donde pude ser vista en el camino por algunas personas desgraciadamente aun seguían siendo vacaciones para muchos y en esa zona ya se notaban familias que pretendían pasar un día agradable de recreación. Solo pude tomar algunas fotos “decentes” antes de percatarme que ya no era sitio para tomar fotos de Geraldine, seguía caliente y ahí mucho menos podría saciar eso. Así que me vestí nuevamente y decidí mejor sacar el almuerzo que llevaba según “para ir a trabajar”.
Mientras comía y veía el lago ni la brisa refrescante del bosque bajaba la calentura, tenía ganas de darle diversión a la colita y pensé en un evento que no había intentado hace tiempo…ir a las cabinas de sex shop. Pensé “es buena hora, no están tan lejos ¿Por qué no?” Y es que deje ese tipo de cuestiones atrás porque estaba en etapas personales en donde no necesitaba de eso, pero ya no tenía ese compromiso así que me decidí a volver a las cabinas y ver si podía satisfacer mis necesidades sexuales ahí. Tome la decisión de ir como niño y ya cambiarme allá porque sentí que el transporte tampoco estaba apto para ello ya en esas horas, muchas familias se trasladaban y no quería ser del todo juzgada por mis ropas tan reveladoras.
Así que llegue a las cabinas a eso de la 1 de la tarde, solo era cuestión de arreglar algunos detalles y volver a vivir la emoción de exhibirme en un sitio 100% sexual y perverso. Solamente subir las escaleras y pagar mi entrada fue motivo de nerviosismo. Ingrese a las cabinas por medio de la puertecilla plegable que divide la tienda de las cabinas y debía acostumbrar la vista en la penumbra, cuando lo logre me percate de algunas personas rondando los pasillos, al parecer si había movimiento adentro y eso me hacía pensar en que la decisión de satisfacerme sexualmente había sido correcta al estar ahí.
Llegue hasta el baño y me encerré en un cubículo, estaba sudando por el calor y los nervios por lo cual debía secarme y alistarme para salir a divertirme. Me atavié lo necesario y en serio adoraba verme así, tan zorrita, tan dispuesta a sexualizarme ahí con quien se acercara a interactuar conmigo. No tarde mucho así que me dispuse a salir y dejar mis cosas a paquetería y en el camino obviamente ya era observada como niña totalmente.
Volví a entrar ya solo con una bolsita con lo necesario (maquillaje, toallitas húmedas, pastillas refrescantes y la ficha de entrega de mi mochila) y apenas ingrese ya sentía el ambiente distinto, yo igual estaba en la mejor de las disposiciones para disfrutarlo. No pasaron más de 5 minutos para que al yo estar dentro de una cabina sentada se acercara un señor moreno y algo canoso solicitando permiso para entrar a mi cabina a lo cual asenté con la cabeza. Ingresa y aun yo sentada veo como el señor empieza a desabrochar su pantalón dejando salir su verga, no muy grande ni gruesa pero lucia bien de inicio. No tarde en tomarla en mi mano y comenzar a chuparla, olía limpia y tenía algo de vello que puede llegar a ser incomodo pero aun así era rico volver a probar un miembro con la boca.
Pronto note que por el gloryhole era observada en mis labores orales pero no me incomodo al contrario fue motivo de mayor placer así que yo seguía chupando, pero los planes del tipin en turno eran otros. Me hizo levantarme mientras se colocaba un condón…sabía que sería penetrada así nada mas apenas llegar a las cabinas de nueva cuenta. Con la excitación elevada me puse en cuatro sobre el sillón individual de la cabina mientras el señor ayudo a bajarme las braguitas, yo solo atine a ensalivarme un poquito el ano para no recibir en seco la penetración. El tipo estaba listo y la metió, sentí como abría paso en mi colita deliciosamente, yo solo daba ligeros gemiditos mostrando el gusto por ser penetrada por la cola.
Acelerado y luego pausado, llegando al fondo y luego manteniéndose en calma, sabia mover muy bien su verga en mi cola ha lo cual yo solo gemía, parece que le gustaba pues cada que gemía me daba más duro. No sé en serio como hacia movimientos de su verga hacia arriba y hacia abajo en la penetración pero llegaba a tocarme puntos muy sensibles que me hacían dar ligeros grititos, lo estaba gozando en verdad y el sudor se acrecentaba en mí al pasar los minutos en esa rica cogidota que me estaban propinando. Hubo momentos en los que me tenia contra el sillón y contra la pared de tan profundo que quería llegar, se repegaba a mi dejándome sentir todo su vigor dentro. No tengo idea del tiempo pasado en esa cogida e importaba poco pero llego el momento en que el tipo bufo para dar a conocer su corrida y así fue aunque sinceramente no la sentí dentro. Ambos sudando después de aquella rica faena nos repusimos para limpiar y arreglar lo desarreglado en tremendo inicio que tenia Geraldine en ese lugar. Intercambiamos algunas palabras para después agradecer y salir de ahí. Necesitaba aire y descanso así que fui al baño a retocar y luego procedí a caminar por los pasillos del lugar. Algún manoseo llego a sentir mi cuerpecito sin llegar a más y yo seguía reponiéndome de la follada que había recibido en un inicio. Repare en la entrada del cuarto oscuro que se aloja al rincón del establecimiento donde dos bancas largas son el único mobiliario que ahí se mantiene iluminado por luz oscura, tres personas parecían estar teniendo sexo y dos más observaban de lejos, uno de ellos pegado a la pared. Se me ocurrió ingresar y ver más de la escena pasando muy cerca del tipo que estaba en la pared, idea acertada pues el tipo me tomo de la cintura y me jalo hacia él, empezó a pegarme su miembro por encima del vestido y también acariciaba mis muslos diciéndome “que rica te ves”. Era una nueva chance de estar con otra persona, me sentía ya demasiado zorra y no desaproveche, “¿te gusta la verga?” pregunto mi nuevo acompañante y solo asenté con la cabeza nuevamente, “¿quieres verga mi amor, verga de macho?”, y nuevamente excitada le dije que si para proceder a ser llevada a uno de los sillones largos.
Me senté y el tipo saco una verga en esta ocasión gruesa y algo larga que apenas la palpe quise metérmela en la boca. Comencé a chuparla y no supe cómo pero en poco ratito ya estaban otros tres tipos alrededor de mí, uno solo observando y dos más ya con la verga de fuera para que igual se las chupara. Las dos vergas eran medianas pero si algo gruesas que comencé a masturbar mientras seguía chupando la primera. Mas tipos note se acercaban a observar el evento y en verdad me estaba excitando estar acechada por varios calientes tipos en busca de una chupadita de la zorrita en acción.
Mamaba alternando entre uno y otro de los falos a mi disposición y sentí como algunas manos comenzaban a subirme el vestido acariciándome los muslos y nalgas, hasta que el tipo que originalmente me llevo ahí se agacho a decirme “¿quieres que te los aviente en tu colita o en tu carita?”, a lo que respondí que los quería en la cara. Me la dio a chupar de nuevo mientras mis manos masturbaban a los otros chicos y el tipo sentí como comenzaba a gemir mas y mas, sentía como se tensaba por querer derramarse así que me esforcé en chuparle bien la verga hasta que la saco de mi boca y comenzó a darle jalones para por fin darme el regalito…un chorro de leche broto hacia mi cara ensuciándome las mejillas y los lentes que traía puestos.
Al acabar solo me quede con las otras dos vergas en la mano pero el tipo al limpiarse me dijo “gracias mi amor, oye ¿no gustas un agua o un refresco?”, y en verdad tenia sed, el calor pegaba fuerte y se me hizo lindo de su parte invitarme ello así que accedí a que me comprara un agua. Me quede chupando a los otros dos tipines y uno más se acerco igual con la verga de fuera. Ahí empezó el desorden pues recuerdo que 1 o 2 tipos que estaban dándome su caramelo se movieron y llegaron otros, pero a ciencia cierta no supe bien que pasaba y a quienes estaba atendiendo con mi boquita.
Aun así no me importaba el desorden, yo seguía mamando vergas cuando recibí mi agua y un nuevo agradecimiento del individuo que me abordo en un principio en ese cuarto obscuro. Yo seguía ocupada con los que a mi alrededor estaban pero ninguno acababa, les daba trabajo oral pero luego de un rato se movían…quizá no les gustaba o que se yo. Total que después de unos minutos quedo solo uno ahí conmigo y la sala se vació entonces ya solo atendía a un señor que por la penumbra no distinguí muy bien obviamente pero ciertos rasgos identifique, era moreno, chaparrito y algo mayor, con camiseta blanca y jeans y tenía un miembro no muy grande pero si limpio y duro que igual mamaba con gusto en aquel sillón.
Me entretuve chupándolo hasta que sentí las vibraciones típicas de la corrida por venir y en efecto el tipo se vino cerca de mi boca y nuevamente me mancho la cara nuevamente de rica leche de macho. Intercambiamos algunas palabras y en ello se me acerco un individuo vestido mas formalmente y me dijo “ve a la cabina dónde estabas hace rato ¿va?” a lo cual le dije que si nada más con una ligera sonrisita. La visita estaba siendo muy productiva en verdad así que fui a limpiarme al baño, retocarme el maquillaje y posteriormente acudí al llamado del otro tipin.
Llegue y me recibió en la cabina donde me cito, intercambiamos palabras y me senté nuevamente en aquel asiento que minutos atrás me vio empinadita recibiendo verga en el ano con vigor. El tipo saco una verga limpia de buen ver con una curvatura hacia el frente (como la mía jejeje), delgada pero algo larguita que comencé gustosamente a chupar. Estuve varios minutos mamando cuando el tipo me dijo tranquilamente “te quiero coger”, mientras sacaba un condón de su bolsillo y se disponía a colocarlo. Ya era mucha la calentura y nuevamente con gusto me dispuse a que me cogieran por el culo.
Me puse nuevamente en 4 y ayude a que me ingresara bien sin dolor pues aun sentía impacto de la cogida anterior. Entro y comenzó el mete y saca característico pero con la diferencia de que era un movimiento regular, sin muchas caricias también. No quiero decir que era malo ni aburrido, pero habían dejado la vara muy alta al principio de mi visita. Pasados unos minutos la curvatura del miembro entrante comenzaba a incomodar así que para no hacer algo desagradable ante él le dije que parara, le explique los motivos y muy atento entendió y acepto dejar de penetrar. Comenzamos a platicar y veía que su miembro comenzaba a perder dureza a lo cual le dije “¿quieres que te ayude a acabar aun así?” y por supuesto que acepto.
Procedí a chupar su miembro de nuevo hasta volverlo duro otra vez, en eso andaba cuando ya nos miraba otra vez alguien a través del glory hole pero era motivación para hacer bien mi labor. Los minutos pasaban y de repente sentí las vibraciones anunciantes del chorro seminal y así fue, gotas de líquido espeso y blanco se derramaron una vez más en mi rostro, “pensé que no lo lograrías pero lo hiciste, gracias” me dijo el siguiente en mi lista del día. Nuevamente intercambio de palabras y despedida procedieron antes de salir a retocarme nuevamente y note mas presencia de chicas como yo en el lugar.
Algunas de esas chicas pasaban de frente y existían saludos de vista coordiales, pero no pasaba de ahí. Hubo una que me llamo la atención pues no llevaba maquillaje ni peluca, traía cabello corto de niño, una blusa clara, faldita corta de tonos rosas, medias y tacones altos rosas igual. La vi pasar varias veces y si note que me observaba bastante a mí también. No le di más importancia de la debida, quería descansar un poco más así que me senté en uno de los sillones exteriores que están en uno de los pasillos de las cabinas. Pocos minutos después se acerco un individuo y se sentó y comenzamos a hablar, de vez en vez me tocaba las piernas y acordamos movernos a una cabina. Llegamos ahí y procedieron manoseos más intensos, curiosamente el tipin en cuestión nunca se saco el pene ni yo lo hice, solo lo acariciaba por encima. Lo que hizo fue en cierto momento bajar y comenzar a chuparme el pene a mí, lo cual agradecí obvio pero no se si no le gusto o que sucedió, pero de repente paro se reacomodo y solo me dijo “gracias” abrió la puerta y se fue. No me molesto solo me dio risa aquella situación sexualmente hilarante.
Nuevamente me puse a deambular y notaba mucha gente en el típico caminar y caminar por los pasillos sin interactuar, mirando las pantallas de la cabina y moviéndose así por todas. Estaba por llegar a donde estaba sentada antes cuando me abordo aquella chica travesti que me llamo la atención al no venir tan ataviada. Comenzamos a hablar, me dijo que me veía súper bien, y que si no me molestaba pudiéramos interactuar en una cabina así que accedí a ello.
Entramos a la cabina y comenzamos a toquetearnos, me pregunto si yo era pasiva o activa y le dije que pasiva entonces supo que debía tomar el rol activo de la interacción. Saco un condón de su bolsa y me hizo ponerme en 4 en el sillón para poco a poco meter su pequeño pero travieso miembro en mi colita. Nuevamente note movimientos discretos sin gran impacto pero aun así para mí era súper nuevo estar siendo penetrada por una chica vestida como yo por lo cual si sentía placer al ser penetrada. No duramos mucho pues la chica en cuestión logro venirse copiosamente en el condón adentro de mi. Nos reacomodamos y comenzamos a platicar mientras ella nuevamente se cambiaba como niño. De ropa, zapatos, como iniciamos y nuestra experiencia ahí era parte de la plática. Me indico que pronto trataría de invertir más en su look para lucir mejor y nuevamente me halago para posteriormente despedirnos amistosamente y salir de aquel cubículo. Una más en la lista de experiencias en mi regreso a las cabinas…pronto el hecho de no haber cumplido mi fantasía original del día era compensado con todo eso.
Retoque mi maquillaje y un nuevo paseo era lo que seguía en la travesura de Geraldine en las cabinas de sex shop aquella tarde. No hallaba mucho pues la competencia ya acaparaba atenciones en el lugar pero en uno de los pasillos menos transitados estaba parado en el umbral de la cabina un señor algo mayor ya con la verga de fuera que al pasar yo por ahí retrocedió hacia adentro invitándome a pasar “¿Por qué no?, para eso estaba ese día” pensé, estaba para interactuar con quien sintiera atracción hacia mí y al parecer el señor quería comerse a la putita que paso frente a su cabina.
Algunas caricias se presentaron y solo unas cuantas lamidas de mi parte a su miembro fueron el preámbulo de una nueva metida de pene en la colita. Se coloco el condón y procedió a penetrarme en 4. Sé que es la posición más común en el sexo y si logro disfrutarlo pero siento mayor placer en otras posiciones sinceramente pero parecía lo más cómodo para todos ahí así que accedí a ello. No duro mucho aquello porque el señor logro venirse y al finalizar pues solo escasas palabras se intercambiaron, pero bueno, era uno más en la lista, ni el más destacable pero tampoco algo malo de lo que quejarse.
Pero desde ahí fue donde empezó el aburrimiento, camine varias veces por los pasillos sin hallar más entretenimiento más que visual pues me atrae mucho la figura femenina por lo cual las chicas que pasaban con minivestidos o falditas igualmente alegraban mi vista pero no era lo que pretendía ahí como Geraldine. Hubo un momento en el que preferí quedarme sentada en un sillón individual exterior viendo pasar a chicas y chicos en busca de diversión que de vez en vez solo volteaban a verme pero sin mostrar interés.
Llego un punto en que me estaba quedando dormida en el sillón aquel después de ya no inspirar acción conmigo así que considere muy pertinente irme ya de ahí. Me levante para caminar hacia la puerta cuando me intercepto un señor a medio pasillo, gordito de lentes muy agradable que me sonrió y me tomo de la cintura, “hola, ¿Cómo estás?” a lo cual respondí “bien y tu”… sentí que me conocía pero yo ni en cuenta de quién era el individuo aquel. Me encamino sin soltarme hacia una cabina, mi plan ya no era encontrarme con nadie e irme pero era la última interacción y a ver que salía…qué bueno que me quede.
El tipo comenzó a acariciarme con hábiles manos las piernas y el rostro, me besaba y me elogiaba “que hermosa estas”, “mira nada más que rica te ves”, elogios breves pero muy halagadores que me hacían excitarme de nuevo y más porque el tipo acariciaba con firmeza mis piernas lo cual adoro en verdad. Se saco el miembro y también saco el mío del calzoncito para acariciarme mejor, me agarraba con firmeza las nalgas y seguía besándome, pero me encantaba que no dejaba de voltear a ver mi rostro y sonreía.
Pronto me invito a chuparle el miembro que era de tamaño mediano en longitud y angostura. Lo disfrutaba y yo también pero esas no eran sus intenciones verdaderas ya que sus intenciones iban por mi trasero. Así sin ponerme en 4 me hizo darle la espalda de pie para dejármela ir a lo cual pude sentir deliciosas sensaciones pues miraba hacia abajo y veía mis ricas piernas deteniendo muy sexy mi cuerpo en pose de penetración, volteaba ligeramente hacia atrás y veía mis nalgas ser acariciadas mientras su duro palo se introducía en mi ano nuevamente caliente. Era un momento delicioso y el sudor ya se apoderaba de ambos. Sin duda seria la culminación de una visita totalmente acertada a las cabinas.
El tipo se sentó en la butaca de la cabina para invitarme a cabalgarlo así que de frente me abrí de piernas y me la metí hasta el fondo. Al tenerlo de frente notaba su alegría cada que me veía, era tierno y dulce ello pues me veía mucho a los ojos y a la boca…”tienes una mirada tan inocente”, decía mientras su miembro seguía dentro de mí y el sudor corría por nuestras pieles, “tu risita, tus hermosas piernas, en serio me encantas”, todos esos detalles tiernos le daban un rico toque mas allá de lo sexual al momento.
No sé cómo lo hacía pero igualmente lograba moverse para otorgarme sensaciones anales deliciosas y claro yo no quería ser un cuerpo ahí inmóvil solo recibiendo verga entonces yo igual trataba de moverme para darle sensaciones a él también y lo disfrutaba pues veía como echaba su cabeza hacia atrás y gemía. Lo curioso y particular es que durante toda la sesión de sexo intercambiábamos pláticas fuera de lo sexual como “¿en que trabajas?” “¿por dónde vives?” y cosas así, sin dejar de sentir placer ni dejar de movernos para satisfacernos sexualmente.
Llego el momento en que me hecho hacia adelante sin perder la posición donde yo seguía sentada encima de frente a él, logrando que yo quedara pegada a la mampara donde está la pantalla de la cabina y el aun sentado en la orilla de la butaca comenzaba a meterme y sacarme la verga. De repente por obviedad generaba descansos donde ambos no nos movíamos pero seguía la penetración en marcha. Así recargada levanto mis piernas y comenzó a besármelas y darles mordisquitos lo cual me fascino “que sexy eres en serio, no te ves vulgar como esas que están ahí afuera, tú te ves sexy y elegante”…conseguía sonrojarme todavía más con esas palabras e insisto no dejaba de admirar mis ojos y ver como sonreía de verme. En serio era algo demasiado encantador, el sexo estaba siendo muy estimulante y aparte la conexión personal era muy buena, notaba de verdad gusto por estar conmigo y me lo demostraba con ricas caricias y lindas palabras de elogio.
Yo ya no aguantaba mucho, llevaba ya guardada mi carga seminal durante días y esto ameritaba dejar salir mis fluidos. Aproveche que en cierto momento me levanto las piernas hacia lo alto y me comenzó a dar duro en el culo, la vista para mí era extremadamente estimulante y procedí a jalarme mi pequeño miembro sin que me costara trabajo derramarme pues la escena era demasiado erótica.
Y normalmente al venirme dejo de sentir placer en la penetración y comienza a incomodar, pero sucedió raramente lo contrario pues él seguía dentro y no me molestaba, me gustaba seguir así recibiendo las dulces y perversas atenciones de mi agradable acompañante. Comenzamos nueva plática donde me compartía que ya me visualizaba con múltiples “disfraces” o looks, igualmente preguntando cuales eran mis fantasías más recurrentes. Seguía siendo penetrada mientras compartíamos esa charla así como si nada. No sé cuánto tiempo pasaba mientras estaba con él, quizá aquí se lea resumido pero en verdad fue mucho tiempo el que pase ahí dentro con mi último y más significativo acompañante de travesura.
No quise tentar mucho a la suerte así que le platique de mis usuales incomodidades y falta de deseo una vez he visto correr mi semen. Así que el solo me dijo “ok te entiendo, pero déjame decirte que en serio yo podría estar toda la noche así admirándote y adentro de ti sin problema, acariciándote, besándote”, en serio recibir palabras así me emocionaba muchísimo. Sin más mi dulce amigo comenzó a moverse más rápido para poder terminar la sesión, su pene se movía delicioso en mi ano y sentía sus palpitaciones y gemidos con esfuerzo para acabar.
Y si, notaba por las expresiones faciales y orales que emitió que ya estaba por derramarse dentro de mí. Terminado ello y habiendo reposado unos minutos después del grandioso sexo, nos incorporamos nuevamente ya sudados y llenos de gozo por tan agradable momento y seguimos platicando. Ya nuevamente vestidos empezamos a despedirnos pero no sin antes darme su número escrito en el cartoncito de una caja de condones e igual antes de despedirnos volvió a acariciarme y note que de nuevo se puso erecto, “vaya que si te provoco mucho eh” le dije con risa a lo cual el igual rio y acepto que si, lo provocaba mucho.
Nos despedimos muy amenamente y yo procedí a ir por mis cosas, ya era hora de irme. Estaba ya en el baño arreglando todo cuando el detalle malo del día fue que al querer sacar una toallita húmeda de mi bolsa tire el cartoncito donde venia el numero de mi halagador compañero al inodoro y pues no pretendía meter la mano ahí para sacarlo.
Pero bueno, la experiencia quedó enormemente satisfecha, iba en busca de algo que no sucedió al principio del día pero a cambio llegaron múltiples experiencias que han sido guardadas e inspiradoras para generar este relato.
Seguro será una de varias experiencias que estaré contando a lo largo de la deliciosa y pervertida vida que le espera a Geraldine. Espero les haya gustado y si es así háganmelo saber porfis. Igualmente si quieren saber cómo es Geraldine en verdad, hay una página donde subo sesiones fotográficas que tengo de vez en cuando.
Besitos y abrazos.